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Capítulo I

—¿Cómo? —preguntó extrañado y mostró una media sonrisa sarcástica—. ¿Quieres que me haga cargo de los chicos? ¿Perdiste la puta cabeza?

—Este es tu trabajo —soltó seco el otro y con su característica voz ronca.

—Me encargo de las chicas —protestó entre dientes.

—Y ahora te encargarás de los chicos.

Oh SeHun era su jefe. Lógicamente, él solo debía acatar las reglas que el otro imponía. No obstante, ser un proxeneta de mujeres no era lo mismo que serlo de hombres, primero porque había una clara diferencia de gustos y a BaekHyun no le gustaban los hombres. En segunda instancia, no tenía ni idea de cómo manejar el negocio, pero el señor Oh pareció convencido de que sus cinco años encargándose de las chicas en Pekín sería suficiente experiencia para mandarlo a Corea y ponerlo a cargo de los hombres.

—Mierda —maldijo cuando se halló dentro de Hostel, el centro de prostitución masculina más grande de Seúl—. ¿Oh de verdad espera que me haga cargo de toda esta mierda?

A su lado JongDae, jefe administrativo de Hostel, se largó a reír mientras tomaba asiento en el sofá de cuero rojo, frente a la hilera de muchachos que se presentaron para ser evaluados. BaekHyun solo tenía ganas de vomitar al verlos exclusivamente con ropa interior, y vaya ropa.

—Este es el señor Byun. Estará a cargo de ustedes a partir de ahora.

Le envió una mala mirada a JongDae y volvió a concentrarse en el frente, aunque rápidamente pasó a mirar los papeles que tenía entre las manos en un intento de desviar su atención. Claramente, esas personas tenían lo mismo que él tenía, ninguna novedad. Sin embargo, no dejaba de ser chocante verlos con ropas tan provocativas, listos para prostituirse esa misma noche.

Para ese punto de la madrugada se fueron y llegaron más chico con la intención de presentarse y ser evaluados por el señor Byun. Algunos inclusos acababan de hacer sus "rondas", por lo que se mostraron desarreglados e inclusive aún algo sucios. BaekHyun siempre trabajó en la prostitución y por lo mismo no supo por qué hubo tanta necesidad de conocer a un nuevo superior.

—¿Por qué él no está desnudo? —preguntó al toparse de repente con un tipo vestido con ropa casual y con la mirada hacia el frente, sin concentrarse en ninguno de ellos dos.

—Park es activo. —Elevó una ceja ante la respuesta de JongDae, sin entender qué mierda quiso decir—. Homosexual que penetra.

—Dale —respondió escuetamente, agradecido por la información a pesar de lo vulgar.

Algunos de los chicos se rieron ante el comentario grosero de JongDae, pero él solo asintió en un intento de verse profesional y desinteresado del sexo homosexual. Realmente, a BaekHyun poco le importaba cómo eran los prostitutos de Hostel, pero debía conocer a las mierdas esas, ponerles precios y persuadir a los mejores clientes. Ese era su trabajo a partir de ahora y era una puta mierda.

La mayoría de los hombres eran homosexuales y pasivos, muchos de ellos se travestían y eso hacía que BaekHyun se sintiese un poco menos mal. No obstante, eso no quitaba que hubiesen chicos que esperaban a clientes mujeres u homosexuales activos que eran como unos putos rascacielos inyectados con esteroides. Esos chicos no le caían muy bien, especialmente porque él se veía demasiado pequeño y delgado al lado de esos sujetos, los cuales no parecían limitarse cuando le exigían subir su precio, tener mejores habitaciones o cambiar de clientes. El único activo homosexual decente era Park, quien no hablaba nunca ni se quejaba de nada. BaekHyun solo escuchó su nombre de parte de algunos clientes y por lo mismo le subió el precio durante el último mes, pero aparte de ello no hubo ninguna novedad.

—¿Qué tal lo llevas? —preguntó burlesco JongDae luego de entrar a su oficina.

—Estoy que los matos —gruñó mientras se ponía la chaqueta del traje y salía de la oficina—. Los clientes de aquí son peor que los de las chicas. Además, los chicos son unos quejicas.

JongDae solo rio y él caminó por el oscuro pasillo teñido por las luces rojizas. Su colega habló a sus espaldas de algunas quejas que hubo respecto a las habitaciones y él guardó silencio. A fin de cuentas, BaekHyun solo se encargaba de los chicos. Era JongDae quien debía manejar todo el resto de la administración.

Estaba tan metido en sus esfuerzos por contenerse de no pegarle un puñetazo a JongDae que no se dio ni cuenta de que chocó con un cuerpo alto y corpulento cubierto de negro. A ChanYeol lo vestían con pantalones de cuero y camisa holgada. Síp, BaekHyun eligió su vestuario, ya que hubo quejas de que sus blue-jeans con su camisa a cuadro lo hacían parecer un cliente con poco presupuesto.

—Señor Byun.

Hizo una mueca al escuchar la gruesa voz del prostituto y miró hacia arriba para encontrarse con la expresión ensombrecida de ChanYeol. El sujeto daba miedo tan solo con su presencia, pero BaekHyun llevaba trabajando con Oh y con tipos malos muchos años, así que no era realmente extraño codearse con sujetos así.

—Hay un señor esperándolo en el salón VIP.

—Otro cliente de mierda... —se quejó entre dientes para sí mismo y fue en la dirección que le indicó el empleado. Sin embargo, no pudo evitar sorprenderse cuando se dio cuenta que ChanYeol lo siguió—. Vuelve al trabajo.

—El señor VIP también me quiere en la habitación.

—Maldición... —se quejó para sí.

De mala gana empujó la gran puerta negra que llevaba al salón VIP, donde se encontró de inmediato con Oh SeHun sentado en el sofá más próximo a la puerta mientras tomaba whisky. Apenas lo reconoció soltó un lamento y se dejó caer de mala gana en otro sofá. ChanYeol permaneció de pie al lado de la puerta, no muy lejos de ellos y frente a Oh.

—Que gusto verte —se burló su jefe, a lo que él solo blanqueó los ojos.

—¿Ahora qué quiere?

—ChanYeol, puedes tomar asiento.

El aludido obedeció el mandado de SeHun y BaekHyun miró confundido a su jefe, ya que era poco probable que este conociese a uno de los empleados de ahí cuando habían tantos. ChanYeol era popular, sí, pero en realidad no tenía nada de especial y generalmente era pedido por los mismos clientes.

—Baek —Frunció el ceño y apretó los puños al ver de reojo que ChanYeol le dio una mirada extrañado. De seguro estaba más confundido que él—, te tengo una nueva misión.

—¿A mí? —preguntó confundido y se enderezó sobre el sofá—. ¿Qué no me tienes metido en esta mierda ya? —se quejó—. ¿Y qué es eso de una misión, por Dios? ¿A qué jugamos, a los ninjas?

ChanYeol se rio desde el otro lado de la habitación por detrás de la mano que le cubría la boca, aparentemente entretenido con su desborde. BaekHyun ni siquiera lo miró y se concentró en Oh, quien pareció algo molesto por su comentario.

—Quiero que busques a LuHan.

—¿Y quién mierda es LuHan?

SeHun apretó los labios y tomó aire profundamente, casi como si se contuviese para no largarle un puñetazo. ChanYeol soltó un sonido extraño, como asombrado, cosa que llamó la atención de los otros dos. Por lo mismo, el muchacho pareció presionado por la mirada de sus superiores, así que habló.

—Pensé que LuHan se retiró hace unos meses —soltó con simpleza y sin cambiar su común tono de voz.

—Lo compré.

La mirada de BaekHyun se dirigió hacia su jefe y alzó una ceja, sorprendido. Llevaba conociendo a SeHun desde hace unos años y eso mismo le dio cierto rango de confianza que lo tentó a soltarle una broma. No obstante, conocía a Oh y sabía que este le rompería el cuello fácilmente si se le ocurría soltar algo que tuviese que ver con su intimidad y en ese momento BaekHyun no sabía qué tenía que ver LuHan realmente en la vida de SeHun.

—Desapareció hace dos meses. —Esta vez Oh dirigió la mirada hacia él—. Lo sacaron de dentro de mi propia casa y quiero que lo encuentren.

BaekHyun le envió una rápida mirada a ChanYeol con la esperanza de ver en este algún indicio de entendimiento, pero el tipo pareció tan confundido como él.

—¿Y puedo saber para qué seríamos buenos nosotros? Tienes cientos de hombres, de seguro alguno de ellos quiere arriesgar su vida para salvar a tu puta.

Para su sorpresa, Oh se puso inmediatamente de pie y caminó hasta él con paso decisivo. BaekHyun no alcanzó ni a levantarse. De hecho, fue el mismo SeHun quien lo tomó fuertemente del cuello de la camisa para alzarlo.

—Lee es quien se lo llevó y quiero que tú te metas ahí con Park —exigió su jefe contra su rostro, casi escupiéndole. BaekHyun nunca lo vio tan molesto.

Ante su silencio el sujeto pareció relajarse. Oh metió las manos en sus bolsillos para sacar una cajetilla de cigarrillos y un encendedor. Luego caminó por la habitación, rodeando los sofás donde ambos se encontraban.

—Al tipo le gusta ver y participar en orgías, así que los quiero ahí.

—Yo ya no estoy metido en eso —avisó de inmediato, pero con ello solo recibió una mala mirada de parte del contrario.

—Lo sé y eso me da completamente igual. Te quiero ahí porque confío en ti más que en ningún otro.

BaekHyun inevitablemente hizo una mueca—. Tienes cientos de hombres que darían la vida por ti.

—Y tú eres uno de ellos —soltó su jefe con malicia.

Realmente, BaekHyun no daría la vida por Oh SeHun ni aunque estuviese loco y probablemente este lo sabía. No obstante, era cierto que llevaba años metido en el mundo de la prostitución de la organización de SeHun, aunque siempre estuvo en China, principalmente porque fue ahí donde lo llevaron luego de que unos hombres lo encontraran deambulando por la calle.

Siempre fue huérfano y por lo mismo vivió en orfanatos hasta los doce años. Luego de eso se escapó, ya cansado por esa actitud tan esclavista que solo lo obligaba a llevar cosas pesadas de un lado para otro junto a sus demás "hermanos", mientras las niñas no hacían más que lavar las sábanas y regar las rosas. Fue una mierda, así que BaekHyun huyó de allí apenas pudo. Afuera no esperó encontrarse con algo mejor, pero sí mucho más libre. Una cosa llevó a la otra y de repente estuvo inyectándose heroína y vendiendo su cuerpo para conseguir la droga.

—Estás desde los quince prostituyéndote para mí —soltó Oh luego de escupir el humo de su cigarro con cierto asco, de seguro porque se acordó del jovencito pequeño y desnutrido que raptó y llevó hasta Pekín—. Si de sexo vendido se trata, confío en ti más que en nadie, Byun BaekHyun.

El solo recuerdo de su pasado oscuro y asqueroso lo hizo tensarse, ponerse blanco y sentir el ligero mareo que provocaba el recuerdo, como si nuevamente experimentase la sobredosis que sufrió a los diecisiete años y que lo mandó al hospital. Estuvo internado ahí hasta que cumplió los dieciocho y, a pesar de que la salud pública le ofreció un tratamiento de desintoxicación que le sirvió, no pudo dejar la prostitución. De la heroína se pudo deshacer, pero del dinero fácil no, y estuvo quince años trabajando en ello, maldición. Quince años era mucho tiempo.

—ChanYeol es mi mejor chico activo y homosexual. Es calmado, obediente, necesita el dinero y tengo como apretarlo de ser necesario. —Oh miró sobre su hombro para encontrarse con la mirada del otro hombre que permaneció sentado. BaekHyun recién entonces recordó que estaba el muchacho ahí y no pudo evitar avergonzarse, pues su jefe habló de su pasado como si no fuese nada.

—Entonces quieres qué participemos en las orgías ¿y qué? —habló con cuidado, aunque de alguna forma se filtró su tono sarcástico, el cual por suerte SeHun ignoró.

—LuHan debe estar metido en eso también, así que quiero que lo encuentren y lo traigan conmigo.

BaekHyun asintió con lentitud. Creía poder hacerlo, a pesar de que llevaba tiempo sin prostituirse, las costumbres difícilmente se perdían, así que no le costaría tener sexo con un par de chicas para averiguar donde el tal Lee tenía a la maldita perra de Oh.

—¿Hay alguna condición o información que debamos saber? —preguntó por lo bajo con tono serio, desconfiando incluso de la información que podría darle su jefe.

Oh tomó asiento donde estuvo anteriormente y terminó de fumarse el cigarro, el cual apagó en el cenicero de cristal que se encontraba en la mesa de centro que los unía a los tres. Una vez ahí el hombre sacó el arma que solía llevar en su cinturilla y jugó con ella entre los dedos de forma distraída. Para BaekHyun no fue difícil notar que las cosas eran más complicadas de lo que parecían a simple vista.

—Son orgías homosexuales.

—No —zanjó y se puso de pie, dispuesto a largarse de ahí, pero sabía que su jefe le pegaría un tiro en la espalda si se iba sin más, así que se quedó con la intención de defenderse—. Yo no tengo sexo con hombres.

—Y eso me importa una mierda. No estoy aquí para hacerte feliz.

—Pero, señor... —se quejó entre dientes, tragándose la pila de insultos que quiso soltarle al otro.

—ChanYeol es gay. Él te enseñará —mencionó SeHun de forma distraída mientras miraba a su alrededor, aparentemente desinteresado del calvario que significaba todo eso para BaekHyun.

—No lo haré.

Los ojos de Oh de inmediato se dirigieron a él—. Lo harás.

—Señor Oh...

—BaekHyun... —gruñó su jefe a modo de advertencia—. A Lee le gusta ver parejas homosexuales follando. Le gustan con ciertas características y ustedes encajan, así que los quiero ahí.

—No lo haré.

—Lo harás.

—¡No!

Para su sorpresa, SeHun sujetó sin mayor problema el arma y apuntó hacia él, provocando que se pusiese tenso y que inmediatamente elevase las manos a la altura de su cabeza en un acto instintivo. Desde el otro lado del salón ChanYeol también se puso de pie, al parecer con la intención de tranquilizar la situación.

—Señor Oh, no es necesario profundizar en si lo haremos o no. Creo que está claro que así será —agregó el prostituto con voz ronca mientras lo miraba de reojo, al parecer con la idea de que le siguiese la corriente para que todo eso no se volviese una tragedia, pero BaekHyun llevaba muchos años metido en la mierda, así que le importó realmente poco.

—No me acostaré con un hombre —soltó pausadamente, con la intención de que le quedase clara su posición a su jefe.

Sin embargo, esa de seguro no fue la mejor decisión, porque de repente un golpe duro le llegó en la frente, provocando que trastabillara y quedase sentado nuevamente en el sofá. Oh le dio con la base de la empuñadura del arma en la frente.

—Lo harás y punto, Byun.

—¡No puedes obligarme! —gritó mientras se ponía de pie, pero eso solo hizo que recibiese otro golpe, el cual lo llevó a estrellarse contra la mesa. Luego de eso pudo sentir la boca del arma apuntando su nuca.

—Fóllalo.

La habitación se quedó en completo silencio y BaekHyun, con los ojos nublados por las lágrimas contenidas, giró su cabeza para mirar a ChanYeol, quien estaba tan solo a unos dos metros de él mirando a SeHun con una expresión extrañada.

—¡Park, quiero que jodas a esta mierda ahora mismo!

—Señor Oh...

—¡Ahora!

El arma cambió de enfoque y fue ChanYeol quien terminó con los brazos arriba en señal de rendición. Con ello BaekHyun suspiró, aliviado de que ahora no lo apuntasen a él, pero, a su vez, sintió miedo que por su culpa terminase muriendo el prostituto ese. BaekHyun podía ser de todo, pero nunca había matado a alguien.

—Sabes la mierda que te puede pasar si no me haces caso ahora, imbécil —amenazó Oh.

Si BaekHyun estuviese más atento a los otros dos hubiese notado como las manos de ChanYeol se cerraron en puños, conteniendo las ganas de soltar golpes al aire. Sin embargo, en ese momento BaekHyun solo se concentró en sí mismo. Se esforzó por ponerse de pie y fue eso mismo lo que hizo que la atención de los otros dos volviese a centrarse en él.

—Señor Oh, llevó un tiempo trabajando aquí. Sé que hay chicos pasivos de confianza que podrían servir... —BaekHyun ni siquiera pudo continuar hablando porque un disparo se escuchó justo frente a él. SeHun apuntó al cuadro que estaba a sus espaldas.

—Park, quiero que folles a Byun ahora.

Nuevamente el arma apuntó hacia ChanYeol, pero los ojos de Oh no se despegaron nunca de los suyos. BaekHyun no sintió realmente miedo ante la actitud de SeHun, de seguro porque el otro era algo menor que él y heredó la organización criminal de parte de su padre. No obstante, sabía que no lo podía subestimar, pues el hombre se crió siempre en ese mundo de mierda y fue preparado como una máquina para dirigir todo ese imperio.

—¡Park!

Ese grito fue suficiente para que todo se volviese un caos. ChanYeol se acercó hasta él mientras aún era apuntado por SeHun. BaekHyun ni siquiera intentó correr, dado que sabía que le dispararían apenas lo hiciese. Por ello, solo dejó que el prostituto lo empujase suavemente contra el sofá, haciendo que cayese de rodillas.

Estuvo claro que ChanYeol no quería hacer nada de eso y que probablemente se viese tan acogotado como él, pero BaekHyun tuvo siempre la esperanza de que Oh dijese en algún momento que estaba bien, que el teatro ya lo montaron y que era suficiente. No obstante, no pasó.

En un momento se halló con las manos aferrándose al respaldo del sofá mientras le bajaban los pantalones de vestir de un tirón, dejándolo expuesto. Eso le causó un ardor increíble e intentó forcejear, pero luego fue a él a quien SeHun apuntó con el arma.

—Señor Oh, creo que podemos detenernos aquí —insistió ChanYeol con una suavidad extraña considerando lo profunda que era su voz.

SeHun mostró una sonrisa de medio lado y sonrió. Aparentemente se divertía con toda esa situación y eso a BaekHyun le enfureció, pero concordó con ChanYeol. Si quería salir de esa debía comportarse más dócil.

—Señor Oh, haremos lo que nos pida —aseguró con dificultad, más por su orgullo quebrajado que por sus heridas físicas—. Nos infiltraremos con Lee y averiguaremos donde está LuHan.

—Eso me parece perfecto, Byun. Sin embargo, eso no quita que ahora Park te romperá el culo —avisó con sorna el otro, provocando que él apretase los dientes con la intención de contener la furia—. Park, empieza.

—Falta lubricante, señor...

—¡Que empieces! —interrumpió a gritos el jefe.

Ciertamente, ChanYeol parecía un buen chico y por eso BaekHyun creyó que el otro no se atrevería a abusar de él. No obstante, la presión de tener un arma cargada contra la cabeza era un punto de quiebre para cualquier y BaekHyun se vio sorprendido cuando sintió una carne blanda contra su entrada junto a una palma posada sobre su espalda baja mientras un pulgar lo acariciaba. Quiso gritarle a ChanYeol que era un idiota por hacer ese tipo de gestos considerando lo mierda que era la situación, pero luego, mientras el prostituto se empujaba dentro de él, se dio cuenta que el hombre presionaba en lugares correctos para desconcentrarlo un poco.

La sensación fue escalofriante, asquerosa y atroz. BaekHyun nunca se sintió tan mal en su vida como en ese momento, ni siquiera cuando despertó en el hospital después de un lavado de estómago y con deficiencia cardiaca. El que le metiesen algo por el culo era definitivamente la peor sensación de su vida y pudo saber que se le notaba en la cara, porque SeHun se rio cuando él apretó los ojos y se mordió el labio inferior con la intención de no gritar.

—Byun, te ves lamentable —se burló su jefe.

ChanYeol entró a medias y no se movió. BaekHyun pudo sentir el miembro ajeno algo blando contra él y eso de alguna forma lo hizo sentirse mejor, pues no podía imaginarse el pene hinchado del otro metiéndose dentro suyo. Si ya así le incomodaba, no podía estimar cómo sería cuando triplicara su tamaño.

—Bien, ya lo tengo dentro —se burló de sí mismo y miró a Oh con una sonrisa socarrona—. ¿Ahora puedes quitarme este pene del culo? Haré tu maldita misión.

Otra vez un golpe duro le llegó contra la boca, haciendo que esta se volviese a llenar de sangre. De seguro el mierdas ese le rompió el labio.

—Dejaré que Park te siga follando, pero el trato ya está hecho. —SeHun tomó una servilleta de una de las mesas laterales y se limpió las manos, donde saltó un poco de sangre—. Te haré llegar con JongDae los papeles.

Ese fue el último diálogo que soltó Oh antes de salir por la puerta de la habitación y cerrar de un portazo. Ante eso ChanYeol inmediatamente se hizo hacia atrás, alejándose por completo de su cuerpo y provocando que BaekHyun tomase una bocanada de aire con la intención de recuperar su respiración normal. Junto con eso, se dejó caer de costado en el sofá y se subió los pantalones con algo de dificultad. Dado que ni siquiera le desabrocharon la prenda, el bajar esta de forma presurosa solo hizo que le irritase la piel.

—Lo siento mucho, señor Byun —se lamentó rápidamente ChanYeol mientras se acomodaba su propia ropa.

BaekHyun bufó y con algo de dificultad se giró para mirar hacia el techo. El culo le dolía, pero no tanto como se imaginó que sería, era algo que podía soportar y que de seguro luego se le pasaría. No obstante, lo más probable era que fuese así porque ChanYeol realmente no entró en él, sino que solo presionó el glande blando contra su entrada y ya.

—No te preocupes —soltó casi sin aire—. Sé que tenías la pistola del mierdas de Oh contra la frente.

ChanYeol se sentó en el sofá que estaba frente a él y guardó silencio un momento, no sabía si por esperarlo o por pensar algo, pero el prostituto no se movió hasta unos minutos después, cuando BaekHyun decidió que fue suficiente el tiempo para estabilizarse. En ese momento se sentó en el sofá con algo de dificultad y ayuda de ChanYeol, pues este de inmediato estiró los brazos hacia él para ayudarlo a acomodarse. Luego de eso no hizo más que quejarse entre dientes al sentir el peso de todo su cuerpo recaer sobre su culo, lugar donde recientemente tuvo incrustado un pene. Mierda, el heterosexual Byun BaekHyun de repente tenía recuerdos de una experiencia homosexual.

—¿Qué haremos? —preguntó ChanYeol luego de entregarle una servilleta y una botella de agua, de seguro con la intención de hacerlo sentir mejor, pero para BaekHyun ya no había vuelta atrás. Todo se fue a la mismísima mierda.

—Haremos lo que Oh quiera.

—¿Incluso tener sexo? —curioseó sorprendido el otro.

—¿Acaso no estás acostumbrado a ello? —soltó de mala gana.

—Sí, pero usted...

—Yo sabré cómo encargarme de mí mismo, Park. Ahora salgamos de aquí.

| ••• |

¡Hola! Espero que estén bien, preciosuras. 🌟

Ha pasado mucho tiempo desde que no nos leemos, ¿cierto? Lamento mucho estar tanto tiempo desconectada. Intentaré ponerme al día con las correcciones y las historias incompletas dentro del tiempo que tenga. 🥺

A su vez, comento que esta historia fue realizada para el EXO Fest: One Universe desarrollado por DearDani17 y será un minific, probablemente. Ya tengo 8 capítulos escritos y quiero que desde ya me comenten que opinan. Esta vez escribí algo que nunca hice antes (abuso) y espero que haya sido acorde y abordado de buena forma. 🙊

Muchas gracias por leer y comentar. 💖
Saludos y besos, Ary. ♥️

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