Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

22


Sean.

-Estoy más que suspenso- refunfuñó, golpeando con algo de fuerza el hombro de su mejor amigo- ¡Y todo por tu maldita culpa, ¿a quién se le ocurre preguntarme cuando el profesor está mirando?!

-¡Que alguien me ayude, me está golpeando!- chilló su mejor amigo- Gracias, me conmueve el hecho de que os matéis entre vosotros para venir a ayudarme...- refunfuñó con dramatismo cuando llegó hasta su grupo de amigos- Os amo.

Los demás lo ignoraron, centrados en su propio drama.

-¿Qué os pasa?- inquirió Sean mientras echaba un vistazo a su alrededor- ¿Qué le pasa a toda esta gente?

Muchos alumnos se encontraban fuera de la universidad, justo como ellos, reunidos en pequeños grupos siendo poco disimulados con sus cuchicheos.

Sean pensó que se debía al examen del cual habían salido hace relativamente poco tiempo, pero desechó la idea cuando sus amigos también actuaban de igual forma.

Ellos jamás perdían su tiempo en debatir las respuestas de sus exámenes.

Simplemente hacían como si nunca hubieran salido de uno.

-Allí- susurró uno de sus amigos, haciéndole un gesto poco disimulado con su cabeza- Hay un lobo.

No, por favor.
Que sea Kasen, Anibal o Cai...
Pensó Sean mientras dirigía su mirada hacia donde su amigo estaba señalando.

-Ahora vengo- espetó a regañadientes, comenzando a caminar hacia el lobo- ¿Qué haces aquí?

Abel sonrió con burla.

-¿Ese es tu saludo? ¿Ni dos besos ni nada?- inquirió para fastidiarlo- Tuve que aprender vuestras costumbres para algo, y me jode no ponerlas en práctica.

-¿Qué haces aquí, Abel?- insistió Sean con fastidio- Pensé que íbamos a ignorarnos.

-Tranquilo, fiera- continuó el lobo, riéndose- La próxima vez que estés asustado por algo no vengas a mis brazos para ocultarte, eso solo hace que no me crea tu actitud de ahora.

Recordó el momento que se tiró en sus brazos nada más salir de aquella casa, de la cual había huido despavorido por culpa de cierta loba.

-Que te den, chucho- espetó con molestia, girándose para regresar con sus amigos.

Abel lo detuvo, tomándolo del brazo. Sonrió al escuchar como los cuchicheos, que él claramente podía oír, aumentaban.

-Solo quiero saber el número que tu hermana utiliza en sus zapatos- espetó el lobo ahora más serio.

Sean se giró nuevamente para encararlo.

-¿Y para qué lo necesitas?- inquirió, fingiendo desinterés.

-¿Me lo dirás o tendré que recurrir a Shania?- Sean negó rotundamente- Genial, gracias por nada.

-No te lo diré si no me dices para que quieres saberlo- insistió Sean.

-¿Qué daño podría hacerle a tu hermana sabiendo su número de pie?- inquirió el lobo con diversión- ¿Comprarle unos zapatos que no sean de su talla para no pueda ponérselos?

-Se lo diré a Aisha- refunfuñó el chico, cruzándose de brazos.

-¿El qué?-

-Que piensas hacerle un regalo a su chica- comentó Sean con obviedad- ¿Intentas conquistar a mi hermana?

El lobo comenzó a reír con fuerza, fastidiando aún más al chico frente a él.

Intentó contestarle, pero un par de chicas se acercaron a ellos, tomando como una oportunidad el buen humor del lobo.

-¡Que calladito lo tenías, Sean!- gritó una, pasando su brazos sobre los hombros del mencionado- No nos había dicho que conoce a hombres lobo...- finalizó mirando a Abel.

Su buen humor desapareció al instante, permaneciendo su mirada en el brazo que la chica no decidía apartar de Sean.

-¿Podemos tomarnos una foto contigo?- preguntó otra chica acercándose lentamente a él- ¡Por favor!

-No se te ocurra tocarme- gruñó Abel con advertencia, consiguiendo que la chica detuviera su descarado movimiento- Fuera de aquí, no voy a tomarme ninguna foto.

-Bien, tampoco es como si una foto contigo valiera la pena...- refunfuñó la otra chica, apartando el brazo de Sean- Búscate mejores amistades, nene.

Su amiga la siguió, no sin antes estirar su mano, tocando brevemente al lobo. Se marchó de allí dándole una mirada de te he tocado, ¿y ahora qué harás?

-¿Estás bien?- inquirió Sean con nerviosismo, observando como el lobo seguía con su mirada a la chica- Vamos, Abel...- murmuró- Solo ha sido un pequeño roce.

-Nosotros odiamos que alguien que no sea nuestra pareja nos toque, y solo toleramos el contacto de personas cercanas a nosotros...- gruñó mientras señalaba a la chica- Y esa humana no es nada de lo anterior.

Sin importarle estar frente a un montón de curiosos, o dejar su ropa rasgada allí mismo, se transformó en lobo y salió a correr.

Intentó burlarse del lobo, pero incluso el pensamiento de que estaba siendo dramático y exagerado no le hacía sentir mejor.

No le hacía desaparecer el malestar que le había entrado de pronto.

-¡Tú me la vas a pagar en los entrenamientos!- gritó Sean señalando a la chica que había tocado al lobo.

Sin más, salió a correr hacia la dirección que, creía, quedaba la casa del lobo.

Y la chica quedó un tanto asustada, sabiendo que si ese ese chico quería joderla, entonces estaba más que muerta.

Sean estudiaba educación física, persiguiendo su sueño de dedicarse a esa profesión en un futuro.

Amaba y se desvivía por el deporte, por lo que no era nada raro para sus compañeros ver que el entrenador siempre le asignaba como uno de los capitanes del equipo.

Sí, definitivamente la chica estará jodida.
Pensó Sean con enfado, mientras aumentaba su velocidad.

No le habría costado mucho llegar si no se hubiera perdido pero, en su defensa, solo había estado en aquella casa una sola vez.

-Sean...- murmuró Cai, sorprendido- ¿Qué estás haciendo aquí?

-He golpeado tres puertas antes de acertar con la vuestra- refunfuñó- ¿Abel está aquí?

Cai asintió enérgicamente, mirando hacia el pasillo.

-Espérate aquí, ¿vale?- ordenó con suavidad- Iré a preguntarle a Kasen o Anibal si puedes pasar.

Sean frunció el ceño, un tanto indignado por aquella orden, pero acabó cediendo a regañadientes.

¿Por qué debo esperar aquí fuera? ¿Tanto se ha enfadado el estúpido lobo como para no dejarme entrar en su casa?
Pensó con amargura.

-Hola, Sean- comentó Kasen con amabilidad, dejándolo pasar- Perdona al omega, pero está un poquito nervioso por la situación.

-¿Abel te ha contado lo que ha pasado?- Kasen negó con una sonrisa amable.

-¿Tiene que ver contigo?- inquirió el beta con suavidad- Ha llegado y se ha encerrado en su habitación, y tampoco me deja pasar.

-Es un exagerado, Kasen- refunfuñó él como un niño pequeño- Ha estado en mi universidad para preguntarme sobre mi hermana, y una chica lo ha tocado un poco.

Anibal refunfuñó algo por lo bajo, tomando de la mano al omega.

-Me lo llevo de aquí...- espetó el lobo arrastrando a Cai hacia la puerta- Intentaré contactar con la estúpida loba calenturienta mientras lo llevo a un lugar seguro.

Kasen asintió, intentando guardar el reproche hacia Anibal.

-Eso te pasa por abrazar a quien no debes, señor perfume andante- objetó sin poder contenerse más- Ahora llévate a Cai de aquí, yo me ocupo de Abel.

El beta no tuvo que repetirlo dos veces.

-¿Puedo verlo?- preguntó Sean, intentando avanzar por el pasillo.

-No...- lo detuvo el beta- Lo siento, pero gracias a lo que me has contado todo ha cobrado sentido para nosotros.

Sean lo miró, pidiéndole una explicación más completa.

-Es un tema delicado, Sean...- prosiguió el beta- Pero el que esa chica lo haya tocado, y el enfado que está sintiendo, ha provocado que su celo se adelante.

-Oh, mierda...- susurró Sean, incrédulo- Bueno pero él me dijo...- intentó por todos los medios no sonrojarse, pero acabó fallando.

Suspiró fuertemente, recordando la primera vez que se conocieron.

-¿Si, Sean?- insistió el beta.

-Él me gritó que era suyo, literalmente- murmuró avergonzado- Ni siquera fue un poquito delicado, ¡me estampó contra un coche para acorralarme!- chilló- Pero ese no es el asunto, ¿yo puedo ayudarlo en algo?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro