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ii. ktx 101

SALVATION
ktx 101

Esa misma noche, tras dejar que Seok-woo descansará un rato, Sun Hee y Soo-An comenzaron a preparar sus maletas.

Tenían el visto bueno del hombre de la casa y podrían viajar, él mismo las acompañaría así que sería más emocionante.

─¡Estoy tan feliz! ¡Gracias por convencer a papá, Sun Hee!

La mujer rió mientras abría sus brazos para Soo-An que venía en camino a abrazarla.

Al final ambas terminaron en el suelo debido al impacto de sus cuerpos, el golpe no fue muy duro ya que se encontraban sentadas y rodeadas de ropa.

─¿Por qué tanto alboroto?

Sun Hee miro a la puerta donde Seok-woo se encontraba parado y con cara de recién despertar. Soo-An se quedó callada y la sonrisa en su rostro desapareció.

─Cosas de mujeres, no te metas.

Sun Hee le arrojó un almohadón que Seok-woo logro esquivar rápidamente.

Soo-An volvió a su lugar para terminar de guardar su ropa en una maleta.

El hombre miraba a su hija como si estuviera triste, Sun Hee lo entendía. Soo-An quería estar con él todo el día pero su trabajo se lo impedía prácticamente eran extraños.

Y no es que Sun Hee fuera una mala madrastra pero algunas veces solo no era suficiente para la niña.

─¿Por qué no ayudas a Soo-An con su maleta? Yo iré a llevar las nuestras al auto. ─propuso Sun Hee.

Seok-woo sonrió y dió un paso adelante.

─Ya termine.

Soo-An cerró su maleta y salió de la habitación.

Sun Hee trato de ir detrás de ella pero Seok-woo la detuvo cuando paso por su lado.

─Déjala, ya se le pasará.

─No entiendo porque está enojada ahora, hace dos segundos estaba más que alegre.

Seok-woo se encogió de hombros, Sun Hee lo abrazó y él se tuvo que agachar un poco hasta poner su cabeza en el hombro de la mujer.

─Cuando volví del trabajo mi madre dijo que querías decirme algo ¿qué pasó?

Sun Hee se quedó congelada, aún abrazando a Seok-woo.

Vaya, nunca había conocido ese lado tan chismoso de su suegra.

─¿Qué es lo que quieres decirme, Sun Hee?

─No lo recuerdo, quizá algo sobre el viaje.

Mintió encogiéndose de hombros para restarle importancia aunque Seok-woo notó algo extraño, casi siempre podía decir cuando Sun Hee mentía.

─De todos modos ¿Qué le regalaste a Soo-An?

Seok-woo soltó un suspiro y tomó asiento en la cama de su hija, seguían en su habitación.

─Ni me lo recuerdes.

─¿Tan mal salió?

─Compré el mismo regalo que ya le había dado hace unos meses.

Sun Hee soltó un "uhh" mientras se sentaba junto a Seok-woo.

─¿Tú le diste algo?

Seok-woo la miro, sus rostros estaban muy cerca, pasó un mechón del cabello de Sun Hee por detrás de su oreja y acunó su rostro con esa misma mano.

Sun Hee sonrió. ─Le di el cárdigan rojo que tiene puesto, le encantó.

Seok-woo rió. Sabía de la ligera obsesión de Sun Hee con aquellos abrigos, tenía de todas clases y todos los colores.

─Me alegro que al menos haya tenido tu regalo, gracias por ser tan buena con mi hija.

Seok-woo dejo un beso en la frente de ella.

─No tienes que agradecer por eso, Soo-An no es un trabajo realmente la quiero.

Y una vez más Seok-woo confirmaba estar enamorado de la mujer correcta.

Cuando finalmente dejaron la casa aún era de noche, iban en el auto oyendo la radio en un volúmen moderado.

Sun Hee apoyó su cabeza en su mano, tenía sueño, Seok-woo la vió y puso su mano en la pierna de ella.

La mujer se volteó a verlo y entrelazó sus dedos.

─Sun Hee. ─la niña en el asiento trasero llamo su atención.

─¿Si, cariño?

Se volteó a ver a Soo-An con una pequeña sonrisa.

─¿Puedo sentarme adelante contigo?

─Claro que...

─Soo-An, quédate allí. Sun Hee necesita su cinturón y tú el tuyo.

Seok-woo interrumpió a Sun Hee, la niña molesta volvió a su lugar sin decir más nada.

Hasta que el vehículo se detuvo de golpe haciendo que los tres fueran inevitablemente hacia delante.

Los dos adultos estuvieron más despiertos en cuestión de segundos, Soo-An abrió los ojos con miedo.

─Soo-An ¿estás bien?

Rápidamente ambos se voltearon a ver a la niña, Sun Hee tocó su rostro asegurándose que todo estuviera bien.

Unos camiones de bomberos, una ambulancia y una patrulla de policías pasaron por delante suyo.

─¿Qué está pasando?

─No lo sé pero casi nos matan. ─Sun Hee estaba claramente enojada.

Cuando llegaron a la estación el amanecer estaba comenzando, los pasajeros subían de a uno para ir a su respectivo lugar.

Soo-An tomó la mano de Sun Hee por la cantidad de personas que allí se encontraban.

Atención, por favor. KTX 101 a Busan saldrá pronto.

Seok-woo iba detrás de ellas, hablando por teléfono sobre algo del trabajo.

Soo-An señaló el número de sus asientos al encontrarlos y se sentaron.

─Siempre pendiente del trabajo.

El susurro molesto de la niña llamo la atención de Sun Hee.

─Soo-An tu papi hace lo posible para que tú puedas tener todo lo que quieras, y para eso tiene que trabajar mucho.

─Todo lo que quiero es él.

Sun Hee hizo una mueca, tratando de ocultar su tristeza por las palabras de la niña y la abrazó.

─¿Todo bien?

Seok-woo pregunto de repente, aún con su celular en mano y la llamada en la línea.

Sun Hee asintió y Soo-An solo lo miro seriamente.

Al cabo de unos minutos Sun Hee se había tapado con una manta color bordo, aprovechando que Seok-woo se durmió también lo cubrió.

Soo-An estaba sentada delante de ella mirándola expectante.

─Ven, Soo-An, puedes dormir conmigo.

Sun Hee levanto la manta indicándole que podía sentarse sobre ella durante el viaje y dormir junto a su padre también.

─¿No se enojará?

Sun Hee negó.

Soo-An dió un salto y en un segundo se encontraba en el regazo de Sun Hee cubierta por la manta bordo.

La niña se arropó contra Sun Hee mientras está la abrazaba y ambas cerraban sus ojos para dormir.

Minutos después el tren comenzó a moverse y Soo-An abrió sus ojos dándose cuenta que en realidad no tenía sueño.

Vio a un hombre por la ventana, este la saludó con una pequeña sonrisa y la niña le respondió. Entonces fue cuando algo saltó sobre él tirandolo al piso.

Soo-An se asustó y trato de seguir viendo que sucedía pero el tren seguía andando.

─Sun Hee.

La pequeña llamo a la mujer.

─Sun Hee, despierta.

Tocó su rostro suavemente y ahí fue cuando la mayor despertó.

─¿Qué sucede? ¿Estás bien?

─Acabo de ver algo muy extraño por la ventana, había un hombre...

Cortó su habladuría al ver como Seok-woo se removía en su lugar, parecía a punto de despertar

─¿Decías...

Sun Hee la motivo para continuar aunque en realidad tenía tanto sueño que apenas lograba mantenerse despierta.

─Nada.

Soo-An no le dijo, prefirió hacerlo cuando estuvieran a solas porque sabía que si su padre la escuchará probablemente le diría que había visto cualquier cosa.

Sun Hee la miro confundida por su cambio de actitud repentino.

─Sun Hee. ─susurro la pequeña una vez más.

─Dime. ─hablo la mujer con los ojos cerrados.

─¿Me acompañas al baño?

Sun Hee abrió uno de sus ojos para mirarla y asentir lentamente.

Ambas se pusieron de pie con cuidado de no despertar a Seok-woo.

Sun Hee volvió a cubrir al hombre con la manta y sonrió al verlo de esa forma, tan calmado.

Tomó la mano de Soo-An y se dirigieron al baño. Sin saber que desde el momento en que se levantaron de sus asientos todo cambiaría.

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