
20
S&S acaba de subir un vídeo.
Aisha sonrió complacida, abriendo con rapidez el link que la llevaba directa al cielo, según ella.
Había pasado tres días desde su regreso al infierno humano, como ella solía llamarlo.
Después de la mejor noche de su vida, su celo remitió. Su pobre pelirroja pensó que seguirían con sus vacaciones previstas, pero Aisha sabía que no podían quedarse allí después de lo sucedido.
Quería contarle sobre su mundo, sus costumbres, pero no se atrevió a hacerlo.
Sabía que si lo hacía, Samira probablemente se sentiría usada para un momento crítico, como lo fue su celo, y no querría saber nada más de la loba.
Así que tomaron una rápida ducha, y se marcharon de allí sin despedirse de nadie.
Samira se preocupó por esa repentina huida, pero consiguió aliviarla un poco con la llegada, unas horas más tarde, de los demás.
Todo seguía igual, excepto por el hecho de que ahora había otro omega rondando por la ciudad humana.
El omega de Shania.
-Preparárate conmigo para una cita- leyó en un bajo susurro el título- Esto será interesante- emitió una pequeña risita malévola.
-Muy interesante- concordó Abel, sentándose a su lado, pasando su brazo por encima de los hombros de la loba- Yo que tú prestaría mucha atención a este vídeo.
Aisha emitió un pequeño gruñido, apartando bruscamente el brazo del lobo.
-Menuda arisca- refunfuñó Abel ofendido- Pero luego bien que te dejas toquetear por la pelirroja, eh.
La loba tuvo que pausar el vídeo, y reiniciarlo otra vez.
-Espero, por tu bien, que pueda ver el vídeo sin tener que reiniciarlo otra vez- espetó ella con advertencia- Lárgate.
Abel la ignoró, iniciando él mismo el vídeo. Pronto se escuchó el característico saludo de la pelirroja, junto al pequeño ruidito que tanto amaba la loba.
-Deja de mirarme así, solo quiero ayudarte antes de que siquiera puedas meter la pata- le reprochó Abel al percatarse que la loba no dejaba de mirarlo.
Aisha se dio por vencida, regresando la vista a la pantalla del teléfono.
Sonrió con suficiencia al reconocer la camiseta que Samira estaba usando.
-¿Esa no es tu...-
-Lo es- espetó la loba con orgullo- Lástima que ya no tenga mi olor, pero eso puedo solucionarlo esta noche.
Intentó reprimir un gruñido, pero acabó fracansando estrepitosamente.
-Primero céntrate en el comienzo de la cita, alfa calenturienta- comentó Abel entre risas- ¿Dónde piensas llevarla?
-Ella dijo algo sobre cine- Abel negó con rapidez- ¿Por qué no puedo llevarla al cine?
-¡Porque no puedes!- gritó Abel con fastidio- ¡Eso es poco original, Aisha!
Kasen entró en el salón gritando un perfecto ¡estoy de acuerdo con él!
-Si realizara una encuesta sobre el lugar de una primera cita, el cine ganaría sin duda- insistió Kasen- Me niego a que la lleves ahí en una primera cita.
Aisha gruñó con fastidio, pausando nuevamente el vídeo de la pelirroja.
-¿Y qué hago si ella quiere cine?- inquirió con molestia- ¡Si así lo desea no tiene nada de malo!
-Samira solo estaba haciéndote un favor- refunfuñó Kasen- Ella debe intuir que eres un asco en esto del coqueteo, solo estaba tratando de ayudarte.
Abel asintió, en acuerdo.
-Tienes que sorprenderla- insistió Abel- ¿Qué le gusta?
-Patinar sobre hielo- comentó sin pensarlo.
A su mente regresó el vídeo en el que ella mencionaba lo mucho que lo amaba y extrañaba, y también recordó la rabia que le había entrado a la loba al observar la cara de tristeza que tenía mientras hablala de ello en su infancia.
-¡Eso es perfecto!- chillaron ambos lobos con emoción- ¡Ya lo tenemos!- chocaron sus puños.
-¿Y de dónde pensáis sacar una pista de hielo?- inquirió Cai, uniéndose a la pequeña reunión.
-El lago- respondió Aisha con rapidez- ¡El maldito lago!- gritó, uniéndose a la emoción de aquel par- ¿Creéis que Blanca esté dispuesta a utilizar su magia para congelarlo?
-¡Yo me encargo!- gritó Abel saliendo a correr fuera del salón.
-Yo prepararé una especie de cena- comentó Kasen- Y para tus planes finales puedes utilizar la casa secundaria, no habrá nadie allí porque tu madre acaba de pasar su celo.
-¿Piensas llevarla a la manada otra vez?- inquirió Cai, incrédulo- ¿Estás loca?
-Evitaré tomar el coche- respondió la loba- Me convertiré desde el principio y eso nos ahorrará tiempo...- hizo una pausa, pensativa- Puedo llevarla allí en cuarenta minutos.
Cai suspiró con algo de dramatismo, pero acabó siguiendo al beta hacia la cocina para participar en el plan.
Aisha se acomodó mejor, reiniciando el vídeo por tercera vez, rezando mentalmente para poder observar a su pelirroja sin más interrupciones.
Por supuesto que no fue así.
Anibal abrió la puerta principal con brusquedad, anunciando su llegada. Había perdido una pequeña lucha de flexiones, rindiéndose el primero, y por ello tuvo que ir a comprar las provisiones.
-Tienes que ayudarme...- comentó el lobo, completamente histérico, avanzando hacia ella con rapidez- ¿Dónde está tu hermano?
-En la cocina con Kasen- respondió la loba, arrugando su nariz- ¿Y ese olor tan desagradable?
Anibal la ignoró, lanzándose sobre ella, provocando que la loba soltara el móvil.
-¡¿Qué estás haciendo, puto loco?!- gritó Aisha apartándolo con rapidez.
-¡Necesito tu olor, rápido!- chilló Anibal, abrazándola- ¡Un chico me ha hecho el lío en la sección de perfumería y me ha perfumado con todo lo que ha podido, y más!
Aisha comprendió el motivo por el cual Anibal estaba tan asustado.
-¡Tu hermano es capaz de pensar que me he acostado con tantas personas como perfume llevo encima!- chilló despavorido, abrazándola con más fuerza.
-¡Que puto asco, suéltame!- gritó Aisha, proporcionándole un fuerte golpe en el abdomen.
Éste la soltó con rapidez, sosteniendo el lugar golpeado, como si eso realmente fuera a calmarle el dolor, mientras intentaba respirar.
-¿Qué está pasando aquí?- preguntó Kasen con diversión, apareciendo en el salón junto al omega.
-¿Qué es ese olor?- inquirió Cai tapando su nariz y su boca para intentar contener una arcada- ¿Qué habéis hecho para oler así?
Anibal suspiró, aliviado.
Se echó a reír, feliz por las palabras del omega. Lo había conseguido, al menos en parte.
No había conseguido oler como Aisha para hacer desaparecer aquel cóctel de perfume, pero había logrado traspasarlo a la loba y eso lograría que el omega no perdiera la cabeza.
-No iré de compras nunca más- refunfuñó Anibal, incorporándose lentamente- Me hicieron el lío, y terminé comprando un perfume para probarlo, pero tu hermana ha intentado quedárselo, Cai.
Kasen tapó su boca en un vano intento para contener sus carcajadas.
Supo que el lobo estaba mintiendo con solo ver la cara de repugnancia que tenía la loba mientras olfateaba su propia camiseta.
-Alfa mala- le reprendió Cai- Quiero esa cosa, la tiraré.
-Pero omega, lo compré par...- Cai le cortó, extendiendo su mano para recibir el frasco.
-Huele fatal- refunfuñó Cai- Ninguno de los dos os pondréis esa cosa encima, dámelo y lo tiraré.
Anibal miró a Aisha, pidiéndole su ayuda y ésta le regaló una mirada de puro odio.
-Lo he tirado por la ventana, omega- espetó Aisha con molestia- No tienes que preocuparte por nada, si no lo puedo tener yo, él tampoco lo tendrá.
Cai asintió, satisfecho.
Regresó a la cocina, siendo perseguido por un beta ahogado en lágrimas causadas por la risa.
-Gracias, Aisha- comentó Anibal con sinceridad- Te debo una.
-¿Una?- inquirió ella, emitiendo un bajo gruñido- ¡Me debes cinco por lo menos, verás tú ahora para quitarme esta mierda apestosa!
Salió del salón echa una furia, olvidándose por completo del vídeo de su pelirroja.
Prácticamente se metió de cabeza en la ducha, y no salió de allí hasta treinta minutos más tarde.
Se vistió con rapidez, y salió de su cuarto como alma que lleva el diablo.
-¡¿Te vas?!- gritó Abel, persiguiéndola- ¡Estamos preparando tu cita!
Aisha lo ignoró, tomando con brusquedad su móvil del suelo.
-Todavía tengo este puto olor del imbécil que tengo delante- gruñó con enfado, señalando a Anibal- Necesito ver a Samira ahora.
Abel susurró un oh.
-Está bien, yo me encargo de preparar la cita- comentó Anibal- Un favor por otro favor.
Aisha lo ignoró, saliendo con rapidez de la casa, intentando no chocar contra nada mientras tecleaba con rapidez en su móvil.
Tómate una pastilla cuanto antes bebé, ha sucedido una cosa realmente mala y necesito tu ayuda, por favor.
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