Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 17: Un Silencio Lleno de Significados

La noche era joven cuando Obanai regresó a su finca, pero su mente estaba exhausta, sumergida en un torbellino de pensamientos que giraban sin cesar. 

La misión en los pueblos del sur había sido un éxito rotundo: los demonios fueron derrotados, y las aldeas se encontraban seguras por el momento. Sin embargo, lo que realmente lo inquietaba no era la misión cumplida, sino lo que había ocurrido bajo la luna entre él y Sanemi.

Desde el momento en que sus labios se encontraron, algo había cambiado. La cercanía que siempre había compartido con Sanemi, marcada por años de amistad, sacrificios y respeto mutuo, se había transformado en algo más profundo, algo que no podía describir con palabras. 

Aquel beso sellaba no solo un vínculo emocional, sino también una nueva fase de su relación que ninguno de los dos había planeado, pero que ahora no podían ignorar.

Mientras caminaba por los pasillos silenciosos de su finca, el eco de sus propios pasos parecía amplificar el silencio que lo rodeaba. Esa quietud no le molestaba, pero ahora tenía un matiz diferente. 

Cada rincón parecía impregnado de los recuerdos de la noche anterior: la lucha, las miradas cómplices, el toque de Sanemi que lo había dejado sin aliento. 

Era extraño cómo, en un solo momento, el peso del mundo sobre sus hombros parecía haberse desvanecido, solo para ser reemplazado por algo mucho más íntimo y perturbador.

Se detuvo frente a una de las ventanas, observando la luz pálida de la luna filtrarse entre las ramas de los árboles. Por fuera, todo estaba en calma. Por dentro, era otra historia.

Obanai dejó escapar un suspiro. Desde que Mitsuri se había ido, nunca había pensado que podría volver a sentir algo así. 

El amor, para él, siempre había sido un concepto lejano, una especie de lujo que no podía permitirse como Pilar del Cuerpo de Cazadores. 

Su vida estaba dedicada a la batalla, a proteger a los inocentes, a derrotar a los demonios que amenazaban la paz de la humanidad. Pero ahora, después de lo que había pasado entre él y Sanemi, todo parecía diferente.

Con una mano en su estómago, sintió una extraña sensación, una mezcla de nervios y emoción. No podía describirlo del todo, pero había algo que latía dentro de él, algo que lo hacía querer vomitar mariposas. 

Ese sentimiento lo inquietaba, porque sabía que no solo era emoción, sino también una advertencia. El núcleo demoníaco dentro de su cuerpo, el oscuro recordatorio del peligro que lo acechaba constantemente, permanecía en silencio, pero su mera presencia era suficiente para mantenerlo alerta.

"No puedo permitirme esto." murmuró para sí mismo, pero sus palabras sonaban huecas.

La verdad era que, por mucho que quisiera resistirse, ya no podía ignorar lo que sentía por Sanemi. Aquello no era una distracción. Era real, y aunque el miedo de lo que podría suceder si el núcleo demoníaco despertaba siempre estaba presente, decidió que no permitiría que esa oscuridad arruinara lo que habían comenzado a construir.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por un suave golpe en la puerta. Obanai se giró con rapidez, su mano instintivamente moviéndose hacia la empuñadura de su katana, pero se relajó al reconocer la figura que se asomaba.

"¿Sigues pensando demasiado?" la voz de Sanemi era firme, pero tenía una suavidad oculta que Obanai solo reconocía cuando estaban a solas.

"No tengo otra opción" respondió Obanai, apartándose de la ventana. "Con todo lo que sucede, sería imprudente no hacerlo."

Sanemi entró sin esperar invitación, cerrando la puerta detrás de él. Había una tensión palpable en el aire, pero no era incómoda. 

Ambos sabían que había mucho que decir, pero al mismo tiempo, las palabras parecían innecesarias. 

Sanemi se acercó a Obanai con la misma determinación que lo había hecho la noche anterior, sus ojos reflejando la luna que brillaba a través de la ventana.

"Sabes que no tienes que cargar con todo esto tú solo, ¿verdad? "Sanemi lo miró con esa mezcla de desafío y protección que lo caracterizaba. "No te voy a dejar".

Obanai sostuvo su mirada. Era la primera vez que escuchaba a Sanemi hablar de esa manera, con una apertura que casi lo desarmaba.

"Lo sé" murmuró, "pero es difícil ignorar lo que llevo dentro. El núcleo.." Obanai hizo una pausa, sintiendo un nudo en su garganta. "No sé qué puede pasar. Y no quiero que tú estés en medio si algo sale mal."

Sanemi frunció el ceño, dando un paso más cerca hasta que sus hombros casi se tocaban.

"Si algo sale mal, lo enfrentaremos juntos. No me importa lo que haya dentro de ti." Sanemi levantó una mano, tocando suavemente el hombro de Obanai, su toque firme pero reconfortante.  "Estoy aquí. No voy a dejar que enfrentes esto solo, ¿entiendes?"

Obanai cerró los ojos por un momento, permitiéndose absorber las palabras de Sanemi. Esa cercanía, esa promesa de estar a su lado, lo llenaba de una calma que no había sentido en mucho tiempo.

Cuando abrió los ojos de nuevo, ya no había más dudas. Podía sentirlo en lo profundo de su ser: Sanemi había derribado los muros que Obanai había construido durante años, y aunque el futuro era incierto, sabía que con él a su lado, podía enfrentarse a lo que fuera, incluso a la oscuridad latente que llevaba en su interior.

"Gracias" dijo finalmente, en voz baja, pero con el peso de una promesa. "No sé cómo, pero encontraremos una manera de superar esto."

Sanemi esbozó una sonrisa leve, y sin más palabras, se quedó a su lado, contemplando la luna juntos, en silencio.

Continuará.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro