CAPÍTULO 51= LLAMADA.

Desperté con dolor de cabeza, náuseas y un mareo que me impidió salir de la cama por un largo tiempo. Las luces de la habitación estaban prendidas, sentía que me quemaban los ojos y mi dolor de cabeza aumentaba. No recordaba haberlas dejado así, pero tampoco recordaba cómo había llegado a la casa.

Miré hacia todos lados y encontré mis zapatos en el piso junto a la cama, busqué mi ropa, pero no la encontré. Levanté rápido las sábanas, asustada por lo que pudo pasar anoche y el alivio me sacudió al ver que estoy vestida y con las joyas aún puestas.

Entonces llegué...sea como fuera que llegué, me saqué los zapatos y me dormí. Eso no está tan mal, aburrido sí, pero no aburrido malo, sino aburrido de no hice una locura como conseguir un nuevo daddy o firmar un contrato.

Dos puntos para la Brittany borracha, ella no sabe cómo regresó a casa, pero definitivamente no se condenará dos veces.

Le sonreí al techo y traté de bajarme de la cama, las nauseas volvieron y me rendí dejándome caer una vez más sobre la cama.

Al parecer hoy no voy a salir de aquí.

-¡Bri!¡¿Ya te levantaste?! ¡El primo Sanden dijo que no viniera, pero recordé que tienes poca ropa, así que le robé algo! ¡¿Dónde estás?!

¿Ese es Yden? ¿Qué carajos hace aquí?

-¡Yden si te volviste a meter en mi maleta...

-Oh, aquí estás- asomó la cabeza y se acercó lentamente -¿Por qué te ves... así?- giró su mano en un círculo, señalándome y arrugó la nariz.
-¿Hueles eso?

-¿Qué? - con todo el esfuerzo me senté y cerré los ojos unos segundos intentando alejar las nauseas.

-Oh, eres tú ¿Bebiste entonces? El primo dijo que dormirías hasta tarde, ya sé porqué, apestas, mejor me voy- dejó ropa sobre la cama y cuando abrí los ojos lo vi salir de la habitación.

No intenté ir tras él, no entendía qué hacía aquí ¿Su imagen era un efecto secundario del alcohol? Miré el borde de la cama y arrugué la nariz.

La ropa de hombre sigue aquí.

¿Por qué está aquí entonces? ¿Será que no consiguieron vuelo? ¿Dónde se están quedando?¿Tiene dinero?¿Y alimento?¿Agua? Este lugar es demasiado caluroso, se pueden insolar o...

Carajo, carajo, carajo ¿Qué me está pasando? ¿Por qué me preocupo tanto?

¡Mierda!

Busqué mi teléfono entre las sábanas y cuando lo encontré marqué al único número que me daría una respuesta.

Él contestó al primer timbrazo y mi corazón se aceleró al oír su voz.

-¿Qué? - no sonaba enojado, de hecho parecía tranquilo ¿Así se comporta alguien cuando lo abandonan?

-Yden estuvo aquí, él y Heyden se fueron hace días y creo que no consiguieron vuelo y no sé qué hacer ¿Y si no tienen dónde quedarse?¿Y si ya no tienen dinero o comida? Aquí hace mucho calor, necesitan bloqueador solar, ropa adecuada, anteojos, más dinero porque todo está caro...

-¡Brittany deja de hablar rápido!

Ahí está el enojo, entonces si se enojó por mi abandono. Que bien, pensé que ya había perdido mi toque, dejar a alguien sin que le duela no es divertido.

-¡No estoy hablando rápido, Sanden!¡Estoy hablando con urgencia! ¡Imagina un ambulancia y ¿Oyes a la sirena? Así de urgida estoy! ¡Tus primos se fueron hace una semana!- repetí, pero solo oí su carcajada.

-Duerme Brittany.

Pi...pi...

¿Me cortó? ¿Quién se cree para cortar mis llamadas?

A mi nadie me supera en una semana ¡Estoy segura de que fingió! No puede reír y llorar al mismo tiempo, lo conozco, esa risa fueron sus sollozos de hombre despechado, en cinco minutos llamará para pedirme que regrese.

Sí que sí.

Sanden:

Miré el celular entre mis dedos sin poder creer lo que había oído. Brittany había dejado su orgullo de lado para llamarme luego de huír en nuestra primera noche como esposo y esposa, pero no solo eso, ella se preocupó.

Ella realmente se preocupó por lo niños.

Sonreí guardándome el celular en el bolsillo del pantalón y salí al porche pisando arena y cada cosa que el viento nocturno había arrastrado hasta la puerta y miré más allá.

Al pequeño que me había desobedecido y que ahora venía corriendo hacia aquí.

Me crucé de brazos y lo esperé, su cara palideceó al verme parado en la puerta y dio media vuelta.

-Ven aquí, Yden- le ordené y con pasos más lentos que los de una tortuga se acercó.

-¿Sí, primo Sanden?

-Te dije que no la molestaras- estábamos a solo diez calles, yo mismo quería cada día atravesar esa distancia e ir con ella, pero debíamos darle su tiempo, solo así volverá y si no, iré tras ella en la graduacion de Alonso.

Sea como sea volverá a casa.

-Pero la extraño- se acerco más y cuidadosamente me rodeó con sus brazos.

-Dime cómo está y no te pondré a hacer tarea- le propuse y asintió de inmediato mientras trataba de ocultar su sonrisa pues yo seguía viéndolo con seriedad.

-Huele mal y parece una bruja cachabacha ¿Te gusta su pelo por las mañanas? Estaba feo, primo, yo creí que las niñas se veían bonitas todo el tiempo.

-Las niñas se ven bonitas todo el tiempo Yden, en especial ella- le revolví el cabello y me hice a un lado dejándolo entrar.

-Lo dudo.

-Yden- llamé antes de que se fuera.
-¿A qué fuiste?

Él se llevó la mano a la boca para chuparse el pulgar y bajó la cabeza.

-Bri tiene poca ropa, yo no entraba en la maleta así que saqué un montón de ropa y me sentí mal porque ya pasó una semana y no quiero que use una bolsa de papas, así que le presté.

Así que por eso llevaba esos tacones y ese vestigo elegante a pesar de estar en la playa.

-Adivino ¿Le diste tu ropa? - lo miré de arriba a bajo -¿No se te ocurrió que no le iba a quedar?

Yden alzó la cabeza y me miró con una sonrisa traviesa.

-Le di la tuya, supuse que como tú usas sus tangas y ella tus calzoncillos, no habría problemas si ella usa el resto de tu ropa, primo- se dio media vuelta y se apresuró a ir a la habitación.

¿Yo-usar-tanga?

-¡Yden!- grité y el pequeño asomó la cabeza.

-Heyd está durmiendo, primo, shh- me retó.

-¿De dónde sacaste que Brittany y yo intercambiamos ropa interior? - interrogué. No entiendo de donde un niño podría sacar eso...

-Bri nos contó....Primo...si era un secreto no le digas que yo te dije ¿Oki?

Apreté los dientes, dejé salir el aire obligándome a calmarme.

-Oki.