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Capítulo 3~Acosadora

El resto del día pasó enseguida. Los profesores presentaron sus asignaturas y nos recomendaron libros que podrían ayudarnos con el estudio, pero no empezaron a dar el temario todavía. Dijeron que nos dejaban "un día de descanso más" como gesto de buena voluntad.

— En realidad no hace falta que me enseñes nada de esto — dijo Camden cuando salimos de clase —. Pero te mentiría si te dijera que no me apetece hacer amigos.

— Puedes venir con Nora y conmigo a la zona deportiva — le ofrecí, a lo que la pelirroja, que estaba a mi lado, asintió —. Vamos a sentarnos en las gradas. Conrad y Demian van a hacer las pruebas para el equipo de fútbol de Lane.

— ¡Perfecto! — exclamó mientras nos acompañaba — Uno de mis hermanos también quería hacer las pruebas. Seguro que me lo encuentro allí.

— ¿Quién? ¿Nathan? — preguntó Nora con una notable curiosidad.

La miré levantando una ceja ante su repentino interés por el chico nuevo. Si no supiera que llevaba años enamorada de Jade habría jurado que aquel interés se veía sospechoso. ¿Pero qué iba a saber yo? Nora era bisexual, igual se había fijado en el vecino pero todos sabíamos de su enamoramiento por la rubia de ojos verdes.

«¿Y te sorprende que le interese Nathan? ¿Acaso eres ciega?»

— ¿Nathan socializando y haciendo deporte? — cuestionó el chico antes de soltar una carcajada — No, la verdad es que esas son las cosas que menos le gustan hacer. Además, no tiene mucho tiempo libre que digamos. El que se quiere unir es Theon.

Rodé los ojos al escuchar aquel nombre. Chulito, narcisista y ahora deportista. No me sorprendía, lo tenía todo para ser el popular del campus. Aún no sabía cuál de los tres era el que tenía un año más, pero habría apostado que era él también.

Resoplé, habría que lidiar con otro como Axel. Al menos esperaba que cuando se conocieran se odiaran el uno al otro, porque si los dos parecían insufribles por separado no me los imaginaba juntos.

Axel también iba a hacer las pruebas. Tragué saliva al recordar aquel dato.

— Con suerte Conrad, Demian y Theon entrarán y podremos venir a verlos más veces. Deberíamos crear un club de fans — propuso mi prima, a lo que Candem y yo reímos.

Al llegar al pequeño estadio y comprobar que habían muchos asientos vacíos, Nora nos informó de que se ausentaría para ir al baño rápidamente.

— Blair, quería disculparme por si dije algo que pudiera sentarte mal en la cafetería — dijo el chico cuando Nora desapareció —. Nora y Demian dijeron que no tenía que ver con nosotros pero está claro que te fuiste por algo que dije. Fuera lo que fuera, lo siento.

— Gracias Camden, pero Demian y Nora tenían razón — dije con un suspiro —. Es que...

— No tienes por qué contármelo si no quieres. Entiendo que no hay confianza ni mucho menos así que no te sientas presionada ni nada por el estilo, por favor.

— Gracias, pero te acabarías enterando igualmente. Este es un pueblo de chismosos — comenté, con una sonrisa triste —. El año pasado mi madre, Conrad y yo tuvimos un accidente de coche — le expliqué mientras veía a mi hermano estirar las piernas en el campo —. Conrad salió ileso porque iba detrás y yo me rompí algunos huesos, pero ya estoy mejor. Nuestra madre... no tuvo tanta suerte.

— Toma — dijo sacando un paquete de pañuelos de su mochila.

Los acepté con una sonrisa y me sequé las lágrimas que no sabía que había dejado escapar. Aquel era un tema difícil para mí y no me gustaba sacarlo. Mucho menos llorar frente a un desconocido, aunque no se veía como un mal chico.

No lo conocía de nada, pero lo poco que había dicho había sido amable. Obviamente no iba a confiar en él de primeras, pero sí le iba a dar el beneficio de la duda.

— Lo siento mucho — comentó al ver que yo no continuaba —. No es lo mismo para nada, pero no hace mucho nosotros perdimos a nuestra tía. Es la razón por la que vinimos a Lane, mi familia necesitaba un respiro. Estábamos muy unidos a ella, sobre todo Nathan — explicó con bastante pesar mientras agachaba la cabeza.

