28✧*|Manipuladora.
CAPÍTULO 28=MANIPULADORA.
Tengo que ser buena, muy buena, aunque por otro lado podría aprovechar que está dormido, asesinarlo y ser libre.
El problema es donde guardo y escondo su cuerpo después, porque está grande y sola no voy a poder. Podría pedirle ayuda a Alonso, pero luego tendría que matarlo porque según las películas, los testigos son malos a menos que estén a tu favor, pero este no es el caso.
Miré a Sanden con su pierna sobre las mías y suspiré.
Y bueh, que sea lo que tenga que ser.
-Daddy-Me aparté el pelo de la cara y le hice mimitos en el cabello con mi mano mientras le daba picos en su cuello y lamía lo que quedó del perfume. -Daddy- insistí bajando lentamente mi mano y a diferencia de la otra noche, tomé su miembro y lo apreté en vez de masturbarlo.
Él gimió y abrió los ojos, me imaginé lo que hicimos anoche y pronto mis mejillas se ruborizaron haciéndome parecer avergonzada porque me atrapó con las manos en la masa.
-¿Otra vez me quieres masturbar?- me preguntó con la voz ronca y su bella sonrisa apareciendo.
-No- quité mi mano y fingí volver a dormir siguiendo mi plan improvisado de hace un minuto atrás.
No puede salir mal.
-Ven aquí- como lo predije él me abrazó por la espalda y dejó besos en ella y en mis hombros.
-Mmm aún estás dulce- sentí su lengua y arqueé mi cuerpo hacia atrás, pegándome más a él.
-Daddy- subí mi mano y acaricié su cabello -¿Puedes hacerme el amor?
¿Así le había llamado él, no? Patético.
-Babygirl no debes pedirlo, debes decirlo y lo haré, no me perderé esta visa por nada del mundo- alzó mi pierna y acarició mi muslo guiando su miembro a mi entrepierna.
¡La visa! ¡Lo había olvidado!
-¡Espera!- me giré y quedé cara a cara con él -Tengo un pedido.
Él rodó los ojos, se sentó, se levantó del piso, recogió su ropa y se fue a la habitación.
Me quité los tacones porque mis pies ya dolían y lo seguí paseándome desnuda por el departamento
-¿Daddy?- nadie respondió
-¿Pija caliente?- miré hacia todos lados -¿Sanden?- dije más bajito para que no me escuche pues no quiero castigos ya que yo y mis palabrotas prometimos sumisión absoluta y estoy en desventaja.
Incluso se podría decir que él se anotó doble puntos con esto:
Brittany 4 | Sanden 4
Caminé hacia el baño y lo encontré bajo la ducha.
-¿Puedo entrar?- le pregunté viéndolo con mi carita tierna, esa en la que hago puchero con la boca y le pestañeo lindo, aunque casi nunca resulta, no sé porqué pero ni siquiera la nuevas personas me consideran alguien inocente.
-No- me dio la espalda provocándome con su sexy trasero y cuando me levanté sentí algo escurrirse por mis piernas.
Miré mis muslos y grité furiosa al ver a los pecesitos.
-¡Sanden no usaste condón!- le grité molesta.
Él se dió la vuelta enseñándome el lado de enfrente de su cuerpo, me guiñó el ojo y me señaló el mueble junto a la bañera.
-En el cajón de arriba hay pastillas- dijo sonriendo con burla y corrí hacia allí.
Busqué entre tantas cosas y las encontré, me tomé una llevándome agua a la boca con la mano y me metí a la ducha para quitarme a los hijos de Sanden que caen en hilos por mis piernas.
-Te dije que no- me dijo enojado.
-Y yo tengo a tus hijos cayendo por mis piernas, así que antes de que los peces sigan nadando en mi piscina los voy a quitar- le dije molesta y tomé el jabón y la esponja.
-¿Mis hijos?- se rió haciéndome cosquillas en el oído.
-Sí tus hijos ¿Tu mamá nunca te dijo que antes de nacer tu papá te cargaba en su entrepierna?- me burlé.
-No ¿Tu mamá sí?- me preguntó y lo miré como si fuera un tonto.
-¿Mi mamá? Mi mamá si fuera por ella me seguiría diciendo que la paloma...
-Cigüeña- me corrigió y me encogí de hombros.
-Es lo mismo- le di la espalda y me bañé, cuando terminé cerré la ducha y salí.
-¡OYE, YO AÚN NO TERMINÉ!- Me gritó volviendo a abrir las canillas.
Eso le pasa por entretenerse mirandome el culo.
-Es gracioso- murmuré tomando la toalla que él se trajo para él.
-¿Qué cosa?- dijo viéndome con el shampoo en su cabeza y observando con mala cara como me envuelvo en la toalla que le robé.
-Por lo general las mujeres decimos eso.
Salí del baño y vacíe todas las bolsas que ayer me compró ¡Que empiece la fiesta!
Me senté en la cama, tomé en celular de Sanden para utilizar la cámara de espejo y me sequé el rostro a toquesitos con la toalla, envolví mi cabello en otra que tomé del mueble y me puse una mascarilla para hidratar mi piel.
Mientras esperaba me desnudé y sequé mi cuerpo pero algo llamó mi atención, el tatuaje en mi pecho que dice "Daddy", se está borrando.
Reí a carcajadas, el universo sabe lo que quiero.
Busqué entre toda la ropa y me decidí por un top tubo a cuadros y unos shorts a conjunto blanco y negro sin bragas ni ningún tipo de ropa interior, ya que Sanden no me llevó a ninguna tienda de lencería.
Sequé mi cabello con la toalla y lo desenredé con el bonito cepillo que me compré en la boutique dónde adquirí todo el maquillaje.
-Ven a secarme- oí detrás de mí y me giré.
Sanden estaba desnudo y chorreando agua junto a la puerta del baño.
Miré la toalla que dejé sobre la cama y se la arrojé, la toalla le dio en el pecho y cayó al piso.
-Ven a secarme- repitió y yo de mala gana fui -Y quítate eso de la cara- me ordenó y sacudí la cabeza.
-Aún me faltan otros cinco minutos- le expliqué y recogí la toalla del piso.
-Tus veinticuatro horas se acabaron y me debes sumisión absoluta- me recordó sonriendo
cómo si fuera un corredor de carreras y hubiera ganado el Dakar.
-Sí, sobre eso te quería hablar hoy, pero te metiste al baño- bajé mi mano a su miembro y lo acaricié para distraerlo, que no me preste atención y que diga sí a todo -No estuve libre las veinticuatro horas del día ¿Entiendes? Y las quiero recuperar, así que ¿Qué te parece si...
-No, hicimos un trato, yo cumplí, ahora es tu turno de hacerlo y deja de apretar mi pene que duele- me golpeó la mano haciendo que la aparte.
-Vamos Daddy, hazlo por mí- supliqué viéndolo a los ojos
-Luego haré todo lo que quieras pero
-Cállate- puso su mano sobre mi boca -Eres mi sumisa ahora y como tú Daddy te ordeno que me seques el cuerpo y rápido que me tengo que ir.
-¿A dónde?- quise saber.
Si se va yo puedo escaparme e ir a comprar el ultra glue que no me quisieron vender y por el cual me arrestaron.
-No preguntes- me cortó y sacudió la cabeza empapándome con su cabello mojado.
-¡Me acabo de vestir!- me quejé y comencé a secarlo con brusquedad para que note cuan molesta estoy porque mojó mi nuevo conjunto. -Y por cierto, la tinta trucha con la que me hiciste el tatuaje se está borrando- le sonreí y le di un beso en la boca -Tú solo nos estás separando, primero se va el tatuaje, luego comenzamos a pelearnos, dejamos de follar y yo me voy con una suma grande de dinero cuando me engañes ¿No te gusta? A mí sí- sonreí feliz.
-La tinta no es trucha, te hice un tatuaje temporal ¿Qué clase de Daddy ogro me crees? Por supuesto jamás pincharía tu hermosa piel- me alzó la barbilla -Mírame- ordenó y lo hice subí mis ojos a los suyos
-Te amo y no, no me gusta que pienses en nosotros como en algo temporal porque eso no va a ser así, esto NO es un simple tatuaje que se borra, lo nuestro será para siempre ¿Me oíste?
Me quité sus manos y continué secándolo, comenzando a planear de nuevo pero es que no se me ocurre un nuevo plan.
-¿Me oíste?- insistió y suspiré.
Sumisa, sumisa, se supone que debo ser así, pero se siente como una patada al hígado.
-Sí, Daddy-
Lo miré mal y furiosa continué secándolo con cuidado porque sino el bebé grande va a quedar rojo y no le gusta.
-Daddy- dije luego de cinco minutos.
Él suspiró, se agachó cargándome en su hombro y me arrojó boca a bajo sobre la cama empujando los cosméticos hacia todos lados.
-Daddy ¿Qué haces?- le pregunté y sentí el peso de su músculo cuerpo aplastando el mío. -No respiro- exageré.
-Calla- ordenó y de mala gana me puse el cierre en la boca.
-Esta noche es la fiesta- lo sé, estoy entusiasmada por ir.
-Pero no vamos a asistir, yo tengo que trabajar y tú vas a cuidar de mis primos- me sacudí en protesta -Los tratarás como si fueran tus hijos y te comportarás- finalizó y se salió de encima mío.
Tomé aire y me levanté estirándome.
-¿Seguro que quieres que los trate como si fueran mis hijos?- arqueé ambas cejas y sonreí.
-Sí, vas a empezar a practicar para cuando tengamos a nuestros hijos y no te puedes negar porque eres mi...
-Sumisa, si, si, ya sé mi amor- caminé hasta y me paré de puntitas para llegar a su oído
-Seré la mejor mami del mundo- le prometí y mordisqué su cuello -Pero tengo un problema- subí mis manos a su nuca y guié su cara a mis pechos. -¿Lo ves? No traigo sostén, tampoco bragas y estos tacones de aguja no son de una mami responsable, pero si me compras zapatillas y ropa interior puede que sea buenita y les haga la cena ¿Quieres?
-Hecho.
¡Sí!
Brittany 5 - Sanden 4.
-Además quiero que me des un celular porque si algo nos llegara a pasar no podría llamar a la ambulancia y mis bebés se morirían ¿Sí?- por favor di que sí.
-Está bien- subió sus manos a mi cuello y apretó un poco
-Pero que no se te olvide que el Daddy manda y la babygirl obedece.
Sí, claro ¿Alguien se lo cree?
-Lo que tú digas mi amor- miré hacia abajo -¿Me quitas las manos del cuello?- reí y retrocedió y fue a su mueble por ropa. -Daddy, espera, dame tu teléfono.
Él se giró como si fuera un robot y me miró con seriedad.
-¿Para qué quieres mi teléfono?- preguntó cruzando los brazos sobre su duro pecho.
-Quiero hacer unas llamadas, sólo eso.
Dudó y me observó buscando la mentira en mis ojos pero yo soy profesional mintiendo y él al lado mío es una hormiga.
-Está en el bañ...
Corrí hacia el baño y me encerré allí, lo desbloqueé encendiéndolo ya que el iluso no le pone contraseña y le envié un mensaje a Alonso para que me traiga mis joyas y para que él y Reygi vengan dentro de dos horas, así tengo tiempo para meter a los monstruos a la cama, dejar que Sanden se largue a donde sea que se va a ir y yo escaparme a la mejor fiesta del mundo y luego volver sin que nadie se entere y así evito meterme en problemas.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro