Por fin era el día. Hoy viajaría en el tiempo, y eso lo llenaba de emoción.

Sin tanta vuelta, se vistió, perfumo, y salió disparado al Centro de Investigación. Llego a la hora puntual. Algunos medios de comunicación estaban esperando su llegada, para hacerle algunas preguntas:

- ¿Por qué decidiste realizar este experimento?, ¿Estas emocionado?, ¿No tienes miedo de que algo malo ocurra?- Eran solo algunas preguntas que los ansiosos reporteros disparaban a nuestro héroe. Pero Sam no respondió a ninguna; tenia órdenes explicitas de no hablar con los medios hasta terminado el experimento. Aun así se sentía alagado que los medios de comunicación intentaran hablar con él; ¡Incluso se sentía mas importante que el propio presidente!

Se dirigió a la puerta del centro, donde lo recibió la misma mujer que la vez pasada, pero esta ocasión fue diferente:

- Mi nombre es Rita Ester- dijo después de cerrar la puerta y alejar a los periodistas- y soy la secretaria del señor Thomas.

- Gusto en conocerla señorita Ester- dijo insípidamente Sam

- Por favor, llámame Rita, solo Rita.

Después de una breve charla mientras recorrían los pasadizos, Sam termino de conocerla lo suficiente; ella era piel clara, cabello rojizo, con lentes que protegían sus ojos cafés, y de una altura media, en cuanto a su actitud ella parecía ser el tipo de persona alegre y entusiasta que tanto se veía en ese centro. Comprendió que él era el único serio y amargado del lugar, y por lo tanto, intento ser más entusiasta y amigable.

- ¿No tienes miedo?- pregunto Rita, aturdiendo las reflexiones de Sam

- ¿Miedo de que?- respondió Sam

- Miedo de que la misión fracase, o algo salga mal

- No nada, en absoluto- y prosiguió- ¿dime, como salieron los anteriores experimentos con las personas?

- Los dos salieron muy bien

- ¿Ves? por eso no me preocupo, si ya se demostró que es seguro, además tengo confianza en Thomas y su equipo, y...- No alcanzo a terminar, pues ya habían llegado al centro donde Thomas los saludo cortésmente, y luego mando a Sam a vestirse con el traje de prueba, mientras se quedaba hablando con Rita. Lo llevaron a un cuarto donde le enfundaron un traje semejante al de los astronautas, con un casco especial.

Luego el profesor Thomas pasó a explicarle el experimento:

- Lo que harás resumidamente, es subir a esa capsula, donde se te dará la pulsera para volver, un comunicador, y demás elementos necesarios. Cuando estés preparado la capsula será propulsada por cohetes nitro, por todo ese camino, hasta llegar al portal donde viajaras 8 días al futuro. Al llegar 8 días al futuro, aterrizaras en esa zona especial- señalo una gran bodega separada del centro por unos 500 metros- donde mi equipo tendrá preparada una pista para detener el impulso con que llegara la capsula, allí se te dará algunas indicaciones de parte mía, y luego procederás a regresar al presente.

- ¿Y cómo activo la pulsera para volver?- pregunto Sam

- A eso quería llegar, veras, la pulsera viene diseñada con un mecanismo que se activa pasado el tiempo estipulado. Resumidamente, yo activare el mecanismo, para que pasados los minutos en el futuro, regreses al presente sin hacer nada especial. Como función predeterminada solo estarás en el futuro 30 minutos, en los que charlaras conmigo y mi gente y se te harán pruebas, y pasados los 30 minutos volverás aquí, en ese instante debes estar en la capsula, para volver correctamente. ¿Entiendes?

- Si, gracias por la explicación, profesor.

- De nada, y ahora comencemos. Todos los hombres del equipo de Thomas, y Rita, se ocultaron detrás de un gran panel de vidrio, donde se habían instalado los equipos necesarios. Sam se alisto con todo lo necesario, se programó la pulsera 30 minutos, y se adentró en la capsula, que ya estaba posicionada en la carretera y con el propulsor.

- ¿Estás listo Sam?- pregunto Thomas por el altavoz

- Afirmativo, señor- respondió Sam por un micrófono dentro de la capsula que lo comunicaba con el equipo

- 3, 2, 1 y.... ¡despegue!- se gritó.

En ese momento, el propulsor se activó, y recorrió una gran distancia en segundos. En todo ese tiempo Sam se dedicó a gritar por la emoción, hasta que la capsula se adentró en el gran portal. Se oyó un sonido extraño, y cuando voltearon a ver, ya no había nada. La capsula ya no estaba, ahora cruzaba los límites del tiempo, 8 días al futuro.

-¡Bravo!- se gritó al unísono

Ahora Sam iba al futuro, y nada lo detendría. Ya había cumplido su sueño, y todo se veía alegre........ Por el momento