Capítulo 6
La celebración estaba en su mejor momento la gran mayoría de los invitados estaban ebrios y la peli plata solo miraba atentamente a todos los invitados en especial al gordo rey. Daerys no podía sentir otra cosa que no fuera desconfianza o lastima por la Reina, siendo una mujer tan hermosa tenía que ver como su esposo besaba y tocaba a una de las sirvientas frente a sus narices.
Daerys sintió a Robb levantarse de su lugar y siguió su caminar disimuladamente con la mirada y vio como se acercaba a su padre, reconoció a su tío Benjen y se levantó con rapidez dejando a Sansa en su lugar y en cuanto lo tuvo cerca lo abrazo.
__ Tío Benjen, mi querido tío, como te había extrañado __ una hermosa sonrisa se dibujó en sus labios al estar en los brazos del pelinegro. Amaba a su tío, le encantaban sus visitas y escuchar sus historias de lo que hay más allá del muro __ ¿Cómo están las cosas en el muro? __ Benjen se separó de ella para plantar un beso en su frente y sonreírle. La chica miró de reojo los rostros sonrientes de Robb y su padre.
__ Todo bien pequeña loba, los suministros que tu padre no has enviado gracias a tu manera de administrar todo han sido de mucha ayuda __ Benjen dio unos pasos atrás para mirar a su hermano mayor con una sonrisa __ me he enterado de tu labor como comandante ante la rebelión contra los Umber, debo decir que si han cortado tu cabello es porque todavía hace falta practica __ llevo su gran mano al cabello de la chica para desordenarlo un poco asiendo a esta reír, cosa que no duro mucho al ver a unas cuantas mesas a Sansa hablar con la Reina, eso no le gustaba para nada, su hermana la necesitaba.
__ Tío seguiremos después esta conversación __ los tres hombres miraron al mismo lugar que ella y Eddard asintió para ver como se alejaba a paso rápido hacia la mesa principal. La joven caminaba de manera rápida ante la mirada atenta de los tres Starks y un par de ojos verdes que no la habían perdido de vista esa noche. Cuando capto la atención de las tres mujeres hizo una elegante reverencia frente a los ojos de la Reina __ Majestad __ saludo la chica rompiendo el denso silencio que se había formado antes de la llegada de la peli plata.
__ ¿Y tú quién eres pequeña? __ Cersei había escuchado los rumores, pero jamás pensó que ver a esa joven seria como ver a la mismísima Rhaella Targaryen. Era una joven hermosa ya los rumores de su belleza tenían sentido y la duda llego de nuevo a su mente ¿Por qué una supuesta Stark tendría tanto parecido a un Targaryen?
__ Soy Daerys Stark hija mayor de Eddard Stark, Majestad __ su voz se escuchó en un tono dócil sintiéndose pequeña ante la mirada de la rubia. Daerys no era de sentirse intimidada por cualquiera, pero esa mujer lograba hacerla sentir como una niña.
__ Hija bastarda su majestad, el Rey Robert la hizo Stark cuando cumplió 5 años, su nombre era Daerys Sand* __ intervino Catelyn queriendo dejar en claro que era una bastarda. Daerys la entendió, ya había escuchado de su padre la propuesta que Robert le había hecho y si la Reina la consideraba a ella más apta para Joffrey, Sansa perdería la oportunidad de ser Reina. Ella amaba a Sansa y por eso no le prestó atención a lo dicho.
__ Entiendo… __ murmuró la rubia mientras seguía analizando a la joven “Hubiera sido mejor opción que la débil palomita” pensó Cersei __ Tu madre debe ser una mujer hermosa al igual que tu pequeña __
__ Gracias majestad aunque debo decir que los vestidos hechos por Sansa me ayudan bastante __ habló con una sonrisa queriendo dejar en claro los puntos fuertes de la pelirroja ante su futura madre.
__ Vaya tienes bastante talento, tienes que hacer algo para mi __ Cersei le regalo una sonrisa a la pelirroja que sonrió antes de hacer una reverencia he irse.
__ Ha sido un verdadero placer su majestad __ hizo una reverencia con una gran sonrisa en su rostro para caminar hacia su mesa de nuevo, mientras se alejaba vio a Ser Jaime acercarse a su padre y por muy amable que el hombre fuera con ella recordó que era un Lannister y los Lannister y los Stark no se llevaban bien. La tensión ente ellos se podía ver desde lejos y por otro lado del salón vio a Arya lanzarle comida a Sansa.
“¿Es que todo lo tengo que controlar yo?” Pensó algo fastidiada para mirar a Joe buscando ayuda, este capto el mensaje y rápidamente se levantó con la jarra de cerveza en la mano para hacerle señas al resto de hombres del norte que lo acompañaban. Daerys no tenía idea de que haría para distraer a los invitados, ella solo quería evitar la pelea de su padre con el caballero, sacar a Arya y calmar a Sansa.
__ ¡Propongo un brindis! __ habló él hombre hacia los que estaban en su mesa, pero captando la atención de todos en el salón incluso la de su padre __ ¡Brindemos porque esta celebración siga hasta mañana para el día del nombre de nuestra señora! __ la joven puso los ojos en blanco ante eso, pero aprovecho la distracción para hacerle señas a Robb quien controlo a Arya llevándola a su habitación y ella se movió rápido hacia Sansa para limpiarla y tratar de dejar su vestido como antes __ ¡Brindemos por Daerys Stark, que hace unos días peleaba con espada y hoy es toda una dama! __ Daerys dejo a Sansa en manos de la septa después de limpiarla.
La pelirroja estaba enojada y no dejaba de gritar y hacer berrinche. Daerys se dio cuenta de que todos los presentes esperaban por ella para brindar en su nombre así que camino unos pasos hasta Joe quien le entrego una copa de vino de la cual bebió uniéndose al brindis, hizo una reverencia después de que todos bebieron de sus copas y salió rápidamente del gran salón para ir directamente al cuarto de Arya.
__ Estoy muy enojada contigo Arya Stark __ su voz se escuchó fuerte en cuanto cerró con más fuerza de la necesaria la puerta de los aposentos de la joven Stark, esta en cuanto la vio se ocultó detrás Robb __ Arya lo que hiciste estuvo mal, somos una familia y tenemos que apoyarnos no hacer pasar vergüenzas a los otros __ Robb sentó a la Stark en la cama y se quedó de pie a unos pasos viendo como Daerys se posicionaba frente a la joven con una pose de altivez __ Y lo aprenderás a las buenas o las malas, si se van a ir a la capital van a tener que estar más unidas que nunca Arya, yo no voy a estar ahí para arreglar sus problemas __ los ojos grises de Arya reflejaban culpa y algo de tristeza ante lo dicho por la mayor __ Como castigo voy a suspender tus clases de arco hasta nuevo aviso __ antes de escuchar sus quejas se dio vuelta para salir de la habitación, siendo seguida por el heredero de Winterfell.
Con cada paso que daba hacia sus aposentos se perdía más en sus pensamientos, la idea de dejar a Sansa y a Arya en un lugar tan peligroso como lo era la capital no le gustaba para nada, pero tenía bien presente que ella se quedaría en el norte. Su padre la dejaría para ayudar a Robb y no sabía si eso era bueno o malo.
Se sobresaltó un poco al sentir como era empujada a un lado, pero respiro tranquila al sentir los brazos de Robb tomarla con cuidado. Miró a su alrededor notando que estaban en su habitación y se aferró al cuerpo del pelirrojo buscando algo de calma, poder sentirse segura y pensar que todo estaría bien.
__ Ya deja de preocuparte, lo más probable es que padre no acepte la oferta __ habló de manera baja escondido en su cuello dejando un pequeño beso en este que la hizo estremecer.
__ Lo hará estoy segura, viajaran al sur y nosotros nos quedaremos aquí cuidando el norte __ su voz se escuchó calma mientras dejaba que Robb la guiara hasta la cama donde él se sentó y ella lo hizo sobre él sin romper el abrazo en ningún momento, trasmitiéndose seguridad con el calor de sus cuerpos.
__ Hablas como si fuera la cosa más cruel que alguien podría hacer. Yo no lo veo así, tú y yo gobernaremos Winterfell juntos como debería ser__ la joven lo miró confundida, respiro profundo con el ceño fruncido tratando de no enojarse por el egoísmo de Robb y en ese momento se dio cuenta de que estaba ebrio, no tanto, pero lo estaba.
__ Deja de pensar con la verga Robb. Vamos a estar más tiempo juntos, pero tus hermanas estarán en un lugar peligroso, además los Stark pertenecemos aquí al norte __ tomó su mano jugando con esta mientras la miraba __ Algo me dice que las desgracias están por comenzar para nosotros __
__ Espero que te equivoques mi loba __ Robb llevo ambas manos al rostro de la peli plata y la admiro con sus brillantes ojos azules __ Te amo Daerys… __ la chica tomo la iniciativa uniendo sus labios comenzando otra noche donde se unirían en cuerpo y alma, otra noche donde sus manos se perderían en el cuerpo del otro incitándolos a seguir cometiendo el pecado más placentero.
.
.
.
.
El día siguiente fue estresante, desde cumplir sus deberes en el castillo hasta tener que arreglarse para la celebración de su día del nombre, a la cual no le veía sentido, su onomástico había pasado tres días después de la noticia de la muerte de Jon Arryn.
La celebración fue bastante normal para ella, los únicos eventos interesantes fueron su baile con el gordo Rey a quien estuvo a nada de golpear. El muy idiota se propaso en todo momento poniendo sus manos a lugares donde no debería, ella solo tuvo que poner la sonrisa más falsa que tenía.
Luego bailo con unos caballares de la capital incluso con Ser Barristan Selmy, también bailo con Ser Jaime concediéndole al hombre dos piezas por petición de él, pero lo más entretenido fue la propuesta de matrimonio por parte del heredero borracho de Lord Umber, claro está que Robb, Jon y su padre se encargaron de eso, solo los dioses saben que le hicieron.
La mayoría de la noche la paso junto a Sansa y casi lloro al recibir el hermoso arco con lobos tallados por parte de Robb.
Fue una buena celebración y hasta había perdido la cuenta de cuantos vestidos y joyas había recibido, en ese momento un brazalete de oro con esmeraldas adornaba su muñeca y podía jurar que tenía diseños en forma de leones, pero era un regalo de la reina seria de mal gusto quitárselo.
De su cuello colgaba un hermoso collar con una esmeralda incrustada, regalo de Ser Jaime, los hermanos Lannister habían destacado con sus regalos esa noche cosa que a Robb y a su padre no les gusto.
De parte de su padre recibió una hermosa espada con detalles hermosos en la empuñadura. La llamo “Aullido” y aun estando hermosamente vestida y peinada, desvaino su nueva espada sin delicadeza alguna haciendo reír a su padre.
La noche para muchos termino entre jarras de cerveza, para ella termino en los brazos del heredero de Winterfell sin una prenda en su cuerpo a excepción del collar en su cuello, el regalo de Ser Jaime.
Sin poder conciliar el sueño no pudo evitar perderse en sus pensamientos preguntándose ¿Por qué no podía sacarse al hombre de la cabeza?, ¿Por qué no podía dejar de pensar en esa sonrisa? ¿Por qué si tenía a Robb a su lado? También pensó la posibilidad de que el Lannister escogiera la gema del mismo color de sus ojos solo para hacerla pensar en él cada vez que la viera.
Su mente vago en millones de posibilidades esa madruga, todo basado en la preocupación por su familia y su próximo viaje a ese horrible lugar llamado capital, todo para evitar pensar en el caballero.
Sin esperarlo un fuerte dolor de cabeza la golpeo y juro que era provocado por una de sus visiones, pero no vio nada, ninguna visión se hizo presente esa noche. Cuando el dolor de cabeza paso su mente estaba en blanco como si su cerebro quisiera obligarla a descansar y lo último que recuerda antes de caer dormida, fue que en ningún momento quito la vista de las hermosas piedras ovaladas que brillaban gracias al fuego de la chimenea, una de un hermoso morado oscuro y la otra de un azul del mismo tono, cada vez que las veía recordaba las palabras de su padre al recibirlas.
“Son el regalo que tu hermano Rhaegar Targaryen te dejo antes de morir, él dijo que todo Targaryen debe crecer con un huevo de dragón para ser sangre y fuego. No te obligare a ser una Stark o una Targaryen, tú eliges hija”
.
.
.
.
