Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo: 13

CAPÍTULO: 13

ÁLEX.

"¿Os habéis parado a pensar por un segundo qué es lo que somos? Muchos dirán: personas, seres humanos. Yo les digo: ilusos. No, yo me refiero a ir un paso más allá, descubrir cuál es nuestro propósito aquí o si, tan solo, somos un puñado de almas perdidas que vagan sin rumbo en este inmenso mar al que podemos llamar mundo. Trato de descartar las segunda opción, quiero penar que todos estamos aquí por un motivo. Que todos tenemos un pequeño espacio en la vitrina de trofeos imaginaria del universo esperando nuestros logros, sin importar la raza, la clase social o tus estudios. Quién sabe, tal vez podamos ser héroes. A nuestra manera, pero héroes. No hace falta tener super poderes o una majestuosa capa que te permita volar. Hay mil formas de volar sin despegar los pies del suelo y..."

El sonido de alguien llamando a la puerta de mi habitación me interrumpe y dejo de escribir. Aparto mi ordenador portátil de mis piernas y me levanto de la cama para abrir la puerta.

-¡Hola!- exclamo cuando veo a Derek apoyado en el marco de madera de la puerta. Le examino detenidamente, parece cansado. Su pelo se muestra algo desordenado, como siempre, cayendo cerca de sus ojos verdes. Pero, esta vez, no son sus increíbles ojos lo que más me llama la atención, sino un objeto que sujeta en su mano izquierda y que me muestra agitándolo suavemente delante de mi cara. Una maquinilla de afeitar.- ¿Qué haces con eso? Dime que yo te depile no entra en tu lista de cosas que te gustaría hacer...

-Aunque sé que te mueres de ganas por ver mis atléticas piernas, no. No hemos venido aquí para eso.

-¿Hemos?- pregunto con cierta incredulidad. Detrás de Derek, aparece un bajito niño pelirrojo que me saluda moviendo enérgicamente ambas manos. Yo le correspondo con una pequeña sonrisa.- Bueno, pasad. Eden no está.

-Verás- comienza a hablar Derek mientras cierro la puerta de la habitación.- queremos que hoy seas nuestra peluquera particular.

-¿Disculpa?- no puedo evitar reírme. No obstante, pronto comienzo a atar cabos hasta darme cuenta de que no necesitan un corte de pelo por puro capricho, al menos, no un capricho propio. Sino del cáncer. Un sonido ridículo de sorpresa sale de mi boca.- Sam, tu...

-Leucemia linfoide aguda.- contesta raudo y sin una sola muestra de expresión en su rostro invadido de pequeñas pecas.

-Álex- me llama la voz de Derek.- tanto Sam como yo, empezamos mañana las sesiones de quimioterapia. Y, bueno, supongo que sabrás que tiene efectos secundarios y, uno de ellos, es la caída del cabello.- Derek pasa una mano por su pelo negro, revolviéndoselo.- Los dos hemos pensado que sería mejor deshacernos de él antes de que lo haga la quimio.

-Puede que, así, no sea tan doloroso.- trata de deducir Sam mientras me mira a través de sus gafas.- ¿Nos ayudarás?

Hablo la boca con intención de responder hasta que me encuentro que, en el rostro de Derek, una triste sonrisa aparece dibujada en sus labios. Sin embargo, pronto una oleada de preocupación y, me atrevo a decir, temor, le sacude haciendo que se borre. Hasta los más valientes se rinden ante sus miedos en ciertas ocasiones. Me pregunto si, llegará el día en el que su vitalidad y su coraza de valentía se deshagan, desenvolviendo a ese chico temeroso por el día de mañana. Porque, sí, existe un chico así dentro de Derek. Tan solo hay un inconveniente para que esa faceta salga a la luz. Yo no voy a permitirlo.

-Claro.- acepto arrebatándole a Derek su maquinilla de las manos. La observo detenidamente y le miro sonriente.- Mejor no pregunto de dónde las ha sacado, ¿verdad?- Ahora dirijo mi mirada a Sam, quien permanece sentado sobre la cama de Eden.- Vamos Sam, empezaré contigo.

El jovencito asiente lentamente con la cabeza mientras yo me acomodo detrás de él, sentada con las piernas cruzadas y sujetando la maquinilla con la mano derecha. Toquiteo despacio su pelirrojo pelo mientras, presionando un pequeño botón y, sin soltarlo, la maquinilla se enciende emitiendo un desagradable sonido que me hace elevar la voz si quiero hablar.

-¡Allá voy, Sam!

Con precisión y cautela, comienza pasando la maquinilla de abajo a arriba, siempre en esa misma dirección. Mechones cortos de color naranja se precipitan hasta caer sobre las sábanas. Me doy cuenta de que habría sido mejor usar una toalla del lavabo para que todo el pelo cayese sobre ella. Voy más despacio al llegar a la zona de cabello tras las orejas. Derek camina por la habitación hasta colocarse a la altura de su compañero de habitación. Sam ni siquiera le mira, mantiene su mirada fija, clavada en el suelo de la habitación, inmóvil.

-Ya estás listo, colega.- le anuncia Derek cuando el molesto ruido de la maquinilla de afeitar cesa. No puedo apartar la mirada de todos los montones de pelo naranja que hay esparcidos por la sábana. Sé que, si miro a Sam, la realidad, si realidad, me terminará golpeando como si fuese la mía propia, haciéndome ver que nadie, ninguno de nosotros, está a salvo. Tengo que armarme de valor para contemplar a Derek, quien ayuda a levantar a Sam de la cama, todavía con la mirada permanente en el suelo.

-¿Puedo mirarme al espejo?- pregunta el muchacho en un susurro que me cuesta captar.

Una nueva sonrisa cargada de tristeza asoma en el rostro de Derek.

-Sí.- contesta pasando su brazo por los hombros de Sam. Juntos entran al pequeño cuarto de baño incorporado de la habitación. Derek acompaña a su compañero de habitación hasta el centro del lavabo donde, al encender la tibia luz del cuarto, Sam podrá contemplar su nuevo reflejo en el espejo. Y eso es lo que ocurre. Una vez encendida la luz, el jovencito levanta despacio la cabeza hasta que su mirada choca con él mismo. Sus labios comienzan a temblar, al principio por nerviosismo, finalmente por tristeza, dejando paso a pequeñas lágrimas que brotan de sus ojos tras los cristales de las gafas. Sus pequeños puños se cierran con fuerza a ambos lados de su costado, haciendo que sus nudillos se tornen de un color blanquecino.

-Sam...- trato de acercarme a él pero abandona el baño y, con él, la habitación. Se marcha corriendo sin darnos ninguna explicación a Derek o a mí. Quiero ir tras de él, algo dentro de mi me pide que lo haga, pero la mano de Derek aferrada a mi antebrazo me lo impide.

-Es tan solo un niño...Un niño inocente...

-Todos lo somos, inocentes. Ninguno de nosotros debería estar aquí, nadie debería quedarse aquí encerrado esperando a morir, viendo como su vida se escapa de entre los dedos y tú ya no tienes las riendas para dominarla.

Me doy la vuelta, quedando frente a Derek, observándole con la boca ligeramente entreabierta. Esta ha sido la primera vez que escucho aquellas palabras, palabras cargadas de dolor, resentimiento y rabia, salir de la boca de Derek. No entiendo cómo, ni tampoco el por qué, pero lo hago. Alargo una de mis manos hacia su mejilla, acariciándola con suaves movimientos mientras él cierra los ojos y ladea su cabeza hacia mi mano. Nunca antes le había visto así, vulnerable, asustado. Esa es su faceta oculta, la cual no volverá a salir al exterior. No mientras yo no me separe de él, porque eso es justamente lo que Derek haría conmigo.


¡Hola a todos! Bueno, sé que no suelo poner comentarios como este pero creo que esta vez lo merece y yo misma lo he visto necesario. Sé que este capítulo no está muy bien escrito o tal vez resulte aburrido y hay una explicación para eso. Hcae unos días que me comunicaron la mala noticia de un problema familiar, una enfermedad, en este caso, en un pariente cercano a mi. Desde que me enteré, mis ánimos no son los mejores para qué mentiros, trato de entretenerme con mis amigos o leyendo, pero siempre hay momentos en los que pienso en esta situación y me vengo abajo, y eso afecta a mis ganas de escribir o mi forma de hacerlo. Lo siento si este capítulo es peor de lo que esperábais pero no quería defraudaros estando mucho tiempo sin subir un nuevo capítulo. Aprovecho para daros las gracias a todos aquellos que me habéis dado ánimos y habéis entendido mi situación, sois incríebles de verdad. Bueno, votad y comentad que, aunque no lo diga, me hace muchísima ilusión leeros y sois una gran fuente de emoción para mi.

¡GRACIAS POR SEGUIR LEYENDO!

PD: Os dejo con una foto de nuestro pequeño Sam.

María.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro