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30✧*|Triste.


CAPÍTULO 30=TRISTE.

No desperté con la salida del sol, ni ningún pájaro me había despertado, tampoco un reloj, por el contrario tenía una mano jalándome fuera de la cama y otra cubriéndome la boca para que no grite.

La habitación seguía en su mayoría oscura así que no podía ver al intruso.

Intenté gritar, patalear y sin embargo no me soltó y me llevó a la sala, me dejó sobre el sillón y me sostuvo del cuello impidiendo que grite o me mueva.

Miré la sala en busca de ayuda y encontré el celular de Sanden sobre la mesada, de inmediato me relajé y le permití quitarme la ropa.

Sin rodeos sus dedos invadieron mí entrepierna entrando y saliendo con desespero, él me tapaba la boca así que no me molesté en callar mis gemidos y cerré los ojos dejándome llevar.

Alcé la mano y la subí a sus hombros, la enrollé en su cuello sonteniéndome de allí ya que cada vez que mi espalda se arqueaba tenía la sensación de que me iba a caer.

Me moví en contra de su mano, subí y bajé la pelvis y le apreté el cuello al venirme.

Él quitó sus manos y me permitió girarme, lo abracé al verlo y le di un beso, él se resistió pero finalmente bajó su manos a mis pechos y sosteniéndose de ellos recibió con gusto el sabor de mi boca.

—Te necesito— me dijo con urgencia viéndome con los ojos brillantes y rojos por las lágrimas.

Asentí y nos regresé al sofá, me quité las medias y el sostén y como él no se movía me agaché y le desaté los cordones negros de sus zapatos, se los quité con cuidado uno por uno, retiré sus calcetines del mismo color y desabroché su cinturón, alcé la cabeza para ver cómo estaba y él no me miraba, sus ojos iban derecho hacia la pared de enfrente nuestro, una lágrima se deslizó por su mejilla y me giré viendo el cuadro de sus dos padres, su madre y de él colgado en la pared.

—Lo siento mucho Sanden— le dije y me levanté, lo abracé y él me alzó la barbilla.

—Cásate conmigo Bri— las lágrimas se deslizaban sin parar por sus ojos y yo me sentí atrapada.

—Sanden sabes que yo no...

—Por favor— se inclinó y dejó un beso en mis labios que me movió el piso, me mareó y viendo estrellas le respondí.

—No puedo, no te voy a hacer feliz, soy de esas personas que constantemente necesita descargar una canción nueva y deja las demás atrás. Si nos casamos me voy a cansar y no quiero hacerle eso a nadie— le expliqué esperando que el golpe no le sea tan fuerte y lo acepte, pero es terco y no lo hizo.

—Te daré total libertad— bajó sus manos y me apretó la espalda baja acercándome a él —Podrás irte en cualquier momento que lo desees, incluso consideraré tener una relación abierta si eso es lo que necesitas, pero no quiero perderte a ti también, amor.

Sus ojos me quemaron en cada palabra y negándome a ser yo misma asentí con la cabeza.

—Está bien, me casaré contigo, Sanden— le dije sinceramente, aunque por dentro sentía un nudo en mi estómago, ahora yo también quería llorar.

Amoldó sus manos a mis mejillas y me besó, fingí una sonrisa y le correspondí al beso bajándole a la pasión que él me daba a mí ya que entendía su necesidad de calor, pero yo ya no tenía ganas, quería sentarme y pensar, gritarle a la almohada y golpearme la cabeza contra la pared.

Sanden me soltó, me senté en el sofá y él se terminó de desnudar, volvió a mí y me besó, me tocó y le permití hacerme el amor a su manera, pero por dentro solo esperaba que acabase de una vez y yo pudiera volver a dormir y fingir que esto nunca pasó.

—Te amo, Bri— gimió en mi oído embistiendo contra mí cuerpo.

Permanecí en silencio y le rodeé la cintura con mis piernas para que al menos crea que lo estoy disfrutando y estoy tan loca por el placer que ni siquiera puedo pensar en gemir.

Él sin embargo estaba insaciable, me hizo montarlo, me hizo estar debajo suyo y luego de costado y en perrito que fue en la posición en que se corrió y al fin me dejó ir.

Me acosté en el sofá dejándole lugar a él y cerré los ojos, el sofá se hundió a mi lado y él se acostó conmigo, me abrazó y besó mi frente.

—¿No llegaste, verdad?— me preguntó con pena y abrí los ojos.

—No es eso, es solo que...

—Vamos, Bri, dime la verdad, ni siquiera tienes la respiración agitada y tus ojos están más apagados que nunca— me dijo y suspiré.

—Sólo estoy preocupada por ti— le conté asintiendo para intentar yo también creérmelo.

Lo abracé y entrelacé nuestras piernas, le acaricié el pecho y esperé a que su respiración se acompasara para vestirme e irme a bañar.

Sus pececitos ya estaban escurriendo por mis piernas y si casarme ya es un gran peso sobre mis hombros, tener un hijo sería hundirme.

Al fin se durmió y yo pasé por encima suyo, me bajé del sofá, me vestí y me adentré a la habitación, me metí al baño, tomé una pastilla para el día después y me duché rápidamente para volver con él.

Al llegar lo cubrí con una manta, dejé un beso en su frente y salí del departamento, me senté en el pasillo, me cubrí la boca y grité ahogando los gritos con mi mano.

Maldije todo lo que tenía que maldecir, hice unos ejercicios de respiración para calmarme y a mi corazón y regresé a dentro, me acurruqué sobre Sanden y me dormí.

.     .     .

Desperté por millonésima vez, pero esta vez por Sanden que me había bajado de su cuerpo y ahora se estaba vistiendo.

—¿A dónde vas, Daddy?— me senté y dejé que besara mi mejilla.

—Tengo que ir a hacer los arreglos en la morgue antes de que los cremen— me explicó sin verme y se terminó de vestir.

—¿Los van a cremar?— le pregunté confundida, creí que iba a dejar que descansen en paz en un cementerio para poder ir a visitarlos cundo él quiera.

—Mamá una vez dijo: "La llama en mi interior es tan intensa que sólo el fuego podrá opacar mis sentimientos, pero nunca extinguirlos, así que si muero quiero que me cremen".— me contó con pesar y guardó tal vez recordando algo más de ese día.

—Voy contigo— le avisé y me bajé del sofá, me estiré, le di un beso en la boca a él y me adentré en la habitación a cambiar mi ropa, arreglarme e ir decente no obstante cuando salí de la habitación él ya no estaba y en su lugar había una nota sobre su teléfono el cual no tomó y dejó sobre la mesa.

"Cuída de mis primos hasta que vuelva, te quiero Babygirl"


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