Daerys siempre había odiado la manera en la los hombres la miraban al saber que ella no era una típica dama de alta cuna que solo se queda a calentar camas y dar herederos, mujeres que solo eran adornos con bellos vestidos y joyas caras que demostraban la riqueza de sus maridos, ella nunca seria así, ella era una guerrera y no dejaría que nadie dijera lo contrario no dejaría de luchar por nada, ni por nadie, ni mucho menos porque a un hombre le disgustara la crianza que su padre le había dado.
Ned era un hombre conservador que se regía por la ley de los viejos dioses, pero eso nunca le impidió querer entrenar a sus hijas, él no quería que sus hijas estuvieran solas en el mundo sin saber defenderse.
Sansa nunca quiso saber nada de espadas o de algo parecido y él no la obligaría. Arya tenía que conseguir un equilibrio, no podía permitir que su hija fuera solo una luchadora, ella era hija de un Lord por lo tanto era una dama y debía aprender eso, mientras por otro lado tenía a Daerys, ella era el equilibrio que él quería inculcar en sus hijas menores, que fueran damas hechas y derechas que morderían a cualquier persona que las quisiera dañar, como lo hacía ahora la peli plata sin bajar la mirada ante ninguno de los hombres presentes.
Una semana después de que los festines y celebraciones habían acabado el Rey ordeno llevar a cabo un viaje de caza y ahora Lores, caballeros y escuderos se preparaban para emprender el viaje y entre ellos Daerys.
Un jubón femenino de color gris cubría el cuerpo de la única chica que iría a la caza, su cabello tenia pequeñas trenzas bien hechas y de su espalda colgaba el arco que Robb le había dado más las flechas que usaría. La joven se encontraba ignorando todas la miradas que estaban sobre ella mientras dejaba que Shiera atara la espada a su cintura.
__ ¿Enserio iras? Sé que sueles hacerlo pero ahora hay hombres de la capital y no me gusta como te miran __ la peli plata alzo su mirada para encontrar a Robb mirándola con algo de preocupación.
__ Si los norteños se acostumbraron a ver una dama haciendo cosas de hombres... __ Robb al ver que iba a subir a su caballo le tendió la mano para ayudarla a lo que solo recibió una mirada de advertencia como respuesta y sin decir nada la vio subir sin ningún esfuerzo __ Que ellos también lo hagan __ su voz se escuchó más grave de lo normal mientras miraba de manera seria a los hombres presentes. Robb sonrió leve para caminar hacia su caballo sin pronunciar otra cosa.
La joven permanecía sobre su caballo manteniéndose alerta al sentirse amenazada por la mirada de los sureños. Su actitud cambio de manera abrupta al sentir el tirón en la tela de su capa y bajo la mirada para encontrar los grandes ojos grises del pequeño Rickon mirándola fijamente con un puchero en los labios, una sonrisa se dibujó en sus labios mientras se inclinaba para subir al niño al caballo, comenzó a reír y a jugar con el niño sin importar quien la viera.
Robb se unió a ellos por unos minutos y ella encerrada en su burbuja con el pequeño que consideraba más su hijo que su hermano, en ningún momento noto la intensidad con la que era observada por unos ojos verdes, todo desde uno de los muros más apartados del patio.
Miró de reojo como el rey se acercó a su padre y bajo al pequeño niño que fue recibido por Shiera para ser llevado hasta el interior de castillo, mientras ella se acercaba a Robb quien se encontraba entretenido hablando con Benjen Stark, estuvo con ellos desde que salieron de Winterfell, hasta que estando en medio de la caza apareció uno de los guardias de Lady Catelyn corriendo lo más rápido que su caballo le permitía.
__ ¡Mi Lord! __ El hombre paso de largo a todos para dirigirse solo a Eddard sin ni siquiera tener formalidades con el rey __ Mi señor su hijo Brandon ha tenido un grave accidente, se ha caído de la vieja torre y no despierta Mi Lord __ la peli plata no había terminado de escuchar bien cuando había dado la vuelta y pateado a su caballo para salir lo más rápido que podía camino a Winterfell, ignorando los gritos de Robb y de su tío Benjen.
Al final había tenido razón… Las desgracias apenas comenzaban.
.
.
.
.
.
Sand*: Nombre que reciben como apellido los bastardos de las tierras del sur de Poniente, las tierras de Dorne.
Si no entienden alguna otra cosa avisen y trataré de explicarlo.
LadyArtemis
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro