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Una mañana fría y por suerte tranquila en el reino de hielo, Mike se levantó bastante temprano para empezar a afilar las armas y reparar las que estaban rotas, sin embargo a medio trabajo llegó Claudia una de las jóvenes sirvientas quien le ofreció un té caliente por el frío, a lo que el siamés acepto

Mike: Gracias Clau, con este bajón de temperatura siento que en algún momento voy a amanecer como una paleta

Claudia: Ay no, por que no quiero perder a mi guardia favorito *diría con humor pero se notaba que si estaba preocupada porque algo así pase*

Mike: Jajaja, tranquila la armadura si nos ayuda un poco en el frío... Aunque preferiría un abrigo o algo

Claudia: Hmm... Bueno creo que tengo lo que necesitas

La oveja se retiró un momento y al volver tenía un suéter de lana tejido a mano, obvio era de su lana, pero ese gesto fue suficiente para el gato que no pudo evitar abrazarla con amor y decir...

Mike: ¡Gracias! ¡Gracias Claudia!... Te amo... *Lo diría a la par que entrelazó sus patas con las pesuñas de ella, sin embargo se daría cuenta unos minutos después y se separaría* ...¡Ah! Yo he lo.... Lo siento mucho... Me emocioné y-

Claudia: No, no, no, no te disculpes... Yo también te amo *lo tomo de las manos y volvieron a entrelazarlos* te amo mucho Mike

Mike: Ja... Yo también te amo

Sin más se darían un leve besito ya se gustaban desde antes pero jamás se lo habían dicho, así que ese era un comienzo

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