CAPÍTULO 5= CONTRATO.
Tardé muchísimo en lograr que Heyden se calle la boca y deje de hablar sobre él mismo.
Ahora entiendo porqué se me insinuó aquél día. Él chico tiene los aires muy altos y no me sorprendería saber que yo no soy la primera que lo a rechazado.
—¿Por qué me miras así?¿Te gusto o qué?— comencé a reírme a carcajadas en su cara y su mala cara no tardó en aparecer —¡Ya basta!¡No es gracioso!— le dio tal golpe a la mesa que me dejé de reír y dí un respingo del susto.
—Vale ¡No es para que te enojes! Y que te quede claro, nadie viene a mi casa a gritarme y tú no serás el primero, así que sé un chico bueno y concéntrate en el
trabajo— le dije enojada.
Me sonrió, me guiñó el ojo y me lanzó un beso —Te ves muy sexy enojada— rodeé los ojos y me levanté de la silla —¿A dónde vas?— muy lejos de tí y dónde haya cafeína, no seguiré escuchandote si no tengo mi café.
—Por un café ¿Quieres?— para ser sincera no le combidaría ni un vaso de agua pero mi mami me educó mas o menos bien y sé que debo ser gentil...con algunos.
—Sí, por favor— paré en seco y me giré en su dirección.
—¿Sabes decir por favor?— me llevé la mano al pecho y entreabrí la boca fingiendo estar impresionada.
—Deja de burlarte, ya no es gracioso. Lo entendí ¿vale?— le sonreí y me fuí a la cocina.
El timbre sonó y no tardé en escuchar la voz de Heyden anunciando que él abriría la puerta.
Preparé los dos cafés y minutos después cuando ya tenía los dos cafés listos, volví a la sala y me sobresalté al ver a Sanden en lugar de a Heyden.
Las mejillas comenzaron a quemarme.
—¿Qué haces tú
aquí?— dejé los cafés sobre la mesa y miré la puerta de la entrada que estaba cerrada y no había señales de Heyden.
—Ví a mi primo y quise pasar a saludar— ¿Por qué siento que me miente?
—Ajá ¿Dónde está Heyden?— jugó con sus dedos.
—Se fue, su madre lo llamó— ni siquiera pasaron cinco minutos. ¿Cómo se supone que acabaré yo sola con este tonto trabajo?
—Escucha, no deberías pasar mucho tiempo con él, tiende a ser algo...
—¿Molesto, irritante, pesado, pervertido, incitador? Dime cuando detenerme o seguiré con la lista— su sonrisa me dio una descarga directa a la columna y a toda mi espalda.
—Puedes continuar Babygirl, tengo todo el día— se acomodó en el sillón y tomó la tasa de café que era para Heyden.
—¿Qué es lo que quieres
Sanden?— realmente estaba nerviosa por todo esto y ese apodo de mierda solo me hacía sentir incómoda y enojada por partes iguales.
—Me quedé afuera y hasta que el conserje no llegue no puedo entrar a mi departamento— asentí y me lo quedé mirando.
Podría echarlo y vengarme por lo del tatuaje.
Sus ojos se desviaron a mi computadora y la cerré antes de que él la viera y crea que abuso de su primo.
—¿De dónde lo conocés?— levanté la cabeza y lo miré sin entender a qué se refería.
Me había distraído con ese ser apuesto sentado en mí sillón.
Es tan sexy y tan lindo pero a la vez me da curiosidad verlo esperar afuera de su casa porque es un maldito sin corazón que no fue capaz de responder unas simples preguntas, díganme bipolar pero la belleza muchas veces no es buena y él es un claro ejemplo del anticristo y la sensualidad combinados.
—¿Me estás escuchando?— desvié la mirada hacia las hojas sobre la mesa y fingí mirarlas como si no hubiese estado babeando por él hace un segundo.
—Sí emm ¿Heyden, cierto?— asintió y de reojo ví una sonrisa asomándose por sus labios.
—Sí— su voz se escuchó más cercana y cuando levanté la mirada su rostro estaba a escasos centímetros del mío.
«¿Qué pretendes conmigo?»
Dejó la tasa vacía sobre la mesa y se volvió a sentar en el sillón.
Falsa alarma, ya puedo volver a respirar.
—En clase de educación...
Física— me apresuré a decir antes de cometer el enorme error de decirle la verdad.
—¿Sí? Juraría que él aún no empezó la universidad— tosí y bebí un poco de mi café para disimular mi metedura de pata.
Claro que no va a la facultad, es muy obvio que es más joven que yo.
—Son clases particulares, no tienen nada que ver con la facultad— mentí con la esperanza de que se lo trague y deje de preguntar.
—Tranquila Babygirl, no estás en un interrogatorio así que puedes dejar de temblar— miré mis manos y sí, definitivamente estaban temblando de los nervios.
Tomé las cosas y las metí todas dentro de mi mochila.
—Quiero que me digas con quien fuí a tatuarme— si va a quedarse y llamarme como se le dé la gana, al menos me tendrá que decir eso.
—Yo, yo te acompañé, te tatué y te hice el amor en tu cama baby girl— la tasa se estrelló contra el piso.
Algo de café me cayó en las piernas y Sanden se apresuró a intentar secarme.
—¡No me toques!— no me hizo caso y me secó con las servilletas.
—Te pudiste hacer daño— aparté sus manos y él se levantó quedando cara a cara conmigo.
—No estoy para bromas Sanden, es algo serio.— odio sus malditas pendejadas.
—Lo sé, tenemos un contrato y quiero que comiences a cumplir con tu parte— sacó muchas hojas de su bolsillo y me las dio —Es una copia, yo tengo el original, allí está tu firma, léelo todo— miré el contrato y tomé una larga bocanada de aire.
—¿Qué es esto?— levanté la cabeza y su rostro estaba muy cerca del mío.
—Léelo, allí está todo baby girl— tomó mi mano, la besó y se dio la vuelta para irse, abrió la puerta y se detuvo antes de atravesarla
—Si no entiendes algo háblame al celular— dicho esto salió dejándome con cientas de preguntas.
Contrato de Dd/bg
Brittany Lasquez (Babygirl), en posición de su persona y en plenas facultades mentales, conciente y manifiesta que desea y pretende entregarse totalmente en las manos de Sanden Maxwell, su Daddy.
Por su parte, el Daddy conciente y manifiesta que desea y pretende tomar posesión de su Babygirl, Britani Lasquez.
Con la firma de este contrato, se acuerda que la Babygirl cede todos los derechos sobre su persona y se los otorga a su Daddy como propiedad, reclamando para si mismo su vida, su futuro, su corazón y su mente.
. . .
—Tu firma está ahí— Alonso leía una y otra vez el contrato mientras que yo le hechaba por quinta vez, una mirada a las reglas y términos que según Sanden debo respetar y cumplir.
—Esto debe ser una muy mala broma de Sanden— Alonso golpeó mi mano.
—Ahora es tu Daddy, debes llamarlo así—
Lo miré de arriba a bajo con molestia ¿Dónde está mi mejor amigo? Se supone que él debe estar de mi lado.
—No lo llamaré así y deberías estar de mi lado no del suyo— me crucé de brazos e hice puchero.
—Yo estoy de tu lado y por eso creo que es una buena idea. A tí siempre te gustaron los fetiches y ahora tienes la oportunidad de vivir en uno— no, está equivocado.
—Claro que me gustan pero solo leerlos no vivirlos, ni siquiera conozco a Sanden ¿Qué tal si es un psicópata?— rodó los ojos y me señaló la puerta.
—Es tu vecino desde hace años, si fuera un psicópata ya lo sabríamos— miró su reloj y sonrió —¡Me voy! Reygi prometió llevarme al cine ¡Adios pastelito!— lanzó dos besos al aire y se fue corriendo.
Miré una vez más el contrato e hice una mueca. Esto no puede ni debe estarme pasando ahora.
Mi celular sonó y era un mensaje del mismo número desconocido que antes me enviaba mensajes, sólo que ahora sabía quien era.
Abrí el chat y leí el mensaje.
Desconocido=
¿Tienes alguna duda?❥
Iba a contestarle pero mejor decidí dejarlo en visto y agregarlo por su nombre.
Sanden=
No me hagas repetir la pregunta dos veces.
Idiota.
Volví a dejarlo en visto y fuí a la cocina a prepararme algo rápido para comer. Abrí la heladera y nada. Joder ¿Cuándo fue la última vez que fuí de compras? Revisé los muebles y nada, solo una paquete de galletitas saladas y encima húmedas.
Mi celular no dejaba de sonar, Sanden me había llamado y enviado muchísimos mensajes.
El contrato seguía sobre la mesa, lo tomé y leí una por una las reglas. Algo en esto debía servir a mi favor, no todo podía ser tan malo.
Cláusula 1.2= La babygirl tiene la obligación de recurrir siempre al Daddy, él debe ser el primero en enterarse de todo.
Sonreí y tomé el celular.
Sanden=
Contesta.
No seas mala nena y atiende mis llamadas.
Si no atiendes iré a tu casa y te castigaré.
Babygirl me estoy cansando.
¡Atiende el maldito teléfono!
Bri=
¿Tienes comida?
Espero que tenga hamburguesas o salchichas pero no una ensalada, odio las ensaladas.
Sanden=
Mucha ¿Tienes hambre?
Por supuesto ¿Si no por qué otra razón te preguntaría?
Bri=
Algo.
¿Caerá? Por favor que sí, muero de hambre.
Sanden=
Ven y cocinemos algo ¿Te gusta la carne asada?
Hice una mueca, eso tarda mucho y mis tripas ya están comiéndose solas.
Bri=
¿Qué tal hamburguesa? Y preferiría que sea en mi casa, me siento más segura.
Su respuesta no tardó en llegar.
Sander=
No comerás hamburguesa, cláusula 5.1 y no soy un loco, ven a mi casa, comamos algo y hablemos.
Tenía dos opciones, morirme de hambre o ir con el tipo que me hizo firmar un contrato sin mi consentimiento.
No tengo ni que pensarlo, si no como mi panza sonará el resto de la noche y no podré dormir, así que elegí la opción más arriesgada, torpe y ridícula de las dos.
Bri=
Ahora voy...
—
Hola!!!😁😁
Hoy conocemos a Sanden ¿Qué les pareció el cap?
Si les gustó déjenme un voto y si gustan un comentario ❤️
¡¡¡¡Los quierooo, hasta la próxima!!!!❤️❤️❤️
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro