Un sentimiento

De ahogo

Nacía en tu pecho

Subiendo y arañando tu garganta,

Todo ardía, latigazos de llamas 

Dentro de aquel caparazón todo ardía

[Tu alma].

Y el fuego, 

Aquel naciente del ahogo, 

Se expandía

Hacía fuera;

Y solo querías ahogarte,

Zambullirte en ese mar

Aquel que prometía apagar aquella sensación.

Solo cerraste los ojos, 

Respiraste hondo una vez...

Por fuera ya no ardía. 

Dos veces...

El aire pasaba por tu garganta. 

Tres veces...

El ahogo se arropó en tu pecho,

Las lágrimas cantaron una canción de cuna

y aquella sensación se durmió.