24✧*|Ladrona.
CAPÍTULO 24= LADRONA.
Llegamos y lamentablemente los tres nos dirigimos al departamento de Sanden. Él como si marcara territorio me alzó en sus brazos y me llevó a dentro, hasta ahí iba todo bien, estábamos peleados, nos mirábamos mal pero él me cargaba en sus brazos, el problema vino cuando me puso su camisa en la cabeza y me dijo que me calle.
Alonso se rió y se encargó de abrirnos la puerta.
-Hay cámaras querida- me susurró al oído y se aprovechó de mi situación para taparme por completo -Este feo rostro no necesita que lo miren- se burló mientras atravesábamos la puerta de su departamento.
-Este feo rostro es el que te mira mientras te folla- me bajé y al quitarme la camisa me quedé con la boca abierta.
Una chica estaba dormida en el sofá dónde Sanden y yo lo hicimos la mayoría de veces.
-¿Qué mierda es esto?- me giré a verlo a él y me le reí en la cara -¡TE AMO!- me paré de puntitas súper feliz y le di un beso.
-Brittany, entre ella y yo....
-Bla, bla, bla.- hice un patito con la mano -Guárdalo para quien le importe, yo me voy a festejar que gracias a tu infidelidad yo soy libre del contrato y me debes dinero ¡EN TU CARA, PIJA CALIENTE!- le grité y me aproximé a la puerta.
-Tu polla era muy grande para ser real, algo malo debías tener- dijo Alonso con indignación apartando su mirada de él con asco.
¡Giro el picaporte!¡Estoy abriendo la puerta!¡Doy un paso a la libertad!¡Ya casi soy libr...
Sanden cerró la puerta en mi cara.
-No sé porqué está aquí ni como entró pero, no te fui infiel mi amor y si das un paso más te vas a chocar contra la puerta porque no voy a permitir que la abras o pongas un pie fuera de nuestra casa.
¿Nuestra casa? Se está tomando muy en serio las cosas.
-Daddy- sentí su pecho contra mi espalda -Tú no me quieres tocar y te recuerdo que un matrimonio se consuma de esa forma- me giré y acaricié su barba de unos días -Así que olvídalo, no va a pasar.
Me escapé pasando por debajo de sus brazos y tomé la mano de Alonso.
-Además yo creo en lo que veo no en lo que me dice un hombre que sale con mujeres todas las noches- le saqué la lengua y me fui con Alonso a la cocina.
-¿Qué quisiste decir con que sale con mujeres todas las noches?- preguntó Alonso y abrí la heladera.
-Se prostituye- abrevié.
-A bueno ¿Y cuánto cobra?- me giré a verlo y él alzó las manos -Mera curiosidad.
Sí, claro.
Saqué comida de verdad de la heladera y la dejé sobre la mesada, eso de "Lo que dios nos provee" es asqueroso ¿Cómo dios te provee polenta fría y fea?
Asco, de solo recordarlo me dan escalofríos.
-¿Quiénes son ustedes?- preguntó una voz finita detrás nuestro. Alonso y yo intercambiamos miradas.
-¿No escuché lo que creo que escuché, o sí?- preguntó mi mejor amigo viéndome aterrado.
-Espero que no- dije y me giré muy lentamente. -¡Ay no!- señalé al pequeño del otro lado de la cocina -¡Es un mocoso!- me escondí detrás de Alonso.
-¡NO TE ESCONDAS DETRÁS DE MÍ!¡ME VA A CONTAGIAR
ALGO!- gritó igual de horrorizado que yo.
-Pues yo fui al internado ese fue mi castigo, ahora este es el tuyo- lo empujé hacia adelante y clavó con fuerza los pies en el piso para que no lo mueva.
-¡Primoooo!¡Hay dos locos en tu cocina!- gritó el niño y corrió a la sala.
-¿Quién es el primo de ese mocoso?- le susurré a mi amigo y la respuesta vino en un cuarteto integrado por Sanden, Heyden y dos mocosos idénticos.
-No son niños, son ratas, seguramente tienen colmillos para chuparte el dinero de la billetera- susurró Alonso viéndolos con precaución.
-Bri ellos son mis primos, el idiota de Heyden- lo señaló y este rodó los ojos -Y sus hermanitos -Heyd y Yden- nos presentó Sanden y los niños levantaron sus manos uno a uno.
-Bri son dos- me susurró Alonso -Hagamos esto, tú tomas la cuchilla y yo les doy con el palo de amasar- propuso y estuve de acuerdo pero Sanden rodó los ojos y sacudió la cabeza.
-Son niños, no monstruos- nos dijo y Alonso y yo negamos con nuestras cabezas al mismo tiempo pero fue Heyden el que habló.
-¿Te recuerdo que le estás hablando a la chica irresponsable? Es obvio que no hace las tareas que le asignan y mucho menos toca a los niños, no vaya a ser cosa que estos la contagien y la embaracen- dijo viéndome no sé si con odio pero enojado estaba y salió de la cocina.
-¿Qué le...- comencé a decir pero los niños corrieron y yo corrí lejos de ellos. Salté a los brazos de Sanden y me tocó ver cómo esos monstruos se comían la única cena decente que había.
-Está enojado porque desaprobó educación sexual y dice que es tu culpa...
-¡LO ES!- Gritó Heyden que nos escuchaba de la sala.
-Daddy- piqué su hombro
-Saca a los niños a la calle y te doy un beso ¿Te parece?- dije viendo de reojo como se comían todo como los monstruos que son.
-Babygirl se quedarán con nosotros durante un tiempo, sus padres se están separando y...
-Es una pesadilla- gruñí y me bajé.
Me dirigí a la sala y tomé la mano de la intrusa, la levanté y la jalé, "accidentalmente" cayó al piso y yo tomé su lugar en el sofá, encendí la TV y la vi mientras se levantaba y veía todo con confusión.
-Es de mala educación dormirse en el sillón donde follan otros- le dije moviendo el control en su dirección para que se aparté de la TV.
-¿Quién eres?- me dijo enojada y me le reí.
-Tú eres la otra, tú ya deberías saber quién soy- crucé una pierna sobre la otra.
-¿La otra?- se frotó los ojos y Heyden al otro lado sacudió la cabeza.
-Belamy, te presento a Brittany, ella es la dueña de tu departamento- explicó y ambas nos miramos.
-Creí que la dueña era la amigable señora Susan- dijo y con una sonrisa me extendió su mano la cual ni me molesté en mirar.
La amigable señora Susan, esa señora no es amigable, es una arpía descartadora de hijas.
-Sí bueno, yo creí que eras hombre, ahora largo- señalé la puerta y justo los monstruos llegaron persiguiendo a Alonso.
Sanden vino también y se sentó a mi lado tomando mi mano.
-¿Pasa algo?- preguntó viendo a la otra y yo asentí.
-No puedo ver la tele si esta girafa desnutrida no se corre...
-¡COMO ME LLAMASTE!- me gritó y me levanté.
A mí no me gritas si yo no te grito antes.
-Jirafa desnutrida- repetí echándole un vistazo. -Mírate, tienes tanta hambre que vienes por mi hombre- alcé mi mano y peiné ese nido de Carancho que seguramente llama cabello
-Piérdete-
-Suficiente- Sanden me jaló de la mano y me llevó dando zancadas a la habitación.
Sí claro, ahora se hace el enojado pero bien que esperó a ver que pasaba para intervenir, tenía el modo chusma activado.
Cerró la puerta detrás de mi espalda.
-No puedes tratar a las personas como se te antoje-me dijo y reí.
-¿Y tú sí? Tú la metiste aquí-pinché su pecho haciéndolo retroceder hacia la pared -Tú te acostaste con ella y tú no me dejas ir ¿Quién trata a las personas como quiere, tú o yo?-le dije furiosa.
-¡TÚ!- me gritó haciéndome dar un respingo -No me acosté con esa chica, Heyden la invitó porque ella se olvidó las llaves y el conserje no se encontraba-explicó y yo me dejé caer en la cama.
-Apaga la luz cuando salgas- le dije y él haciéndome la contra como siempre tomó mi mano y comenzó a jalar hasta sacarme de la cama.
-Te vas a ir a disculpar- declaró.
-No- lo enfrenté.
-Le faltaste el respeto y te vas a ir a disculpar- repitió viéndome a los ojos como si quisiera intimidarme.
-No le pediré disculpas- me crucé de brazos.
No le pediré disculpas a alguien que obtuvo mi departamento a través de engaños.
-Vas a ir y te disculparás o te devolveré al internado- amenazó y apreté los dientes conteniendo todas las maldiciones que quería decirle.
-Tú no harías eso- le dije sonriendo.
-No, pero si le digo a tu madre que estás aquí ella sí te llevará- se inclinó hacia mí oído y dejó un beso allí -Ve a portarte bien Babygirl.
Molesta le di la espalda y caminé hacia la puerta.
-Mi primer novio también me humillaba- susurré, entré a la sala y ella no estaba -¿Dónde está?- le pregunté a Alonso que seguía asustado y veía a los niños desde una esquina muy cercana a la puerta mientras aferraba el dinero de su billetera contra su pecho.
-Es afortunada y se fue- explicó y bufé, salí del estúpido departamento y fui a mi bebé de grandes paredes y baño rosa.
Golpeé la puerta y ella abrió, al verme la cerró pero yo puse mi lindo pie.
-¿Qué quieres?- me dijo molesta causándome gracia pero contuve la carcajada.
La observé y suspiré rendida, no quiero ir y comer manzanas.
-Vine a disculpar...¡Ese es mi labial Gucci!- grité al ver la tonalidad roja imposible de no reconocer que está usando.
-Era- me pateó el pie y me cerró la puerta.
Maldita perra.
-¡NI SIQUIERA TE FAVORECE!¡OJALÁ SE TE CAIGAN LOS LABIOS!- pateé la puerta y me regresé, golpeé en lo de Sanden hasta que Heyden me abrió y lo hice a un lado. -Necesito un trago y comida- le dije a Alonso.
Este se estaba atragantando con una pata de pollo la cual escondió cuando me vio.
-Es mía- se apresuró a decir y busque al insoportable tipo que hace que todo me salga mal.
-¿Dónde está el idiota?
-El primo Sanden está en su cuarto- respondió uno de los monstruitos cayéndome un poquito bien.
-Gracias, come una galleta...
-No hay galletas- dijo su gemelo enseñándome una bolsa vacía.
-Pues come la bolsa- le saqué la lengua, él me sacó la lengua y entre a la guarida de idiotas.
-Es una ladrona, me robó mis labiales, no tienes idea de lo que valen- le dije enojada y como no me respondió le presté un poco de atención a lo que estaba haciendo lo cual era estar echado en la cama con su celular.
-Sanden-no me hizo caso
-Sanden-insistí, sentía la vena de mi frente palpitar
-¡Sanden!- grité y me ignoró como si yo fuera la pared. -Me robó ¿No escuchas o qué?- caminé hacia él y me paré a su lado.
-No me interesa, Babygirl- respondió
-Te comportas como una malcriada y no te envié a pedirle disculpas para avergonzarte, te envié porque era lo correcto.
-Sí claro ¿Lo correcto es que me robe?¿Qué utilice mis posesiones más preciadas?
-Te compraré nuevos labiales- dijo sin apartar sus ojos de la tonta pantalla.
-No quiero nuevos, quiero
esos- le dije y cansada me tiré en la cama a su lado pero sin tocarlo. -Son míos ¿Qué pensarías de que un extraño se ponga tus calzones?
-Ningún extraño se pondrá mis calzones.
Sí, claro. Ahora cuando te duermas le digo a Alonso si quiere jugar a los disfraces y vamos a usar algún slip rojo tuyo para el disfraz de Superman.
-Yo decía lo mismo sobre mis labiales y mira lo que sucedió, las cosas no siempre salen como queremos- le dije recordando el internado y todo lo anterior a eso.
Se giró, apagó su celular, me abrazó la cintura y recargó su cabeza en mi hombro.
-Duerme y mañana vamos a una de esas tiendas coloridas.
-¿No estabas enojado?- traté de alejarme y él se enredó más a mí pasando su pierna por sobre la mía.
-Solo hasta que recordé que me llamaste "Tu hombre" y antes de eso dijiste que me amabas- me susurró al oído haciéndome cosquillas con su barba.
-Fue por el momento- me encogí de hombros.
-Hagamos como que te creo y durmamos, te extrañé mucho y que yo sepa nunca dormimos juntos.
-Yo duermo sobre las
personas- le dije tratando de incomodarlo.
-Yo amaré que duermas sobre mí- me susurró y alzó apoyando mi peso sobre el de su cuerpo, bajó sus manos a mi trasero, dejó que me acurruque contra su pecho y me besó la cien.
-Somos tóxicos- murmuré apunto de dormirme.
-No, nos amamos tanto que aunque nos peliemos por nuestras diferencias siempre terminamos juntos- murmuró y bostezó.
-Tu respuesta es re tóxica- le dije riendo y él se me unió.
-Entonces somos tan tóxicos que nos atraemos...
-Eso es con los opuestos- corregí.
-Somos tóxicos porque somos opuestos ¿Podrías dejar de contradecirme? Soy tu Daddy y sé más que tú.
Sí, claro.
-Lo que tú digas papi, ahora descansa que dentro de un rato te robo el slip.
-¿Qué?
-Nada, nada.
-Bri.
-Que nada ¿Quieres volver a pelear? Estoy lista para otro rawn.
-Basta o te follo.
-Bueno...fóllame.
-Babygirl duerme.
-Y por esa razón terminaré con telarañas allí abajo.
-Duerme- repitió y bufé.
-Okey, pero en cuanto despierte vamos y le robamos todo, me tengo que vengar.
-Brittany es tu departamento, las cosas que hay allí son tuyas- me recordó.
-Y por eso puedo tomarlas.
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