Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

🔥☠CAPÍTULO 5 ☠🔥

Pasado

MICHELLE

Tenía que salir de esa habitación antes de terminar de cagarla a lo grande.

Y aunque han sido dos de los mejores orgasmos de mi vida, si no hubiera sonado el móvil probablemente ahora me estaría arrepintiendo.

No por Garrett. No es eso, el tío me encanta. Demasiado.

Ese es el problema.

Y su club, el segundo.

Los Wild Demons.

Como mujer de Mateo me han advertido que me mantenga alejada de ellos infinidad de veces. Y nunca había tenido intenciones de llevarles la contraria, porque no soy estúpida y conozco el precio.

Pero ahora las cosas han cambiado. Y ni siquiera entiendo cómo es posible, teniendo en cuenta que no hace ni cinco horas que conozco a este hombre.

El caso es que da igual, casi follamos y estoy segura de que habría sido el mejor polvo de mi vida. Pero no puedo complicar las cosas de esa manera.

En lo que a mí respecta, Mateo y yo hemos terminado así que se puede ir al infierno. Sin embargo, le he mentido al no decirle quién soy y creo que sería una cabronada de mi parte montármelo con él sin que tenga elección.

Claro, no se lo dije porque temía que no quisiera llevarme si le contaba que soy del club "enemigo". Y ahora ya es tarde.

Será mejor que me pire antes de que salga a buscarme.

Y para eso necesito a algún buen samaritano que esté dispuesto a acercarme a la estación de metro más cercana. O robar un coche, si hace falta. No le hago ascos a nada.

Pero por muy cobarde y rastrero que suene, necesito poner distancia de por medio entre Garrett y yo. De lo contrario, me conozco, y acabaré sucumbiendo a la tentación.

Tomar malas decisiones es mi especialidad. Deberían darme un máster.

Saludo a Colin, tratando de disimular mi nerviosismo y dando la excusa de que he salido a fumar y a tomar el aire cuando me pregunta si está todo bien.

Pero más extraña es su reacción ante mi respuesta. Frunce el ceño y me pide que tenga cuidado.

Asiento, sin darle mucha importancia. No soy una pobre damisela en apuros, sé lo que me hago.

No es hasta que salgo fuera y el frío aire de la noche me da la bienvenida, junto con un coro de risas y palabras soeces de un grupo de hombres que parecen estar fumando y bebiendo fuera junto a sus motos, que me doy cuenta del motivo de su advertencia.

Sin embargo, eso no me disuade de mi objetivo. No soy una damisela en apuros que acostumbra a correr en dirección contraria cuando ve peligro, así que mucho menos me va a asustar un grupo de borrachos.

Me fijo bien, pues me resultan vagamente familiares, pero está oscuro y no logro distinguirlo del todo, así que me acerco más.

Hasta que reparan en mi presencia y el coro de risas y comentarios soeces disminuye. Ahora todos se han girado hacia mí con el interés brillando en sus ojos.

Si no necesitara desesperadamente largarme, consideraría el volver dentro y renunciar a mi plan. Y es que no puedo dejar de pensar en cómo reaccionará Garrett cuando se dé cuenta de que lo he dejado tirado.

No debería importarme, lo sé. Estoy acostumbrada a sobrevivir y a preocuparme solo por salvar mi trasero – como mucho, también el de mi hermana – pero todo con él se siente diferente y me frustra no tener ni idea de por qué.

Está bueno a rabiar y me encanta todo lo que hemos hecho. Ojalá hubiéramos llegado hasta la última base, pero no puede ser.

Hay límites que no se deben cruzar, sobre todo cuando el club está de por medio. Y me guste o no, yo todavía soy de los Ejecutores a ojos de todo el mundo.

No debí aceptar el puto chaleco de Mateo. No significa nada porque no me respeta, para él solo soy un puto objeto más. Hasta a su Harley la trata mejor que a mí.

Cerdo.

Estoy acostumbrada a conformarme con sobras. Y ya estoy harta.

Me gustaría tanto empezar una nueva vida lejos de toda esta mierda...pero ni siquiera tengo dinero.

Empecemos por un coche, luego ya veremos.

— ¿Qué pasa bombón? ¿Te has perdido? —me interpela uno de ellos, el más grande.

Niego con la cabeza, pensando muy bien las palabras que debo emplear.

