Charla
Espero que les guste~
Nota: Si tienen alguna idea, no duden en dejarlas ^_^
-Dime...- esta nervioso, no hay manera de negarlo. -...¿Puedo llamarte Lady o debo llamar LBD?- preguntó por respeto, sin querer ofenderla.
-Puedes llamarme como quieras, sucesor- contesto, mostrando una suave sonrisa, divertida ante la pregunta.
-Entonces, Lady...- golpeó suavemente la superficie de la taza con su dedo, dándole un sorbo para poder tener un segundo más para pensar. -...¿Cuál es el peligro?- estaba preocupado porque si algo se acerca, deberá enfrentarlo y vencer para salvar al mundo. Ya está sudando de sólo pensarlo.
-El príncipe del fuego- contestó de inmediato.
-¿Te refieres a Red Son?- enarco una ceja, era el único que conocía que podía entrar en esa descripción. -Sé que tiene mal carácter y...es explosivo...- hizo una mueca, recordando sus encuentros anteriores con el pelirrojo, sus gritos resonando en su mente. -...pero...¿Ser un problema para el universo? Eso suena como...demasiado- hizo un gesto. Red Son no parecía el tipo de demonio que quería dominar el mundo entero, mucho menos destruirlo, solo parecía el tipo de ser que hacia todo por diversión o para hacer sentir a sus padres orgullosos de sus logros.
-Es...complicado- ella hizo una mueca, pensativa, intentando encontrar las palabras para expresarse. -No es específicamente él pero tiene algo que ver- se mordió el labio inferior. -Sucedió hace mucho tiempo atrás...- se firmaron unas pequeñas figuras de niebla, que se movían a medida que ella hablaba, actuando su relato. -...la noticia de que Bull Demon King y su esposa iban a tener un hijo corría entre los demonios...pero cuando nació, algo más vino con él. Una llama ardiente y segadora en lo más profundo del interior de su pequeño cuerpo, haciéndose más grande y fuerte con cada segundo que pasaba hasta que se volvió incontrolable, rodeando el cuerpo del bebé y quemando a todo aquel que intentaba acercarse. Era inestable, como una bomba del tiempo ha punto de estallar en cualquier momento, y poderoso...hasta el punto de empezar a lastimar a su portador- MK la escucho, atento, viendo las pequeñas figuras que le mostraban la historia. -Bull Demon King decidió que necesitaba detenerlo y llamó a un grupo en particular, conocido por sus hazañas a la hora de enfrentar problemas y demonios-
-¿Monkey King?- jadeo cuando la figuro formó a un mono muy familiar, el bastón y la nube en la que estaba sentado haciendo más fácil de reconocer.
-El y su grupo decidieron ayudar, el monje encontrando un hechizo para poder extraer ese poder del bebé- continuo luego de asentir ligeramente. -El poder peleó con todo lo que tenía pero lograron extraerlo, dividiéndolo en tres anillos para poder distribuir su poder y separando estos todo lo posible para poder esconderlos-
-Supongo que alguien encontró los anillos, ¿no?- nunca había escuchado esa historia y eso que decía conocer todas las historias de su ídolo pero supuso que no todo se escribía.
-No exactamente- hizo un gesto, luciendo incomoda. -Lo llamaron "Samadhi Fire", poderoso y ardiente pero nadie sabía que tenía conciencia, no hasta que fue demasiado tarde- negó, MK jadeando ¿Un poder con conciencia? ¿Eso era posible? -En algún momento, creo que algún humano encontró uno de los anillos y la llama se apoderó por completo de su cuerpo, nublado su mente para que no pudiera resistirse y usándolo como su marioneta, haciéndose más fuerte con cada día pero destruyendo el cuerpo en el que estaba- el menor hizo una mueca, eso no sonaba bien. -Lo último que supe es que logró encontrar el tercer anillo hace un par de meses y sé que viene hacia aquí...- los ojos rojos se enfocaron en los oscuros, sería. -...porque hay un cuarto anillo del que nadie habla, uno que se escondió dentro del cuerpo de uno de los que ayudaron a extraerlo, uno que se paso de generación en generación a pesar de que nadie en su familia lo sabía-
-¿El monje? ¿Monkey King?- estaba ansioso, la pausa ajena siendo tensa y dejándolo al borde de su asiento. Si ese era el punto, significaba que su maestro y su amigo estaban en problemas.
-...el dragón...- y su expresión se relajo, al mismo tiempo que el horror se dibujaba en el rostro del menor.
-...Mei-Mei...- oh por todos los cielos, un poder con conciencia venia por su amiga, venía para hacerle daño a su mejor amiga, venía para arrancarle de quien sabe que manera ese anillo. -Viene por Mei- apoyo su espalda en el respaldo del sillón, tapando su boca con alarma y espanto. Podía sentir que estaba temblando.
-No sólo eso- MK la miró de reojo, ¿las cosas podían empeorar? -Viene a buscar un nuevo cuerpo y hasta el momento, solo pude ver que hay dos seres capaces de soportar un poder tan ardiente como la llama del Samadhi Fire-
-Mei y Red Son- una descendiente de dragones y el otro el portador original. Por todos los cielos, la cosa solo empeoraba.
-Me temo que si- asintió suavemente.
-¿Qué puedo hacer?- la miro, ansioso de poder ayudar porque si lo que ella decía era cierto, su amiga, su rival y toda la ciudad estarían en peligro.
-No tengo un plan aún pero lo primero, sería esconder lo que busca...- contestó, aliviada por la pregunta. Él iba a ayudarla. -...el anillo-
-¿Se lo puedes sacar?- preguntó, preocupado.
-Por supuesto...- asintió. -...y no te preocupes, ni siquiera lo sentirá o notará que algo pasó, puedo hacerlo lo más pronto posible...- contestó. -...pero el problema sería como derrotar a algo tan fuerte como el Samadhi Fire-
-Tienes poderes de hielo- señaló.
-No soy rival, he peleado antes y casi me mata- se frotó el brazo, recordando el dolor de ser quemada viva. Había tardado mucho en recuperarse, siendo cuidada por el Mayor en todo momento porque no podía moverse por cuenta propia, no sin estar en agonía. Fue horrible y no quería volver a pasar por eso.
-Oh...- se sintió mal por ella, pudiendo ver el dolor de los recuerdos en sus ojos. Debió haber sido muy malo. -¿Y qué hay de mí?- se le ocurrió una idea de repente, una muy mala y loca idea. -Tengo los poderes de Monkey King. Si podemos romper el sello...- se llevo una mano al pecho, donde sabia que estaba el sello que limitaba sus poderes. -...y encontrar una manera en la que me prestes tus poderes de hielo...- la señaló. -...quizás pueda ser suficiente para luchar-
-Podría funcionar, estoy segura de que debe haber un hechizo que nos ayude...- murmuró, pensativa, aunque eso no evitó que mirara al chico con preocupación. El chico se estaba ofreciendo con demasiada facilidad, luciendo dispuesto a sacrificarse. Eso no le gustaba. -...pero...¿Estás seguro de esto? Yo...estoy preocupada por el daño que eso puede hacerte, eres un mortal- confesó, sincera. Tanto poder en un cuerpo tan pequeño y mortal, no podía ser seguro, podía nublar su mente y crear un problema mayor o destruir una parte de él y dejarlo como un cascaron vacío de lo que alguna vez fue o peor...podía matarlo.
-Estaré bien- sonrió, despreocupado. Están asustado, aterrado, pero la idea de poder proteger a sus amigos lo llenaba de energía y valor. -¡Los poderes de Monkey King me hacen invencible!- se veía tan confiado pero eso no disminuyó la preocupación ajena.
-Investigare- quería que todo fuera lo más seguro para el menor, hasta buscaría algún método para protegerlo. No podía permitir que saliera herido, se aseguraría de que no saliera herido. -Buscaré en mis libros y está noche, me encargaré del anillo de tu amiga-
-Bien- asintió. -Yo...¿Crees que podemos mantener esto...entre nosotros por el momento?- ella abrió los ojos con sorpresa ante su pregunta llena de timidez. -No quiero preocupar a mis amigos, no después de todo lo que les he hecho pasar- confesó después de unos segundos, triste por recuerdos que solo él podía ver y ella solo podía imaginar. La vida tranquila de todos se había esfumado en el momento en el que él agarro aquel bastón.
-Por supuesto- asintió, levantándose lentamente del su cómodo lugar, mostrándole al menor una amable sonrisa. -No diré nada hasta que decidas cambiar de opinión, te lo aseguro- porque hacer una promesa se sentía demasiado pero estaba dispuesta a cumplir.
-¡Gracias!- se levantó de igual manera. -¿Puedes llevarme a mi casa o mostrarme como ir, por favor?- se lo pensó un poco. -También...¿Puedes devolverme mis cosas? Porque estoy seguro de que tengo 200 llamadas perdidas y voy a tener que dar una larga explicación- sudo al solo pensarlo, le esperaba el discurso de la vida si eso era cierto.
-Tus cosas están en tu departamento pero puedo llevarte allí- llevo sus manos a su nuca, desenganchando algo con suma facilidad y mostrando un collar con una piedra azulada colgando como único dije. -Nos mantendremos en contacto, solo debes rodear la lidera con tu mano y Mayor te traerá- le puso el collar al menor, quien sonrió.
-Gracias- lo metió dentro de su remera, sintiendo la fría sensación de la piedra contra su piel. Extraño pero no molesto.
-Cuídate, pequeño sucesor- el chico cerro los ojos cuando una corriente de viento helado lo rodeo, ella suspirando suavemente cuando él desapareció de su vista. -Cuídate- estaba preocupada por lo que podría suceder pero daría todo de sí porque las cosas salieran bien.
-¿Mi reina?- se volteo ante la voz, sin sorprenderse al ver a Mayor acercarse a paso rápido y luciendo preocupado. -¿Todo esta bien?-
-Por supuesto, sólo...preocupada- asintió, mostrándole una sonrisa ligera. -Voy a estar en la biblioteca-
-¿Quieres compañía, mi reina?- preguntó, ansioso. LBD rio ligeramente pero asintió, caminando con él siguiéndolo de cerca hacia la biblioteca. Era hora de revisar hechizos.
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