Ocho
El día de visita llego. T/n estaba muy emocionada, por fin vería a Keegan. Tan solo dos semanas pasaron y ya sentía que era una eternidad.
Se levantó temprano y horneo toda la mañana algunas galletas con chispas de chocolate —las favoritas de Keegan—para poder ir a visitarlo y llevarle algo hogareño. Sonrió teniendo la canasta lista. Corrió a su habitación para ducharse y ponerse ese hermoso vestido rosa que tanto le gustaba con sus zapatillas negras y se hizo un peinado lindo. Pinto sus labios y se vio al espejo.
Bajo las escaleras y se encontró a su madre quien veía la canasta. Al girarse y observarla le sonríe abiertamente.
——¡Dios! —exclama emocionada —T/n, luces hermosisima —La abraza —sin duda Keegan quedará en shock al verte —levanta ambas cejas divertida
——Mamá —ríe sonrojándose —Bueno creí que sería tiempo de volver a usar mis vestidos o al menos antes de ponerme gorda y fea —ladea su cabeza
——¿Pero que dices? —la reprende —no te pondrás fea, serás una mujer hermosisima, con tu pancita y —le sale una lagrima al imaginarse cómo sería la evolución de su nieto o nieta —discúlpame
——Te amo —la abraza con fuerza —este bebé será el más afortunado y más si saca los ojos de Keegan —muerde su labio inferior —
——Así será, así será —le da un beso en la frente —anda ve, así tendrás más tiempo con él
——Tienes razón —toma la canasta y sale no sin antes gritar —los amo, vuelvo para la cena —
La felicidad la invade, lo extrañaba tanto. Tener a su mamá con ella le ayudaba a sentirse acompañada y plena, ya no se sentía sola o impotente, solo acompañada. Ya quería contarle a Keegan sobre su reencuentro con su madre. Sube al auto y conduce hasta el psiquiátrico.
(***)
La música retumba en sus audífonos. El sudor cae por su frente, sus manos le dolían y sus piernas resistían mientras sostenía esa pesa sobre sus hombros. Apretó su mandíbula y al pasar el tiempo la baja agitado.
Según Liam, Keegan debía encontrar algo que hacer para que sus días ahí pasaran rápido. Intento de todo, ir al grupo de lectura, ayudar con la limpieza, repartir la comida en los horarios designados, llevar el medicamento a cada paciente, revisar que nadie escape, hacer vigilancia y hasta cocinar. Pero nada le ayudaba a dejar de pensar, así que decidió hacer ejercicio. Lo cual le ayudaba mucho pues lo dejaba agotado tanto que solo llegaba a su habitación y dormía.
Tomó su botella de agua y bebió un poco para reponerse cuando vio como algunos pacientes eran custodiados por el pasillo, confundió se quitó el audífono y se acercó a su compañero de gimnasio quien al verlo le sonrió.
——¿A donde van? —preguntó
El hombre miró hacia el pasillo.
——Es día de visita, si tienes programada una vienen por ti y te llevan hasta la sala de espera a que tu familiar llegue —explicó aún corriendo en la caminadora —
Keegan asintió pensativo.
——¿No vendrá nadie de tu familia, Keegan? —enarca una ceja y este niega
——No, ¿y de la tuya? —este ríe como si eso le divirtiera
——Mi esposa me dejó por mis traumas del ejército —resopló —alejó a mis hijos de mi y mis padres aún no me perdonan a verme escapado a los quince para convertirme en un drogadicto —lo miró —así que no, nadie —sube sus hombros —al menos ya somos dos, es triste cuando ellos hablan de cómo sus hijos les dieron dibujos o dieron sus primeros pasos. Eso si daña a un hombre viejo —
Keegan se limita a volver a su lugar de entrenamiento. Henry que deseaba ser visitado no tenía a nadie y él que tenía no lo quería. Estúpido se dijo a sí mismo, pero creía que hacía lo correcto así que se volvió a conectar los audífonos para seguir entrenando. El sudor era evidente en su frente, rostro, cuello, espalda y abdomen. Estaba esforzándose de más, como siempre.
(***)
T/n llegó sonriente, avanzó hasta la recepción donde el doctor conversaba con la enfermera. Tomó aire y se acercó.
——Tengo una cita —dijo alegre —mi nombre es T/n Russ —
El doctor miró a la enfermera quien fingió checar su computadora y negó.
