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En una parte del mar Adriático, cerca de unas playas se encontraba una isla, la cual se veía con un conjunto de edificios curiosos.

Desde una torre que parece tocas las nubes, hasta sus muchos edificios del tamaño de un edificio mediano , la isla se muestra en todo su esplendor ante la vista de cualquiera.

Sin embargo, algo curioso ocurriría.

Dentro de uno de los muchos de edificios de la isla y en otra parte de la isla empezaría a salir una luz blanca, la cual fue aumentando en tamaño mas y mas, hasta de repente desaparecería sin dejar rastro, aunque dejando dos cosas o mejor dicho "personas" en los diferentes lugares.

-Ugh... ¿D-donde estoy?- diría con  un poco de dolor una de esas personas.

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Jonathan estaba bastante confundido.

Estaba hablando con el chico que encontró y curo hace unos momentos, le dijo que se había teletransportado y luego apareció una luz blanca la cual le consumió a el y seguramente al chico también.  Y ahora que despertó se encontró en un lugar muy diferente al bosque donde estaba hace unos momentos.

Estaba en lo que parecía ser un campo abierto de césped, con varios caminos de piedra muy plana que conectaban a una gran torre en el centro de este campo. Y alrededor de este campo había lo que parecían ser varios edificios, solo que con un estilo y colores muy diferentes e llamativos; eran mas circulares, de colores como el blanco y naranja, en si algo muy llamativo a sus ojos. 

Y en si no es un lugar que el conozca o que haya escuchado.

- (Este lugar si que es muy extravagante, parece que es un tipo de patio de alguna mansión o algo así. Espero no se enojen si me ven aquí adentro.

Y ahora que lo pienso, ¿en donde me encuentro? según recuerdo ningún pueblo o ciudad tenía patios o edificios así de extravagantes, o bueno, ninguno que haya conocido o que haya escuchado o leído en el periódico. Aunque no he estado muy atento a las noticias de los últimos meses, la universidad me tenía muy ocupado) - pensaría con una pequeña sonrisa, le relajaba un poco su poca atención en las noticias.

Voltearía a ver al cielo, viendo el hermoso cielo estrellado con sus miles de estrellas, era algo reconfortante poder ver y disfrutar de la gran vista nocturna.  Lo relajaba un poco de esta extraña situación.

- (En fin, debo averiguar como volver a donde estaba, tal vez el chic-

Espera, ¿Dónde esta el chico?)- de repente se daría cuenta que el chico no estaba con el, algo bastante obvio pues no lo había escuchado o visto en todo  este tiempo, pero su distracción con el lugar lo hizo olvidarse del chico por un momento.

El giraría su cabeza y cuerpo rápidamente en un intento inútil de encontrar al chico con su vista, fallando obviamente.

Varias ideas y escenarios empezarían a generarse en la cabeza del Joestar, desde como podría encontrar al chico, donde estaba, y lo mas importante, si el estaba bien. En si estaba bastante nervioso y preocupado por el paradero del chico.

De repente escucharía unos pasos atrás suyos, por lo que giro rápidamente, pensando que podría ser el chico el cual podría estar buscándolo, pero en vez de ver al chico de ropa extraña, se encontraría con un hombre de un tamaño similar al suyo y sin cejas.

 Llevaba una túnica, un Fez de gran tamaño y unos grandes brazaletes. Una vestimenta poco común, pero tampoco era como si su vestimenta fuera común.

El hombre y el se quedarían viendo durante un rato, con el hombre mirándolo fijamente y con una mirada dura y penetrante, mientras Jonathan tenía una mirada mas confundida y algo nerviosa por la presencia del tipo enfrente suyo. Se mantendrían en un silencio incomodo durante unos segundos mas hasta que el tipo hablaría:

-¿Quién eres tu?- diría el tipo con una voz dura y algo áspera.

-M-Me llamo Jonathan Joestar y estoy buscando a un chico que estaba conmigo hace un momento, no se si esta seguro o si pueda estar en peligro- diría con un poco de nervios pero también con determinación.

-¿Un chico?- diría con cierta desconfianza en su voz.

-Por favor, le pido que me ayude a buscar al chico que busco- diría con algo de fuerza y ya sin nervios.

El tipo se quedaría callado, mirando al Joestar por unos segundos, hasta que este sonreiría y levantaría su mano.

-Esta bien, te ayudare a buscar a ese chico- diría con un tono "feliz"

-Gracias- diría con una sonrisa el Joestar y estrecharía su mano con la del tipo.

-Pero antes déjame decirte algo Jonathan- diría con su misma sonrisa en la cara.

-¿Uh?- 

-Nunca debes confiar tan fácil en alguien- diría apretando sus dientes sonriendo. 

De la nada una gran cantidad de Hamon saldría del brazo del tipo y pasaría al brazo de Jonathan para luego pasarse por todo su cuerpo, lo que provoco este sintiera como si fuera electrocutado, intentaría soltarse pero el tipo pondría mas fuerza y sumando que Jonathan estaba débil por el ataque este acabaría cayendo inconsciente en el suelo ante tanto Hamon       y su carga.

El cuerpo de Jonathan se quedaría en suelo, con aun poco de humo saliendo de el, siendo observado por el tipo el cual solo pensaría:

- (Esto lo debe ver la maestra Lisa Lisa) -

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/Dentro de uno de los edificios de la isla/

Se vería a Emporio el cual estaba caminando entre el misterioso lugar que apareció.

Estaba bastante confundido sobre todo lo que ha estado pasando, desde que apareció en ese bosque y conoció un señor el cual lo curo, hasta que volvió a ser absorbido por esa luz y apareció aquí, este lugar nuevo. Y no vio a tipo de antes, por lo que estaba solo de nuevo.

En si este parecía como un pequeño pueblo pues había varios edificios y varios caminos que seguir, no había entrado en ningún edificio pues tenía miedo de encontrarse con alguien que quisiera atacarlo, o con Pucci el cual haya podido aparecer aquí. 

En si solo estaba caminando sin rumbo por los caminos de este gran lugar.

Pero entonces se detendría al ver un par de figuras a lo lejos, por lo que se acercaría con cuidado y se escondería detrás de un pilar de un edificio, los observaría con curiosidad y escucharía atentamente.

-¡¿Qué?! ¡¿El pilar de escalada infernal?!- gritaría uno de las figuras, un rubio musculoso con una bandana de rojo y amarillo.

-¿El que infernal? ¡Pero si todavía no nos ha enseñado nada!- diría otra figura, un chico con cabello castaño, igual de musculoso, y resaltaba entre las demás figuras al tener una mascara tapándole la parte inferior de la cara.

-¡Maestra! ¡¿Tenemos que desafiar al pilar ahora?!- diría de nuevo sorprendido el rubio el cual miraba a la ultima figura, una mujer castaña la cual solo estaba callada, enfrente de unas grandes puertas de metal. -¡Nunca lo he hecho! ¡Tiene una fama funesta, muchos mueren intentando superarla!-

-Si no sois capaces de superar esto, no sois dignos de estar en este lugar en primer lugar- diría la mujer con tranquilidad.

Emporio no sabía de que pilar estaban hablando, pero por lo que oía era algo difícil, pero en si el no entendía nada de lo que hablaban.

- (Tal vez sea peligroso pero podría acercarme a ver si puedo escuchar mas lo que dicen)-

Se quedaría concentrado pensando en como acercarse sin hacer ruido o ser notado, lo que haría que no se escuchara los pasos que se le acercaban por la espalda.

-Vaya, ¿pero que tenemos aquí?- diría una voz gruesa con un tono de ironía. 

Al escuchar la voz Emporio se daría la vuelta, encontrándose con un hombre musculoso y alto mirándolo; vestía un sombrero largo, una túnica sin mangas y grandes brazaletes. Aunque lo que mas resaltaba era su largo bigote.

Emporio solo pondría una cara de sorpresa.

-Oh no...- 

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{10 minutos después}

-Ugh... ¿q-que paso?- diría Jonathan con cansancio mientras se levantaba lentamente de la superficie cómoda en la que se encontraba.

-¡Señor!- diría una voz familiar para el Joestar.

-¿C-Chico?- abriendo un poco sus ojos Jonathan pudo ver que enfrente de el estaba el chico de antes y que había estado buscando.

-Que bueno que despertó, es el único que conozco de aquí y pensaba que estaba muerto, ¿se encuentra bien?- 

-Si, solo estoy un poco mareado. Por cierto, se me olvido presentarme cuando nos encontramos, me llamo Jonathan Joestar, ¡un gusto conocerte chico!- diría con una pequeña sonrisa.

El chico se sorprendería un poco ante la repentina actitud alegre y caballerosa del Joestar, pero se tranquilizaría y pondría una expresión tranquila de nuevo. 

-Me llamo Emporio, Emporio Alniño. 

Muchas gracias por ayudarme y curarme antes- diría con seriedad pero también con gratitud.

-No hay de que, me gusta ayudar a la gente- diría Jonathan con una sonrisa mas notable.          -Ahora que veo bien el lugar donde estamos parece como un tipo de casa o mansión. Y viendo los objetos y muebles pienso que es de alguien rico-

-Bueno, descubrí estamos en lo que parece ser una isla-

-¡¿Una isla?!- exclamaría el Joestar sorprendido.

-Si, y no estamos solos. Afuera hay un par de personas que nos encontraron y nos trajeron aquí, te dejaron en este sitio para que descansaras y despertaras cómodamente; me dejaron quedarme aquí a esperar y ver cuando despertabas-

-Vaya, muchas gracias por vigilarme, parece que tendré que darles las gracias, aunque también preguntarles que paso para que me desmayara-

Con cuidado, por estar un poco mareado, Jonathan se levantaría y junto a Emporio iría hacía la puerta que le indicaría este, para sujetar la manilla de la puerta y abrirla.

Al hacerlo podrían ver como en una sala parecida a la que estaban se encontraba una mujer de pelo castaño con un vestido rojo y tacones rojos sentada en un sillón, el tipo que conoció Jonathan parado, el que conoció Emporio parado, un chico rubio y uno castaño, este tenía una mascara que le tapaba la boca y la nariz.

Estos voltearían al escuchar la puerta abrirse, viendo a los dos, quedando en un choque que miradas silencioso con ellos, el cual al pasar los segundos se volvería algo incomodo para ellos.

La mujer de vestido rojo decidiría romper el incomodo silencio.

-Con que por fin despertaste, me preguntaba cuando te despertarías. Pensé que Loggins te había matado mas que dejarte inconsciente- diría con un tono tranquilo.

-¿Loggins?- diría Jonathan confundido.

-Soy yo- diría, levantando una mano y el dedo índice, uno de los tipos con túnica, el cual tenía una cara relajada pero sería.

-Oh, un gusto conocerte Loggins, y un gusto conocerlos a todos ustedes- diría Jonathan con una sonrisa y en un tono educado.

-El gusto es nuestro, después de todo se podrían considerar como nuestros "invitados" imprevistos- diría la mujer.

-Ha, perdón por nuestra aparición en este lugar, nuestra situación es algo complicada- diría apenado el Joestar.

-No se preocupen, podrán explicárnosla con detalle- 

-Gracias-

Jonathan se acercaría y abriría la boca, pero antes de hablar se pararía y se quedaría mirando a un punto no fijo por unos segundos hasta que abriría los ojos por completo unos segundos mas y volverían a su estado normal para mirar a las figuras.

-Perdón por preguntar, ¿pero me podrían decir sus nombres? Me es algo incomodo conversar con alguien sin saber el como referirme a esa persona- diría con un poco de pena y una pequeña sonrisa.

-Por supuesto, pero creo que sería bueno que tu te presentes primero- diría la mujer.

-Oh claro, me llamo Jonathan Joestar, un gusto conocerla- diría mientras estiraba su mano derecha. 

La mujer por unos segundos, por unos miseros segundos, abriría los ojos y mostraría una mirada sorprendida, pero la ocultaría rápidamente.

 Poniendo una pequeña sonrisa extendería su mano, estrechándola con la del Joestar y agitándola lentamente.

-Lisa Lisa, igualmente un gusto-

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Hola lectores

¿Qué tal? ¿Cómo están? Espero que bien.

Me tarde un poco decidiéndome por cual parte iniciar; pero aquí estamos,  continuando la historia.

Este capitulo es menos largo que el anterior pues no sabía que tan largo ir, por lo que decidí dejarlo hasta esa parte, pero tengan por seguro que el siguiente capitulo será mas largo, pues vendrá con varias perspectivas.

Me estaré tornando mi tiempo escribiendo entre esta y la otra historia que tengo, para así no dejar a ninguna muerta o inactiva por mucho tiempo.

Igual no creo tarde mucho en subir el siguiente capitulo. 

Pero bueno,  espero que les haya gustado este capitulo.

Perdón por algún error de ortografía o de historia.

Criticas o sugerencias son aceptadas.

Sin nada mas que decir:

¡Hasta la próxima!

FIN