3✧*|Tatuador
CAPÍTULO 3= TATUADOR
Nos tardamos casi hora y media para llegar al estudio del tatuador
¿Quién rayos tendría un estudio tan lejos de la ciudad? Y ¿Por qué me hice un tatuaje aquí? Eso no tiene sentido. Pude habermelo hecho en otro lugar más cercano y que no me cueste tanto dinero en gasolina
Una campana sonó en el momento en que Alonzo abrió la puerta del local. Solo había dos personas esperando sentadas en unos horribles sillones y otras dos detrás del mostrador.
Me acerqué a ellas pero ninguna levantó la mirada. Mis hermosos tacones se escuchaban en todos lados solo que éstas dos se hacían las sordas pero talvez con una piña en cada oreja se les quite el tapón —Estoy buscando al idiota que me hizo esto— dejé al descubierto la parte de mi pecho donde tengo mi tatuaje pero siguieron ignorandome.
—No somos policías— Dijo Alonso en un bufido y ambas chicas recobraron la vida y me miraron como si la cera de sus oídos se les hubiera quitado de repente.
La rubia le quitó el celular a la castaña—¡Oye!—
—Llévalos con Sanden— Alonso y yo intercambiamos miradas y él levantó una ceja, esto no podía ser posible.
—Ve tú...
—...Soy tu jefa, aplaude con el culo mientras caminas y largo— Ya me agrada su sentido del humor. Reprimí una risa pero no lo hice lo suficientemente rápido como para que la castaña no me escuchara y de regalo me fulminó con la mirada.
—Que linda carita ¿Es de nacimiento o te operaste?—;me burlé, ella empezó desde el momento en que me ignoró, ahora yo debía tomar revancha.
Alonso me dio un codazo y yo solo reí.
—Caminen— dijo la castaña de mal humor, lo que solo me hizo poner de mejor humor a mí.
Llegamos a una habitación al fondo de la tienda y un chico se estaba tatuando y sobre el tatuador... ¿Qué puedo decír? Está de espaldas y mierda que espalda, no tiene remera y todos sus músculos se le marcan, de espalda se puede decír que está bueno pero su falta de profesionalismo al no utilizar toda la ropa le resta puntos.
—Sanden te buscan, nos vemos perra— La escuché susurrar eso último. Esta chica se está buscando una paliza y si sigue así la obtendrá.
Él tatuador se giró.
—Santa cachucha— Murmuró Alonso y mi boca un poco más toca el piso.
—¿Tú?— rodó los ojos, nos dio la espalda y siguió tatuando.
—¿Cuántos Sanden crees que existen en esta ciudad?— me encogí de hombros.
—¿Tú me hiciste el estúpido tatuaje?— se giró sonriéndome burlón logrando que algunos suspiros salieran de la boca de mi amigo.
Asintió —¿Te gusta?— su sonrisa aún estaba allí
—No, quiero que me lo quites—él que se estaba tatuando y él intercambiaron miradas y rieron.
—Baby Girl, eso no es posible— ¿Baby Girl? ¿Quién rayos se cree para llamarme así? Ignoré su apodo y me enfoqué en lo que vine a hacer, luego tendré tiempo para maldecirlo desde la habitación de mi casa
—¿Qué clase de tatuador trucho eres?— Sonrió y siguió tatuando.
—Él mejor de todos querida— murmuró regresando toda su atención al chico y a su feo brazo todo tatuado
—Al menos dime con quién vine, no creo haber recorrido yo sola hora y media hasta aquí para hacerme este ridículo tatuaje— él chico con el brazo en el apoyabrazos bufó y me miró mal.
—Si el tatuaje llega a salír mal será tu culpa— coloqué una mano en mi corazón e hice puchero con la boca.
—Viviré con eso cariño y ahora— ahora miré a Sanden
—Contestame, necesito saber quien fue el idiota que me convenció de esto— rió y levantó su mano.
—Fuí yo. Ahora largo, tengo clientes que atender— Negué.
—Necesito un puto nombre ¿Qué tal si la persona tenía sida o es un feo?— rieron.
—Ese no es mi problema.— Miré a Alonso y él se mordía el labio mirando como los músculos de la espalda de Sanden se contraían y tensaban a medida que él se movía.
Ya lo perdí y todo por el idiota de mi vecino.
—Por cierto, gracias por el like—Negué con la cabeza ¿Algo peor que esto podría pasarme?
—Gracias por arruinarme la
vida— salí dando sancadas de allí y tirando del brazo de Alonso ya que si es por él, se quedaría mirando a Sanden por el resto del día. Me puse el maldito casco aunque en este momento lo único que quería hacer con el era lansarcelo a Sanden por ser un maldito que ni siquiera tuvo el buen gesto de decirme con quien vine.
—¿Crees que tengan cámaras?—reí falsamente ante la inocencia de mi amigo y negué con la cabeza señalando el lugar.
—Con suerte la tinta que usa es legal— Encendí mi moto y miré a Alonzo que no dejaba de mirar hacia dentro del local —¿Subes o llamo a Reygi?— hizo una mueca y reí
—Vale me subo pero solo para que cuando frenes mi pecho choque contra tu espalda y te pongas incómoda sintiendo la punta de lo que Reygi tiene todas las noches— sentí mis mejillas arder. No respondí y fingí que tampoco él había hecho tal comentario, ya estaba muy roja y el casco cubrió mi rostro y su tonta sonrisa.
—Pastelito deja de imaginar mi polla— reí a más no poder y arranqué luego de que él se subió y aferró sus brazos a mi cintura.
—Aveces pienso que solo finges ser gay— Grité contra la ventisca, lo suficientemente alto para que me escuchara y en respuesta obtuve un carcajada.
—Te aseguro que soy completamente gay si no lo fuera mi amigo se abría parada todas y cada una de las veces que te ví desnuda y semidesnuda frente a mí— Un punto a su favor —Por cierto, deberías dejar de hacer eso, es incómodo hasta para mí que no me incómoda nada— asentí y no dijimos más palabras por el resto del viaje.
Había una razón por la que a Alonzo no le gustaba andar en moto y era su temor hacia los insectos. Reygi cometió el error de decirle que si abrías la boca un mosquito o cualquier bicho se te podría meter y desde entonces Alonso evita hablar mientras condusco. Lo dejé en su departamento, me invitó a pasar pero me negué. Tenía que apresurarme a volver a casa y refugiarme en mi hermosa cama, había sido un día muy largo y tenía un tatuaje para recordarlo.
A medio camino mi celular había sonado y no lo encendí hasta que llegué a mi departamento y pude tirarme en el sofá
Número desconocido. No me importó la alarma y el enorme cartel del supuesto spam, solo abrí el mensaje
Desconocido=
Hola baby girl
Desconcertada leí una y otra vez el mensaje sin saber que hacer
No tenía idea de quien era. No perdía nada con responder y para colmo el numero no tenía foto ni identificación
Bri=
¿Quién eres?—
Si la ocasión fuera diferente tal vez hubiera respondido con un emoji pero no se trataba de una simple broma
Tenía un tatuaje que podía o no encajar a la perfección con ese estúpido apodo
Desconocido=
Soy tu daddy ¿Tan rápido te olvidaste de mí? Tendré que hacerte recordar.
Bri=
Mira pervertido, no recuerdo nada de esa noche y para que te quede claro no me volveré a acostar con un desconocido como tú— lo envié y arrojé el teléfono lo mas lejos que mis frágiles brazitos fueron capaces de lanzarlo
Este no tardó en volver a sonar y yo en correr a recogerlo
Lo tomé y era otro mensaje del mismo número
Desconocido=
No soy un desconocido, de hecho te conozco muy bien y no soy un pervertido tampoco, tú lo sabes.
Puse en modo avión el celular y lo alejé dejándolo en la repisa de arriba del mueble, lo más alto y lejos de mí posible
No iba a conseguir nada si seguía hablando con ese extraño, despues de todo ¿Qué clase de psicópata te manda ese tipo de mensajes pero no te dice el nombre?
Golpes en la puerta me hicieron dar un respingo del susto
Me aproximé a la puerta y volví corriendo a la sala escondiendome debajo de la mesa
No abras, puede ser tu daddy, digo tu psicópata- me dije a mi misma
—¡Vecina!— era una voz masculina, la voz masculina que por años había deseado que golpeara a mi puerta y me diera duro contra la pared pero eso nunca pasó
«Hasta ahora»
Reí y me apresuré a salír de debajo de la mesa
Cállate conciencia pervertida, no ayudas, solo me haces dar falsas ilusiones
Abrí la puerta y mi sexy, guapo y super comible vecino estaba en la puerta
—¿Qué quieres?— Que me lo quiera comer como a un chocolate no significa que me voy a lanzar a su brazos, por supuesto que no.
Antes de eso debo hacerme la difícil y cuando sienta que se esfuerza lo suficiente como para que crea que me gusta ahí si cabalgaré al toro mientras tanto debo fingír el papel de policía malo
Mierda, con eso solo logré pensar en las esposas y eso me hizo acordar del pervertido que me folló dejándome atada a la cama
—Linda no tengo agua y me preguntaba si podría terminar de ducharme aquí—sentí mis mejillas arder al notar que su pelo está completamente blanco del shampoo y su cuerpo está todo mojado dejándome una increíble vista de los músculos de sus brazos, abdomen, pectorales y todo su pecho. Y pensar que casi me pierdo este espectáculo por pensar en él loco que me folló.
—¿Estás bien?— asentí embobada y mentalmente me dí un golpe en la frente
A este paso yo seré la que me lance y él, el policía malo, eso si es que él también quisiera tocarme
¿A quién engaño? A nadie! Este chico no me tocaría ni con un palo, no con tanta chirusa que tiene a su alrededor
—Sí pasa— dije cavisbaja
Me hice a un lado y él desapareció metiéndoce directamente a mi hermoso baño color rosa con aroma a flores que tanto me costó personalizar
—Lindo baño— lo escuché decír y me dí cuenta de algo
¿Cómo es que él sabe dónde está mi baño? Según mi madre todos los departamentos son parecidos pero no iguales
No importa, tal vez la ubicación de nuestros baños es la misma
Un fuerte golpe proveniente del baño me hizo asustar y corrí hacía allí
Golpeé a la puerta
—¿Estás bien?—escuché un quejido —Voy a abrír— anuncié y lentamente abrí la puerta.
Sanden estaba en el piso desnudo y sobándoce la muñeca.
Al verme se cubrió con la toalla y lo hizo tan malditamente rápido que no pude ver su ding dong
—Se que no es de mi incumbencia pero ¿Por qué había un condón en la ducha?— abrí los ojos como platos
Eso no estaba allí ¡¿Cómo se supone que había un condón en mi ducha?!
Yo me duché y Alonzo también lo hizo, es imposible que ninguno de los dos hayamos notado eso
Sanden me miraba divertido
—Yo...yo...eso no sé...eh di...digo.
Rió a carcajadas
—¿Te gusta la acción en la ducha?—abrí los ojos como platos.
—Solo era broma, no te lo tomes tan enserio— rió y se levantó del piso dándome una sensual vista de su trasero hasta que se cubrió con la toalla y tuve que fingír mirar la pared, aunque mis ojos seguro ya estaban viscos por querer mirar el culo y disimular al mismo tipo.
—Déjame limpiar y luego puedes ducharte— asintió y bajó la tapa del retrete para sentarse y utilizarlo como un asiento.
—¿No vas a salír?— le pregunté.
—¿Quieres que me vaya?
—No! Emm yo, me refería al baño— negó con la cabeza y ví una sonrisa burlona asomarce por las comisuras de sus labios
Acabo de parecer una desesperada ante mi sexy vecino
¿Dónde quedó mi maldito papel de chica mala?
Limpié todo y cuando me giré él no trató de disimular que estaba mirando mi trasero, de hecho se mordió el labio
—Todo listo— por mi parte, me apresuré a salír y lo dejé terminar de ducharce...
—
¡Con ustedes, el suculento y guapo Sanden!😍
¿A qué es lindo? 🤩🤩🤩
Saludos amantes de las historias DDLG, pueden dejar su votito por aquí o un lindo comentario😉
Se los quiere!!💖😘
Hasta luego💖💖
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