Portada hecha por AnMaSaBo

San Valentín.

Día del amor... y de la amistad, aunque nadie le para a esa parte de la fecha. Todos quieren regalar chocolates, osos de peluche, dulces, regalos ultra caros, besos...

¿Y quién soy yo para no divertirme un poco?

Obviamente mi novio traerá una película romántica, buscaríamos cotufas, nos abrazaríamos, besaríamos... ¿Y quién sabe? Tal vez llegaríamos a algo más. Revisé mi celular y no vi ningún mensaje de él diciéndome buenos días, como siempre.

Tal vez está ocupado en el trabajo... no debo preocuparme.

Al rededor de las seis me arreglé y esperé a que el viniera como todos los días a las siete.

A las siete no llegó.

A las siete y media tampoco.

A las ocho menos.

A las nueve tampoco.

Cuando el reloj marca las diez, diez esqueletos se duermen otra vez... ok no.

A las once tampoco apareció.

¿Habrá pasado algo malo?

Saqué mi teléfono y le escribí.

Isabella
11:11 PM
Amor?
✔️✔️

Isabella
11:12 PM
¿Pasó algo?
✔️✔️

Isabella
11: 12 PM
¿Por que me dejas en visto?
✔️✔️

Isabella
11:13 PM
Iré a tú apartamento
✔️✔️

Guardé mi teléfono en mi bolsillo y fui por mi bolso, recogí las llaves de la casa y del carro y salí. Manejé hasta la casa de Jake para encontrar otro carro estacionado al frente. Fruncí el suelo, no es él carros de su madre, ni el de su padre, ni el de su hermano, ni el de su hermana.

Tal vez es de un amigo.

Me encogí de hombros y caminé hasta el porche donde luego toqué la puerta.

Nadie abrió.

Toqué el timbre.

Nadie abrió.

Saqué mis llaves y entré a su casa.

Cuando entré, la llave resbaló de mi mano y cayó al suelo. Ahí estaba el, besándose con una rubia oxigenada. Sin percatarse de mi presencia.

Los ojos se me aguaron y cuando la llave cayó al piso, él se separó de la rubia. Su rostro pasó de sorpresa a preocupación.

— Is... esto no es lo que parece — Dijo poniéndose  su camisa, que estaba tirada en el suelo junto al sostén y las bragas de la rubia.

— ¿Jake? ¿Por qué...

Mi voz se cortó, no pude seguir hablando. Jake trató de acercarse y abrazarme pero quité sus manos de un manotazo.

— ¡Aléjate de mi! ¡Había planeado todo para hace San Valentín perfecto! ¡Hasta había alquilado una película! ¡También es nuestro aniversario! — Le grité.

— ¿Tienes novia? — Dijo la rubia igual de furiosa y triste que yo.

— Yo... — Volteó hacia la rubia.

— ¡Cállate Jake! ¿Desde cuando me engañas? — Le pregunté.

— Cuatro meses — Dijo la rubia — Te engañó a ti y a mí.

— ¡Eres un maldito traidor! ¡Después de lo que mi familia ha hecho por ti!

— Isa... Karen yo...

— ¡CÁLLATE! — Le gritamos ambas al mismo tiempo.

Tomé el collar de mi cuello y lo arranqué para luego tirárselo en la cara. Molesta, subí a la habitación de él y saqué todas mis cosas de su armario. Busqué debajo de su cama MÍ dinero y bajé la escaleras con las cosas que supongo que son de la rubia Karen.

— Ten — Le dije a la rubia entregándole la ropa que encontré de ella — Y tú idiota, ten — Dije dándole una cachetada.

Salí hecha una furia de la casa y me monté en mi auto. Las lágrimas empezaron a caer por mis mejillas mientras manejaba. Todas esas veces que decía que me amaba eran mentira. Todas esas veces que me dio un regalo eran puras mentiras. Cada vez que le di el dinero necesario para ayudar a su pequeño hermano enfermo, sus agradecimientos eran mentira.

Al llegar a la casa entré y di un portazo a la puerta.

Subí a mi cuarto y busqué cada una de las sudaderas que me había dado y con una tijera y mis manos las hice pedazos.

Duele.

Duele mucho.

Supongo...

Que este es el San Valentín.

De los corazones rotos.