——Si la cita está en la agenda —T/n asintio alegre —pero el doctor recién me dijo que Keegan no puede recibir visitas —
Arrugo su entrecejo.
——¿Disculpe? —inquirió, sus ojos entrecerrados y una ligera arruga de preocupación marcando su frente —¿por qué, sucede algo malo? —
Ambos se vieron entre sí y la enfermera negó.
——No, claro que no —le sonrió —solo que cree, que si está aislado puede que hable con más tranquilidad y así pueda recuperarse pronto —mintió
T/n relaja su rostro, pero aún sentía que algo no estaba bien, así que solo asintió remojando sus labios.
——Ya entiendo —apretó la pequeña canasta entre sus manos y asintió —¿sabe si para la próxima visita pueda verlo? —preguntó con una pizca de esperanza, la enfermera movía sus manos nerviosa, agradeciendo que el mostrador la cubría
——Me temo que no, pero para que no venga de nuevo nosotros le llamaremos —la tranquiliza
Ella solo vuelve a asentir y con un pequeño susurro dio gracias para volver a salir de ahí. Camino a su auto y al subirlo se miró al espejo retrovisor. Con rabia se despintó los labios y encendió el auto para alejarse de ahí. Sin comprender por que no podía verlo, sabía que algo no le estaban diciendo.
——¿Tan pronto? —preguntó Sofía cuando vio que T/n regresó rápido, pero ella no le respondió solo tiro la canasta en la entrada y corrió a su habitación
——¿Que sucedió? —preguntó Richard al apreciar la escena —
——No lo se, pero no es nada bueno —adivino —la última vez que eso sucedió fue cuando un chico se burló de su aspecto en su primera cita —relató para dejar las verduras y dirigirse a su habitación
Tocó varias veces la puerta y T/n no respondía.
——Hija, ábreme por favor —pidió
——¡Vete! —gritó —no quiero ver a nadie —
Sofía negó y abrió la puerta.
——Siempre se te olvida poner seguro —sonrió entrando
——Déjame sola —imploró —no quiero ver a nadie, mamá
Su madre suspiró y se sentó a su lado. T/n yacía recostada en su cama, en una posición encogida como si fuera una pequeña pelota. Las sábanas envolvían su cuerpo tembloroso, mientras sus sollozos sacudían su ser con cada respiración entrecortada. Aún sin comprender que sucedió acarició su cabeza por encima de la sábana, haciéndole saber que ahí estaba para ella.
T/n se volvía a sentir pequeña ante una situación, no sabía cómo enfrentarla. Quería ver a Keegan y no podía, sin comprender por que se lo negaban.
——Hoy se lo iba a decir —habla entrecortada por sus sollozos —le quería dar la noticia para darle más fuerza y que estuviera bien por nuestro bebé y no me dejaron verlo, no entiendo por que no me dejaron —sus sollozos se hacen más fuertes y le hacen más difícil respirar
——Hey, cariño aquí estoy —la abrazó como si de una niña pequeña se tratara —no se porque no te dejaron verlo, pero estoy segura que cuando lo hagas y Keegan de entere, se volverá loco. Solo ten paciencia cariño, Roma no de construyo en un día —sonrió besando su cabeza
——No lo se mamá, siempre que trato de hacerle saber o estoy bien pasa algo malo, tengo miedo mamá, tengo miedo —confesó entre llanto
——No va a suceder nada malo, por que tu mamá te protegerá, cualquier cosa que pase yo estaré aquí para recibir el impacto por ti, tú solo duerme y enfócate en tu bebé. Yo me encargo de lo demás
Sus palabras la tranquilizaron un poco, T/n siguió llorando hasta que su cuerpo se cansó, se quedó dormida mientras su madre la abrazaba. La dejo ahí tapada con la sábana y salió encontrándose con Richard muy preocupado.
——No le dejaron ver a Keegan —suspira —me la cuidas iré a ver que sucede, quizás hay alguna situación y solo no dejaron que la viera —sube sus hombros
——Ve tranquila, yo la cuido —le dio un beso en la mejilla —espero no sea nada malo
***
NOTA DE LA AUTORA:
Cap, por que si...
Quiero avisar que ya casi tengo la historia concluida en borradores. Así que en un día de esta semana la subiré por completo.
Muchas gracias por su apoyo, espero les esté gustando muchísimo.
¿Les gustan los finales felices, tristes o solo finales? A mi la verdad, solo los finales 🫣🤭.
Sin más, chao ✌️, las amoooo! 🫶🏻
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