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Capítulo II

—Supe lo qué pasó con Oh —comentó JongDae con cuidado y por lo bajo. BaekHyun sabía que si el otro tenía tan solo un poco más de confianza ya se hubiese puesto a reír.

—Eso no te incumbe, así que cállate —bramó mientras entraba al pequeño departamento con el bolso sobre el hombro.

—Aun así ya todo Hostel sabe que ChanYeol te folló.

—¡Solo cállate, mierda!

Le pegó un empujón a JongDae con la intención de dejar claro su punto y, de ser posible, hacer que el otro tropezase y se partiese el cuello con la mesita que estaba a un costado de la puerta. Lamentablemente, no pasó, así que BaekHyun tuvo que soportar la risa estruendosa del sujeto mientras dejaba sus cosas dentro del departamento.

—Buen día.

Giró su cabeza hacia la entrada, donde apareció ChanYeol con sus jeans rasgados y una sudadera ancha. Cualquiera dudaría que era un prostituto, más bien parecía un universitario cualquiera, cansado y despreocupado.

—Los dejaré solos. —JongDae acompañó su diálogo con un movimiento coqueto de cejas y BaekHyun solo frunció el ceño ante eso, sin saber por qué el otro se comportaba de esa manera tan confianzuda y ridícula.

—Señor Byun —empezó ChanYeol con cuidado, pareció tímido incluso—, lamentó mucho lo que ocurrió el otro día. No fue mi intención...

—Sé que no lo fue, ChanYeol. Tranquilo. —A pesar de que intentó tranquilizarlo, su expresión seria no cambió—. Lo que ahora importa es meternos en la casa de Lee.

El prostituto asintió y ambos se sentaron en el único sofá que había en la pequeña habitación. Se encontraban en un departamento ubicado en los malos suburbios de Seúl, lugar donde Lee se encargaba de buscar a prostitutos en las calles con la finalidad de no gastar mucho dinero en las orgías que planeaba. Oh decidió que ubicarlos ahí sería lo mejor para que Lee no pensase que eran de Hostel. De ser así, sabría de inmediato que iban detrás de LuHan.

—Esto es una mierda —se quejó mientras empujaba la pila de papeles contra la mesa.

Estuvieron toda la mañana revisando la serie de datos que SeHun recolectó para ellos, información que iba desde las propiedades de Lee hasta sus aficiones. A BaekHyun le importaba bien poco y aparentemente a ChanYeol también, pero debían estar informados si querían que eso saliese como lo deseaba el maravilloso de su jefe.

—Debemos practicar el sexo —dijo ChanYeol en algún punto del día, cuando ya pasaron cuatro horas después del almuerzo.

BaekHyun se giró a mirarlo con una ceja alzada, expectante, y con la clara intención de burlarse. Sin embargo, algo debían hacer si deseaban meterse en las orgías y parecer naturales, especialmente para él, quien no era homosexual ni tenía ninguna intención de que le metiesen un pene por el culo.

El contrario elevó las cejas en un acto sugerente, pero sobrio a la vez. Luego hizo la silla hacia atrás con el amago de levantarse y le ofreció la mano.

—No lo haré —zanjó luego de enviarle una mala mirada al prostituto, quien suspiró ante su negativa.

—Señor Byun, tendremos sexo eventualmente. Puede que incluso otros hombres deseen estar con usted durante las reuniones de Lee. No sería bueno que simplemente dejase que todo pasase ahí. Se supone que es un prostituto homosexual.

Hizo una mueca al escuchar las palabras ajenas y dirigió su mirada hacia los papeles que estaban sobre la mesa. Claramente, el otro tenía razón, pero no podía dejarse tocar de esa manera, maldición. No estaba preparado. Sin embargo, sabía que era muchísimo mejor que lo tocasen mientras estaba consciente a que simplemente lo violasen, aún cuando supuestamente ChanYeol ya abusó de él, cosa que era una mierda, pero que entendía. A fin de cuentas, SeHun los apuntó a ambos con una pistola en la cabeza.

