——¿Piensas que hay algo que no estás recordando y que es lo que te impide pensar con claridad? —pregunta Liam al ver como Keegan asentía frenéticamente

——Si, es lo que creo. Mira he contado todo lo que me sucedió en mi tiempo secuestrado y aún así mi cabeza no para de repetirlo. Amo a T/n pero temo lastimarla, y yo no se que mas hacer —suspira fastidiado al no tener respuesta a sus sentimientos

——Analizando todo lo que me has contando, lo que has hecho y todo lo sucedido hasta ahora —suspira —creo que lo que pasa es que tienes miedo, de admitir que tienes miedo

——¿Que? —preguntó boquiabierto

¿Miedo, por que tendría miedo?, lo encontraba simplemente absurdo.

——Así mismo, tienes miedo de decirle a T/n que tienes miedo —

«Buen punto», pensó, pero aún así no comprendía por que el miedo tendría que ver en esto.

——No, puede ser algo más —insiste y Liam niega

——Keegan, tienes miedo de que crean que no mereces ser un Ghost, temes que T/n crea que no eres lo suficiente bueno como para mantenerla a salvo —lo mira —ese es tu miedo y hasta que no lo superes, no podrás vivir en paz —

Keegan pensó sus palabras. Bajo su vista a su brazo enyesado y remojó sus labios. Comprendiendo que era verdad, lo que pasó en ese lugar fue horrible, pero no se comparaba a lo que creía que T/n pensaba sobre él;

¿Y si pensaba que era un cobarde, que no era lo suficientemente bueno para protegerla, que diría si supiera todo lo que le hicieron ahí, lo insignificante que era contra ellos, el miedo que lo invadió por completo y lo estúpido que fue al no darse cuenta de la trampa?

Era un Ghost...¿Por que no lo noto?, toda su adolescencia entrenando y falló. 

Quizás Liam tenía fundamentos para creer que eso era lo que lo detenía y en cierta forma podría tener razón, no hay nada más importante para él que lo que T/n piense sobre él. No le importaba que fuera uno de los Ghost y no el gran Ghost. Jamás le importo que pensaran los demás sobre él, pero lo que ella pensaba era lo que lo definía.

Muerde el interior de su mejilla y piensa cada cosa que sucedió desde ese fatídico día. Las sesiones que tuvo con Liam donde siempre habló de su tortura, entrenamiento y niñez, pero jamás sobre T/n, si hablo del como la conoció o cómo fue su matrimonio, pero no de lo que sucedió desde que llegó. Eso simplemente no lo hablo, pues ni siquiera la veía a los ojos con detalle para saber que pensaba.

En realidad, sí, si tenía miedo.

——¿Que tengo que hacer para volver a ser yo? —preguntó desesperado una vez que lo entendió

Liam remojó sus labios pensando en las palabras de Keegan, al verlo tan desesperado y ansioso lo hicieron sentirse comprometido con él. Deseaba ayudarlo, cree firmemente en la idea de que cuando recaemos necesitamos quien nos sostenga para resurgir y saber que él puede ser quien lo ayude lo hacían sentirse emocionado.

Con una enorme sonrisa asiente.

——Quizás hay una forma —vacila jugando con sus manos sobre su escritorio —

Los ojos de Keegan brillaron

——Pero debes poner de tu parte —continua —no poner resistencia, no callar y sobre todo pedir una disculpa —señala el teléfono en el escritorio

Keegan asiente nervioso, le costaba respirar al pensar en quien debería llamar. Su corazón latía con fuerza y sus manos se derramaban en sudor. Por un momento, dudó llamar a su esposa al recordar lo mucho que la lastimó al no dejarla visitarlo. No quería hacerla sufrir de nuevo. Por lo cual estaba pensando en sus palabras para no arruinarlo otra vez. Tomó el teléfono temeroso y colocó el número de ella.

La línea comenzó a sonar...

(***)

Sofia trataba de encontrar la manera más suave de contarle a su hija lo que Keegan hizo, pero no sabía cómo hacerlo con tacto, no deseaba verla lastimada y menos ahora que ella estaba embarazada. Ahora su deber era proteger a su nieto.

Su vista está perdida en el fuego de la chimenea, sus pensamientos se pierden en cómo la leña es quemada, sus oídos se centran en el sonido que produce al hacerlo. Lucha por volver en si, pero aún su preocupación crecía.

Unos suaves toques en su cabeza la despiertan y al ver a T/n agita su cabeza para concentrarse en ella.

——Mamá, ¿sucede algo? —pregunta al verla beber una copa de vino

Cuando su madre bebía, era por que estaba luchando por decidir algo muy importante o algo referente a ella, trago grueso y se sentó a su lado mirándola fijamente, queriendo adivinar lo que estaba pensando, como si buscara saberlo a través de sus ojos.

Su madre bebió su último trago de vino y suspiró.

——Hoy fui a ver a Keegan —responde mirándola, buscando la manera más empatía de decirlo, toma sus manos y la ve a los ojos —

——¿Que te dijo? —su emoción crecía, aunque no pudiera verlo solo deseaba saber que estaba bien —

Sofía noto la esperanza que abrazaba a su hija, dudosa en si decirlo o no acaricia sus manos, toma aire y finge una sonrisa.

——Keegan está bien, solo que aún no logra comprender que está a salvo y que no está donde lo tenían capturado —T/n asiente comprendiendo pero sin perder el brillo que de nuevo estaba en sus ojos —así que prefieren mantenerlo en aislamiento para que poco a poco vaya dándose cuenta que fue liberado —mintió

Sabía que estaba mal, que eso podría causar que cuando T/n se de cuenta la vuelva a odiar pero al menos ahora no la lastimo.

——Debe estar aterrorizado mama, no puedo ni imaginar que tanto le hicieron ahí y es frustrante no poder ayudarle, no poder hacerle saber que todo estará bien y que saldremos de esta —suspira —pero confío que estará mejor, que allí le ayudaran

Se levantó y besó la frente de su madre para caminar a su habitación.

——No bebas tanto mamá —advierte al irse

De nuevo sus ojos brillaban, su sonrisa estaba radiante. Sin duda la mentira funcionó y aunque estaba mal, Sofía estaba segura de que era lo mejor.

(***)

El silencio que abarcó el hogar se vio interrumpido cuando el teléfono sonó, Sofía confundida avanzó a este y respondió.

——Hogar Russ —espero a que la persona al otro lado de la línea hablara, pero no lo hacía —¿hola? —enarcó una ceja —miré no es gracioso —reclamo

Keegan veía al piso escuchando la voz de Sofía, aunque no la reconocía sabía que era el número correcto, resopló y por fin respondió.

——¿Está T/n? —preguntó tembloroso

——Está dormida, ¿quien la busca? —interrogó Sofía mientras se giraba para servir otra copa de vino —¿estás ahí? —resopló al notar como el hombre tardaba en responderle

——Dígale que Keegan quiere hablar con ella, que cuando pueda me regre...

——Ah, tú —dijo con desprecio —mira Keegan no te conozco y me alegro, por que has lastimado a mi hija lo suficiente como para odiarte y solo quiero pedirte que si en verdad la amas consideres dejarla ir

Keegan despegó sus labios incrédulo a las palabras de Sofía, captando que con quien hablaba era la mujer que abandonó a su esposa y ahora trataba de corregirlo. Rio irónico y negó.

——La amo si y no por eso la dejaré ir —se levantó de la silla y con su tono de voz habitual sentenció —es más por ella me recuperaré, dígale que la buscaré —colgó la llamada

Sofía gruño ante el cinismo de Keegan y azoto el teléfono contra la mesa. Bebió de golpe su copa de vino y se dirigió a su habitación. Ella debía mantener tranquila a su hija y eso haría.

Por si lado Keegan apretó sus párpados y dejó el teléfono, miró a Liam y le sonrió por debajo de su pasamontañas.

——Ahora más que nunca debo recuperarme —Liam asintió gustoso

***
NOTA DE LA AUTORA:

Actualización por que ando en crisis. Normalicen aventarse de un risco cuando todo va mal. ❤️

Ya el Keegan se va poniendo las pilas, solo necesitaba que lo regañaran como a un niño pequeño.

Las invito a mis otras historias, quizás alguna te llame la atención y agradecería mucho su apoyo, no es obligación (te secuestro tu gato). Sin más adeos ✌️.