— No. He salido a fumar un poco. La noche está preciosa. ¿Tienes fuego? — inquiero, coqueta.

Enseguida, me veo rodeada por los cuatro. Veo las llaves de la moto de uno de ellos, un moreno lleno de rastas hasta los pies y más piercings de los que puedo contar, sobresaliendo del bolsillo de sus gastados vaqueros.

Es totalmente inviable intentar nada ahora. Así que lo mejor será quitárselas sin que se dé cuenta y esperar a que vuelvan al motel, antes de salir cagando leches.

Arriesgado, sí, pero podría ser mi única oportunidad.

Una oportunidad que se me escurre entre los dedos cuando me fijo en los logos y parches de sus motocicletas. Se me cae el mundo a los pies.

Son Ejecutores de la sede de las Vegas.

¡Maldita sea!

No podría tener peor suerte ni si me lo propusiera.

Menos mal que parece que no me han reconocido, aunque uno de ellos, el calvo grandote me observa con demasiada fijeza. Me pone los pelos de punta pero me esfuerzo por mantenerme entera y cazo al vuelo el encendedor que me pasa.

— Aquí tienes preciosa.

Otro de ellos me pasa un cigarro y no me queda más remedio que aceptarlo.

A lo mejor no pasa nada. Es imposible que todos los hermanos se conozcan y mucho menos a sus viejas damas. Así que no tengo por qué precipitarme en abortar misión.

Claro que, cuando sus miradas lascivas se recrean en mi culo y mis tetas, empiezo a replanteármelo.

— ¿Estás aquí solita, guapa? ¿Quieres compañía?

Mierda. ¿Y ahora qué digo?

Si les digo que no, seguro que preguntarán quién es mi hombre. Y si ven a Garrett, un Demonio, las cosas podrían ponerse feas. Lo último que necesito es verme envuelta en medio de un derramamiento de sangre.

Así que reacciono por instinto y me encojo de hombros, con una sonrisa traviesa, echándoles el humo a la cara.

— Lo cierto es que...

— ¿Te conozco? Me suenas mucho, pelirroja — inquiere de súbito el de las rastas, provocando que las alarmas salten en mi interior.

El que se ha mantenido callado hasta ahora se acerca hasta casi invadir mi espacio personal.

— La puta de Mateo también es pelirroja.

— ¿Tú sabes cuántas pelirrojas hay en Chicago, tío? Además, si Mateo estuviera aquí nos habría avisado, vamos a divertirnos con esta zorra — clama. Y la sonrisa de alivio que había esbozado con sus primeras palabras se esfuma de un plumazo.

Esto se está saliendo de control.

Tengo las llaves al alcance de mi mano, pero ahora no puedo quitárselas porque me atraparían antes de dar un solo paso. Y podría dejar inconsciente a uno, pero con cuatro no tengo ni la menor posibilidad.

Trago saliva, preparada para patearlos en las pelotas y volver al motel.

Pero de repente, reculan.

La expresión de repentina alarma y recelo que ponen me hace fruncir el ceño y me giro, en tensión.

Esperaba cualquier cosa menos encontrarme a un encolerizado Garrett tras mi espalda. Parece más que dispuesto a mandarlos al otro barrio y eso que ni siquiera me estaban tocando, pero supongo que el lenguaje no verbal dice mucho y lo cierto es que las cosas se estaban poniendo bastante tensas por aquí.

Así que, aunque no me guste lo que estoy a punto de hacer, no me queda de otra. Dejar que alerten a Mateo de lo que estoy haciendo – y peor, con quién – no es una opción y no pienso volver a su lado ni loca. Antes prefiero que me maten.

Antes de que pueda darle demasiadas vueltas y echarme para atrás, corro a refugiarme a su lado y finjo estar asustada. Al final el papel de damisela en apuros va a ser mi única opción.

— ¡Menos mal que has venido, les he dicho que estoy contigo y no quiero follar pero no me dejan en paz! — grito, intentando echarle la suficiente leña al fuego como para que Garrett – que ya parece a punto de explotar de por sí – no se pare a hacer preguntas y actúe.

Por suerte para mí, eso es exactamente lo que hace. Tras darme un beso posesivo y fiero, me echa a un lado con suavidad y saca su nueve milímetros, con una expresión que da miedo.

Veo la confusión en los rostros de los Ejecutores –que todavía no han reconocido a Garrett como un demonio - hasta que sus neuronas ralentizadas de alcohol y coca logran trabajar lo suficiente como para sumar dos más dos.

— ¿Pero qué coño...?

— Puta mentirosa.

Se dan cuenta y hacen ademán de sacar sus armas, rabiosos.

Pero ya es demasiado tarde.

Garrett entra en escena y verlo así, como un depredador a punto de comerse a su presa, me provoca tal humedad en el coño que tengo que cerrar las piernas para que no chorree aquí mismo, delante de todos.

Abre fuego indiscriminadamente y me echo hacia atrás. Los está friendo a tiros. Ni siquiera han tenido posibilidad de reacción.

Garrett los ha dejado hechos un colador en el suelo y aun así sigue abriendo fuego, mientras ruge como un animal.

Admito que verlo tan desquiciado me excita sobremanera, pero tenemos que largarnos de aquí antes de que alguien salga y nos descubra.

¡Se acaba de cargar a cuatro tíos a lo Rambo!

— Ya basta, Garrett, están muertos — digo, tocándole el brazo con suavidad.

Me enseña los dientes y se aparta, provocando que me eche hacia atrás con miedo.

Entonces me reconoce y se aquieta. Parece ir volviendo en sí poco a poco y respira hondo, para calmarse.

— Tenemos que largarnos.

— ¿Qué hacías con esos putos Ejecutores? — ladra, mucho más furioso de lo que esperé.

Pienso en una excusa creíble.

— Nada, se me acercaron ellos. Solo salí a fumar y...

— ¿¡Qué demonios ha sido eso!? ¡Joder, Garrett!

El grito de un espantado Colin, que acaba de salir a ver qué diablos está pasando, nos pone en alerta y al fin Garrett reacciona, con total impasibilidad.

Encañona al pobre hombre, que levanta las manos y se deshace en súplicas.

— Dame las llaves de tu furgoneta — exige, con todos los músculos tensos y sin dejar de apuntarle a la cabeza.

— Toma...tranquilo, tío, sabes que yo no diré nada...

Tiembla tanto que parece un flan, pero Garrett no se apiada de él. Le arranca las llaves de la mano con brusquedad y le sisea una última advertencia antes de que nos pongamos en marcha.

Aunque Colin esté de nuestra parte, cualquiera podría haber llamado a la policía al oír los disparos. Tenemos que largarnos ya.

— Eso espero, Colin. Porque de lo contrario, sabes que mis hermanos irán a por ti y tu familia. No has visto nada.

Suena tan intimidante y violento que debería tener ganas de salir corriendo, pero ahora que me he librado de que descubra quién soy en realidad, la verdad es que no estoy asustada. Solo siento cada vez más curiosidad y deseo por este hombre. Aunque eso me convierta en una demente, no me importa.

— No, no...por favor, no he visto nada — tartamudea el hombre.

— Bien.

Garrett deja de apuntarlo y me tiende las llaves.

— Arranca la furgoneta y estate preparada para salir pitando, yo me encargo de los cuerpos — me ordena.

Y no tiene que pedirlo dos veces.

Pero al final, aunque los carga como si no pesaran nada, decido ayudarlo puesto que son cuatro y entre los dos tardaremos menos.

— Listo, pelirroja. Será mejor que te pongas el cinturón —me indica, con una sonrisa desquiciada en ese rostro duro que tanto me gusta.

— Tú sí que sabes cómo impresionar a una chica — bromeo, echando la cabeza hacia atrás sobre el asiento y dejando escapar el aire contenido en cuanto arranca, dejando atrás el destartalado motel de carretera en el que ni siquiera hemos podido pasar la noche.

Vamos a tener que improvisar.

Garrett, mucho más relajado, se echa a reír y cuando me dedica esa sonrisa canalla suya tengo que apretar las piernas.

Poco y nada me importa que carguemos con cuatro muertos a nuestras espaldas.

— Apuesto a que no te imaginabas que nuestra primera cita sería así. Pero tranquila pelirroja, te lo compensaré en la próxima.

No le llevo la contraria.

Por alguna razón, ya no tengo la menor intención de escapar de él. 

🔥🔥🔥🔥🔥

Mis dos loquitos jajaja los amo

¿Os ha gustado el capítulo? Espero que sí, no olvidéis votar y comentar para ayudarme a crecer <3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro