Capitulo 23
Daerys abrió sus ojos cuando sintió una fresca brisa remover sus cabellos, sus ojos se llenaron de lágrimas por unos segundos al ver el hermoso paisaje frente a ella, hermoso y algo familiar.
¿Estaba en el cielo?
Risas y gritos se escuchaban dentras de ella, gruñidos de dragones en el cielo y pudo verlos cuando levantó su cabeza. Tan grandes y majestuosos, gobernando los cielos.
Podía ver a cuatro volando, sus gigantes alas extendidas mientras parecían danzar por los aires.
Al parecer en el cielo habían dragones, muchos dragones.
__ ¡Rhaegar! ¡Mamá! ¡Vamos a volar! __ volteó su cabeza con lentitud, casi con miedo al reconocer ese lugar. Era el lugar donde había visto a esos niños en aquella visión. Ahora pudo ver a cuatro adultos, corriendo y persiguiendo a una hermosa pequeña de cabellos oscuros, sus penetrantes ojos violetas era lo único que no gritaba en ella su sangre del Norte.
__ ¡No iremos! ¡Mamá está cansada! __ confundida miró al hombre a su lado, sus facciones duras eran idénticas al maldito de Jaime Lannister, pero su color de cabellos y ojos, eso era Targaryen.
Sangre tan antigua como la suya.
__ No has querido montar desde que caiste de Vermithor en la batalla de Bravos __ las palabras dejaron sus labios sin permiso, él joven pareció tensarse mientras evitaba mirarla __ Es normal, los dragones también se asustan, aunque está vez fue tu culpa… te he advertido de todas las formas que conozco, beber tanto con tu tio Tyrion terminará por matarte __ las palabras siguieron brotando de su boca, ni siquiera intento detenerlas por la curiosidad que sentía.
__ Lo se mamá… Si no fuera por Eddard no estaría aquí __ el dolor se instaló en su pecho, la preocupación filtrándose en cada lugar de su cuerpo y no entendía el sentir tan fuerte en su pecho. No conocía a ese chico, pero sentía algo tan grande hacia a él.
Un amor tan grande, que no encontraba un comienzó o un fin.
__ Mamá, desde que tengo memoria he escuchado que tú y papá son increblantables. Tan fuertes que nada podía derribarlos, seguían luchando por lo que creían sin importar nada __ él chico se detuvo unos segundos, lamió sus labios mirando a todo lugar que no fuera ella __ Desde que papá me contó que hubo un tiempo donde él flaqueó, de lo mucho que había querido morir cuando perdió su mano y que fuiste tu quién lo alentó a seguir… él dijo que a pesar de estar tan rota como él en ese momento lo apoyaste, estuviste a su lado en todo momento.
__ Yo quiero saber como lo hiciste ¿Cómo volviste a levantarte para luchar? __ no pudo hablar, él jóven la miraba esperando una respuesta de su parte, sus ojos mirandola como si ella tuviera las respuestas del universo en sus manos.
__ Fue por Eddard y por tu padre, en ese momento recuerdo dormír y tener una visión, una que hasta hoy no tengo idea de lo que ví, pero se que eso lo cambio todo __ habló segura, con una sonrisa en su rostro, las palabras que no entendía del todo dejando sus labios y ella solo podía estar quieta, tranquila buscando alguna explicación.
__ Solo recuerdo despertar con la certeza de que debía seguir luchando, porque había algo dentro de mí, algo más grande que yo misma y que no podía dejar morir…
Tu hermano, Eddard Tyrell… Flower… Stark… Lannister…
Solo Eddard.
Su hijo, él nacido con el valor de su abuelo.
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Las pisadas de los caballos martillaban en su cabeza como el herrero a una espada.
Dolía, todo su cuerpo dolía.
La mirada de Brienne se paseaba preocupada entre el Lannister y la Stark, ambos parecían tener una competencia por quien tenía un peor estado.
El Lannister ganando por mucho al inclinarse de manera peligrosa a los lados, faltando tan poco para que cayera del caballo.
