Décimo día.
Finalmente,
Samy hundió a sus demonios.
Pero ellos se la llevaron.
De todas formas,
No tenías escapatoria
Te dejaste guiar por ellos.
Samy, por qué no aceptaste ayuda
En aquel tiempo.
Ahora, quizás,
Ellos serían los enterrados
Y no, ¿tú?.
Sabías que aquella voz,
Era la voz sobresaliente
De todos los demionos.
Ay, Samy.
¿Por qué?
¿Por qué te dejaste guiar
Por el sufrimiento?
Existía el camino
Para alejarte de ellos
Sin querer morir.
Solamente debías pedirla.
No ocultarte
Ni huir.
"Huir no soluciona nada, morir menos. Existe la ayuda, pídela".
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro