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Dato importante:
La relación entre dos chicas o dos chicos está completamente aceptado en este ámbito.

Por el contrario, una relación entre dos alfas o dos omegas no está para nada bien visto, por lo que muchas veces son perseguidos y eliminados.



Kasen.

-¡Fuera de aquí!- rugió hacia las personas que rodeaban a los omegas.

Estos rápidamente le dejaron un poco de espacio, comenzando a murmurar que solo intentaban ayudar.

-¡Fuera de aquí, maldita sea!- volvió a rugir- ¡Yo me ocuparé de ellos!

No tuvo que repetirlo una tercera vez.

-Kasen...- susurró Alaia- Mi hermano...- intentó pasarle al niño en sus brazos, pero éste no se dejaba, amenazando con llorar más fuerte si ello llegase a ocurrir- ¡No dejes que le pase nada, por favor!

Kasen cogió a la omega en brazos, tanteando con torpeza en sus propios bolsillos en un intento por tomar las llaves.

Cuando consiguió abrirla, ni siquiera se molestó en cerrarla una vez dentro.

-Venga, Aisha...- comentó intentando reprimir un gruñido- Coge la maldita llamada, por favor.

Al tercer toque, ésta lo hizo.

-¿Qué ha pasado, Kasen? ¿Estás bien?- inquirió Aisha con preocupación- Ya vamos para allá.

-¡No!- gritó- ¡No los traigas a todos, por favor!

-Kasen está bien, no...-

-Alaia estaba en el rellano cuando he llegado a casa...- comentó con histeria- A su hermano le pasa algo, no para de llorar y le cuesta mucho respirar, y Alaia...la omega...- se calló- Solo Samira y tú, por favor.

-Voy para allá, solo mi chica y yo, te lo prometo, no te preocupes- comentó Aisha con suavidad, intentando tranquilizarlo mínimente.

-No tardéis, por favor- murmuró Kasen, dando por finalizada la llamada.

¿Y ahora qué hago?
Pensó el lobo con histeria.

-¿Sabes qué le sucede? ¿Tiene fiebre? ¿Os ha sucedido algo? ¿Qué...-

-Él estaba perfectamente hasta esta mañana, Kasen- le cortó la omega- ¡Comenzó a quejarse poco después de que Alissa y Jared se marcharan de la manada!

El beta asintió, pasando sus manos por su cabello.

Nunca le había pasado algo como eso. Siempre mantenía la calma y el control en cada situación que se le presentaba.

Y estaba más que acostumbrado a enfrentarse a muchas debido a que debía lidiar con tres alfas y un omega en su grupo.

No sabía el motivo por el cual estaba actuando de esa forma justo cuando más lo necesitaban aquellos omegas.

-Mientras corría hacia aquí comenzó a llorar de esta forma y de vez en cuando se queda sin respiración- comentó la omega con tristeza- Ayúdanos, por favor.

-Sí, sí claro...- murmuró el beta, acurrucándolos con torpeza contra su propio cuerpo- No se me da bien cuidar de niños, lo siento...- inclinó su cabeza a un lado- Pero Aisha ya viene.

El olor de un beta no era tan fuerte cómo el que emanaba de un alfa u omega, pero era tan perfectamente válido como los otros.

(En el omegaverse, los betas no tienen ningún olor pero a mí  personalmente no me gusta eso, así que lo modifico)


¿Quién diría qué él acabaría perdiendo el control por la omega que detestaba?

Siempre tan terca, orgullosa, altanera.
Tan independiente, gritona, bruta, sobreprotectora con su hermano.

Tan vulnerable en este momento.
Pensó Kasen con rabia.

Recordaba perfectamente el día que la omega se unió a su manada con aquel bebé de pocos días nacido.

Finalmente consiguieron darle caza a sus padres, acabando con sus vidas por ir contra las propias leyes de la naturaleza.

La unión entre dos alfas o dos omegas no estaba bien visto, por lo que hacía mucho tiempo se había creado determinados grupos encargados de dar caza a aquellos que se atrevieran a hacerlo.

-¡Kasen!- gritó Aisha.

-¡En el salón!- gritó éste- Ella os ayudará, omega- Alaia asintió- Todo estará bien.

No pasó mucho tiempo cuando Aisha y Samira aparecieron en su campo de visión.

-¿Qué ha pasado, omega?- inquirió Aisha mientras se arrodillaba a un lado de Alaia- ¿Tienes idea de por qué tu hermano está así?

Ésta negó, intentando reprimir las lágrimas.

Siempre había intentado mantenerse fuerte a la vista de todos, por ella misma y, sobre todo, por su hermano pequeño.

Pero también sabía que una vez que todo hubiera terminado, todo acabaría estallando en su propia cara.

Su omega se volvería débil y dócil ante todos debido al estrés que estaba experimentando en ese momento.

-Después de que tú te fuiste, él se quejó un poco- comentó la omega- Fue momentáneo.

Aisha asintió, instándola a continuar.

-Volvió a quejarse cuando tus padres también se marcharon de la manada- continuó- Entonces comenzó a ponerse realmente mal por lo que decidí venir aquí para pediros ayuda pero...- comenzó a sollozar- ¡He tardado demasiado porque no podía transformarme, te juro que intenté correr lo más rápido que pude en esta forma pero...-

Kasen siseó un shhh, apretándola más contra sí mismo.

-No te preocupes, Alaia- comentó Aisha mientras se colocaba de pie con brusquedad- Sé que le pasa, déjamelo.

-Llorará más fuerte y se pondrá peor- comentó la omega de forma atropellada.

-Confía en mí, omega- insistió Aisha.

Alai acabó obedeciendo, pese a no estar muy segura de aquello.

El omega intentó aferrarse a su hermana todo lo que pudo, pero acabo siendo separado de ella igualmente.

-Cógelo tú, mi amor- murmuró hacia Samira- Por favor, hazlo- suplicó- Te explicaré que está pasando después, cariño.

Samira obedeció, tomando al pequeño omega entre sus brazos con rapidez, quien, dejándose llevar por su instinto, se acurrucó más contra ella.

El lugar retomó la tranquilidad nuevamente, ya que el llanto del niño desapareció casi instantes después.

-El llamado no era solo para mí, después de todo- gruñó Aisha- Ven aquí, mi amor.

Tomó a Samira en brazos, sentándose al lado de Kasen y sentando a la pelirroja sobre sus piernas con el pequeño omega todavía acurrucado en ella.

-Esto es muy jodido- murmuró Kasen mirando de reojo a Aisha.

-Demasiado- gruñó con molestia.

-Mi hermanito...- murmuró Alaia, tapando rápidamente su boca cuando un pequeño gimoteo amenazaba con salir de ésta.

-Ya se le ha pasado todo, omega- comentó Kasen con suavidad- Me la llevo, Aisha.

La loba asintió en acuerdo.

-¿Esa omega estará bien?- inquirió Samira con preocupación.

Su estado de ánimo había cambiado radicalmente, dejando paso a la tristeza que estaba sintiendo en ese momento, al haber observado como Kasen se la llevaba mientras ésta se aferraba con más fuerza a él, emitiendo pequeños gimoteos acompañados del nombre del beta.

-Estará muy bien, mi amor- respondió Aisha con una pequeña sonrisa- Mañana Kasen seguirá fingiendo que jamás ha sentido nada por esa omega, y ella seguirá fingiendo que puede sola contra el mundo.

Tal para cual.
Pensó la loba con gracia.

-¿Y por qué este niño se ha calmado conmigo?- inquirió arullándolo con ternura- Es un omega, ¿verdad?- Aisha asintió.

-Eso es porque nuestro bebé se ha adelantado a los acontecimientos futuros y ha encontrado a su omega, mi amor- comentó la loba con una pequeña risita- Nuestro bebé se sentirá muy agradecido contigo, ya que has sido tú quien le ha ahorrado la temida búsqueda de su amor verdadero- le guiñó un ojo, juguetona.

Espera...¿qué?
Pensó Samira, incrédula.

Estamos en la recta final, mis amores.
No sé cuántos capítulos más faltaran para el final, pero en mi mente no son muchos.

Por lo que a partir de ahora me relajaré un poco y me dedicaré a publicar los capítulos de forma más lenta, debido a que quiero un buen final.

Os lo comunico porque no quiero que penséis que os he dejado abandonados 🙈

Nos leemos pronto ♥

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