"Otro." Changbin dijo cuando Minho se desplomó en su silla.

"Como de costumbre." Minho dijo monótonamente, haciendo que los ojos de Changbin se iluminaran.

"Por esto es que te amo." Sonrió y le quitó el sándwich a Minho. Minho simplemente puso los ojos en blanco antes de sacar sus auriculares y apoyó la cabeza en la mesa, ignorando el mundo.

Changbin masticó el sándwich mientras cerraba los ojos. "Hyung, esto es genial. ¿Por qué nunca has probado?"

Minho ignoró su pregunta. Todavía tenía sueño y necesitaba dormir más.

Apenas cinco minutos después, Changbin había terminado los dos sándwiches. Se humedeció los labios y tarareó. "Esto es bueno."

"Deja de elogiar la comida, ¿quieres?" el otro de repente gimió y miró al otro lado, de cara a las ventanas.

Changbin se rió disimuladamente. "¿Estás celoso de que nunca los pruebas?"

"Ya quisieras." Murmuró mientras se dormía de nuevo. Pero la campana sólo tenía que sonar y el maestro entró. Suspiró profundamente.

"Entonces toma tu siesta durante el recreo. No te molestaré esta vez."

Minho le lanzó una mirada al chico moreno. "Será mejor que guardes tus palabras o de lo contrario te empujaré por el edificio".

"Oohh, estoy tan asustado." dijo inexpresivo. "Voy a encontrarme con alguien hoy. Igual, chico malo, no estaré contigo, así que no te preocupes."

"¿Quién?"

"¿Qué? ¿Te preocupas por mí ahora?"

"Cuida tu trasero. Solo pregunté quién".

El sonrió con suficiencia. "Jisung."

Minho asintió levemente mientras sacaba su libro y metía los auriculares debajo de su escritorio. No quería entrometerse con Changbin si estaba a punto de verse con Jisung. Nunca quiso conocer al chico ardilla.

"¿Por qué? ¿Estás nervioso?" Changbin bromeó, tocando el brazo de Minho, pero como antes, no dio ninguna respuesta.

Avergonzado, Changbin bajó la cabeza y también sacó el libro de la lección.