Narrador Pov

Cuenta la historia en una época antigua que existían dos tipos de magia para proteger a Francia; la magia negra y la magia de luz. Estas llevan a cabo hechizos poderosos que eran usados de manera cuidadosa. Había hechiceros que comenzaron a usar una de las magias para el daño de la humanidad, una de esas personas cuyo nombre se hacía llamar ''Miss Malevola'' fue cegada por el poder, queriendo incrementarlo de alguna u otra forma. Ella, consiguió reclutas, dos mellizas llamadas ''Darran y Dirran'' que, poseían un ejército de criaturas aterradoras; las más espeluznante del mundo. Estos individuos eran capaces de obedecer ordenes extritas y difíciles, arriesgando su propia vida para complacer a su amo.

Miss Malevola deseo tener a los humanos bajo su mano, usando los poderes conseguidos para que estos la obedecieron, pero...cuando estaba a punto de conseguir la victoria con sus acompañantes que, contribuyeron en su más destructivo plan. Dos brujas la retaron, una de ellas era la bruja de la oscuridad cuyo poder consistía en destruir y la otra, obtenía el poder de sanar, restaurar y contraatacar algunos que otros hechizos. Uno de los mas importantes y fuertes en esos tiempos, donde comenzó una guerra entre la magia que prometieron usarla para el bien.

En la lucha que tuvieron contra, Malevola, causo perdidas, pero también salvo a muchas personas que estaban bajo su mando. La derrotaron encerrándola en una cúpula para siempre, sin embargo, Miss prometió regresar y cobrar venganza junto con sus mas fieles secuaces que, cobraron el mismo castigo. Malevola poseía un sinfín de hechizos poderos en sus manos, gracias a un libro que robo en las antiguas fortalezas hechas para proteger que estos...cayeran en manos equivocadas. No obstante, Miss obtuvo uno de ellos y aprendió varios encantamientos antes de ser derrotada.

Las portadoras de las dos magias diferentes, tenían en claro que ella volvería por el aprendizaje avanzado que adquirió a través del libro, sin embargo, esta necesitaría tiempo para concluir con un hechizo avanzado. Entonces, decidieron ocultarlos y aclarar entre ellas y otras personas que, los humanos no volverían a usar magia nuevamente, pero...las cosas no acabaron en ese momento. Teniendo en cuenta que Malevola regresaría para retomar su venganza y concluir con su plan, lanzaron un ultimo hechizo usando sus varitas. Cuando Miss volviera estas reaccionarían y buscarían nuevas portadoras para, así, poder detenerla.

Trecientos años después...

Atsuko Kagari Pov

Los pájaros cantan, la brisa sopla y el sol alumbra dándole un toque más hermoso al día. Uno perfecto para salir y divertirse. En Londres suceden varios crimines como para llenar por completo la prisión de Alcatraz, no obstante, se están comenzando a hacer nuevas construcciones con mayor seguridad para estas personas que rompen las leyes que mantienen el bien de la comunidad. Siempre me ha parecido malo todo lo que sucede y a veces...desearía cambiarlo y volver este mundo lleno de paz. Donde las personas inocentes puedan caminar sin miedo de ser agradecida en las calles.

Estar encerrada en mi casa desde que tengo memoria, no es una bonita experiencia. No puedo conocer a personas físicamente y las únicas amigas que he conseguido es a través de internet. Desde un punto de mi vida comencé a desear estar afuera, estudiar en una secundaria como los demás niños de mi edad y divertirme, tal vez podría salir con amigos a algunos sitios y pasarla muy bien acompañada. Posiblemente me mostrarían la ciudad que nunca pude conocer y probablemente me expliquen con mas detalles lo que hace un ser humano fuera de su propia casa.

Mi rutina es totalmente aburrida, me levanto a desayunar un aperitivo preparado y dejado en la mesa, luego me doy una ducha, alisto para el nuevo día, vuelvo a mi cuarto con una rebanada de dulce en mis manos, me siento en mi escritorio, enciendo el computador y finalmente comienzo mis clases en línea escuchando a un profesor a través de una pantalla. Aburrido...

Mi madre tiene miedo que me suceda algo estando en las calles de Francia, pero puedo cuidarme por mi cuenta, no tengo ocho años y para nada aprendo esgrima y defensa personal en un salón especial de mi casa. A veces trato de entenderla, pero no puedo cuando miro a las niñas por mi ventana con sus maletas en los hombros charlando animadamente una con la otra e incluso los videos en YouTube comienzan a aburrirme hasta cierto punto.

Conseguí entretenerme en todos quince años de mi vida dentro de mi hogar, pero un día en mi cumpleaños reciente hablé con mi progenitora respeto a asistir a una secundaria normal llamada ''Luna Nova''. La más segura de todo Paris. No obstante, ella se reusó rotundamente y me aconsejo seguir con mi aprendizaje en casa, pero no me rendi fácilmente e insistí una y otra vez en querer comenzar una vida como los demás, conocer personas y hablar con ellas físicamente. Estudiar fuera de mi vivienda no debe ser tan malo, ¿Verdad? Quiero decir, ¿Qué tan malo puede ser?

La puerta de mi casa abrió justo a la misma hora de siempre dándome la clara señal que mi madre llego. Suspendí la pantalla de mi computador y bajé rápidamente los escalones, llegando a la planta baja en donde se encuentra despojando su bolso y un par de bolsas en la mesa. Quito los tacones de sus piezas soltando un suspiro de alivio al no tenerlos, la mire pacientemente balanceándome con sus piernas a que terminara de relajar sus músculos después de un largo día de trabajo. Ella noto mi presencia minutos después, exhalando con molestia suponiendo lo que diré.

—Te matricule en esa academia—soltó irritada—, ahora—voltea a verme— ¿Puedes dejarme en paz?

¡No puedo creerlo! ¡Mis insistencias funcionaron! Espera ¿Lo estará diciendo enserio?

— ¿Lo dices enserio? —levanto una ceja—O ¿Solo me estas ilusionando para luego bajarme las esperanzas?

—Primero que todo, no haría algo como eso, eres mi hija y las desilusiones pasaron por tu vida tarde o temprano. Segundo, es cierto y mañana empiezas, Luis te llevará y traerá, sin reclamos; sin excusas—agarra una de las bolsas—. Te compre los utilices necesarios y si faltan algunos, avis-

—La abrazo fuertemente interrumpiendo sus palabras— ¡NO PUEDO CREERLO! —grite emocionada.

—Ríe acariciando mi cabeza—tendrás que mandarme un mensaje avisándome que llegaste bien todas las mañanas que acudas y cuando estés en casa. Estaré atenta a mi celular por cualquiera urgencia que ocurra.

—Me aparto mirándola con una gran sonrisa en mi rostro— ¡Lo hare! ¡Sin falta! ¡Lo prometo!

—Sonríe, mirándome con ternura acercando una de sus manos en mi mejilla e inclinándose para estar a mi altura—no quiero perderte, cariño. Cuídate mucho, por favor, eres lo único que me queda y no podría imaginarme mi vida sin ti.

—Asiente en afirmación trasmitiéndole seguridad y volví a abrazarla con la intensidad usada anteriormente—

¡Saldré de casa! ¡Lo hare por fin! ¿Cómo serán las personas? Me he informado del tema recientemente, pero debo hacerlo más, quiero aprender a comunicarme y no quedar en ridículo frente a todos. Mi progenitora correspondo mi muestra de afecto, quedándonos unos cortos minutos en esa posición, hasta que, de nuevo me aleje y velozmente me acerque a la mesa descubriendo lo que contienen las bolsas. Una maleta de color blanca con diseños de pintura salpicada, mi uniforme, cuadernos, lápices de colores, libros, tijera, goma, bolígrafo, portafolio, etcétera. Lo necesario para comenzar, como dijo mi madre.

Admire todo los utensilios curiosa y maravillada, empezando a imaginar mi primer día en mi nuevo salón rodeada de niños y niñas de mi edad. Parece un sueño... Todo lo que esta sucediendo ahora mismo, es uno y me alegra ¡Tanto! Que se hiciera realidad. Escuche el teléfono de mi madre sonar, ella abandonando el lugar y contesto una vez que estuvo fuera de mi vista. Agarre uno de mis cuadernos de color blanco con rosado que posee un conejo cariñoso en la portada, sonreí ampliamente llevándolo a mi pecho y dando pequeños saltos en mi lugar, mordí mis labios reteniendo nuevamente unos gritos de alegría que imploran ser exclamados.

¡Mañana iniciare un nuevo día!

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Fin del Cap. 1