xiii. our savior
SALVATION
our savior
Los brazos de Seok-Woo rodearon a Sun-Hee dándole aquel toque mágico que la hacía sentir protegida de todo, un beso en su coronilla hizo que cerrara los ojos.
Soo-An se acercó lentamente y Sun-Hee le extendió una mano, uniéndola al abrazo. Acarició su cabello mientras Seok-Woo descansaba su mentón en la cabeza de la mujer que amaba.
Sung-Gyeong se obligaba a mirar en otra dirección y retener las lágrimas en sus ojos mientras acariciaba su barriga, si tan solo Sang-Hwa estuviera ahí con ella.
Sun-Hee y Seok-Woo estaban tranquilos, sentían que podían bajar la guardia por unos minutos para amarse otra vez y sentirse unidos.
―No puedo perderte, Sun-Hee. ―murmuro Seok-Woo. ―no puedo perder a ninguno de ustedes.
Sun-Hee rodeó la cintura de Seok-Woo con su brazo libre y apoyó su cabeza en el pecho de él. Oyó los latidos de su corazón, latía como loco.
―Estamos a salvo, no vamos a perder a más nadie.
Por un segundo recordó a los perdidos en el camino para que ellos pudieran llegar ahí, Sang-Hwa devorado por los zombies frente a los ojos de su esposa, Yong-Guk mordido por Jin-Hee y el último había sido el vagabundo.
―¿Estamos a salvo? ¿Ya no tendremos que correr de los monstruos?
Ambos miraron a Soo-An.
―Estamos bien, cariño. ―respondió Sun-Hee acunando el rostro de Soo-An en su mano.
La niña se aferró a su cintura.
―Eso significa que el bebé puede empezar a crecer, por fin.
Seok-Woo sonrió al igual que Sun-Hee, sin pedir permiso la mano del hombre fue al estómago de la mujer donde Soo-An tenía recostada su cabeza.
Sun-Hee colocó su mano sobre la de Seok-Woo.
El aire se volvió frío, podrían entrar a la cabina del conductor los cuatro si hacían espacio, además en algún momento iban a tener que detener el vagón y debían averiguar cómo.
El pasillo hasta la cabina era pequeño, en fila comenzaron a pasar, empezando por Seok-Woo y última Sun-Hee.
El viento golpeaba el rostro de Sun-Hee, provocando que cerrara un poco sus ojos, mientras que su cabello se movía descontrolado.
Seok-Woo en la delantera hizo fuerza para abrir la puerta, sorprendiéndose al ver a alguien sentado de espaldas en la silla de conductor, Sun-Hee frunció el ceño al ver que se detuvo de golpe.
Pensó que era solo un cadáver hasta que comenzó a moverse y Seok-Woo retrocedió los pasos que él avanzaba. Lo había reconocido enseguida, era el hombre que había golpeado y culpaba por la muerte de Sang-Hwa.
―¡Seok-Woo! ―grito Sun-Hee. Lo quería lejos de esa cosa.
Sung-Gyeong y Soo-An retrocedieron pero Sun-Hee se colocó delante de ellas, a unos metros de Seok-Woo.
Ella también reconoció al hombre, aquel egoísta que uso a Jin-Hee como escudo contra un zombie y la pobre chica termino muerta junto a Yong-Guk.
―Quédate detrás. ―le ordeno Seok-Woo.
Sun-Hee esperaba que el zombie se tirara sobre ellos pero se veía bastante tranquilo. Y eso era porque había sido mordido recientemente y todavía no estaba convertido del todo.
Ni siquiera él parecía darse cuenta de la situación pues pronto comenzó a hablar, sorprendiendo aún más a la pareja.
―Te-tengo miedo, lléveme a casa. ―su voz sonaba débil. ―mi mamá me espera, mi dirección es distrito Suyeong, Busan. Ayuda, por favor.
Se notaba como trataba de luchar contra los temblores de su cuerpo, sus ojos eran blancos y las venas en sus manos comenzaban a ser más notorias. Después de todas las cosas atroces que hizo por unos minutos más de supervivencia, termino mordido.
Sun-Hee y Seok-Woo trataban de manejar la situación con tranquilidad.
―Señor... está infectado.
Fue solo unos segundos lo que lo llevó a perder la cabeza, miraba sus manos con miedo y respiraba brutamente mientras negaba una y otra vez.
Lloraba con la mirada gacha hasta que se quedó en silencio, bajo la atenta mirada de los otros. Porque un segundo después saltó sobre Seok-Woo.
―¡Ah!
Un grito salió de los labios de Sun-Hee cuando cayó al suelo tras ser golpeada por la espalda de Seok-Woo que forcejeaba con el ahora zombie.
