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21✧*|BDSM


CAPÍTULO 21=BDSM.

Me escabullí por la parte detrás del edificio que funcionaba como hotel y esperé a Sanden cerca de la entrada mientras él salía por la puerta principal y devolvía las llaves de la habitación.

Los primeros cinco minutos pasaron y por fin apareció, se bajó y en vez de abrirme la puerta del copiloto tomó mi mano y me llevó hacia el baúl del auto y lo abrió, me alzó en sus brazos y me metió dentro.

-¿Qué haces?- comencé a salir y él me volvió a meter.

-Si te ven sentada en el asiento de adelante no nos dejarán salir babygirl- se inclinó a darme un beso y susurró en mis labios
-Acuéstate, te abriré cuando lleguemos- me besó y poco a poco lo sentí como me iba haciendo acostar -Fisfruta de tu castigo.

Me cerró el baúl y se fue riendo.

-¡Sanden, abre el baúl ya mismo!- le grité golpeando el techo.

-Debiste pensarlo antes de dejarme por ese cura- se burló, de verdad lo está disfrutando.

-¡Maldito!¡Debí haberte puesto los cuernos, en serio!- le grité más enojada y pataleando esperando que se le avolle el techo.

-Babygirl harás que nos descubran- me retó y cuando arrancó el auto mis gritos fueron apagados por sus aceleradas que hacían imposible que alguien me oyera.

Me quedé quieta buscando con los ojos algo con lo que pegarle cuando me saque de aquí y encontré un destornillador con el que le podría picar el ojo, una rueda que le podría lanzar a la espalda para dejarlo como al jorobado de Notre Dame y una cajita envuelta en papel de regalo que rápidamente rompí para saber que había allí.

Tomé la nota con mi nombre y la leí.

-Te extrañé Babygirl- un poco el enojo se me pasó pero no del todo.

Hice a un lado la nota y le quité la tapa a la cajita arrojándola junto al papel colorido y me encontré con un rico chocolate.

Sonreí feliz y me lo comí.

Sí se acordó después de todo.

Ya estando más paciente esperé a que llegacemos a mi casa, conté por lo bajo hasta que me perdí y cuando al fin llegamos yo ya estaba medio dormida.

La tapa del baúl de abrió y Sanden estaba allí, viéndome con un brazo sosteniendo la tapa y con el otro estirado hacia mí para que lo tome.

-¿Estaba rico el chocolate?-me preguntó y me ayudó a bajar alzándome sólo con su brazo libre y sus fuertes músculos y me dejó en el piso.

-Sí, aunque no te perdono por haberme metido en un baúl- le saqué la lengua y me crucé de brazos dándole más efecto a mi actuación.

-Tendrás que hacerlo Bri- me rodeó con sus brazos e inclinó su cabeza sobre la mía.

-No lo haré Sanden-

-Oh sí que lo harás porque gracias a mí estás fuera de ese lugar de locos- se inclinó un poco más, su frente casi toca la mía.

-Sí pero sé que algo planeas-Se tensó completamente -No me sacarías de ese lugar tan fácilmente- saqué mi lengua y parándome de puntitas lamí su cuello -¿Qué quieres en realidad, Daddy?- subí mis manos a cada lado de su cara.
-¿Qué es lo que pasa por tu linda cabecita? Y no hablo de la de allá abajo.

Me sonrió de lado y subió su mano a uno de mis pechos.

-Quiero que entres a la casa y seas una buena babygirl-me dio un mísero piquito y puso cierta distancia entre los dos.

-No, ya enserio ¿Por qué me sacaste?- desconfío de esto, él no me sacaría sin antes hacerse pasar por un cura y poseerme con uno de esos traje de las monjas.

-Te traje a conocer a mis padres- tomó mi barbilla y me giró la cabeza hacia un lado.

