Capítulo III
—¿Me puedes decir por qué mierda no se han acercado a Lee ni un poco?
Apretó los ojos y tamborileó con un pie mientras sujetaba fuertemente su propia cadera para no partirse los nudillos contra la pared que tenía en frente. Estaba en el departamento y esa mierda se las pasó Oh, así que no podía permitirse cagarla.
—Es complicado... —soltó poco convencido.
—No es complicado, Byun —espetó Oh desde el otro lado del teléfono—. Solo deben merodear por los sitios que el viejo visita, conversar un poco con él y luego follar en sus fiestas para encontrarse con LuHan.
LuHan... Como odiaba a ese maldito. Por su culpa estaba metido en toda esa mierda.
—Sabes que yo no...
—Me importa una mierda —interrumpió el otro—. Esto no se trata de tu comodidad, Byun. Si mañana no me das noticias sobre Lee iré yo mismo a meterte un palo por el culo.
La llamada se cortó tras la amenaza y a BaekHyun no le quedó más que morderse el labio inferior y contener el aire para no soltar una pila de insultos. No quería tener problemas con Oh. Sabía perfectamente cómo se pondría el hombre si le ponía las cosas más complicadas.
Eran recién las tres de la tarde y despertó hace una hora. Se duchó, comió algo y luego Oh lo llamó para hacerle la vida imposible, regañándolo por que no hacía absolutamente nada para conseguir a su puta. ChanYeol no estaba en el departamento y no sabía si llegó a dormir o no, pues él durmió apenas puso un pie en el cuarto.
Como sabía que estaba solo se dirigió hacia la habitación y se recostó sobre la cama deshecha. Ahí miró el techo descascarado y se concentró en la ampolleta mal colocada. Claramente, no estaban en un lugar que fuese increíble, para nada. La cocina y el baño tenían algo de moho, olía mal y era feo. Solo tenían una cama y era relativamente pequeña, cabían dos personas, pero no había espacio suficiente como para regodearse. Por otra parte, el sofá era una mierda asquerosa y casi deshecha, viejo y usado.
Pensar en todo eso lo hizo cuestionarse dónde durmió ChanYeol. Dudaba que lo hiciese en la misma cama que él, pero en realidad le importaba muy poco. BaekHyun vivió muchas mierdas, durmió en la calle, entre basura y con gente que no conocía, así que le daba completamente igual si el otro se metió en la misma cama que él.
—Entre más rápido hagas esto, más rápido saldrás —se dijo a sí mismo y, con ello en mente, estiró el brazo para conseguir su propio celular.
Decisivo fue hasta el buscador y puso directamente «porno homosexual» con la esperanza de que los resultados le resolviesen la vida. Al final solo se encontró con una serie de vídeos de hombres desnudos con penes endurecidos. Eso estaba bien, era normal. Al trabajar como prostituto resultaba imposible no mirarle el miembro a algún colega. No obstante, lo que no conocía eran culos de hombres abiertos. Había visto de mujeres, sí, pero no de hombres.
Solo era sexo anal. Las mujeres también recibían sexo anal. Incluso él se folló así a alguna mujer. No tenía por qué ser la gran cosa. A fin de cuentas, ¿qué le afligía tanto? ¿Su masculinidad rota o su culo roto? Como prostituto, drogadicto y delincuente ya perdió mucha dignidad, perdió la oportunidad para muchas cosas. Sin embargo, ser homosexual... Era extraño. Y que le rompieran el culo debía ser doloroso.
De forma penosa buscó en internet cómo inducir a un homosexual pasivo y decidió tomar cartas en el asunto, así que se desvistió y así, desnudo al completo, se recostó en la cama y con celular en mano buscó información.
Tenía un poco de ganas de tocarse, pero definitivamente no lo excitaba pensar en penes y culos de hombres, así que buscó unos vídeos de sexo heterosexual y se entretuvo mirando un par de ellos mientras se acariciaba a sí mismo. No quiso cambiar de vídeos hasta que se sintió lo suficientemente duro como para saber que podía correrse en cualquier momento. Lamentablemente, escuchó que la puerta del departamento se abrió en ese mismo momento.
Con rapidez bloqueó el celular y se tapó con las mantas, aunque apenas logró hacerlo antes de escuchar los pasos a través del sitio y vio a través de la puerta abierta a ChanYeol con intenciones de entrar al baño, aunque este se giró para mirar el interior de la habitación. El lugar era tan pequeño que no le extrañaría que el contrario escuchase lo que hacía desde antes de abrir la puerta de entrada.
—¿Todo bien? —preguntó el hombre y se giró por completo hacia él, como si recién notase que estaba desnudo en la cama—. ¿Estás con alguien?
Bufó y miró hacia otro lado de la habitación. Le pareció ridícula la idea del otro, pues para un proxeneta era realmente difícil tener sexo con alguien más que no fuese una prostituta. Bueno, a cambio de que no supiesen a qué se dedicaba.
—No, estoy solo —terminó diciendo entre dientes.
—Entiendo... —soltó el otro con cuidado, como si no entendiese—. ¿Interrumpo algo?
—Mierda. Me estaba tocando —soltó de mala gana y el contrario elevó ambas cejas, sorprendido por su diálogo tosco.
Finalmente, ChanYeol soltó una risa—. ¿Por qué pareces molesto?
—Porque Oh me llamó para decirme que nos metiésemos con Lee de una vez.
—¿Y eso qué tiene que ver con que te estés masturbando?
Hizo de sus labios una línea y luego hizo un gesto distraído con la mano—. Mejor ve al baño. Luego conversamos.
ChanYeol soltó una risa, divertido, y le obedeció. BaekHyun solo creía que el contrario se burlaba de él y de lo mal que llevaba todo. Claro, como el prostituto era homosexual y más encima activo no sería complicado para él hacer todo eso, al menos no lo sería tanto como lo era para BaekHyun. Y sí, por supuesto que él intentó hablar con Oh a solas sobre eso con la intención de remediar toda la situación, pero el hombre estaba realmente ensimismado en recuperar a su puta, así que a él no le quedaba nada más que aguantarse toda esa mierda.
—¿Entonces? —indagó ChanYeol luego de entrar a la habitación. Salió tan rápido del baño que a BaekHyun no le dio tiempo ni de vestirse.
—¿Puedes salir para que pueda vestirme? —preguntó reticente.
—Claro. —El sujeto se puso de pie, pero al final solo lo miró desde arriba—. ¿Y si te ayudo?
—No —zanjó, aún cuando no supo del todo a qué se refirió el otro.
—Quieres que terminemos lo del jefe, ¿no? —Le envió una desconfiada mirada al contrario y este suspiró—. Prepárate entonces.
—Imbécil —soltó de mala gana—. Dije que te fueras de aquí.
—Toma esto. —El sujeto alcanzó algo de uno de los muebles y lo tiró sobre la cama, donde rebotó—. Empieza por el índice...
—¡Cállate!
—¡Debes hacerlo! —Sus ojos se abrieron, sorprendido por que ChanYeol gritase—. No quiero lastimarte ni quiero que alguien más lo haga. Debemos rescatar a LuHan y luego todo estará bien.
Contuvo el aire y miró las ceja alzadas del contrario. El sujeto lo presionó con la mirada y BaekHyun volvió a sentirse en una postura inferior, pero eso en realidad no le molestó, solo sintió que fue como el regaño que necesitaba para avanzar con todo aquello.
—Bien, empecemos.
Con nerviosismos que no eran propios de su edad tomó la botella que el contrario le lanzó y la delineó con sus dedos. El lubricante aún estaba sellado.
—¿Te molesta que te vea?
Asintió algo tímido y por lo mismo tuvo muchas ganas de morirse con esa mierda. Era horrible todo eso y lo ponía en una situación a la cual definitivamente no estaba acostumbrado.
—Me pondré aquí entonces. —Para su sorpresa, ChanYeol se sentó en el suelo, a los pies de la cama y dándole la espalda.
—¿No puedes salir?
—Participarás en orgías, BaekHyun. Debes superar la vergüenza.
—Bien —respondió con cierta rabia contenida.
Se recostó sobre la cama y miró el techo. Su celular quedó olvidado, pero aún sostenía fuertemente la botella de lubricante, como si ese fuese su único anclaje a la realidad cuando era justamente ese objeto el cual lo hacía todo más difícil.
—Tócate —pidió ChanYeol suavemente y él frunció el ceño.
—No me digas qué hacer —exigió molesto.
—No te molestes. —El prostituto soltó una pequeña risa luego de su diálogo—. Solo disfruta de esto, BaekHyun. No lo veas como un castigo.
—Como si fuese algo con lo que pudiese disfrutar... —dijo de mala gana y para sí mismo mientras metía la mano por debajo de la manta para tocar su miembro ya blando.
Con el ceño fruncido y la mirada en el techo tocó suavemente su pene, el cual difícilmente se pondría erecto porque no podía quitar de su cabeza que ChanYeol estaba ahí, en la misma habitación y sentado a sus pies. Escuchó que el chico puso música algo más... sensual y tomó una respiración profunda con la intención de que eso lo distendiese.
Retomó lentamente las caricias sobre su sexo, aunque se mantuvo algo incómodo al inicio. No obstante, pronto las caricias actuaron y su miembro se endureció entre sus dedos.
—Acaríciate los pezones —pidió ChanYeol sin moverse de su posición y con su típica voz ronca.
—Cállate —gruñó molesto porque el otro cortase su momento de excitación.
—¿Te gusta que te den órdenes, BaekHyun?
Frunció el ceño y se apoyó en su propio codo para observar a ChanYeol, quien se giró para mirarlo por sobre su hombro.
—¿A qué viene eso?
—Porque te daré órdenes. —Se sorprendió por el comentario seguro del prostituto y estuvo muy tentado a burlarse de él por ello, pero el chico no lo dejó abrir la boca, porque habló antes—. Quiero que retuerzas tu pezón.
—No haré la mierda que me pidas.
—Lo harás.
—¿Por qué? —Mostró una sonrisa socarrona.
ChanYeol se levantó de su sitio y avanzó por sobre la cama con rapidez, escabulléndose hasta que llegó a su lado. Para su sorpresa, el prostituto le puso la mano contra el cuello, ahorcándolo sin generar verdadera presión, solo imposibilitándolo.
Sus manos de inmediato se fueron hasta las contrarias y tuvo intenciones de alejarlo de un golpe, pero el chico dejó una pequeña caricia sobre su mejilla con la mano libre, cosa que lo detuvo por completo.
—No te haré daño —murmuró el otro mientras lo miraba a los ojos, cosa que le quitó el aire por completo—. Solo intento averiguar qué te gusta.
—Que me tengas así no me gusta —dijo de inmediato.
—¿Seguro? —preguntó el contrario con una sonrisa autosuficiente y presionó sobre su garganta, obligándolo a alzar la barbilla.
El pelinegro se acercó hasta él e inicialmente pensó que lo besaría, dado que se acercó lo suficiente como para que sus labios se encontrasen solo a centímetros, pero al final el contrario dejó un suave beso sobre su frente y lo soltó por completo.
—Prueba lo que te digo. Si no te gusta o te duele lo puedes dejar. —ChanYeol no dijo nada más y volvió a su posición anterior en el suelo.
BaekHyun se sintió inseguro sobre qué hacer, pero consideró que las palabras del otro tenían algo de razón, así que suspiró y soltó un quejido.
—Bien. Dime qué hacer.
El contrario guardó silencio por un momento.
—Lámete el pulgar y el índice. —De mala gana se llevó la mano a la boca y humedeció los dedos que el contrario nombró—. Juega con tu pezón.
Suspiró al saber lo que el otro quería y jugó con su pezón, cosa que lo obligó a fruncir el ceño porque sus pezones ya estaban erectos debido al frío, dado que estuvo mucho tiempo desnudo y solo en la habitación.
—¿Te duele?
De mala gana respondió—: No.
—¿Incomoda?
—Solo un poco.
—¿Es soportable?
—Sí. —Suspiró.
—Entonces quiero que hagas otra cosa. —Se mordió el labio inferior, entre molesto y excitado por sus propias caricias, pues en ningún momento dejó de tocarse el pene—. ¿Ya te estás masturbando? —Solo respondió con un gemido de garganta—. ¿Te sientes bien? ¿Te gusta?
—Sí.
—Mójate los dedos con lubricante.
—ChanYeol... —se lamentó, sabiendo lo que continuaba.
—Iremos a tu ritmo. Lo prometo.
Soltó un suspiro y le hizo caso. Rápidamente se humedeció los dedos que anteriormente estuvieron jugando con su pezón y cuando tuvo estos llenos de lubricantes volvió a posar la mano desocupada sobre su miembro, acción que lo hizo estremecer.
—Lleva los dedos hasta tu entrada.
—ChanYeol, no puedo —se lamentó, esta vez sin ganas de insultar, sino que con la intención de que ese momento tan tenso acabase de una vez.
—Pruébalo, Baek.
Cerró los ojos, se mordió el labio inferior e hizo que su dedo índice fuese hacia su entrada. Se estremeció ante el contacto con el líquido helado, pero eso no lo detuvo y aun así intentó empujar el dedo en su interior, cosa que de inmediato lo incomodó.
—No puedo —dijo agobiado.
—¿Quieres que lo intente yo?
—¡No!
Volvió a alzar la cabeza con la intención de encontrarse con la mirada de ChanYeol, pero este seguía en la misma posición.
—Entonces quiero que acaricies suavemente la zona, que humedezcas. —Rápidamente obedeció, como si tuviese temor que se le olvidase—. Luego deja unos pequeños golpecitos.
—ChanYeol... —Soltó a modo amenazador.
—Hazme caso. —Volvió a suspirar y obedeció—. Ahora empuja un solo dedo.
Hizo lo que le dijo y de inmediato su ceño se frunció debido al dolor. Tuvo ganas de sacar el dedo de inmediato y mandar todo a la mierda, pero sabía que no podía hacer siempre lo mismo y, en parte, agradeció tener ese momento, porque si ya le dolía así no podía imaginarse cómo sería cuando tuviese un pene metiéndose ahí.
—Ya está —dijo casi sin aire.
—¿Lo hiciste? —ChanYeol se giró hacia él con sorpresa, como si no esperase que le hiciese caso.
—¡Voltéate! —Seguía cubierto con las mantas, pero eso no evitó que sintiese vergüenza.
—Bien. Vas muy bien. —Gruñó ligeramente—. Ahora quiero que muevas solo un poco el dedo en tu interior y no dejes de masturbarte.
Obedeció y maldición... No se sintió tan mal, para nada.
Siguió así, moviendo el dedo de un lado a otro e incluso en un punto se atrevió a sacarlo y volver a meterlo. La situación le dio un poco de asco, pero luego pensó que daba completamente igual, que se sintió demasiado bien como para ponerse a pensar en lo sucias que eran sus acciones.
—Mmh...
Escuchó que ChanYeol se giró a mirarlo, pero no le prestó demasiada atención. Más bien se concentró en meter y sacar el dedo en su interior mientras su mano libre recorría rápidamente su miembro duro, el cual estaba a punto de eyacular.
—¿Todo bien? —Asintió con vehemencia porque sabía que el contrario lo veía—. Bien. Quiero que ahora metas un segundo dedo.
Sus ojos se abrieron con asombro y estos se encontraron con los de ChanYeol. Por alguna razón, no se sintió avergonzado ante el contacto.
—¿Ahora?
—Sí. Deja caer un poco más de lubricante y mete un segundo dedo.
Se guardó el suspiró e hizo lo que el otro le dijo ante su atenta mirada. En algún punto se apartó las mantas de encima porque le incomodaron, además que se sintió en confianza porque notó que ChanYeol no volteó a verlo. De igual forma, en ese momento no le importó ni un poco estar desnudo frente al prostituto y solo dejó caer un poco de lubricante sobre la mano que aún lo penetraba. Ya ahí sacó el dedo de su interior y con algo de dificultad alineó el segundo dedo frente a su entrada antes de empujar. La acción lo hizo gruñir y frunció el entrecejo. De primeras pensó que los dedos no entrarían, pero la mirada de ChanYeol estuvo tan insistente sobre él que se obligó a sí mismo a autopenetrarse, así que acabó haciéndolo, cosa que le sacó un suspiro.
—Bien hecho.
Ay, mierda. La voz del prostituto se tornó más ronca de lo usual y por lo mismo sus ojos se detuvieron en el sujeto, quien lo miró directamente.
—¿Estás duro?
ChanYeol soltó una suave risa ante su pregunta sin escrúpulos.
—Soy homosexual, me gustan los hombres. —El sujeto se tomó una pausa—. Y me gusta lo que veo.
Mierda. A BaekHyun no le gustaban los hombres, pero ese comentario por alguna razón lo excitó. No obstante, no quiso concentrarse mucho en la sensación que el otro le generó y solo se concentró en sacar y meter los dos dedos húmedos y calientes dentro de su interior. Maldición, sí se sentía bastante bien, especialmente si era acompañado por las caricias en su miembro.
—¿Duele? —Negó rápidamente con la cabeza, como si una respuesta positiva fuese motivo para quitar esa nueva sensación que experimentaba—. ¿Es incómodo?
—Solo un poco —acabó por soltar junto a un quejido gustoso.
—Mete otro dedo.
—¡¿Otro?! —preguntó con pánico y dirigió sus ojos a los de ChanYeol, quien sonrió.
Para su sorpresa, el contrario se acomodó en la cama para quedar sentado justo a su lado y desde ahí le acarició la mejilla en un acto suave y delicado, casi superficial. BaekHyun pensó que el prostituto aprovecharía para meterle los dedos en la boca y quizás el pene, pero al final el chico solo dejó la pequeña caricia y se retiró. Apoyó la espalda contra el respaldo y cruzó los brazos frente al pecho para mirarlo desde ahí.
—Mete otro, cariño.
Sus ojos de inmediato se dirigieron hacia los de ChanYeol y su cuerpo se puso totalmente tieso. No estaba para nada acostumbrado a los apelativos cariñosos y que un hombre se lo dijesen era aún más extraño. Ni siquiera supo si lo recibió de buena o mala manera, pero de alguna forma sirvió de impulso par meter el tercer dedo, cosa que le cortó la respiración porque efectivamente ese dedo dolió.
—Con cuidado.
—Mierda —gruñó para sí cuando intentó mover los dedos, cosa que sintió que sencillamente no funcionaba.
—Tranquilo. —El hombre dejó otra caricia sobre su rostro y la mano luego se detuvo sobre su cabello, cosa que lo hizo cerrar los ojos y soltar un suave suspiro—. Tú puedes, BaekHyun. Disfruta de esto. Mueve las caderas, piensa que estás penetrando y olvídate de los dedos.
Obedeció, así que se concentró netamente en la mano que estaba en torno a su miembro y en lo bien que se sintió el sube y baja de la extremidad sobre su sexo. De hecho, fue ese mismo pensamiento el que lo hizo olvidarse de que tenía sus propios dedos metido en su culo y le hizo caso a ChanYeol. Empujó suavemente las caderas hacia arriba y sintió una pequeña incomodidad en su entrada a la que no le prestó atención. Simplemente se imaginó que ingresaba en algo caliente y húmedo mientras... Mierda, mientras le metían algo por el culo, porque la sensación después de todo no era mala. Además, las caricias en torno a su cabeza lo hicieron sentir cálido y resguardado, como si supiese que en cualquier momento podría dejar caer la cabeza porque sabría que alguien pondría su mano de almohada. La sensación fue agradable.
—Oh, sí...
—Termina —demandó ChanYeol con una voz increíblemente ronca y él obedeció. Sí, maldición. Le hizo caso y pensar en eso fue lo que lo hizo eyacular con fuerzas.
Solo en ese momento se dio cuenta que estuvo metiendo con ímpetu los dedos dentro de sí, al parecer ayudándose de eso para alcanzar el orgasmo.
—¿Qué tal estuvo? —Abrió los ojos y miró a ChanYeol, quien le sonrió desde arriba—. ¿Dolió mucho?
—No mucho —susurró con dificultad, aún saliendo del orgasmo.
—¿Fue incómodo?
—Solo un poco —musitó.
El chico sonrió y le dejó otra pequeña caricia en la mejilla—. Lo hiciste bien, BaekHyun.
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Lamento mucho la tardanza. He estado complicada de tiempo por la universidad. Ahora estoy con las últimas evaluaciones, así que espero que saliendo de esto pueda seguir con mis historias pendientes. 💃🏻
Por otra parte, me enteré de lo que pasó con algunas colegas escritoras. Si hay alguna de ellas leyendo esto, quiero invitarlas a que no se rindan y sigan haciendo aquello que tanto les gusta. Si necesitan ayuda para algo (ideas, ediciones, correcciones, hablar, etc.) estoy disponible. Considero que es crucial que nos apoyemos entre nosotras para abordar esto sanamente. ♥️
En cuanto a mí, no he sufrido ningún infortunio hasta el momento. Solo me he estresado por la falta de interés en las corrección y poco tiempo para escribir, por lo mismo pedí consejos en mi tablero. Quiero agradecerle a todas aquellas que me respondieron. Leí cada uno de sus consejos y estoy realmente agradecida. Me animó mucho y puede que por eso mismo esté subiendo esto ahora. 🤣💖
¡Ah! La historia cambiará de título. Lo haré una vez que tenga lista la portada. ☺️
Saludos y besos, Ary. ♥️
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