―¡Sun-Hee!
Soo-An y Sung-Gyeong la ayudaron a ponerse de pie, la niña lloraba y gritaba por su padre que peleaba cuerpo a cuerpo con el zombie.
Seok-Woo trató de tirarlo del vagón pero en su lugar termino en el piso con el zombie delante de él.
―¡Papá!
Aquel grito fue suficiente para captar la atención del zombie en ellas, Sun-Hee se colocó delante de Soo-An y Sung-Gyeong.
Las manos del zombie se colocaron en sus hombros y las de ella fueron a su cuello, donde hacia fuerza para alejar los dientes de él de su pálida piel. Un jadeo salió de sus labios cuando se quedaba sin fuerza y el olor putrefacto se metió a sus fosas nasales.
Le propino una patada haciendo que retrocediera solo un poco y ese segundo fue suficiente, se colocó del otro lado de la barandilla tratando de llamar su atención para alejarlo de las otras dos, sentía las vibraciones de las vías en su cuerpo y sus manos sudadas comenzaban a resbalarse del metal.
Miro hacia abajo, dándose cuenta de la velocidad a la que iban, y cuando volvió su vista al frente el zombie estaba ahí. Soltó un grito y sus pies resbalaron. Quedó colgada de ambas manos mientras la punta de sus dedos cubiertos por las zapatillas apenas tocaban el suelo.
―¡Sun-Hee!
Seok-Woo coloco una cadena en el cuello del zombie y jaló hacia atrás, con la presión que ejercía la cadena bastó para que la cabeza del zombie saliera rodando y ellos quedaron salpicados en sangre.
No tardó en ir por Sun-Hee y ayudarla a subir nuevamente al vagón.
La respiración de ambos era agitada, el sudor en sus frentes brillaba por el sol. Cayeron sentados y Seok-Woo se apegó a Sun-Hee.
Miraban el cuerpo decapitado con miedo y asqueados, sorprendidos por lo que habían hecho.
―¡Papá! ¡Sun-Hee!
―Ve, ve con ella. ―le susurró Sun-Hee, se sentía sin fuerzas. Un cosquilleo se instaló en su viente.
Seok-Woo hizo caso, se puso de pie y antes de que Soo-An se acercara demasiado, tiró el cuerpo por la borda.
Sun-Hee observó el abrazo que se daban, ya ni siquiera pensaría que estaban a salvo porque cada vez que lo hacía algo salía mal. Y razón no le faltaba, un segundo después sintió un pinchazo en su parte baja.
Un gemido de dolor salió de sus labios y el dolor se intensificó, por instinto llevo su mano entre sus piernas y al mirarla notó que sus dedos estaban manchados con sangre.
―Seok-Woo. ―lo llamó con miedo.
Desde ese punto era poco lo que recordaba, supo que frenaron el tren mientras Seok-Woo gritaba desenfrenado por alguien que los ayudara o hiciera algo porque tenía a Sun-Hee media muerta en sus brazos y eso lo aterró.
Habían llegado al final de las vías, cerca de Busan donde estarían a salvo, y al pasar por debajo de un puente donde todo estaba oscuro encontraron a los militares de los que tanto habían oído. Aquellos que debían protegerlos, apuntándolos con armas, y al ver a Sun-Hee de esa forma casi le niegan la entrada.
―Sun-Hee, aguanta solo un poco, ya estamos aquí. ―Seok-Woo le hablaba mientras se la llevaban en una camilla.
―Hasta aquí puede venir, señor.
Él miro un segundo al doctor, no quería dejar a su Sun-Hee sola no iba a dejar que muriera después de haber logrado sobrevivir todo eso. Pero al final se trataba de salud de ella y su hijo o hija, los dejó ir.
―Estaré aquí, mi querida Sun-Hee.
Dejó un beso en su frente y lo último que vio fue como se la llevaban lejos de él.
―Sun-Hee va a estar bien. ―su hija tomó su mano. ―ella es una luchadora, nos salvó, de seguro estará bien.
Seok-Woo tomó a su hija de la mano para dirigirse a la sala de espera que les habían indicado, sus ropas no estaban en las mejores condiciones pero la sala tampoco. Aquellas bolsas marrones se encontraban por todos lados, ya sea tiradas o amontonadas en las ventanas como trinchera. Los militares caminaban por todos lados, los doctores iban apresurados y cada vez más personas comenzaban a llegar.
―Ella tiene que estar bien, hija, Sun-Hee es fuerte. Es nuestra salvadora.
author's note:
omg salvation terminó 😭
igual falta el epílogo todavía ✌️
cadena de oración por sun-hee
#sunheenuestrasalvadora 🤰💘
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