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31✧*|Veo Veo.


CAPÍTULO 31=VEO VEO.

Me quedé con los niños, los desperté, les hice el desayuno y como me dio pena que estuvieran tristes recorté sonrisas de una revista y les hice una máscara a cada uno, al menos así no se ven tristes y no me entristecen a mí.

Heyden, por otro lado, no está hablando, a los gemelos les parecieron divertidas las máscaras y hasta por un segundo sonrieron, pero su hermano mayor, a diferencia de ellos, no quiere comer, no quiere hablar y por esa razón me encuentro dándole el té con la cuchara como si fuera el avioncito de un bebéy abriéndole la boca para que coma pan.

Encendí la TV y les puse dibujitos, pepa pig tal vez les guste.

—No nos gusta pepa, no tenemos cinco años— me dijo el monstruo número uno y como me miró mal le di el control remoto al monstruo número dos, este sonrió y le sacó la lengua a su hermano, la venganza es dulce.

—¿Qué les gusta hacer? Podemos ir de compras— sugerí pensando en que necesito bragas porque el short que llevo puesto me está raspando y también productos de higiene porque Andresito está por visitarme.

—Morir al parecer está de moda, intentemos esa— murmuró Heyden, se levantó y se encerró en la habitación de Sanden.

—¿Vamos a morir?— preguntó el monstruo número uno.

—¿Irémos con los tíos al cielo?—le siguió su hermano y no me levanté y fui a golpear a Heyden porque se encerró en la habitación, sino ya lo hubiera hecho.

—No, no le hagan caso a su hermano, él está triste, pero ya volverá a ser el de siempr...

Heyden gritó desde la habitación y el sonido de algo cayendo y rompiéndose le siguió.

Corrí hacia la habitación y golpeé a la puerta.

—HEYDEN SI NO ABRES AHORA MISMO TE CORO EL BRAZO— Amenacé sin dejar de golpear a la puerta y al contrario de lo que creí, abrió.                                                                                                                   

—No va a hacer falta— hizo una mueca de dolor, las lágrimas caían por sus ojos y se apretaba contra el pecho el brazo derecho. —Creo que me quebré.

Niños, niños, niños, por eso prefería cuidar al hurón.

Observé la habitación y la mesita junto a la cama estaba destruida.

—A ver— me contuve de decirle idiota y con cuidado le toqué el brazo.

—¡Duele mucho, Bri no toques!— me gritó y empujó lejos mi manos.

Reí sin poder evitarlo y asomé la cabeza hacia la sala donde los monstruos uno y dos nos veían con preocupación.

—¡Quién quiere ir al hospital!— grité entre risas y alcé mi mano esperando que ellos también los hicieran, el primero en levantar su mano fue el monstruo número dos el cual no se quejó porque le puse pepa y el número dos le siguió pero siempre hay un aguafiestas. —¡HEYDEN LEVANTA LA MANO, NO SEAS AGUAFIESTAS!— le dije entre risas y él me puso los ojos en blanco.

—Graciosa— se quejó y yo reí aún más.

—Más que tú, sí.— le saqué la lengua y tiré de su brazo sano hacia la sala. —¿Alguno sabe donde guarda suprimo en dinero?— les pregunté mientras caminaba hacia el mueble donde Sanden guarda su ropa.

—¡En el cajón de la ropa interior!— gritaron al mismo tiempo y riendo abrí el último cajón.

—¿Cómo sabes que era ese?— me preguntaron los gemelos hablando al mismo tiempo.

—Porque tu primo y yo solemos intercambiar ropa interior, sus boxers me quedan como lindos shortcitos— les expliqué esperando sacarles una sonrisa cuando unan las piezas y adivinen lo que según con mi afirmación les di a entender.

—Entonces...— murmuró uno de los hermanos, no se cual pues la vista de los boxers de Sanden me está entreteniendo. —¿El primo Sanden usa tus bombachas?— me preguntaron y reí por lo bajo.