— Yo también lo siento — dije con sinceridad antes de atreverme a poner una mano en su espalda como intento de apoyo.

No, no era lo mismo, pero habían experimentado el dolor de la pérdida al igual que nosotros. Quizás por eso el idiota de su hermano se había comportado como... un idiota. No era excusa, pero podía entender que se desquiciara así. Igual debía darle una segunda oportunidad a Theon y hacer como que no me caía mal de primeras.

— ¿Se puede saber qué haces aquí, payasa?

Entrecerré los ojos al ver que se trataba de Melanie. Ni un día había pasado sin que ella se entrometiera en mi vida, ni uno. Iba acompañada de Bianca, quien no se dignaba a mirarme y mantenía la cabeza agachada con clara vergüenza.

— ¿Perdona? — saltó Camden — ¿Quién se supone que eres tú para hablar así?

— Oh, esto no va contigo, guapo — contestó la morena —. Blair, ya deja de arrastrarte, no va a volver contigo. Asume que consiguió algo mejor que tú.

— ¿Tanto te molesta ser su segundo plato que solo te dedicas a molestar? Tranquila, por mí te lo puedes quedar. No he venido a verle a él, sino a Conrad y a Demian — aseguré, dándole una ojeada al campo.

No me había dado cuenta de que el Innombrable ya había llegado, por lo que su secta de adoradores del diablo también estaban allí. Eso, por desgracia, incluía a quienes un día fueron mis amigas, Melanie y Bianca.

— ¿Y a quién le importa a quién hayas venido a ver?

— Al parecer, a ti — contestó Camden por mí, y señaló al entrenador —. Por mucho que estemos disfrutando de la presencia de una persona tan inteligente e interesante como tú, van a empezar, así que vete a molestar a otro lado — le espetó el chico, provocando la risa de las personas que habían estado escuchando a nuestro alrededor.

No pude aguantar una carcajada cuando las vimos marcharse, estando Melanie claramente enfadada. Nora llegó un segundo después y tras escuchar de mi parte lo que había pasado, se encargó de darle un poco de contexto al castaño.

— Melanie es la actual novia del ex de Blair, ese rubio de allí — dijo señalando al chico —. Le cuesta aceptar que Axel está con ella porque Blair le dejó a él, así que va diciendo que fue al revés. Claramente tiene miedo de que a ella le vuelva a interesar él, porque todos sabemos que no están juntos porque Blair tiene dignidad y no volvería con un infiel.

— A esos no se les da ni la hora — concluyó Camden —. Entonces me alegro de haber venido con vosotras. Además de estar en el lado correcto tengo chisme de primera mano. ¿Qué más se puede pedir?

Ambas nos reímos ante su comentario. Me alegraba haber encontrado a aquel chico el primer día. Estaba segura de que de ahí surgiría una bonita amistad.

◦ ⋆ ◦ ◦ ⋆ ◦

Cuando terminaron las pruebas todos fuimos a la parada del autobús, excepto los Reed. Ellos se fueron tal y como habían llegado, en el coche de Theon.

— ¡Espera, Camden! — dije llamando su atención antes de que se subiera al coche, bajo la atenta mirada de sus hermanos — Voy a hablar con mi padre sobre esa comida dentro de un rato. Dame tu número y luego te aviso de lo que me diga, para concretar fechas y eso.

— Me parece bien — comentó, buscando algo en su teléfono para después pasármelo con la aplicación de contactos abierta —. Mejor apúntate tú, que no me sé mi número.

— Vale pero deberías aprenderlo. Ya sabes, por si algún día el amor de tu vida te lo pide y te quedas sin batería o algo — bromeé, mientras apuntaba mi teléfono —. Aquí tienes. Escríbeme luego y te avisaré.

Después de eso nos subimos al autobús, rumbo a casa. Conrad me contó que los habían cogido a los tres, y que el Innombrable también había pasado las pruebas. No quería volver a cruzarme con él ni con Melanie, pero tampoco iba a dejar de apoyar a mi hermano. Tocaría comerse el orgullo. La de cosas que hacía por él.

Al llegar a casa aproveché que Conrad se iba a dar una ducha y que Nora se ponía a hablar por teléfono con tía Maeve para llamar a Mason. No quería que me escucharan, así que fui a mi cuarto y salí por la ventana para sentarme en el tejado mientras sonaban los pitidos.

— ¿Qué necesitas? — dijo la voz al otro lado del móvil.

— Hola hija, ¿qué tal el primer día de universidad? Yo estoy bien, ¿y tú? Sí, también te echo de menos y espero volver a casa pronto — dije con tono cansado, mientras me abrazaba las rodillas y miraba la luna.

Pasaron unos segundos hasta que recibí un suspiro como respuesta. Desde que nuestra madre nos había dejado, Mason se había vuelto un hombre frío conmigo. No parecía interesarle mucho mi vida, aunque a mí sí me interesaba la suya. Siempre que se iba de viaje de trabajo temía por él, pero me aguantaba y no le molestaba, porque sabía que aunque me quisiera no quería escuchar mi voz. Hasta mi voz le recordaba a ella.

— Lo siento, Adeline. ¿Estáis todos bien? ¿Ha pasado algo?

— Los vecinos, los de la casa nueva de enfrente, llegaron ayer. Nos han invitado a comer. A los tres — le expliqué —. ¿Cuándo vuelves?

— El sábado por la mañana llegaré a casa. Diles que comeremos con ellos el domingo y dile a tu hermano que necesito hablar con él — me ordenó con un tono autoritario.

— De acuerdo. Nos vemos el sábado. Te qui...

Escuchar que había colgado la llamada me cortó la palabra. Miré la foto que tenía puesta para sus llamadas, una en la que salíamos él, Conrad y yo y sonreí amargamente.

Levanté la cabeza hacia la luna y dejé caer esas lágrimas silenciosas que se acumulaban en mis ojos. Desde lo ocurrido siempre era igual y siempre esperaba que cambiara.

Recordaba aquellos días en los que los cuatro éramos felices y mi padre hacía todo lo posible por no tener que irse, no como ahora que hacía todo lo posible por no tener que quedarse. Deseaba con toda mi herida alma que todo aquello fuera un sueño, que yo estuviera en coma y al despertar estuviera mi madre sentada en una silla. Pero no lo era.

Me masajeé las sienes para dejar de llorar y miré la casa de los Reed. Todas las luces estaban encendidas, y las ventanas cubiertas con cortinas.

Fruncí el ceño al ver una figura en su azotea. Por la altura y la complexión supuse que sería uno de los hermanos Reed, aunque no supe identificar cuál. Me quedé observando, presa de la curiosidad, al desconocido. Se sentó en la barandilla y miró hacia abajo, parecía que...

— ¡Eh! — grité, llamando la atención del desconocido, quien levantó la cabeza y me saludó con la mano.

Nos quedamos mirándonos un momento antes de que él hiciera un saludo militar y se metiera dentro de la casa. ¿Qué acababa de pasar?

— ¡Addie, Conrad, me voy a casa! — gritó Nora.

Volví a mirar la casa de los Reed antes de entrar y bajar por las escaleras para encontrarme con mi prima en la puerta. No tenía que irse, sabía que podía quedarse con nosotros todo el tiempo que quisiera.

— Mamá me ha pedido que me quede un rato con Abigail. Ella tiene guardia en el hospital y papá tiene que ir a ver a los abuelos. Ya que estoy, me quedo allí esta noche. Nos vemos mañana en clase — dijo la pelirroja antes de abrazarme e irse.

— Nora tenía que cuidar a la enana — le dije a Conrad cuando asomó la cabeza por la puerta del baño —. Ah y Mason vuelve el sábado. Dice que necesita hablar contigo así que cuando puedas llámale — le pedí, a lo que él asintió —. ¿Cuándo vamos a ver a mamá?

— Si tengo que llamar a papá es mejor que vayamos mañana — dijo con un suspiro. Abrí la boca para quejarme, pero me paró —. No, no vas a ir tú sola. Es de noche y hay que caminar bastante. Adeline Blair Colby, ni se te ocurra rechistar.

Resoplé y le dejé terminar de arreglarse para hacerle caso a la notificación que había saltado en mi móvil.

Número desconocido

"Hey, soy Camden

¿Has hablado ya con tu padre?"

"Holaaa, sí

Dice que el domingo está bien para ir

Por cierto, ¿eras tú el que estaba en tu azotea?"

Tenía curiosidad, aunque sabía que no debía meterme en sus vidas. Me preguntaba qué hubiera pasado si no hubiera interrumpido a aquella figura.

Suspiré al ver que no me contestaba y me fui a hacer la cena para los dos mientras escuchaba a mi hermano hablar con Mason. No logré distinguir sus palabras pero por el tono de Conrad estaban discutiendo. Me distrajo el sonido de otra notificación.

Camden

"Mmmmm no, te lo habrás imaginado

Y deja de vigilarnos, acosadora"

Sonreí ante aquel último mensaje y fui en busca de mi hermano. Hacía un buen rato que había desaparecido del baño y me daba curiosidad saber de qué hablaban. Pegué mi oreja a la puerta de su cuarto y esperé, pero solo logré captar una frase.

— Dale las gracias a tu hermano, Theon.

¿Theon? ¿No se suponía que estaba hablando con Mason? Además, ¿desde cuándo tenían la confianza de llamarse el uno al otro? Sí se habían conocido ese día.

Escuché unos pasos y me aparté de la puerta. Salí corriendo en dirección a la cocina y, cuando llegué, me puse a mirar una de las sartenes.

«Muy bien Blair, examinando la suciedad. Casual»

— ¿Todo bien? — le pregunté a mi mellizo cuando llegó.

— Yo sí, pero ¿y tú? ¿Te ha afectado hablar con papá?

— Para nada — mentí — ¿Qué te ha dicho?

— Nada importante, no te preocupes. Que comeremos con los vecinos el domingo — contestó haciendo un gesto con la mano, restándole importancia.

Tras la cena me encerré en mi cuarto y me puse a escuchar música a la vez que leía el último libro que había comprado: Cumbres borrascosas. Me encantaba. Iba de la vida de un niño que era acogido por un hombre, que acababa enamorándose de la hija del señor.

Estaba leyendo un capítulo en el que Heathcliff se enteraba de que Catherine estaba embarazada cuando una notificación inesperada interrumpió mi lectura.

Número desconocido

"No deberías salir al tejado, acosadora"

No era Camden, a él lo había agregado ya, así que sería uno de sus hermanos. Pero, ¿cuál y por qué tenía mi número?

"¿Quién eres?"

◦ ⋆ ◦ ◦ ⋆ ◦

El resto de la semana pasó volando. Por arte de magia el viernes había llegado y con él el bendito descanso que merecía. O quizás no.

— ¿Vais a ir a la fiesta de Bianca? — nos preguntó Demian cuando salíamos de clase.

— ¿Va a dar una fiesta? — preguntó Nora sin entenderlo — ¿Desde cuándo es ella la sociable? ¿Es que Melanie no puede?

— Ni idea, pero deberíamos ir, chicas. Y tú, Camden, podrías traer a tus hermanos

— O no — susurré, entre dientes.

Valoré la opción de hacerme la enferma, de decir que mi padre llegaba al día siguiente y debía estar despierta o incluso de decir que estaba de bajón, lo que no era mentira, pero supe que me iban a obligar nada más miré a mi prima.

— Iremos. Podemos llevaros en coche si queréis — se ofreció Camden —. Pero para eso debéis fingir que os cae bien Theon. Todos — dijo acusándome con la mirada.

Suspiré y me limité a asentir. Con tal de no caminar durante veinte minutos podría fingir hasta que me gustaba.

Nos despedimos de Demian, pues se iba a entrenar, y nos dirigimos al aparcamiento. Al parecer Theon se había dejado la ropa de deporte en casa y debía volver para cogerla. Ya que estaban, Camden nos dijo que nos podían llevar a mí y a Nora. Ella aceptó por mí al escuchar que también iría Nathan, a lo que no pude evitar reír.

— Buenas tardes, chicos. Gracias por llevarnos, Theon — dijo mi prima cuando entramos en el coche.

Camden se sentó en el asiento del copiloto, mientras que yo quedé entre Nora y Nathan. Hasta sus nombres quedaban bien juntos.

— Sí, gracias — dije mirando a mi prima, quien sonrió complacida.

La pantalla de mi teléfono se iluminó súbitamente poco antes de que Theon arrancara el coche. La miré. Se trataba de un mensaje de aquel número desconocido que me había escrito el lunes, mas no había contestado mi pregunta acerca de su identidad.

"Tampoco deberías subirte en coches de desconocidos"

◦ ⋆ ◦ ◦ ⋆ ◦

Hola otra vez :)))

Tercer capítulo de la historia y esto va avanzando jeje

¿Quién será el número desconocido? ¿Quién estaba en la azotea?

Espero que os esté gustando lo que llevamos de momento. Nos leemos <3

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