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✧*I : Imaginación

CAPÍTULO 1: Imaginación.

Brittany:

Me imaginaba en una habitación oscura y cerrada, estando atada por las muñecas y los tobillos a una mullida cama. Con mi cuerpo desnudo y expuesto a quien se atreviera a entrar a la habitación.

Imaginaba a Sanden entrando por esa misma puerta, cerrándola tras su espalda y que se me quedara viendo, a mí, a su babygirl y que me deseara. Que su pantalón lo delatara y se relamiera los labios tras recorrerme con la mirada.

Me esforcé en ocultar la sonrisa y continué imaginando.

Mi Daddy no me dirigiría la palabra, no, él guardaría silencio y lentamente se desnudaría. Primero un zapato, luego el otro. Su camisa seguiría, yo atraparía cada movimiento en mi memoria y lo guardaría. Uno a uno los botones sueltos enseñarían su pecho, su piel, sus músculos.

Me removí y cambié el peso de mis pies, pero no dejé de imaginar.

Mi Daddy soltaría el último botón y me miraría solo para segurarse de que yo seguía atentamente cada uno de sus movimientos y los estuviera disfrutando.

Tras eso su pantalón seguiría, él bajaría el cierre, soltaría el botón y lo deslizaría con elegancia hasta sus pies, se quedaría solo con el bóxer y se acariciaría por sobre la tela.

Yo me mordería los labios y rápidamente trataría de ocultarlo, pero el Daddy es listo y dando un paso adelante metería una mano entre mis piernas abiertas y comprobaría mi calor descubriendo lo húmeda que me tenía.

-Que vergüenza, así no se comporta una Babygirl - murmuraría y chasquearía la lengua con falso disgusto, luego se quitaría el boxer, lo arrojaría lejos a alguna parte de la habitación y tras recorrer mi cuerpo con una caliente mirada se subiría conmigo a la cama y se ubicaría entre mis piernas. -Necesitas un castigo por estar excitada sin mi permiso.

Y yo me reiría.

Entonces él alzaría una ceja, lo tomaría como rebeldía de mi parte y el castigo se volvería aún más delicioso.

Podía imaginarlo teniéndolo dentro de mí, casi podía sentirlo en el calor de mis paredes, pero el Daddy no está desnudo y por supuesto ninguno de los dos estamos en esa habitación.

Ojalá fuera así, al menos en ese escenario yo sabría a quien mirar. En cambio estoy en la sala, acabámos de llegar del hospital y todos me estan mirando.

Yden, Heyd, Sanden y Joseph, el chico de la iglesia que dice ser el padre de mi bebé y que sin previo aviso acaba de llegar.

Los niños claramente no entendían lo que estaba sucediendo, por supuesto creían que el bebé era de Sanden y mío, pero ahora miraban de Joseph a mí, turnándose para vernos a ambos.

-Niños, vayan a jugar a otra parte, tenemos cosas de adultos que hablar- murmuró Sanden apartando por primera vez la mirada de mí desde que afirmó en frente de todos que él sería el padre de mi próximo bebé.

-Pero primo...

-Hagan caso, cuando tengan la edad suficiente los dejaré quedarse, pero por ahora vayan a jugar- les ordenó y Heyd se alejó para ir al pasillo y desaparecer entre las habitaciones, pero Yden en cambio se acercó a mí y me miró, aunque no entendí porqué me miraba.
-Brittany, Yden quiere que tomes al bebé- me informó Sanden y yo pestañé porque no estaba lista para moverme, ni para hablar o discutir lo que sabía que vendría a continuación.

Obedeciendo, aunque no fue una orden, tomé al bebé y recordando la posición que me enseñaron en el hospital lo acuné contra mi pecho y tomé asiento en el sofá.

-¿Puedo sostenerlo luego? - me susurró Yden siendo precavido de que su primo no lo escuchara.

Asentí con la cabeza incapaz de decir algo más y esperé a que él se fuera para ver al hombre del otro lado de la puerta y luego al bebé en mis brazos.

¿De quién eres?- quise preguntarle, estaba quieto en mis brazos, se había quedado dormido y apenas se movía su pequeño pecho cuando respiraba. -¿Él es tu papi? ¿Estás seguro de que yo soy tu mami?

Aún no me lo creía, entendía que era mío, pero ¿Creermelo? Me tomaría demasiado tiempo hacer eso.

-Puedes pasar- la voz de Sanden y la puerta al cerrarse me hizo sobresaltar, por un momento mientras miraba al monstruito en mis brazos me había olvidado que no estaba sola.

-Gracias- la voz se fue acercando a mí y cuando menos me lo esperé, el chico de la iglesia estaba arrodillado frente a mí y miraba al bebé en mis brazos -Así que él es nuestro hijo- dijo y yo alcé la cabeza notando que él estaba demasiado cerca, que su mano se estaba estirando pretendiendo tocar la mía y eso no estaba permitido.

Me levanté del sillón y regresé con mi Daddy. El chico de la iglesia se me quedó viendo, pero yo no tenía pensado explicarle que Sanden es mi Daddy, que yo soy su Babygirl y que cualquier toque de otro hombre en cualquier parte de mi cuerpo está totalmente prohibido.

Sanden me rodeó la cintura y me besó la mejilla.

Una recompensa por ser buena Babygirl.

Le sonreí y luego miré al chico que comenzaba a levantarse del suelo y nos miraba.

Vi que abría la boca, que iba a decir algo, pero Daddy se adelantó.

-Dices que eres el padre del bebé.

Mi estómago se revolvió, pero no dolorosamente, fue más por incomodidad y nervios.

-Lo soy.

-¿Cómo lo sabes? - le pregunté. Ni siquiera yo lo sabía, no tenía idea de ni se me ocurría quién podría ser, había una razón por la que salía una única vez con los hombres y era para olvidarlos luego de utilizarlos.

-Tu madre me lo dijo.

Sonreí.

-¿Mi madre? - pregunté porque sabía que mamá se había enojado mucho cuando entró a la habitación del hospital retándome porque ella no creía que Sanden fuera a ser un buen padre, por supuesto ella se había puesto muy feliz cuando Sanden le dijo que él no era el padre del bebé, pero al igual que yo ella no tenía idea de quién podría ser.

-Ella llamó a mi padre, nos contó lo que sucedió- dio un paso hacia mí
-Bri, si lo hubiera sabido antes ya estaríamos casados, lo lamento, pero ya estoy aquí y si me dejas nos llevaré ahora mismo con mi padre, él nos casará y vendrás a vivir con nosotros, ya tengo todo planeado...

-Eso no va a pasar- lo interrumpí. Uno porque era imposible y dos porque nunca, jamás me hiría a vivir con él y su familia. Especialmente porque su padre era nada más y nada menos que el Padre Victor, el homnre más imbécil que existía y el que creía que con unos cuantos exorcismos podría hacer que Alonso dejara de ser gay, que yo dejaría de ser rebelde y por milagro de dios ambos volveríamos a la iglesia como buenos siervos.

-Pero eso es lo correcto, debemos casarnos los antes posible y...

-Ya la oíste, eso no va a pasar- lo cortó Sanden esta vez y ajustó su agarre sobre mi cintura.

-¿Pero por qué?

El chico nos miraba a ambos con cara de que hubiésemos destrozado sus sueños.

-Porque ella está casada conmigo y eso no va a cambiar.

El chico lo miró, como si toda la conversación sobre quién sería el padre de mi bebé de hace un minuto no hubiera pasado y apenas estuviera notando la presencia de mi Daddy.

-Escucha, no te invité a mi casa para que intentaras robarme a mi esposa, te invité para que me digas cuanto quieres.

El chico pestañó.

-¿Cuánto quiero?

-Sí. Ella es mía y ese bebé también lo es, así que dime cuanto necesitas para que no volvamos a verte por aquí nunca más- Sanden sonaba muy seguro y yo me lo quedé viendo.

¿Acababa de decir que el bebé era suyo?

-Yo no quiero tu dinero- el chico de la iglesia sonaba insultado y sus mejillas comenzaban a ponerse rojas por el enojo.

-Entonces no sé qué haces aquí, ya puedes irte- Sanden se apartó de mí y fue a abrir la puerta. -Largo, es preferible que te vayas por las buenas y no hagas un escándalo. No quieres que llame a la seguirdad del barrio, creeme.

-Pero es mi hijo.

Sonaba decidido y a pesar de que era casi una cabeza más baja que Sanden y que a diferencia del cuerpo musculoso de mi Daddy él era un fideo no se movió ni un centímetro.

-No lo creo, ahora vete- Sanden abrió más la puerta y él chico me miró, pero yo no hice nada para detener su marcha, quería que se fuera, quería volver a mi mundo y tratar de acomodar las piezas y ese chico no hacía más que estorbar.

-Brittany, estuvimos juntos hace casi nueve meses, lo sabes.

Suspiré y alcé la cabeza viéndolo directo a los ojos.

-Ni siquiera sé tu nombre y si algo pasó entre nosotros no fue nada memorable, vete, necesito descansar- le pedí y regresé la mirada al monstruito en mis brazos.

Es tan pequeño.

-Volveré con una orden del juez- lo oí decir, de repente toda su amabilidad se había acabado y tras algunos pasos la puerta se azotó.

Respiré hondo y dejé escapar todo el aire.

—Dijiste que eres el padre mi próximo bebé ¿Por qué lo hiciste, Daddy?

—Luego lo hablaremos, antes quiero saber ¿Él es el padre? - tomó asiento a mi lado y puso su mano sobre mi muslo. Se oía algo alterado, pero no enojado.

-No lo sé.

No recordaba quién era el padre. Podría ser cualquiera de los chicos con los que salí en los últimos meses.

-¿Recuerdas la noche que pasaste con él?

-Sí, pero no porque fuera memorable, sino porque prácticamente fui obligada a salir con él, Daddy.

Holaaa!

Poco a poco nos iremos adentrando en la trama, primero debemos desvelar el pasado y bueno, sí, jugar un poquito con el presente también 😁

Este fue el primer capítulo,  aún no sé cuantos capítulos a la semana iré subiendo, pero como es el comienzo del segundo libro, hoy subiré este y otro más.

Espero lo hayan disfrutado ¿Nuestro Daddy se comportó como un adulto, a que sí? 🤭

Y por primera vez nuestra Babygirl se quedó sin palabras ¿Está raro no? 🥰

El próximo capítulo será subido a las 17:00 (hora de Argentina).

Estén atentos!

Atte: MicaelaEP ❤️

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