—Sí, cada día, le encanta el color rosa— me burlé y al fondo del cajón encontré mucho dinero del cual tomé solo una pequeña parte para poder llevar a Heyden al hospital y hacer las compras.

—No te creo— me dijo uno de los gemelos y cerré el cajón guardé el dinero en el bolsillo de atrás de mi shortcito y me giré a verlos. 

—¿A no?— me crucé de brazo y ambos negaron.

—No, el primo Sanden  es un campeón con las chicas— afirmó monstruito uno.

—Pues claro que lo es pero ¿Saben por qué?— ambos negaron y yo sonreí aún más, puede que si me gusten los monstruos come dinero después de todo. —El es un campeón con las chicas porque comparten la misma ropa interior...

—¡TENGO QUE COMPRARME ROPA DE NIÑA!—chillaron al mismo tiempo y Heyden que asomó la cabeza me vio mal.

—Ella está jugando— les dijo suspirando como si no los aguantara o a mí y regresó a la sala.

—¿Estabas jugando, Bri?— ambos me vieron molestos.

Hay que admitir que son tiernos.

—Sí, pero cayeron ¿Verdad?— me reí y ambos se pusieron rojos y rieron.

Caminé hacia ellos, les tomé con miedo la mano por los gérmenes y nos llevé fuera de la habitación.

—¿Están listos para salir?— les pregunté y negaron, corrieron a ponerse zapatillas y observé a Heyden que miraba con melancolía el cuadro de sus tíos en la pared. —¿Y tú?

Él asintió con la cabeza y sus hermanos no tardaron en unírsenos. Tomé el celular de Sanden para que tengamos un medio para comunicarnos y los cuatro bajamos por el ascensor, salimos del edificio luego de que el conserje  nos abrió la puerta comenzamos a caminar, Heyden a mi lado y uno de los gemelos tomando mi mano y el otro caminando dos pasos delante nuestro.

Nos perdimos en tres ocasiones, casi nos metemos a un callejón, vimos a dos ratas apareándose en un contenedor y finalmente luego de tantos giros y vueltas llegamos al hospital. Heyden fue llamado de inmediato, le sacaron radiografías las cuales hacían cachín en el dinero de Sanden y le pusieron un yeso ya que por suerte no necesitaba operación y por el cual muero de ganas de escribir.

—Me dieron pastillas para el dolor— me explicó pasándome las olsita que traía y yo entré a la sal de consultas del médico que lo atendió para pagar.

Dejé más de la mitad del dinero que había tomado de Sanden en ese lugar y nos saqué fuera antes de que se arrepientan y me cobren más.

—¿A dónde vamos?— me preguntó Heyden tomando mi mano.

—Vamos a comprar comida, productos de higiene y luego a casa— les expliqué y nos llevé a un supermercado, los niños tomaron un carrito y yo otro.

—Heyden— me dirigí a él  —Compra pizza, vegetales, frutas y toda la pasta que encuentres— les dije y tomé otro carrito para mí.

—¿Bri?— me llamaron y me giré —¿Qué comprarás tú?— me preguntó el monstruo númer uno y sacudí la cabeza.

—Creeme,ni los monstruos querrán saber— le dije y me alejé de ellos antes de que me sigan preguntando.

Busqué el pasillo de perfumería y llené mi carrito con tampones, toallitas femeninas y cera para depilar, luego fuí al pasillo de ropa y busqué bragas pero como estamos en un supermercado sólo encontré las típicas bragas lisas de abuela que a Sanden tanto le gustan.

Suspiré con molestia y me cargué diez pares al carrito y fuí a pagar, los niños llegaron minutos después, pagué lo suyo que de lo que yo les pedí no había casi nada y salimos con una bolsa yo y una bolsa cada uno de ellos.

—Deja que te ayude— le dije a Heyden y tomé sus bolsas.

—¡Las nuestras también!— chillaron los monstruitos y como no tenía ganas de pelear simplemente tomé sus bolsas y continué caminando de regreso a casa con ellos siguiéndome.

Al llegar el conserje nos abrió, nos deseó buenas noches a lo que todos le agradecimos y subimos, Sanden no había vuelto y los monstruitos se entristecieron un poco pero de inmediato les propuse jugar a las cartas y sonrieron.

El problema fue que cuando empezamos a buscarlas para jugar nos dimos cuenta de que Sanden no tenía y que su celular comenzó a sonar sin parar.

—¿y ahora a qué jugamos?— me pregunaron y sin prestarles atención les dije:

—Jueguen al veo veo, ya vengo— le avisé y me encerré en el baño a ver porqué sonaba tanto el celular. Me bajé los shortcitos, me senté en la tasa, toqué la pantalla del celular que de inmediato se encendió y vi que el Daddy tenía muchos mensajes de Instagram. Abrí la app y apreté el papel higiénico al ver todas las publicaciones en las que lo etiquetaban.

Toqué un Hashtag "Fiesta loca", y observé las imágenes de una fiesta de luces de neón, observé cada imágen, no noté nada raro hasta que allí apareció el pija caliente bebiendo y haciendo fondo con personas vitoreando a su alrededor.

Busqué en cada imágen una localización y la encontré, el idiota estaba a dos calles de aquí festeando mientras que yo estoy de niñera.

Me limpié el trasero, presioné el botón de la tasa y me levanté los shores.

Este me va a escuchar, sí que sí.

—Ya vuelvov les informé a los niños y salí del departamento y del edificio, caminé muerta de frío las dos calles y llegué a tan dichoso lugar .

Entré pasando a los guardias de seguridad y escabulléndome de la mujer que tenía la lista en su mano y guiándome por las fotos que cada vez iban llegando más y más y lo encontré en un rincón bebiendo y bebiendo sin parar.

—Basta— le dije al notar que ya bebió muchísimo y que si no lo detengo va a terminar sufriendo de un coma etílico.

Él alzó la cabeza y como era de esperarse de tanto alcohol que bebió, no me reconoció.

—Vamos casa— le pedí porque lo próximo que voy a hacer es jalarle de la oreja y obligarlo a seguirme.

—Aléjate, perra— 

A no, este idiota no me llamó así.

—Si no te levantas te juro que te voy a demandar como tuve que hacer desde el principio y créeme Daddy me encariñé mucho con tu amigo como para tener que compartirlo con tus colegas de celda— lo amenacé y se encogió de hombros como si no le importara.

—Adelante, quítame todo, la vida me quitó a mis padres, me quitó sus sonrisas, tú también puedes hacerlo, anda— me dijo y me sorprendí de que sus palabras no se le trabaron en ningún momento o tuvieran segundos de retraso, tal vez no está tan ebrio como creí.

Sólo espero que luego no recuerde esto porque sino se le vienen muchos castigos a mi futuro.

—¡Sandy!¡Llegó la fiesta!— chilló una chica a la cual no me molesté en echar un vistazo y que arrodillándose a mi lado nos enseñó dos pastillas. Me aclaré la garganta y ella me vio y me sonrió —¡Hola, nueva amiga! ¿Quieres que compartamos la pastilla y a Sandy!— dijo muy animada y sonriendo tomé las dos pastillas y las arrojé a la pista de baile donde alguien las va a pisotear

Su sonrisa se fue y la mía se agrandó.

—Oye, eres mala— hizo una mueca de disgusto.

—Lárgate y donde le vuelves a decir Sandy o a intentar darle de esa mierda te voy a golpear ¿Entendiste, amiga?— le dije furiosa y ella abrió mucho los ojos, asintió repetitivas veces con la cabeza como si se hubiera tildado y se levantó y se alejó casi corriendo.

—Ya tengo una novia, no necesito que me defiendas, dulzura— me dijo el pija caliente y a él también lo miré mal y le tiré la lata de cerveza cuando se la llevó a loslaios.

—¡Sí, la tienes! Esa por desgracia soy yo y me estoy arrepintiendo de haber aceptado comprometerme contigo— estiró su mano para tomar una botella sin abrir que estaba junto a é y se la quité —Sabes, no quiero un esposo, pero principalmente no quiero un esposo que consume quien sabe qué y se emborracha— le dije muy enojada y tiré de su brazo, para mi sorpresa me ayudó a levantarlo y no protestó cuando lo llevé a la salida, regresamos al departamento tardando más de cinco minutos en cada calle y al llegar los niños jugaban al veo veo como les dije que hicieran y sonrieron al ver a su primo, pero rápidamente sus sonrisas se fueron al verlo borracho y apenas pudiendo caminar.

Guardé la botella de vino en el muebla la que le quité a Sanden y que nos robamos de la fiesta y le sonreí inocentemente a Heyden que me prestaba exclusiva atención a mí. 

Me llevé a Sanden al baño, lo desvestí y lo metí a la ducha obligándolo a entrar bajo el chorro de agua fría para que al menos sus neuronas. se despierten.

—Dúchate y ve a dormir, mañana vamos a hablar y pondremos nuevas reglas— le dije muy molesta por su irresponsabilidad y regresé con los niños.

—Veo veo— murmuré iniciando el juego que ellos dejaron.

—¿Qué ves? me preguntó Heyden siguiéndome la corriente para levantarle el ánimo a sus hermanos y que también quieran jugar.

—Una cosa— le sonreí y él a mí.

—¿Qué cosa?— se acomodó en el sillón, tomé una lapicera de las que ellos dejaron en la mesa y me senté junto a él para escribirle en el yeso.

—Maravillosa— le respondí riendo, este juego es ridículo.

—¿De qué color?— me preguntó más entusiasmado que los niños que nos observaban y yo reí una vez más ante lo que se me ocurrió.

—Color, color...— miré la sala y sonreí —Negro— les informé y de inmediato comenzaron a buscar.

—¡MI PELO!— Gritó monstruito uno.

—No— le dije.

—¡YA SÉ!—gritó su gemelo —¡MI PELO— dijo haciéndonos reír a Heyden y a mí y sacudí la cabeza.

—¿Quieren una pista?— les pregunté y los tres asintieron. —Bien, la pista es esta: Es un lugar donde no llega el sol— les indiqué y Heyden se ruborizó y sus hermanos fruncieron el ceño.

—Un lugar donde no llega el sol— repitió monstruito dos y el uno asintió.

—¿Se rinden?— les pregunté y los tres asintieron. —¿Seguros, seguros?— quise saber.

—¡Sí! ¡Ya dinos!— dijeron al mismo tiempo los gemelos y reí.

—Bien, es la sombra de la cortina, es negra y no le llega el sol, perdieron mocosos y tú malpensado Heyden, deja de mirar videos triple X, te arruinan la conciencia— le dije entre risas y sus hermanos se voltearon a verlo.

—Heyden ¿Qué es un video triple X?— le preuntó monstruitos uno y monstruito dos le pegó a su gemela.

—¡TONTO, ME AVERGUENZAS! ES OBVIO QUE SON VIDEOJUEGOS CON EXPLOSIONES!— Lo retó y Heyden y yo nos reímos y terminé de escribirle lo que tanto ansiaba.

Tapé la lapicera y Heyden giró el brazo enyesado para ver lo que le escribí, pero aún así no alcanzó.

—¿Qué dice?— me preguntó y fingí no escucharlo mientras encendía la TV.

—¡Yo te ayudo!— dijo uno de los gemelos y se inclinó a leer.

—Ojitos claros busca hueco donde meterla. Posdata soy virgen, deja tu número aquí abajo— Leyeron.

—¡Britanny!— me gritó muy molesto y le lancé un beso.

—Cuando lo consigas me vas a agradecer, Heyden.

—Sí, claro.

—Obvio que sí— le saqué la lengua y me enfoqué en la TV.

Tiene dos opciones, consigue muchos números o consigue bofetadas, cualquiera que obtenga, al menos va a tener contacto humano con alguien del sexo opuesto.

Holaaa!!!

Les traigo doble actualización, espero que les haya gustado.

No se olviden de votar y comentar.

Hasta prontoooo!!!














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