07: Gruñidos
Después de aquella presentación de los líderes, los clanes felinos se habían quedado allí, la presentación de los nuevos líderes era el indicio perfecto para el comienzo de una gran fiesta, y todos estaban sumamente emocionados, y Yoongi no era la excepción, después de todo pasar la mayor parte de su vida encerrado hacía que querer estar afuera por un tiempo más se sintiera como un sueño hecho realidad.
—¡Hola, soberano del clan de los tigres! —Yoongi miro a su lado Taehyung había dicho aquello en cuanto miro a Jimin acercarse a ellos.
—¡Ya! —se quejo su hermano—. No empieces, no soy ni un rey ni nada por el estilo —Taehyung rodo los ojos ante la respuesta, pero no tardo en acercarse a Jimin para abrazarlo con fuerza.
—Felicitaciones —menciono Taehyung—, sólo recuerda deshacerte de la idea de tener tu harem, dudo mucho que quieran estar contigo.
—Oh, cállate —gruño Jimin en respuesta, Yoongi soltó una suave risa al ver a esos dos, siempre se molestaban entre ellos, estaba sumamente acostumbrado a verlos así—, hey, Yoonie ¿te ha gustado esto?
Yoongi estaba sumamente encantado, estaba más que feliz, había sido una presentación sumamente memorable, y además conocía a uno de los nuevos líderes, ¿acaso podía sentirse más afortunado al respecto?
—¡Me encanta! —respondió Yoongi, y no era mentira.
Las voces alegres se escuchaban por todo el lugar, el aroma del vino agridulce se expandía, mientras que los diversos aromas de las frutas, las carnes recién preparadas y las hogazas de pan, se podía percibir en el aire, todos disfrutaban de la comida y de una buena platica, era de las pocas veces en que se reunían todos los clanes felinos, y debían aprovecharlo al máximo.
—¿Sabías que los líderes necesitan tener a alguien a su lado? —Yoongi parpadeo un par de veces al escuchar aquello, no estaba enterado de nada, Jimin sonrió ante la confusión del chico—. Creo tener a la persona perfecta que quiero que me acompañé por toda mi vida.
—¿Quién es? —pregunto Yoongi, Taehyung rodo los ojos, molesto, gruño por lo bajo, no quería escuchar la respuesta.
—Tú —dijo sin más Jimin, haciendo que Yoongi frunciera el ceño—, no te molestes pequeño.
—Que se moleste sólo me da indicios que quiere que yo sea su pareja —menciono Taehyung inflando el pecho, sintiéndose orgulloso por la reacción de Yoongi.
Yoongi todavía no comprendía aquella necesidad que tenían ambos híbridos de tigre de querer tenerlo como pareja, era una locura, ambos lo conocen desde que era un bebé, Yoongi no sabía que sentir al respecto, se supone que se trataban de hermanastros, solamente eso, y debían de respetarse como familia, pero parecía ser que para ellos dos, el termino de respetarse como una familia sin tener lazos más allá, estaba totalmente fuera de sus vocabularios.
—Ya les he dicho que esta mal que piensen de ese modo —menciono Yoongi.
—¿Está mal que me enamoré de ti? —pregunto Taehyung—. Amarte no está mal, Yoongi, me gustas desde hace tiempo y créeme que eso no cambiará.
—Pienso lo mismo —menciono Jimin—, quizás pienses que es extraño, peor no deberías sentirte así, ni siquiera somos hermanos de sangre.
Era cierto.
No eran hermanos de sangre, Yoongi había sido prácticamente adoptado por el clan de los tigres, por la mujer que consideraba su madre legitima, ser una pantera de las nieves entre los tigres lo hacía sentirse fuera de lugar, y mucho más al saber que ni siquiera se trataba de uno de ellos, sino que solamente era un humano, uno de esos seres que ha estado haciendo mucho daño al clan de los felinos.
—Dos hermanos peleando por él —Yoongi se quedo paralizado al escuchar aquella voz, la reconocía, apenas la había escuchado, uno de los últimos líderes que se presentó, giro en su propio eje, encontrándose con aquel chico de ojos miel y semblante serio—, eso es nuevo, y extraño, considerando que es uno de los míos.
—¿Extraño dices? —Jimin se acerco y abrazo a Yoongi por detrás pasando sus brazos para rodear su cuerpo y alejarlo un poco de aquel hibrido de leopardo—. Las relaciones felinas no importan, recuerda que una vez hubo un matrimonio de una leona con un tigre.
—Ustedes los tigres creen que pueden romper con las reglas naturales siempre que se lo propongan —Jungkook miro de nuevo hacia Yoongi—, para ser una pantera de las nieves, te ves más pequeño.
Yoongi trago grueso, dejo de mirar al chico.
—Tan pequeño como una hembra —menciono Jungkook.
—Yoongi es parte de los pocos donceles de por aquí —menciono Taehyung—, es una fortuna, ¿no crees?
—Supongo lo es para dos salvajes como ustedes —Jimin gruño en respuesta—, ¿lo ven?
—N-no los molestes —la voz de Yoongi se había oído dura, pero Jungkook solamente sonrió ladino ante la respuesta que le había dado aquel supuesto leopardo de las nieves.
—¿Qué harás? —Jungkook iba acercar su mano para tomar el mentón de Yoongi, pero Jimin fue más rápido y de un manotazo hizo que Jungkook apartase su mano.
—Ni creas que dejaré que le pongas un dedo encima, bastardo —dijo entre gruñidos, advirtiendo que no se acercará a Yoongi y que no lo tocase.
Para Jungkook era impresionante la escena que estaba viendo, al parecer aquel doncel felino había logrado cautivar tanto a esos dos hermanos que ni siquiera dejarían que otro hombre lo tocase, pero Jungkook sabía que ese chico de nombre Yoongi, no era uno de ellos.
Todavía recuerda aquella noche tormentosa en la que persiguieron a su madre para asesinarla, todo porque ella había tenido una aventura con un humano, todo porque se habían enterado que ella iba a tener un hijo de un humano, no de su padre, la deshonra había sido la causa de la muerte de su madre, y todo por un ser humano, y un bastardo, cuando después de un año se entero que en el clan de los tigres había una pantera de las nieves, enfureció, porque sabía que aquella pantera de las nieves, se trataba de aquel hijo por el cual su madre había muerto, y estaba vivo, desde aquel día se había prometido que no dejaría que algo como lo anterior sucediera, no de nuevo y mucho menos bajo su mandato.
—No provoques una pelea, tigre —dijo Jungkook soltando un suave gruñido, casi reteniéndolo por completo, volvió a mirar a Yoongi—, jamás serás uno de mi clan, ni siquiera esperes que te demos una bienvenida.
—No te atrevas a volver a hablarle en ese tono —demando Jimin, estaba enfurecido.
En cambio, Yoongi se sentía totalmente impotente, aquella mirada llena de ira que Jungkook le daba solamente lo hacía sentir sumamente pequeño, indefenso, pero también lleno de preguntas, ¿por qué había ese odio hacia él? No lo entendía, se suponía que lo habían adoptado, eso era lo que había dicho su madre, pero, ¿por qué aquella indiferencia le hacía sentir tan menospreciado por los que supuestamente eran de su clan?
Yoongi no lo entendía, y tampoco entendía como era posible que fuese una pantera de las nieves y un humano al mismo tiempo, él no era como ellos, pero se sentía en casa, aunque por lo visto, era más despreciado por su supuesto clan, más de lo que creía.
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