—Mamá ya entro —comento Jimin en cuanto escucho la puerta cerrarse, Taehyung se mostraba incomodo ante ese comentario, algo que extraño a su hermano—, ¿qué pasa?

—Hay otro aroma —era cierto, ambos hermanos tienen un gran sentido del olfato, y era inevitable sentirse levemente atraídos por otros aromas, y más al saber que están presentes en su propia casa.

Jimin elevo el rostro para poder apreciar el aroma, y era cierto, era un tenue aroma, era dulce, pero no era como ese aroma que muchos de sus amigos cercanos desprendían, era un aroma sumamente relajante, uno que te encantaría seguir oliendo y disfrutando por toda una eternidad, Jimin soltó un suspiro aliviado y sumamente encantado por ese aroma.

—Huele delicioso —comento a lo que Taehyung dio un asentimiento, no quería admitirlo, pero en verdad aquel aroma le había llamado tanto la atención como a Jimin—, hay que ir a ver de qué se trata.

—Jimin —y antes de que siquiera Taehyung pudiese detener a su hermano, Jimin salió disparado en cuanto abrió la puerta, quería saber de qué se trataba, ¿a quién, o qué pertenecía aquella esencia tan maravillosa?

Mientras los niños abrían la puerta, Haneul no dejaba de mirar la puerta, su cuerpo picaba por ir y ayudar a su amiga, pero algo también le decía que no debía, ella le dijo claramente que debía quedarse dentro de la casa, que no debía siquiera pensar en poner un pie afuera, así que debía de calmarse, debía de quedarse allí dentro, debía permanecer allí y no salir a pesar de lo que había escuchado, miro la carta y al bebé que la veía con sus ojos oscuros, le dedico una sonrisa.

—Mamá —Haneul reacciono ante la voz de uno de sus hijos, pronto vio a Jimin bajar las escaleras apresurado, y a Taehyung que venía en pos de él, pero con mucha más cautela—, mamá, mamá.

—¿Qué es eso? —la pregunta de Taehyung la saco de sus pensamientos y miro al bebé, fue entonces que ambos niños miraron al bulto que ella sostenía.

La mujer, una híbrido de tigre, se acercó al sofá, y los niños no pudieron evitar correr para ir a ver lo que su madre hacía, Haneul coloco al bebé justo a su lado, y los niños no dudaron en acercarse para mirarlo, a ambos se les ilumino la vista al ver al pequeño, su piel era tan blanca como la luna, y sus ojos eran lo que más les atraía del pequeño bebé.

—Qué lindo —comento Taehyung, su cola no dejaba de moverse de un lado a otro con entusiasmo.

—Es tierno —comento Jimin acercando su rostro, el bebé no evito ver las orejas de aquel híbrido.

Haneul frunció levemente el ceño, era extraño, usualmente esos dos no dejaban de tener mala cara cuando veían a otro niño invadiendo su territorio, casi siempre era así, y ahora que ese bebé estaba aquí, ellos se comportaban como si nada, como si le conocieran de toda la vida, era muy extraño.

El bebé saco sus manitas al ver que esos dos niños que no dejaban de verlo tenían esas orejas esponjosas sobresaliendo de sus cabezas, quería saber si eran tan suaves como se veían.

—Mira, me quiere —dijo Taehyung para después agarrar una de las manos del bebé y reír.

—Me quiere a mí —reclamo Jimin, haciendo que su hermano sacase la lengua en su dirección.

El bebé soltó una suave risa al ver a esos dos, pues las caras que hacían le parecían divertidas, algo que definitivamente hizo enternecer a los dos niños.

Haneul dejo de prestar atención a sus hijos para después agarrar el sobre que su amiga le había entregado, le daba temor saber lo que vendría escrito allí dentro, pero sabe que tiene que leerlo, su amiga le había dicho que allí vendrían las explicaciones que necesita saber, no había vuelta atrás, dio un vistazo más a sus hijos que seguían muy animados y concentrados en estar allí con el bebé, y entonces abrió el sobre, saco el papel que estaba doblado en cuatro y entonces, deshizo los dobleces para comenzar a leer.

Querida Haneul.

Sé que dirás que lo hice, es algo precipitado, que debí hablar mejor las cosas contigo, pero me temo que no tengo mucho tiempo, quizás cuando estés leyendo esto ya sea muy tarde para mí, pero en verdad no tienes que preocuparte por mí, estaré en un lugar mejor, lo sé, por quién debes de preocuparte, está ahora en tus manos, su nombre es Yoongi.

Yoongi no es un híbrido, lo has notado seguramente. No te lo dije antes, pero conocí a un hombre, un hombre humano, nos veíamos en la división de nuestras clases, él fue atento, amable, una gran persona, alguien que me mostro que los humanos no son tan malos, y alguien a quien le mostré de igual forma, que los híbridos somos buenos. Me enamoré, y él de mí, fue inevitable, quedé embarazada, pero no era de mi esposo, aunque tuve que mentir para que creyesen lo contrario.

Ese fue el motivo de mi perdición, no sabía que mi hijo sería humano, cuando nació, no tenía la cola, ni las orejas, perdí el conocimiento por un rato, los médicos creían que era un error natural, que muchas veces pasaba, pero no, yo sabía que Yoongi era más humano que uno de nosotros, mi esposo se enfadó, me deseo la muerte en el hospital, y me dijo que, si ponía un pie en la casa, me mandaría a matar.

Te escribo desde casa, en donde sé que pronto darán la noticia a mi esposo de que estoy aquí, sé que te brinde otra responsabilidad al dejarte a mi hijo, pero no sé qué más hacer, eres en la única que confió, por favor, te ruego, te imploro... no dejes que Yoongi muera, no lo entregues, no permitas que algo le pase, por favor...

Con cariño, Min Youngmi.

Doblo el papel al terminar de leer, entonces aquel bebé era hijo de un humano y una híbrido, Haneul miro a sus hijos que hacían reír al bebé al mostrarle caras distintas, sonrió, sabe que su amiga se sacrificó para que el bebé estuviera sano y salvo. Haneul no dejaría que algo malo le pasara, el sacrificio de Youngmi, no sería en vano.

—Mamá —la voz de Taehyung, la saco de sus pensamientos—, ¿él tiene nombre?

—Por supuesto, cariño —contesto la mujer.

—¿Cuál es? —ambos niños levantaron las orejas interesados.

—Su nombre es Yoongi —contesto ella, mirando al bebé—, y ahora vivirá con nosotros...

Haneul no sabe que riesgos pueda tener esto, pero no le interesan, cumpliría con su palabra de cuidar al bebé, no defraudaría la petición de su amiga.