—Bien. Debemos. —Asintió con vehemencia en un intento de parecer más convencido de lo que realmente estaba.

Dejó los papales a un lado y se puso de pie. Miró a ChanYeol con una expresión seria y se encontró con su cabello oscuro despeinado, sus ojos cansados y sus mejillas pálidas. Al verlo, BaekHyun recordó que el contrario tenía cinco años menos que él y que se prostituía más por necesidad que por gusto.

—¿Quiere tomar algo? —ChanYeol caminó hasta su bolso, de donde sacó unas latas de cerveza.

BaekHyun suspiró—. No, gracias.

—¿Fumar? —Negó con la cabeza—. ¿Un juguito?

Soltó una suave risa y ChanYeol miró hacia abajo mientras revisaba su bolso, momento en el cual se asomó una pequeña sonrisa entre sus labios. El gesto lo hizo distenderse un poco; se olvidó momentáneamente que estaba con un tipo que no conocía de nada y que era un prostituto.

—¿Entonces qué sugieres? —preguntó con cuidado.

—Siéntese en el sofá.

Su cuerpo se tensó y se sintió incómodo, desprotegido, sin embargo, obedeció. Caminó hasta el desgastado sofá y se dejó caer ahí mientras ChanYeol parecía manipular algo en la pequeña televisión que tenían en la habitación. Con ello apareció una escena de pornografía homosexual que solo lo hizo hacer un mueca. En la pantalla se mostraron dos hombres jóvenes, de piel pálida, sin tatuajes y claramente asiáticos. BaekHyun vio dedos húmedos, penes duros y culos abiertos.

—No puedo con esto. —Se puso de pie y caminó en dirección a la única habitación aledaña que había en el departamento. ChanYeol rio desde donde estaba y caminó detrás de él.

—Debe acostumbrarse.

—¡Pero no puedo!

El muchacho le hizo una mueca desde el marco de la puerta y él solo contuvo el aire mientras se mordía el labio inferior, porque estaba claro que sí, tenía que hacerlo de una vez, especialmente si consideraba que ese mismo fin de semana no solo tendría a ChanYeol montándolo, sino que también a otra serie de hombres que estarían interesados en hacerlo mierda.

—Bien. —Asintió, poco convencido.

Tomó asiento en el borde de la cama, cerró los ojos y echó la cabeza hacia atrás con la esperanza de que ChanYeol hiciese todo el trabajo. Realmente no se encontraba capacitado para absolutamente nada.

Sintió un cuerpo sentarse a su lado y miró a ChanYeol, quien bebió de la lata de cerveza que, aparentemente, se trajo consigo cuando lo siguió. Él, por otra parte, le dio un vistazo a la puerta abierta de la habitación y le prestó atención a los sonidos que de ahí provinieron, cosa que lo hizo sentirse asqueado, porque escuchó voces roncas gemir y sonidos húmedos. BaekHyun tuvo que apretar los ojos al recordar cómo fue el extraño encuentro que tuvo con ChanYeol.

Imprevistamente, sintió una mano en la barbilla, gesto que lo hizo abrir los ojos y mirar al prostituto con el ceño fruncido. El contrario suspiró al ver su expresión.

—Debe relajarse —pidió el chico con tranquilidad, como si desease transmitirle el sentimiento.

—Lo sé, pero cuesta —gruñó—. Y no ayuda que tú me trates tan formalmente.

El más alto solo una suave risa y asintió con la cabeza. ChanYeol buscó algo en su teléfono y puso música, posteriormente se acercó hasta la pequeña ventana y cerró la cortina.

—¿Podrías quitar eso? —preguntó disgustado a la vez que apuntaba hacia el pasillo aún iluminado.

El pelinegro rio y acabó por hacerle caso. Luego de eso el chico volvió al cuarto y se posicionó justo en el frente, donde se acuclilló y chocó con sus piernas, poniéndolo muy nervioso.

—Mira. No sé nada de esto y...

—Relájate —interrumpió el otro mientras le ponía una mano contra la mejilla, cosa que le quitó momentáneamente el aire.

A BaekHyun mucha gente lo tocó. Después de todo, se prostituyó durante años. Muchas mujeres les pusieron las manos encima, se acostó con gran parte de ellas, pero no recordaba a nadie que le tocase la mejilla sin más, sin besarlo, sin masturbarlo, sin pedirle que fuese más rápido. ChanYeol simplemente le dejó una caricia en la mejilla como si fuese un niño pequeño que hizo algo bien y eso ocasionó que su ceño se frunciese y su corazón se apretase en una sensación incómoda.

El hombre se quedó así durante más tiempo del que consideró prudente, así que estuvo tentado a alejar al otro de un manotazo o algo, pero al final el chico lo miró a los ojos y se impulsó hacia él, ocasionando que quedase muy cerca de su rostro. BaekHyun entró en pánico, pero al final el contrario le dio un beso en la mejilla y volvió a alejarse, aunque solo un poco.

—Te besaré.

—¿Qué?

Contuvo el aire cuando notó que el otro se acercó hasta él y de inmediato extendió las manos hacia el frente con la intención de posar estas sobre el pecho ajeno y así detener al prostituto.

—BaekHyun, debemos besarnos al menos —se lamentó el contrario y lo miró directo a los ojos, causándole un estremecimiento.

—Nunca me he besado con un hombre —soltó entre dientes, casi sin aire.

—Te aseguro que mi boca no es muy diferente a la de una mujer.

De inmediato su atención se fue hasta la boca del contrario. Se encontró con una boca compacta, pero con un labio inferior muy hinchado y rosáceo, recubierto de saliva. Efectivamente, una mujer podía tener esos labios.

—Bien —susurró sin apartar la mirada de la boca del otro.

Tomó aire profundamente y se acercó con lentitud al contrario, quien aún permanecía acuclillado delante de él.

En algún punto sus labios se estrellaron, ocasionando que el aire se le fuese de los pulmones. Lo único que permaneció en su cabeza fue que en ese momento besaba a un hombre por primera vez y que, a pesar de que pensó que no sería muy distinto a besar a una mujer, sí había una clara diferencia. Primero, ChanYeol tenía una barba de pocos días que le rozaba la piel y lo hizo estremecerse. Segundo, el chico era mucho más brusco y vehemente de lo que seguro fue él con alguna mujer, pues BaekHyun siempre consideró que no tendría problema en imposibilitar a alguna de ellas. No obstante, en ese momento el contrario lo besó tan vivamente que se abrió pasó en su boca como si no fuese nada, como si no tuviese nada de miedo considerando que no solo era un hombre, sino que también su jefe.

BaekHyun cerró los ojos e intentó adaptarse. Se recordó a sí mismo que hacía eso por deber y no por gusto. Quiso imaginarse que era una chica, pero resultó imposible. La barba de ChanYeol seguía rozándole la barbilla y sus dedos eran anchos, ásperos y pesados contra sus mejillas.

No, simplemente no pudo ignorar que besaba a un hombre, así que se apartó de golpe y tomó aire a profundidad. Se sintió enloquecido cuando se encontró con los ojos oscuros de su cómplice.

—N-No puedo —dijo apenas, sin aire.

ChanYeol suspiró y dejó que él se levantase y fuese hasta el baño de la habitación, donde se encerró para luego mirarse al espejo. Se aferró con ambas manos al lavamanos y sus nudillos quedaron blancos debido a toda la fuerza que ejerció. Sus ojos estuvieron en todo momento contra el espejo, viendo su reflejo con el cabello desordenado, los labios hinchados y los ojos mostrando temor. ¿Tenía miedo? No lo sabía. Creyó que desde hace tiempo dejó de tener miedo, pero realmente le aterraba exponerse de esa manera frente a un hombre. Podría destruirlo tan fácilmente... Podría herirlo, golpearlo y dañarlo tanto como quisiese porque fisicamente era mucho más fuerte que él. BaekHyun ya se destruyó lo suficiente.

—BaekHyun, ¿estás bien? —preguntó ChanYeol desde el otro lado de la puerta luego de dejar un par de golpes.

Tomó aire profundamente, aún sin moverse, y decidió que él podía dominar la situación, que no tenía por qué dejar que el otro se impusiese sobre él. Con ese mismo pensamiento abrió la puerta y se encontró con los profundos ojos del pelinegro, los cuales apenas miró porque se concentró más en atraer la cabeza de ChanYeol hacia él. Como el chico era más alto le tocó tomarlo del pelo para obligarlo a que se inclinase, de esa manera pudo besarlo.

Lo besó tan duro como pudo y lo obligó a entrar al baño para presionarlo contra el lavamanos. Desde esa posición se sintió por fin más cómodo, a pesar de que se aferraba a un pelo corto y besaba a alguien que era considerablemente más alto que él. No obstante, todo sentido de poder y comodidad se perdió cuando sintió unas manos en la cintura que lo apretaron y lo atrajeron hacia el cuerpo ajeno, donde se presionó, sintiendo un calor que lo encendió y que, además, le mostró lo increíblemente grande e imponente que era el cuerpo del otro.

De inmediato se separó. BaekHyun detestaba los hombres grandes y musculosos, aquellos que podrían tirarlo al suelo de un suelo golpe. Los odiaba.

Después de estar tantos años en ese mundo de mierda aprendió que el cuerpo influía mucho en la posición en la que te colocaban dentro de una organización de delincuentes. Él era fuerte porque aprendió a serlo, sabía defenderse y dar golpes certeros, sin embargo, no era lo suficientemente bueno como para ponerlo de guardia o vender droga, como le hubiese gustado. De hecho, ni prostituyéndose le fue increíblemente bien, pues las mujeres solían preferir a otro tipo de hombres y por ello... los envidiaba y detestaba en partes iguales.

ChanYeol pareció muy ajeno a su verdadero calvario porque volvió a besarlo y se apoderó de sus labios nuevamente. En ese momento pasó algo extraño, algo se encendió dentro de BaekHyun, pero no como de seguro le hubiese gustado. Se enojó, se molestó, quiso destruirlo.

Le mordió fuerte el labio al otro y lo aprisionó más contra el lavaplatos, pero eso solo pareció hacer sentir más confiado al contrario, pues este movió su cuerpo como quiso e hizo que ahora fuese él quien quedase aprisionado contra la encimera. Una vez ahí lo afirmó sin mayor dificultad y lo subió sobre la superficie para luego abrirle las piernas y meterse dentro de ellas. Lo empujó hacia atrás e hizo que se enterrase la maldita llave de agua en la espalda baja, pero al otro no pareció importarle porque siguió besándolo y con sus manos grandes se adueñó de sus muslos como si nada, desorientándolo momentáneamente. Nunca nadie lo tomó de los muslos.

—¡Hey! —logró decir sin aire cuando pudo apartarse.

Se encontró con los ojos de ChanYeol, quien lo miró atentamente mientras intentaba igualar su respiración. El hombre quitó las manos de sus muslos, pero puso estas sobre el lavamanos y se apartó un poco con la intención de darle espacio.

—¿Estás bien? —preguntó el otro cuidadosamente y él sencillamente lo miró con atención, extrañado. Se imaginó que el contrario respondería de otra manera.

Tomó aire profundamente y decidió que eso ya debía acabar—. Creo que fue mucho por hoy.

El chico lo miró con atención, como si esperase algo más de él, pero al final asintió y se hizo hacia atrás, alejándose por completo. Solo así BaekHyun pudo bajarse de la encimera y quitarse por fin la molestia de la llave enterrándose contra su espalda.

Una vez que bajó quedó con su pecho rozando el de ChanYeol, pues el espacio era muy pequeño. Desde esa posición miró hacia arriba y se encontró con la mirada del otro, quien no dejó de observarlo en ningún momento.

—¿Puedo besarte de nuevo?

Frunció el ceño porque ya le dijo al pelinegro que fue suficiente por esa tarde. Sin embargo, asintió con suavidad y cierta confusión, pues el otro no parecía un sujeto insistente, más bien el prostituto estaba curioso. Aparentemente, si quiso resolver una curiosidad, ya que el chico no se movió como anteriormente lo hizo, sino que solo lo tomó con cuidado por las mejillas y se acercó con lentitud hasta él. Sus labios se juntaron y BaekHyun de inmediato apretó los ojos, como si estuviese listo para sumergirse en los besos alocados que tuvo anteriormente con ChanYeol, pero en realidad este lo besó con cuidado. Le acarició las mejillas y se apegó solo un poco a él.

En esa ocasión no hubo lengua, dientes ni movimientos bruscos. Solo fueron partícipes unos labios abultados que se adueñaron de los suyos con sutileza y le hicieron gemir suavemente porque todo fue tan suave, delicado y hasta tierno que su cuerpo realmente se estremeció, como si hubiese apretado en el lugar adecuado.

ChanYeol se alejó y lo miró desde arriba con una pequeña sonrisa.

—Así es mejor, ¿no? —Pestañeó sin entender la pregunta del contrario y, aparentemente, este no esperó realmente algo de su parte, porque solo posó el pulgar sobre su labio inferior y acarició uno de los costados con suavidad—. Lo prefieres suave.

Solo ahí entendió, así que inmediatamente se apartó del tacto del contrario y, ante la falta de espacio, decidió salir de la habitación para huir de todo eso. No estaba para nada acostumbrado a las caricias, menos de un hombre. Apenas soportaba que las mujeres lo acariciasen de esa forma tan amorosa y hasta pegadiza, pero en ese momento sabía que ChanYeol no era un sujeto que pidiese por su amor, que reparase su corazón roto y le diese consuelo. Más bien, parecía que el prostituto fuese quien estuviese dispuesto a acogerlo y resguardarlo, a acariciarlo a él simplemente por el deseo de dejarle una pequeño arrumaco y no con la intención de recibir algo a cambio.

—Volveré mañana —avisó mientras recogía la chaqueta de su traje y su celular.

Salió del departamento y solo ahí suspiró aliviado, incluso cuando sabía que Oh le pondría una pistola contra la cabeza apenas supiese que salió del departamento en dirección a Hostel en vez de ir con ChanYeol a los sitios que frecuentaba Lee. Sin embargo, no podía. Ya fue suficiente por ese día, y no porque el prostituto le cayese mal ni fuese desagradable el día que tuvo con él investigando, sino porque tener a un hombre besándolo y tocándolo ya era suficiente para él.

Quería huir, al menos por esa noche, así que fue al prostíbulo del que estaba a cargo y se pasó toda la noche paseándose por las habitaciones y recorriendo el bar cuando normalmente siempre se la pasaba en su oficina. No obstante, necesitaba distraerse y pensar un poco, necesitaba aire, aún cuando ese aire estuviese contaminado de humo de cigarros y algo de marihuana.

—Te ves tenso —comentó JongDae en algún punto de la madrugada cuando se lo encontró apoyado contra la barra y con un vaso de whisky en las manos—. ¿Por fin pasó algo entretenido con Park? —De inmediato su atención fue hasta su colega y le envió una mirada de odio, cosa que JongDae percibió y le importó muy poco, como siempre sucedía con el sujeto—. Es caliente, ¿no?

—Cállate —dijo a la vez que le enviaba una mala mirada.

Durante esa noche no hizo mucho más, solo se esforzó en soportar al insistente de JongDae soltándole comentarios sugerentes sobre ChanYeol, comentarios que todos los otros empleados parecieron escuchar porque ya estaban cuchicheando sobre lo que fuese que tuviesen ellos dos, cosa que no le importó absolutamente nada.

Intentó ignorar todo lo que no tenía que ver con su trabajo, pero no pudo evitar que su atención se fuese hacia la habitación donde solían estar los prostitutos, pues de esta apareció ChanYeol con la típica vestimenta que utilizaba para trabajar en Hostel. Los ojos de BaekHyun de inmediato se concentraron en el pecho desnudo de su cómplice, pues el chico se abotonó la camisa mientras salía de la habitación.

—Debo trabajar —avisó el contrario y él de inmediato asintió, posteriormente le hizo un gesto con la cabeza para que entrase a su oficina, la cual estaba frente al sitio de los prostitutos.

Cuando ingresó a la habitación caminó hasta su escritorio que estaba al fondo del sitio. Ahí se sentó y buscó en su computador cuáles eran los clientes del contrario, los horarios y precios. Generalmente a ChanYeol solían citarlo.

—Sé cuáles son mis clientes. —Alzó la mirada, extrañado por el comentario del otro—. Solo te estoy avisando que empezaré a trabajar.

Distraído dejó de concentrarse en el computador y traslado las manos hasta un espacio libre sobre el escritorio, donde tamborileó con los dedos un rato, entre distraído y nervioso por la presencia del otro.

—¿Por qué deberías avisarme? Tengo todo anotado.

—Lo digo por otra razón.

Sus ojos se encontraron en ese momento y BaekHyun entendió que el prostituto se refería al encuentro que tuvieron durante esa tarde, cosa que le parecía estúpida que recordase.

—No es necesario que me avises de absolutamente nada —soltó de mala gana y mostró una sonrisa un poco burlona, algo que quizás estuvo completamente de más—. Entre nosotros no hay nada más que algo laboral.

—Lo sé —musitó el otro y le dedicó otra importante mirada antes de inclinarse con una venia hacia él—. Nos vemos en el departamento luego del trabajo.

Contuvo el aire y se puso rápidamente de pie, sorprendiendo al contrario. Una vez que se levantó caminó hasta el contrario con paso apresurado y se acercó a él todo lo que pudo para que nadie pudiese escucharlos.

—No digas esas cosas tan libremente —soltó entre dientes con cierta molestia—. Recuerda que nadie sabe lo que hacemos para Oh.

—Lo sé. —El contrario asintió, como si acatase su orden—. Luego nos vemos.

El chico finalmente le hizo una inclinación de cabeza antes de caminar hacia la salida de la habitación. Apenas quedó solo BaekHyun suspiró y se llevó una mano hasta el rostro para restregarse las cejas.

No sabía cómo mierda haría todo eso.

| ••• |

Soy una tipa insensible, lo sé. Las dejé mucho tiempo esperando. Lo siento, pero estoy invirtiendo mi tiempo libre en el fest de ByulxThief. Hay muchas historias geniales. Les aconsejo que guarden la obra en su biblioteca para que vean lo que se estará publicando. ♥️✨

De esta historia tengo más capítulos, pero aún no puedo terminarla. No sé cuando volveré a actualizar porque sigo trabajando en la historia para el fest, la cual debo terminar antes de publicar. Sin embargo, intentaré ponerme al día con ustedes. Además, tengo una historia larga a medias que ya quiero publicar. La amo y es ChanBaek, así que espero que les guste. 🙈💖

Como siempre, amo sus comentarios, que me dejen mensajes en el tablero o se comuniquen conmigo de cualquier manera. ¡Háganlo! Quiero hablar con ustedes. Necesito animarme un poco y salir de tanto estrés. Únanse al grupo de WhatsApp que tengo por ahí. 🌝🤣

Saludos y besos, Ary. ♥️

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