__ Va a caerse __ habló en alto esperando que algún hombre hiciera algo, que lo sostuvieran para evitar que su cuerpo terminara en la mierda y lodo del camino.
__ Jaime… __ él nombrado sintió su pecho cálido, sus oídos escuchando gustosos esa dulce y ahora débil voz llamando su nombre __ Jaime no puedes caerte __ si podía, él ya no era nadie. Lo mejor que podría pasarle sería caer de cabeza sobre una roca.
Daerys lo miró con preocupación plasmada en su rostro, queriendo gritarle que levantará la cabeza, pero él hombre se veía débil, su frente perlada en sudor. Su mano derecha mutilada colgando en su cuello, atrayendo a las moscas que se paseaban por sus heridas infectadolas y él no hacía nada.
Solo dejar que la muerte lo consumiera.
__ Lannister __ la maltrata voz de la chica lo hizo tomar fuerzas para levantar la cabeza, ambos se miraron a los ojos, la lastima impregnanda en los contrarios apretando su garganta.
¿Dónde había quedado su ser, en ese largo camino? ¿Por qué ahora no se sentía valiente, un caballero gallardo y orgulloso?
Él ya no era nada de eso, era lo único que sabía.
Que ese hombre lleno de sucio, heridas infectadas, una mano mutilada y orgullo completamente muerto, ya no era él.
Él ya no era Ser Jaime Lannister.
Bajo la mirada, sin querer ver la lastima en esos ojos pintados con los colores del amanecer.
Ya no quería verla, quería desaparecerla de ese lugar, que estuviera segura sin haberse involucrado en todo ese plan inútil. La culpa se instaló en su pecho y quiso reírse mientras escuchaba a los hombres hablarle, Brienne dando gritos de que se caería del caballo.
Cayó al lodo del camino real y solo quiso reírse.
Era tan buen caballero que no pudo proteger a la Reina que juró guardar a sus cortos 16 años.
Tampoco pudo proteger a la viva imágen de ella que tenía en frente.
No pudo hacer nada nunca, él Lannister más inútil que pudo haber existido estaba allí, rogando por agua a sus captores.
A quienes le habían cortado la mano.
__ Agua… agua por favor __ suplicó con voz débil, un asfixiante nudo instalado en su garganta mientras veía su mano amputada enterrada en el barro __ Agua, agua, agua __ repitió casi como un mantra, su garganta pidiendo a gritos una sola gota del líquido que un guardia estaba dejando caer en su cabeza, las risas atormentandolo de maneras que nunca creyó posibles.
Quería gritar, quería llorar, quería morir. Caer sobre una espada y no volver a respirar.
__ Déjenlo, si él muere no tendr- __ la voz de Daerys se escuchó fuerte, apretando los puños por el esfuerzo que hacía al mover su cuerpo para bajar del caballo, incluso hablar le era un tortura.
__ ¡Cállate zorra! __ uno de los guardias jaló su cabello apenas logró tocar tierra, obligándola a arrodillarse con tal brusquedad que varios hilos de plata quedaron entre sus dedos __ Cállate de una vez, le daremos agua __ los ojos de Daerys brillaron con lágrimas al escuchar esas palabras, no le darían agua conocía lo crueles que eran los hombres Bolton.
Jaime levantó la cabeza desesperado, casi jadeando como un perro y apenas pudo tomar la cantimplora, lo hizo. Bebió desesperado el líquido que no tocaba su lengua desde hace dos días, siendo lo más parecido al cielo que había tocado en su vida.
__ Nunca había visto a un hombre tan desesperado por beber orina de caballo __ la voz burlona del maldito Luke logro causarle tan asco a Jaime con esas palabras que termino por vomitar, sacando el ácido de su estómago al ser lo único que tenía dentro. Daerys gruñó molesta, forcejeando con el agarre del guardia importandole poco si se quedaba calva, sus ojos tomando un color oscuro que detonaba puro peligro.
__ ¡Suéltame! __ su voz retumbó en el bosque, profunda y con una autoridad que congeló a los hombres en sus lugares. A pesar de no reconocer el idioma que la mujer había usado, la ira en su voz era tan clara como el mismo cielo en ese momento __ Suéltame ahora o te juro que te arrepentirás cada mísero segundo de tu vida __ murmuró tensa como la cuerda de un arco, dejando caer su cabeza hacia atrás, sus profundos ojos asustando al joven guardia.
__ ¡Se ha vuelto loca la perra! __ la limpia carcajada de Luke se detuvo cuando un codazo lo hizo retroceder. Brienne abrió sus ojos asustada al ver cómo Jaime robaba la espada del hombre y comenzando a luchar como podía. Daerys uniéndose a él cuando robo la espada del jóven guardia, que terminó con la cabeza en el suelo.
La lucha comenzó y Jaime fue rodeado en segundos, Brienne bajó del caballo intentando ayudar, sabiendo que Daerys no soportaría mucho el encuentro que mantenía con 6 de los guardias.
__ ¡Basta! ¡Dejen de luchar! __ la voz de Brienne la distrajo, logrando que un certero golpe la derribara. Una nueva herida en su muslo sangrando mientras era sometida nuevamente, sus ojos conectando con los de Jaime una milésima de segundo.
Encontradolo en el suelo, soltando la espada que llevaba en su izquierda mientras luchaba por alejar su cabeza del barro, luchando por aire.
__ Vuelve a hacer algo parecido y terminaras sin mano zorra, tan inútil como ese Lannister lo es ahora __ era un peligro, esos hombres lo sabían.
Esas fueron las últimas palabras que escuchó antes de que los hombres tomarán medidas, golpeando su nuca para dejarla inconsciente.
Jaime se quejó mientras era subido al caballo, atento a todo lo que hicieran con ella, queriendo ayudarla, pero sin poder hacerlo.
Él solo era un inútil, el Lannister más estúpido que había existido.
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La marcha siguió su curso apenas todos subieron a sus caballos Brienne se mantuvo alerta, vigilando a su joven señora que reposaba sobre el caballo como un saco de papas, su interior bullia del enojo de solo ver el trato que le daban.
Cómo le habían lanzado agua a la Stark para quitarle el vómito que no pudo contener cuando la bajaron del caballo de manera brusca, causándole un fuerte mareo.
Apenas cayó la noche los Bolton habían armado su campamento, ellos habían sido arrastrados a un par de árboles cerca del rio.
__ Tome Majestad, esperó que le guste buscar calor con la capa que usamos para limpiarnos el culo __ Luke soltó una carcajada digna de un loco, esta resono en sus oídos mientras veía fijamente Su capa.
La capa que su padre le había dado, el lobo huargo plasmado en las tiras de cuero que debían rodear su pecho.
Una presión se instaló en su pecho, su cuerpo entero temblando, sus ojos llenándose de lágrimas al ver que el hombre no había mentido con sus palabras. Habían destrozado la único que llevaba de su padre, esa capa y Aullido, la habían arrancando de sus manos como si no hubiera sido forjada para ella, para que ella fuera la unica que le diera uso.
Movió su cabeza rascándose un poco con el tronco, la bilis subiendo por su garganta de solo sentir los piojos que había adquirido por el sucio, sintió asco de si misma. Con el frío calando sus hueso empujó la tela con algo de esfuerzo, alejándola y aceptando morir de frio esa noche antes de cubrirse con mierda de esos hombres.
Vengan a mi Visenya y Syrax, vengan a mí.
Rogó en su mente, suplicando que sus dragones llegarán a ella y quemarán todo lo que estuviera a su maldito paso.
El tiempo paso lento, la comida se había acabado apenas la dejaron frente a ellos, perdiendose en sus estómagos y el infinita hambre que calaba en ellos, menos él maldito Lannister, quería obligarlo a tragarse ese asqueroso pan.
Que no muriera sin llegar a esa maldita capital.
__ Come __ Jaime la miró por unos segundos, sus largos cabellos de oro cubriendo su frente de manera descuidada, esos intensos ojos verdes llevando una melancolia sobrecogedora __ ¿Que estás haciendo? Come __ ordenó firme sin dejar de verlo.
__ Estoy muriendo, déjame hacerlo __ el tono lastimero en su voz no la sorprendió, la derrota pintaba cada una de las firmes facciones del rubio.
__ No puedes morir Jaime. Debes vivir para buscar la venganza sobre esto __ habló firme, alejándose del tronco lo más que podía para verlo. Brienne veía la situación en silencio, mirando el lamentable estado del par frente a ella.
Ambos con apellidos tan importantes que los ponían en un pedestal, alejados del mundo real y su crueldad, ambos con ideas tan diferentes.
A la rubia no le entraba en la cabeza que la peliplata de apenas unos veinte días del nombre, como mucho, fuera más maduro que él caballero Lannister. Lo suficiente para entender que Jaime solo había tenido una probada del mundo real.
__ No me importa la venganza __ ambas se miraron por unos segundos, muecas indescriptibles en sus rostros y Daerys lo soltó, una pesado suspiro escapando entre sus apretados dientes.
__ Eres un cobarde __ habló seria, queriendo inclinarse un poco más hacia adelante luchando con sus amarres, su cuerpo tomando un poco de calor gracias a la furia que la hacía querer atacar al maldito Lannister __ Un solo incidente y te das por vencido __ Jaime alzó su mirada, buscando los penetrastes ojos contrarios.
Le habían cortado la mano, eso no era algo mínimo.
__ ¿Un incidente? __ preguntó incrédulo de que se estuviera tomando tan a la ligera algo tan importante para él, para cualquiera.
__ Perdiste una mano. Hombres pierden piernas en batalla o incluso la movilidad en todo su cuerpo… Quedan lisiados como Bran __ la peliplata mordio su lengua, queriendo decirle que ese era su castigo por las acciones contra su pequeño hermano, pero debía callar. Él hombre ya estaba lo suficientemente destruido.
__ La derecha, la mano de la espada. Esa mano era yo __ Murmuró sintiendo ese remolino de sentimientos querer arrastrarlo.
Toda su vida lo habían buscando solo por ello, por ser bueno con una espada. Su padre siempre lo entreno para ello, porque era demasiado estúpido. ¿Qué sería de él ahora? Solo era bueno para la espada.
¿Qué sería sin ella?
__ Si, la derecha. Tuviste una muestra, una muestra del mundo real, aquél dónde a nadie le importa tu apellido o quien sea tu maldito padre. Un mundo donde las personas pierden cosas importantes, Jaime __ el rubio la miró atónito, asombrado del tono seguro en su voz a pesar de su estado no mejor que el propio __ No conocí a mi madre, fui criada como la bastarda del Guardian del Norte cargando con ello aun con llevar el apellido. Mi padre murió, tuve que comenzar una guerra y ver morir a las personas que más llegué a apreciar, tuve que traicionar a los míos, a la gente que me crío para traerte aquí… Para que estés aquí y ahora, quejándote y llorando por perder algo, renunciando por perder una mano cuando te queda la otra. Pareces una maldita mujer __ casi escupió las palabras, queriendo decirlo todo, absolutamente todo.
Pero no podía.
El silenció se instaló entre el trío, los grillos entonando su melodía nocturna para los árboles del bosque y Daerys solo pudo suspirar rendida destensando sus músculos cuando Jaime se movió entre sus amarres para tomar el pan rancio frente a él, comiéndolo con pesadez, tomando su tiempo para tragar.
Los minutos pasaban mientras él comía y Daerys sentía esa pregunta ardiendo en su lengua, sus ojos fijos en él Lannister esperando que no se ahogara con el pan.
__ Se lo que hiciste por mi, ¿Tú prometida? ¿No había algo mejor que eso? __ preguntó con algo de sarcasmo pintando sus palabras, sus ojos brillando a pesar de la falta de luz entre ellos __ ¿Por qué me salvaste Jaime? __ murmuró con la voz temblorosa sin dejar de verlo. Jaime no respondió, solo siguió allí masticando su pan mientras la veía.
No había manera de explicarle que se sentía en deuda con ella por matar a personas, que no eran más que sus supuestos tios.
Prefiero callar, dejar que la peliplata muriera con la duda en su cabeza.
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Cersei respiró profundo, sus oídos escuchando la pluma de su padre moverse sobre el pergamino con rapidez, era la unico que estaba escuchando en más de una hora.
El olor a cera quemada inundaba la habitación, a pesar de que el sol estuviera en su punto todas las velas en ese lugar estaban encendidas. En su niñez no lo entendía, pero ahora podía ver claramente que el emblema de su casa era más brillante bajo la luz de múltiples velas.
Su padre estaba frente a ella, trazando letra tras letra sin reparar en su presencia o simplemente sin darle la importancia, solo pudo removerse incómoda en la silla.
Su padre era el único hombre en los 7 Reinos al que nunca había podido ganarle, nunca se había ganado su respeto de ninguna forma y le frustraba demasiado.
__ Querias hablar conmigo __ la voz pesada del hombre retumbó en la oficina, los bucles de oro de Cersei se movieron en cuanto tomó una mejor postura en la silla, dispuesta a hablar aún si le estresaba el que su padre no le diera toda su atención.
__ Si, sobre Jaime __ respondió mientras movía su mano de forma inquieta, sus ojos fijos en las letras que su padre trazaba.
__ ¿Qué hay con él? __ preguntó casi con desinterés, ni una sola mirada para su única hija mientras separaba la pluma del papel por unos segundos.
__ Quiero asegurarme de que hacemos todo lo posible por recuperarlo __ Cersei alzó la cabeza con seguridad cuando el hombre por fin se digno a mirarla, el collar del león dorado resplandeciendo en su cuello. Ambos pares de ojos tan parecidos encontrándose como dagas, Tywin Lannister apretó la mandíbula, sus labios en línea en un gesto de impaciencia mientras tomaba la arena mas fina y procesada de Dorne para esparcirla sobre el papiro.
__ Cuando Catelyn Stark tomó a Tyrion prisionero, ¿Qué hice en respuesta? __ habló tranquilo, tomando su tiempo para soplar la fina arena y doblar el papiro de manera minuciosa.
__ Comenzaste una guerra __ dijo Cersei con algo de obviedad, moviendo su cabeza en un gesto tan suyo mientras veía las acciones de su padre.
__ Si, comencé una guerra por ese lujurioso pequeño vago __ respondió mientras tomaba el contenedor de la más rica cera hecha en Casterly Rock, tan roja como la sangre y la virtio sobre la carta __ ¿Qué crees que estoy haciendo por mi primer hijo y heredero? __ preguntó con aburrimiento mientras observaba el sello de su ancestral casa antes de estamparlo en la cera, sellando el contenido con el león rugiendo con orgullo.
__ Lo que puedas __ habló Cersei sin dejar de verlo, sabiendo que eso era cierto. Él hombre hacia lo que podía por su gemelo, la mujer casi tembló cuando esos fríos ojos se enteraron en ella.
__ Lo que pueda __ repitió sin dejar de verla, dejando la carta recién sellada a un lado para tomar otra hoja sin emitir otra palabra, una sensación de molestia instalándose en su pecho al ver que su hija seguía allí frente a él, interrumpiendo su trabajó __ Aun estas aquí __ señaló lo obvio sin dejar de mover la pluma en su mano.
__ Si __ Murmuró con suavidad la menor, sus ojos verdes mirando el movimiento de la pluma con molestia. Deseaba quitarsela y romperla.
__ ¿Por qué? __ preguntó con frialdad. Cersei solo pudo sonreír ante ese gesto que había visto toda su vida del hombre, nunca había dado una sola muestra de cariño hacia sus hijos.
Por lo menos no luego que de él maldito enano asesinara a su madre.
__ Alguna vez llegaste a pesar que tal vez sea yo quien merece tu confianza y apreció, no tus hijos. No Jaime o Tyrion, si no Yo __ habló segura remarcando la última palabra, la expresión de molestia en su rostro era suave, pero notoria __ Años y años de sermones sobre familia y legado. Él mismo sermon en realidad, solo dejabas pequeñas y aburridas variaciones __ siguió hablando con una mínima sonrisa en sus labios al recordar como si fuera ayer cada palabra de su padre en el majestuoso salón de Casterly Rock __ ¿Se te ocurrió que era yo la única que los escuchaba y quién los seguía? Tal vez soy yo quien más pueda contribuir a tu legado… legado al que amas más que a tus hijos __ él hombre frente a ella solo soplo la arena de otra carta, sin mirarla o expresar emoción alguna en su rostro. Solo podía mirarlo mendigando un poco de atención como si ella no fuera la Reina de todos los 7 Reinos.
__ Muy bien, contribuye __ respondió firme mientras se inclinaba hacia atrás, apoyando su espalda en la silla y sus manos entrelazadas sobre su vientre. La mujer lo miró incrédula, meditando sus palabras unos segundos antes de acomodarse en la silla.
__ Los Tyrell son un problema __ expresó su mayor preocupación en ese momento, frente al canoso hombre que solo movió un poco su cabeza.
__ Los Tyrell nos ayudaron a derrotar a Stannis Baratheon, los Tyrell te salvaron la vida, la vida de tus hijos __ señaló casi con obviedad lo ocurrido en aquella noche cuando las brillantes rosas pisaron la capital.
__ Margaery tiene sus garras sobre Joffrey __ Cersei miró a su padre. Su rostro serio, pero sus ojos detonaban toda la preocupación que sentía por su amado hijo __ Sabe cómo manipularlo __ habló seria, asintiendo levemente con su cabeza como si eso hiciera sonar más serías sus palabras.
__ Bien, desearía que supieras manipularlo __ Cersei pasó saliva de manera casi imperceptible, sus ojos firmes en su padre __ No desconfío de tí porque seas mujer, desconfío de tí porque no eres tan lista como crees serlo. Permitiste que ese niño pasará sobre ti y por sobre todos los demás en esta ciudad __ Tywin soltó esas últimas palabras, mojo su dedo en su boca y tomó otro papiro bajo los verdes y brillantes ojos de su hija.
Otra vez se sintió como una niña inútil frente a su padre.
__ En cambió Jaime, hizo algo bien __ Cersei miró sus ojos, una extraña sensación enterrandose en su estómago mientras veía al hombre tomar la pluma __ Trae a la Stark con él, con un hijo dentro que es suyo con el favor de los Dioses, si aún no lo fuera, yo mismo mataré al niño y la haré abrirle las piernas todas las noches a tu hermano para que tenga un bebe Lannister __ la rubia pasó saliva levantándose de su lugar, jugando nerviosa con sus manos.
Le quitarían a Jaime también.
__ Ella es una Targaryen, tiene la llave del Norte y un válido reclamo al trono, que muchos apoyarían con tal de ver a tu pequeño hijo muerto y con la cabeza en una lanza __ habló firme sin mirar algo que no fueran las letras que trazaba __ Con un solo matrimonio aseguremos el trono y el Norte, mejor es tener al dragón en una jaula de oro que volando libre por los cielos.
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Este bueno, se que está bastante confuso entender las visiones de Daerys, ni siquiera se bien como explicar y siento que ya estoy volviendo la historia una mierda.
Díganme que piensan y como creen que puedo corregir esa confusión.
Gracias por leer linduras, no olviden dejar sus votos y comentarios que me animan a seguir.
LadyArtemis.
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