No estábamos frente a nuestro edificio aunque la enorme mansión frente a mis ojos sí parece uno. Tiene columnas que sostienen la estructura, una piscina en forma de pene y en las enormes rejas de la entrada están las iniciales: BDSM.

-¿O esto es una broma o tus padres sí que están locos?- soltó una carcajada y me giré a verlo él sonreía viendo la casa -Esa entrada es una propuesta directa a que cualquiera traiga sus látigos y esposas.

-Tengo los míos- me guiñó un ojo y cerró su mano alrededor de mi muñeca empezando a arrastrarme hacia la casa.

-¿Sí? pues ni lo pienses, no tendré sexo contigo frente a tus padres, eres un rarito, tienes suerte de tener una gran...

-Mis padres nunca hicieron nada frente a mí- me cortó.

Mierda.

-Y por eso, como te decía tienes suerte de tener una gran y hermosa familia que te ama y te respeta- eso es Bri, finge que no ibas a decirle que tiene suerte de tener una gran polla sino ya te hubieras ido corriendo de su lado.

-Sí, claro. Te conozco Babygirl, sé cuándo me mientes, conozco todas tus expresiones- me guiñó otro ojo y apretó el botón para hablar por el interlocutor.

-¿Sandy eres tú mi bebé?-

Uy señora, no sabe cómo me alegró la noche.

Contuve la carcajada y alcé las cejas con diversión hacia él que me miró y rodó los ojos.

-Sí mamá ¿Nos puedes abrir?- soltó el botón y me tomó por el trasero besándome con brusquedad contra el interlocutor. -Si le dices algo a alguien de lo que ves a dentro no te dejaré salir nunca, ni siquiera a comprar ropa interior- me nalgueó y me arrastró dentro cuando las rejas enormes se abrieron.

-Espera, no tan rápido Daddy- apreté mi estómago y él se detuvo a verme con preocupación. Tomé dos bocanada de aire y le sonreí
-Listo, sigamos. Ya se me pasó el mareo.

Rodó los ojos y me guío hacia la puerta sin quitar su mano de mi trasero y cada cierta cantidad de pasos me apretaba una nalga.

-Debiste hablarme de ellos, ahora estoy en una encrucijada- le reproché.

-Tú sólo se obediente y te aceptarán o tendremos que esperar por más tiempo para casarnos- me dijo y se calló cuando un hombre alto de unos cuarenta y tantos con una figura de dios y un rostro atractivo nos abrió la puerta.

Santa cachucha, encontré un Sugar Daddy para Alonso.

Lo siento Reygi.

-Hola padre- Sanden estiró su mano y él hombre se la quedó viendo con seriedad, sin moverse.

Creí que nunca la tomaría y hasta incluso que la rechazaría pero luego abrió su boca y con una voz profunda y destilando sensualidad dijo:

-Quita esa mano y abraza a tu padre, niñito- le dijo sonriéndole y casi quitándome el aliento.

Hmmm señor, ya sé de dónde sacó su hijo lo atractivo. ¿Les puedo sacar una foto? No creo que vuelva a ver un espectáculo tan delicioso como este en toda mi vida.

El hombre le dio unas palmaditas en la espalda y se separó para girarse hacia mí viéndome con seriedad.

¿Hola? Soy Bri...

-Papá ella es mi novia, Britanny, Bri él es mi padr...

-Dime Star- dijo el hombre guiñándome el ojo y tomando mi mano, besándola. -No sabía que Sanden salía con bellezas tan exóticas.

¿Señor quiere ser mi nuevo Daddy?

-Papá...

-Hijo cuando una mujer es Bella hay que decírselo, en especial si es de este calibre- me sonrió con picardía, haciéndome creer que me iba a deborar y entrelazó nuestros brazos llevándome hacia el interior de la casa.
-¿Sanden te habló de...- se aclaró la garganta -Nuestros gustos?- preguntó haciéndome ruborizar.

-Sí- murmuré sin saber que más decir y esperando a que Sanden me salve.

-Estupendo- me sonrió y me soltó caminando hacia adelante dejándome atrás -¡Bright deja
de esconder los juguetes, ella lo sabe todo!- gritó y desapareció frente a un gran marco dorado con cortinas negras como si fuera la entrada a un club para adultos.

Sanden llegó a mi lado y volvió a tomar posesión de mi culo.

-Linda familia- me reí.

-Sí, pero si alguien te propone sexo tú dices que no.

-No dijiste que ellos nunca...frente a ti...

-No están solos.

Sólo alcancé a ver unas cuantas lámparas de araña y un par de cuadros antes de que me arrastrara hacia el marco dorado donde su padre desapareció.

-¿Quién más est...wow, wow. Amo tu casa y la libertad que se tomaron tus padres- murmuré asombrada.

Cada esquina cuenta con su propio caño para pole dance, el techo es alto y tiene un inmenso candelabros con cientos de diamantes colgando que iluminan por completo la sala.

Las paredes tienen telas y vitrinas decoradas con látigos, esposas, consoladores, fustas, dildos, cadenas, vendas para los ojos, antifases, pasamontañas, cubrebocas, maniquíes con ropa interior erótica como corsets y ligas...

-¿Tú vivías aquí?- le pregunté asombrada, no me sorprende que le guste este tipo de juegos.

-No en esta parte de la casa, mis padres y mi madre siempre me mantenían del otro lado, hay dos entradas principales- me explicó.

-¿Tus padres se llaman Star y Bright?- le pregunté curiosa.

-No, esos son sus nombres artísticos.- se rio por mi cara y me arrastró más hacia el centro de la enorme sala para que pueda apreciarlo todo a detalle -Nadie aquí aparte de mí te dirá su verdadero nombre, queremos que los secretos sigan en secreto.

-Está bien ¿Y cómo se llama tu otro padre?- le pregunté.

-Bright- repitió. -Mi madre se llama Sky.

Star, Bright y Sky.

Lindo, lindo e interesante. Qué rara familia.

-¿Cuál es tu apodo?- me giré a verlo y noté justo a tiempo antes de que se ponga serio su sorpresa.

-No tengo uno- me empujó contra la pared y metió su cabeza en mi cuello chupando mi piel
-Sólo dime Daddy...

-Hijo no acorralamos a las damas contra una pared.

Sanden soltó una risa ronca, dejó un beso en mi hombro y se volvió hacia otro hombre extremadamente bello.

-Lo sé padre, lo hacemos contra las mesas- no sé si se lo dijo en broma o de verdad pero logró su efecto, estoy caliente.

-Ven a darle un abrazo a este viejo, anda- le dijo y yo me quedé boquiabierta.

¿Viejo?¿Qué es eso señor?¿Tiene un espejo por aquí? Usted no es viejo, usted está re...

-¿Y tú qué esperas?- el hombre se dirigió a mí mirando serio
-Ven a abrazar a tu suegro ahora mismo señorita- ordenó, Sanden me vio pero no dijo nada y el hombre nos abrazó a ambos.

Mierda, esos músculos.

-Estoy feliz de que mi hijo te tenga Bri ¿Te molesta que te diga Bri? Él nos habla tanto de ti que ya te sentimos como de la
familia- me rodeó el hombro con su brazo e hizo lo mismo con Sanden del otro lado y nos llevó hacia una puerta dorada.

-Está bien, señor- susurré con mi voz siendo una vocecilla débil.

-Vamos, dime Bright- me miró para guiñarme un ojo y siguió adelante guiándonos a través de la puerta y dándome la respuesta sobre a que se refería Sanden con lo de que si me ofrecían sexo que no aceptara.

Tras esa pequeña puerta había un mundo realmente loco, esta casa es más alocada que la de los Adams, dudo que Morticea tuviera su propio espectáculo de sexo desenfrenado sobre un escenario frente a muchas mesas donde las personas lo disfrutan mientras comen.

