Capítulo VII
Un mes follando para Lee parecía mucho tiempo, pero en realidad esas cuatro semanas pasaron increíblemente rápido. La vida de BaekHyun se sumió en un desborde de placer como ocurrió en su adultez temprana, cuando la prostitución fue lo único que le dio de comer. No obstante, en ese momento podía jactarse de tener un compañero de cama único que resultaba muy inusual considerando que participaban de orgías. Lee tenía una preferencia por ellos y lo notó recién a la tercera semana, cuando a BaekHyun le dio un dolor de lumbar y el viejo simplemente lo mandó a descansar, con ChanYeol incluido.
Trabajar con Lee era fácil. Sin embargo, aún no tenían ni un rastro de LuHan, quien era el real motivo por el que se encontraban soportando las estrafalarias noches del empresario.
—Mi pareja favorita —se burló JongDae apenas BaekHyun le abrió la puerta para que ingresase al departamento.
Durante ese tiempo no pudieron volver a Hostel para no despertar ciertas interrogantes en Lee, por lo que se pasaron encerrados en ese departamento, con BaekHyun trabajando de forma online y con ChanYeol trabajando a medio tiempo en una tienda cercana. Oh dijo que les pagaría ese trabajo de mierda, pero de seguro el tiempo invertido en recuperar a la puta era mucho mayor al que en un inicio estimó.
—¿Dónde está nuestro semental?
BaekHyun rodó los ojos—. En el baño, duchándose.
Miró la mesa que estaba llena de platos sucios de los últimos tres días, ya que los pasaron metidos en una de las mansiones de Lee, follando sin más, por lo que no tuvieron tiempo para ordenar el departamento que compartía. De igual forma, a ChanYeol no le molestaba, ya que entendía perfectamente la situación en la que estaban, sin embargo, JongDae por supuesto que no estimaba lo complejo que era follar tanto.
—¿Y eso de que no lo acompañas para lavarle la espalda?
Resopló ante el comentario de su colega y tomó los platos rápidamente para llevarlos a la cocina. ChanYeol se estaba duchando en ese momento luego de limpiar el salón y la habitación que compartían, así que a él le tocaba hacerse cargo del comedor y la cocina.
Luego de un mes frecuentando en las orgías de Lee por fin tenían un descanso, ya que después de la primera semana ambos fueron a trabajar a Hostel. Al principio Oh dijo que no quería que lo hiciesen, porque había una posibilidad de que Lee los investigase para saber que se podían fiar de ellos. No obstante, ya consiguieron la confianza del viejo, al menos la mínima para participar en sus orgías privadas, así que pudieron volver a trabajar en Hostel, aunque con una condición.
—No puedo creer que le hayas pedido a ChanYeol que no se prostituyese mientras se acostaba contigo —se burló JongDae mientras lo veía lavar los platos.
—¿Qué esperabas? No quiero contagiarme de ninguna mierda. —Le dio una mala mirada a su colega—. Además, Oh nos da bastante dinero por esto, así que podemos sobrevivir sin hacer mucho más.
—Hey, pero ChanYeol tiene sus cosas aparte.
—¿Cómo qué?
No pudo recibir respuesta porque justo en ese momento apareció el prostituto, quien salió del baño y caminó por el pequeño pasillo hacia la cocina. Bueno, en realidad esa mierda era demasiado pequeña, así que no fue difícil verlo.
—¿Qué tal? —preguntó BaekHyun casualmente, cosa estúpida porque ChanYeol solo salió de la ducha y ya.
No obstante, llevaban un tiempo conviviendo y les iba realmente bien, cosa sorprendente para BaekHyun, porque hasta en Pekín, donde se prostituía, le costaba compartir habitación con los otros chicos. De hecho, le gustaba engatusar a las proxenetas para conseguir una buena habitación individual.
—El champú de coco se está acabando —dijo el otro casualmente mientras se secaba el cabello con una toalla pequeña—. Debemos comprar más.
Asintió sin prestarle mucha atención y lavó los servicios para luego ordenar un poco las bolsas de la última compra que hicieron.
—Así que lo llevan bien. —Ambos le dieron una rápida mirada a JongDae, sin prestarle verdadera atención—. Pues... Saben a lo que vengo, ¿no?
—Habla rápido. No hemos dormido en toda la noche y queremos descansar.
JongDae resopló y dejó caer sobre la mesa del comedor unos cuantos papeles.
—Encontraron a LuHan.
ChanYeol fue el primero que se acercó a la mesa y revisó con cierta urgencia los papeles. BaekHyun fue un poco más lento y cauteloso, solo se dedicó a mirar por un costado del más alto. En los papeles no habían más que fotos de un chico castaño merodeando por la ya tan conocida mansión de Lee.
—Estamos cerca —susurró ChanYeol, casi para sí.
Él asintió—. Estoy seguro que pronto lo tendremos.
Efectivamente, así fue. Luego de unos días de descanso volvieron a reencontrarse el jueves por la noche en una de las discotecas que frecuentaba Lee, bailaron un poco, bebieron y luego se subieron a una limusina. Una limusina, mierda. BaekHyun nunca estuvo arriba de una que fuese tan ostentosa, llena de luces, con tanto alcohol y donde cayesen tantas personas. Lo más impresionante fue que tuvo que montar a ChanYeol ahí mismo mientras masturbaba torpemente a un chico que se sentó a su lado.
Luego de eso fueron hasta la mansión del viejo para hacer otra ronda y fue ahí cuando vieron a LuHan. Lee lo presentó superficialmente como su amigo íntimo y luego lo invitó a participar. El hombre acompañó a Lee todo el tiempo, pero también se interpuso en otras parejas, ayudando y formando tríos.
—Se ve bien.
—Sí... —gimió BaekHyun sin proponérselo, más interesado en llegar a su orgasmo que en el propio LuHan siendo follado en la otra esquina del salón.
—¿Cómo...? —ChanYeol puso las manos en sus caderas para ayudarlo a ir con mayor rapidez—. ¿Cómo nos acercamos?
—Oh, sí...
Echó la cabeza hacia atrás y el contrario le dejó un beso en la barbilla junto a una serie de caricias en la espalda. Sabía que en ese momento debía concentrarse en lo que realmente fueron a hacer, pero BaekHyun ya estaba familiarizado con la situación, con el cuerpo de ChanYeol y las sensaciones que este le provocaba, así que ya respondía positivamente a los estímulos del contrario y, en parte, aprendió a disfrutar de ello. Le gustaba tener sexo con el prostituto.
—Quizás para la próxima ronda podríamos ubicarnos más cerca de él —comentó sin pensárselo mucho, pues en realidad estaba más concentrado en disfrutar de su orgasmo.
De igual forma, ChanYeol consideró que era buena idea, así que se movieron hacia una mesa que estaba detrás del sofá donde se posicionó la puta de Oh. Desde ahí el castaño les envió una importante mirada, algo tan extraño que BaekHyun pensó que el contrario se dio cuenta de quienes eran, pero al final concluyó que debió reconocer a ChanYeol porque fueron compañeros de trabajo. Sin embargo, aparte de una mirada efímera no pasó mucho más y LuHan acabó jugueteando con unos dos penes mientras BaekHyun era doblado contra la mesa por ChanYeol y penetrado con cierta brusquedad.
Los siguientes cuatro días pasaron igual, con ellos muy cerca, pero sin lograr cruzar palabra con el muchacho a pesar de que las miraditas ya se daban desde hace un rato, BaekHyun notó que LuHan reconoció a ChanYeol y si no se acercó sin más debía ser porque la situación eran más tensa de lo que realmente parecía. Por lo mismo, fueron cautelosos y se tomaron el tiempo para evaluar cómo se comportaba Lee alrededor de LuHan y qué tipo de relación tenían realmente.
—¿Estás bien?
Gruñó aún con la cara contra la almohada. Ambos se encontraban descansando sobre la cama que compartían en su pequeño departamento.
—Ese debería ser tu eslogan.
ChanYeol rio y él sencillamente rodó sobre su propio sitio para mirar hacia el techo. Ya en esa posición el contrario llevó la mano hasta su cabello y dejó pequeñas caricias. El chico tenía la costumbre de tocarlo de esa forma, de manera muy íntima y cariñosa. Al principio a BaekHyun le espantó, especialmente cuando los toques eran en la intimidad de su hogar, sin embargo, se acostumbró demasiado rápido y sin quererlo se halló esperando por sus caricias.
—Y sí, me encuentro bien —agregó poco después mientras metía la cabeza en el cuello del contrario, quien le recorrió la espalda con los dedos.
BaekHyun realmente no supo cómo sucedió, pero de un momento a otro se halló besando la barbilla del prostituto y poco después sus labios, invitándolo a una danza dulce que lo hizo gemir y apegar su cuerpo al del contrario como si fuese normal, como si llevasen años tocándose, mirándose y anhelándose.
Sabía que debía hacer las cosas por trabajo, pero no pudo evitar estremecerse cuando las manos de ChanYeol se metieron por debajo de su sudadera, tocando su piel desnuda. No se quejó cuando el chico le besó el cuello ni tampoco huyó cuando le quitó la ropa de la parte superior del cuerpo. De hecho, él también participó, también se deshizo de la camiseta del más alto, lanzándola lejos porque estaba demasiado pendiente del cuerpo fuerte y seguro que le ofrecía el otro. Sí, seguro. BaekHyun ya no creía que ChanYeol podría aplastarlo, más bien percibía que era una pared que lo acompañaba, que lo cubría y cuidaba.
Le gustaba.
No debía, maldición. Estaba mal besar a su colega, a quien lo pusieron a su lado netamente por algo laboral. Sin embargo, ChanYeol lo tocaba tan bien, era tan suave con sus caricias y parecía apreciarlo tanto con sus ojos oscuros y brillantes que BaekHyun no pudo evitar caer en ese espiral de deseo, lujuria y añoranza. Lo quería para él, solo suyo, para estar entre sus brazos y seguir dándole caricias a su cuerpo que tantos tocaron y nadie apreció, excepto él.
—Por favor... —suplicó cuando los besos del contrario descendieron por su pecho y se detuvieron en su abdomen.
Sintió perder el aire cuando los ojos oscuros del otro lo miraron desde abajo antes de bajarle el short de pijama, dejándolo desnudo. ChanYeol volvió a dejar un beso bajo su ombligo y luego descendió hasta perderse, hasta llevarse su pene a la boca. Inevitablemente hizo la cabeza hacia atrás, completamente extasiado con la sensación de la cavidad húmeda y caliente de su amante.
—Abre las piernas.
La orden suave la acató de inmediato y simplemente gimió cuando el contrario le lamió el perineo antes de meter la lengua en su orificio, haciéndolo gemir audiblemente. Su cuerpo se tensó y una de sus manos fue de inmediato hasta el cabello del contrario para aferrarse a este.
Si aquello fuese hace unas semanas se hubiese sentido completamente avergonzado de que su compañero de cama lo tocase de esa manera. No obstante, durante ese corto periodo de tiempo aprendió una serie de cosas y una de esas fue mantenerse aseado para hacer todo más agradable, tanto para ChanYeol como para él. Era vergonzoso admitirlo, pero BaekHyun de verdad se metió a internet y habló con los chicos pasivos de la orgía para consultar sobre cuál sería la posición correcta para sentir mayor placer junto a una serie de otros datos que solamente le interesarían a un hombre homosexual.
Le pareció increíble recapitular y darse cuenta que hace un mes se quejó de eso a tal punto de que le pusieron una pistola en la cabeza y tuvo un pene presionando contra su entrada sin que él lo permitiese. Sin embargo, ¿cómo terminó ahora? Tenía a un chico con la cabeza entre sus piernas mientras lo sujetaba fuertemente por los muslos y me metía la lengua en el culo. ¡Y lo peor de todo era que lo disfrutaba! BaekHyun quería seguir viviendo esa sensación tan placentera y electrizante por el resto de su vida, porque aún con una mujer el sexo no le pareció tan deleitoso.
—ChanYeol —gruñó ligeramente cuando el susodicho se alejó de él para subir y dejarle un beso en el cuello.
Luego de eso el chico se apartó y lo miró desde los pies de la cama. Ahí se quitó los pantalones y la ropa interior, provocando que BaekHyun se encontrase de frente con el ya tan conocido miembro, aquel duro e hinchado pedazo de carne con el cual él estuvo gimiendo el último mes. Pensar en eso era loco, maldición. ¿Byun BaekHyun desde cuándo veía un pene y se excitaba por ello? No tenía idea de cuándo cambió todo, pero ya no pensaba más en tetas ni en vaginas, ahora su concentración estaba en el miembro de su compañero, y no solo eso, sino que también en el mismo ChanYeol, pues solo quería que él se lo hiciese, que le abriese las piernas, le metiese los dedos y luego se adentrase en su interior.
—Eres muy hermoso —susurró el contrario algo distraído mientras le acariciaba el pecho.
Finalmente, el otro se humedeció los dedos con lubricante y se metió en su orificio, aunque BaekHyun no estuvo pendiente de nada de eso, más bien se concentró en lo que le dijo el contrario, en ese sustantivo que muy pocas personas realmente usaron con él y que de seguro nadie sonó tan sincero diciéndolo como lo hizo ChanYeol.
¿Sería muy malo si le empezaba a gustar la forma en que el prostituto lo tocaba? ¿Estaría mal desear que el contrario lo acariciase más seguido y que disfrutase cuando se metía en su interior? ¿Se estaba volviendo loco? ¿Era un idiota? ¿ChanYeol sentiría lo mismo? Le hubiese gustado ser un poco más valiente y preguntárselo, pero tenía miedo. Después de muchos años tuvo miedo por cómo reaccionaría otra persona y eso era malo, muy malo. Sentir temor por no ser correspondido... Esa sensación BaekHyun nunca la había sentido.
—Entraré.
—Sí, sí —gimió, ansioso.
Sabía que el contrario avisaba más para sacarlo de sus pensamientos que por que él no estuviese preparado para recibirlo, así que se concentró mucho más en el acto mismo y dejó su mente atrás, hablando sola consigo misma y agobiándose por querer que ChanYeol fuese solo suyo.
Se sujetó de los hombros ajenos como tanto le gustaba y besó la barbilla del pelinegro mientras este se metía en su interior. Su cuerpo se tensó ligeramente por la intromisión y el contrario le dejó caricias por todo el cuerpo para relajarlo, como siempre solía hacer. Le besó la frente, las mejillas, los hombros y la manzana de Adán. Le acarició los costados del cuerpo, recorrió sus muslos y se ancló a sus rodillas para afirmarlo y abrirse paso en su interior.
BaekHyun gimió gustoso cuando sintió la pelvis del otro chocar con su intimidad en una indicación de que ya llegó a su límite, que ya no podía entrar más en él. Sin embargo, se esforzó en tenerlo más adentro, más profundo, así que le rodeó la cadera con las piernas y lo atrajo hacia sí. Aún en esa postura movió las caderas en círculos y el contrario frunció el ceño y cerró los ojos aún con las manos ancladas sobre la cama. Se sintió gustoso al ver la expresión del contrario y por lo mismo hizo que rodasen sobre la cama para acabar sobre las caderas de ChanYeol. Desde esa postura volvió a rotar su pelvis y comenzó con un ligero vaivén de delante hacia atrás que hizo al contrario gruñir y apoderarse fuertemente de su cintura.
—Haz aprendido —gruñó el otro desde abajo con los ojos brillantes y el rostro serio, como si no pudiese contener la excitación.
Sonrió autosuficiente y bajó un poco para dejar un beso en los labios del contrario, quien lo abrazó por la cintura para que se apegase a su pecho y lo mantuvo ahí para moverse contra él, sacando y metiendo el miembro en su orificio una y otra vez, quitándole el aire por completo y haciéndolo gemir muy fuerte. La sensación fue escalofriante y única, a pesar de que ya llevaban mucho tiempo teniendo relaciones sexuales y que prácticamente lo hacían todos los días para Lee. No obstante, en ese momento la sensación fue distinta y ambos lo notaron, aunque fue BaekHyun quien lo percibió primero, pues su corazón saltó desbocado y todo se volvió una secuencia tan coordinada que estimó que debía haber algo más, que sus ojos realmente decían algo, que estaban conectados de alguna manera, porque resultaba increíble notar cómo sus cuerpos encajaron, cómo recibió tan bien los embates de ChanYeol y meneó las caderas para complementar sus movimiento.
La situación se volvió aún mejor cuando BaekHyun volvió a tener la espalda contra la cama, ya que el contrario se metió entre sus piernas y lo penetró fuerte y profundo, pero con cuidado. Lo miró tanto a los ojos mientras lo hacía que BaekHyun se sintió correspondido de alguna manera, pues nadie nunca lo miró tanto durante un acto sexual ni mucho menos se concentró en sus ojos.
—No pensé que esto podría gustarme tanto —susurró para sí mientras frotaba su frente con la sien de ChanYeol, quien le dejó un suave beso debajo de la oreja.
—¿Se siente bien? —preguntó distraído el contrario mientras le abría más las piernas con caricias de por medio.
—Sí, me gusta —lloriqueó, porque justo en ese momento el contrario comenzó a penetrarlo más rápido, al parecer con la intención de llevarlos por fin al orgasmo.
BaekHyun aceptó la invitación de inmediato y meneó las caderas contra el contrario para recibirlo de buena manera y darle placer. Ya no tenía la necesidad de pensar en posibles opciones para hacer que todo eso no doliese ni se volviese incómodo, ahora se preocupaba por el estado de ChanYeol y su propia satisfacción, cosa que era una clara evidencia de que la situación iba más allá, que los ojos brillantes mirando hacia él significaban algo, que no era sexo sin más y que si lo estaba follando ahí, en la intimidad de su departamento y sin Lee viendo, era porque ambos querían y no porque había un maldito trabajo de por medio.
Ese pensamiento hinchó su corazón y al momento de recibir el orgasmo todo se sintió distinto. Su pecho se hinchó y el estremecimiento lo recorrió por completo, elevándolo a una dimensión desconocida que estaba llena de caricias, besos y gruñidos de placer, un lugar repleto de amor en el que solo estaban ChanYeol y él.
Se detuvo a pensar en eso, en el cariño y atención que sentía en ese momento. A sus treinta años, BaekHyun nunca experimentó tal sentimiento. Su vida estuvo tan cubierta de desgracias, malos momentos y mentes rotas que pensó que no conseguiría mucho más que logros económicos, un hogar seguro y quizás unos lujos que siempre anheló de niño. Sin embargo, ¿conseguir que alguien lo mirase y acariciase así? Jamás pensó que lo experimentaría.
Tantas manos lo tocaron, tantas bocas lo besaron, tantas personas se detuvieron a mirarlo... Durante mucho tiempo creyó que alguna de ellas pondría los ojos de él, que lo vería como algo valioso y que haría hasta lo imposible para mantenerlo a su lado, pero nada de eso pasó, todos se fueron. Como prostituto, era difícil que alguien quisiese quedarse a su lado y le costó entenderlo, pues un joven huérfano y roto solo quería amor, atención y cariño. Lo buscó por tanto tiempo que solo consiguió romperse más y más. Por suerte, aprendió de todo ello y logró superarlo, consiguió dejar de esperar y se hizo a la idea de que nadie jamás lo miraría de esa manera, que nadie lo llevaría a ese tipo de intimidad, donde no eran solo cuerpo desnudos, sino que iba más allá, donde se alcanzaban dimensiones inalcanzables en el plano mundano. Siendo así, ¿cómo era posible que él estuviese experimentándolo en ese momento? Un desgraciado como él de repente era tocado suavemente, sujetado con tanta fuerza y besado con tanta lentitud.
—Mierda —soltó el otro casi sin aire cuando cayó a su lado en la cama después de su orgasmo.
Ambos permanecieron en esa posición, mirando al techo y esperando que sus respiraciones se regulasen para decir algo, aunque BaekHyun se dio cuenta que realmente no lo necesitaban, que las cosas así como estaban se sentían perfectamente bien y que no tenían por qué explicar mucho más. No hubo necesidad de decir absolutamente nada, porque con una mirada bastó para que sus cuerpos volviesen a encontrarse, esa vez en un abrazo cariñoso donde BaekHyun se ocultó en el pecho del contrario y dejó sobre este un pequeño beso a modo de agradecimiento.
—¿Estuvo bien? —preguntó el pelinegro sobre su oreja y él alzó la cabeza para encontrarse nuevamente con los ojos ajenos. Nunca antes se fijó tanto en los ojos de otra persona y los de ChanYeol le parecían tan bonitos...
—Estuvo increíble —susurró sobre los labios del prostituto antes de volver a besarlo, esta vez lento y suave.
Todo comenzó de nuevo, como la reproducción en bucle de su canción favorita, algo que nunca se cansaría de escuchar.
Las manos de ChanYeol lo recorrieron nuevamente y BaekHyun esa vez descendió las manos con suavidad por la espalda de quien se puso entre sus piernas. Desde ahí dejó recorridos sutiles mientras su boca seguía besando al contrario, quien lo recibió tan bien, besándolo profundo y lento, como si lo saborease.
El sexo no fue muy distinto. Acabaron nuevamente encontrándose en la cama, pero todo fue ligeramente diferentes. Las penetraciones se volvieron lentas y profundas, los gemidos sonaron prolongados y armónicos junto a los resoplidos de ChanYeol, quien terminó abrazándolo mientras lo penetraba, aún con BaekHyun con la espalda sobre el colchón.
Se sintió tan íntimo, tan propio, tan suyo. BaekHyun nunca había tenido sexo así y ciertamente dudaba que pudiera volver a sentirse de esa manera. Sin embargo, en ese momento no pensó en lo que podría pasar luego de que todo acabase, de que llegasen a los orgasmos o de que encontrasen a LuHan y que volviesen a ser jefe y empleado. No, eso no importó. En ese momento lo único que vino a su cabeza fue en lo bien que se sentía y en cuántas ganas tenía de hacer todo eso, así que disfrutó de sus orgasmos y se recostó sobre el pecho de ChanYeol una vez que todo acabó.
El chico encendió la pequeña televisión del departamento y vieron una película que estaba recién empezando. Se quedaron simplemente ahí, en silencio, desnudo y tapados con las mantas desordenadas. ChanYeol le acarició la espalda mientras él acariciaba suavemente la piel del pecho al contrario.
No dijeron nada. No hicieron nada extraordinario y fue justamente eso lo que le dijo a BaekHyun que ChanYeol era completamente distinto y que no se había equivocado, que ese hombre era para él.
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Creo que ahora todo parece raro, pero espero que no lo parezca. Jsjsjs
¡Felices fiestas! Espero que tengan un precioso cierre de año y que el próximo año esté lleno de oportunidades y buenos momentos. 💖☀️
¡Las quiero mucho! Muchas gracias por leer, votar y comentar. ♥️
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