-Mierda- susurré, el señor me sonrió y vio hacia donde yo miraba, él y Sanden parecían apenas notar que ese escenario estaba allí.

-¿Quieres unirteles?- me ofreció, tropecé y me sostuvo por las caderas evitando que caiga. -La próxima ronda comenzará en cinco minutos, si quieres lo podemos arreglar.

-Yo...- comencé a decir y callé sin saber que responderle pero para mi suerte Sanden respondió por mí.

-No, ella tiene prohibido estar con otro que no sea yo- quitó el brazo de su padre de su hombro y me apartó a mí también de él.
Entrelazó nuestras manos y se apresuró a llevarme hacia donde Bright antes nos estaba guiando.

-Hijo no quise ofenderte ni a tu novia, yo creí que ella y tú practicaban...

-Lo hacemos, pero en privado- apretó sus brazos sobre mí
-Nunca en público- le dijo con molestia y su padre asintió viendo hacia adelante.

-Creo que fuiste muy duro con él- susurré.

-Si no los paras desde un principio, te meten en su mundo. No eres la primer chica que traigo.

Eso fue peor que una bofetada.

-Dijiste que habías esperado por mí todo este tiempo- me solté de sus brazos.

-Lo hice Bri- se acercó -Fue antes de que supiera del testamento- me explicó pero aún así me molestó.

-¿Sólo estás conmigo por dinero, Sanden?- di que sí, estoy esperando eso desde tanto hace tiempo, deseo con fuerza no casarme.

-No, tengo mucho dinero. Estoy contigo porque que te amo y el contrato era perfecto para atraerte- me besó alzando mis manos sobre mi cabeza

-Estamos frente a todo el mundo- le recordé y las luces se apagaron.

Qué suerte la suya.

-La magia del club ocurre en secreto- me susurró al oído, lamiendo mi oreja.

-Sanden tus padres están aquí- luché para soltar mis manos y solté un jadeo cuando chupó la piel cerca de mi nuca.
-Por favor...

-Esa es mi babygirl- dejó caer mis manos -Pero si vuelves a llamarme Sanden ya no me importará, te dije que me digas Daddy. Repite y dilo, hazlo parte de ti, di Daddy.

-Daddy- susurré

-Dos veces más- ordenó.

-Lame mi trasero, no lo repetiré.

-Bien, como quieras. Bájate los pantalones.

-¡Daddy, Daddy!- me apresuré a gritar atrayendo la atención no deseada de un par de personas que estaban cerca -¿Por qué me haces pasar tanta vergüenza?- me quejé.

-No lo hago, sólo te estoy castigando porque te dije que te amo y no me dijiste nada- apretó mi culo y volvió a caminar, sus padres estaban esperándonos en una mesa sentados a cada lado de una hermosa mujer vestida con elegancia.

Al igual que los dos hombres ella era muy atractiva y destilaba sensualidad moviendo sus caderas al acercarse a nosotros.

-¡Sandy!- corrió con tacones alzando su falda para no pisarla y abrazó con fuerza a su hijo que la alzó en brazos y dió una vuelta con ella antes de dejarla en el piso con cuidado.

-Hola madre- tomó su mano y se la besó -Te ves encantadora.

Wow, es la primera vez que veo a Sanden siendo educado.

¿Dónde quedó lo de "obedece", te lo tragaste daddy?

-Oh cariño- la señora le apretó las mejillas y cuando menos me lo esperé me tomó la cara y comenzó a analizarme.

¿Señora, qué hace?

-Eres hermosa, Star dijo la verdad- sonrió soltando mis mejillas -Mi hijo hizo una buena elección.

¿Qué se supone que diga a eso señora?

-Gra...cias- tartamudeé.

-Venga, la fiesta acaba de empezar y ustedes necesitan cambiarse.

¿Cambiarnos? Estamos en un club en el que las personas tienen sexo en un escenario ¿Qué quiere decir con "cambiarnos"?

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