Catorce
Pintura por aquí, pintura por allá, cajas por doquier y una cuna con demasiado plástico envolviéndola por completo, era la vista de T/n, Sofía y Richard quienes según decorarían perfectamente bien.
——Creo que es mejor contratar a alguien —suspira
——Si, creo que esa idea me gusta más —Sofía pasa sus brazos por los hombros de su hija
T/n asintió ante la idea de sus padres, los tres rieron viendo la habitación totalmente salpicada de pintura en tonos pasteles, ya que T/n leyó en un blog que era bueno para los bebés pintar su habitación de esos tonos. El timbre la hizo saltar un poco y negó divertida.
——Yo voy, ustedes busquen a alguien —les sonrió y salió de la habitación
——¿Quien será? —preguntó Sofía a lo que Richard solo se encogió de hombros y negó
Era un poco extraño que alguien llamara a la puerta pues nunca nadie lo hacía, no tenían más familia a parte de ellos cuatro y los padres de Keegan jamás fueron a ver cómo estaban.
——Ni idea, pero creo que llamaré a Joe —Sofía lo miró cuestionándolo —es un viejo amigo, él decoró la sala de nuestra casa —
——Buena idea —frunció sus labios mientras asentía, pues aún le preocupaba quien podría estar en la puerta
T/n bajo las escaleras con una sonrisa, estaba emocionada por ver la nueva habitación de su bebé ya preparada. Todo el tormento que estaba viviendo ahora tenía un rayo de esperanza y ese era su pequeña, ella sin duda alguna la hacía feliz y eso que aún estaba en su vientre. Abrió la puerta encontrándose con un chico quien le sonrió.
——¿T/n Russ? —pregunta mirando un pequeño paquete
——Si —responde un poco nerviosa
——Perfecto —el chico le sonríe —me firma aquí, por favor —pide al tenderle una comprobación de entrega, T/n lo toma y firma confundida, pues ella no recordaba haber pedido algo, al hacerlo el chico le entrega el paquete amable —gracias y buen día —
——Buen día —dice en el mismo tono mientras entra con el paquete entre sus manos, dudosa camina a la cocina y lo pone en la barra para quitar el envoltorio y al hacerlo se encuentra con una pequeña caja de madera
——¿Quien era cariño? —Sofía mira las acciones de su hija y eso la intriga más
——Un repartidor —menciona simple
——¿Y que traía?, no recuerdo haber olvidado nada en la tienda u ordenado algo por eBay —se acerca a ella y observa la caja —¿que es?
——No lo se, el repartidor no dijo nada más, solo me lo dio —arrugo su nariz y al abrir la pequeña caja se encontró con varias notas, curiosa tomó una y al desdoblarla no pudo contentar la emoción —¡Son de Keegan, mama! —
Exclamó tan incrédula que Richard bajó con rapidez las escaleras, se colocó a lado de Sofía agitado, pensando que algo malo ocurría.
——¿Que sucede? —interrogó viendo la expresión de Sofía, la cual era una mezcla entre confusión, enojo y frustración, no entendía por que Keegan lo envió
——Richard, Keegan me ha enviado cartas —informó en medio de lágrimas —son demasiadas y...—soltó un sollozo —Dios, creí que jamás sabría de él
Tomó la caja y se apresuró a subir las escaleras, Sofía aún estaba en shock. Keegan la confundía demasiado, primero quería alejarla, después llamó y ahora cartas, eso parecía enfurecer a Sofía. Ella sabía que si su hija se ilusionaba y después Keegan decide irse sin más, ella sufriría mucho y no deseaba que lo hiciera, agitó su cabeza y detuvo a su hija quien la miraba con una sonrisa y lágrimas recorriendo sus mejillas.
——No puedes leerlas —soltó por fin
——¿Qué, por qué? —cuestiona incrédula
——Hija, hay algo que no te he dicho y es por que no quería lastimarte, pero esto ya es demasiado, Keegan solo está jugando con tu estabilidad y eso no está bien —negó más que segura de sus palabras —él fue quien no deseaba verte en el psiquiátrico, fue quien le pidió a los doctores que no te permitieran entrar
Soltó como una bomba que hizo que T/n negara molesta, aferrando sus manos en la pequeña caja mientras la veía a los ojos. Ella no creía eso, ¿por que Keegan no deseaba verla, si es su esposa?
——¡Sofía! —Richard intervino —T/n ve a leer esas cartas, quizás ahí te explique todo, anda hija ve —la animo
T/n aún dolida por las palabras de su madre, asiente y sube las escaleras, pero ya no estaba el ánimo de hace unos segundos. Ahora estaba plasmada la desilusión y miedo, temía que en las cartas le dijeran que ya no la amaba, que deseaba soltarla cuando ella se aferró a él. Apretó sus labios en una sola línea aguantando el llanto de tristeza que la estaba atracando, cuando subió a la segunda plata logró escuchar a Richard.
——¿Que carajos fue eso Sofía? —la molestia era evidente en su tono
——Richard, Keegan la dejó —respondió obvia —él ya no deseaba verla, ¿cómo crees que ella se sentirá después de que él la ilusione y después rompa sus sueños?, yo no quiero que eso pase, mi hija está embarazada, por Dios Richard. Todo puede afectar el embarazo y no quiero que pierda a su bebé, desde que llegue ni la había visto tan feliz como ahora y es por su bebé, no por Keegan, es un estúpido —gruño
——Quizás tengas razón Sofía, pero no es motivo para que tú, su madre le rompas sus ilusiones, solo debes apoyarla y abrazarla cuando eso suceda, ¿que pensará cuando Keegan le rompa el corazón y tú estés molesta por eso. Acaso crees que ella te buscará para consuelo?, no, no lo hará. Por que pensara que estás molesta
——No estoy molesta con ella, si no con Keegan y la forma en que la destruye —
——¿Y? —el tono de ambos comenzaba a elevarse —déjala vivir su vida, déjala destrozarse una y otra vez, por que al final estaremos ahí para repararla
——¿Estas loco?, no lo haré, es mi hija y no quiero que nadie la haga sufrir y si debo ser la mala para evitarlo, lo haré —sentencia
——¿Y si Keegan no la quería ver, por que no se sentía seguro?
——Simplifica —ordenó
——Sofía, Keegan fue torturado por días en un país extranjero, lo destruyeron, era obvio que no quería que ella lo viera en esas circunstancias. Por eso no quería verla, no por que no la amara, si no por que odiaba que lo viera apagado —suelta un suspiro —así que no te permitiré que la alejes de su esposo, yo la apoyaré aunque no sea lo correcto, por que es mi hija —terminó
T/n llevo su mano a sus labios cubriendo un sollozo, la confusión se apoderó de ella, sin comprender el por que Keegan no la quería ver, era su esposa, quien lo apoyaba en todo y consolaba después de una misión, camino a su habitación, cerró la puerta y se sentó en la cama mirando la caja. ¿Debía leerlas?
Mordió su labio inferior y resopló.
——¿Y si mamá tiene razón? —se cuestiona —y aquí me dice adiós, juramos nunca soltarnos, pero ahora parece que ese juramento no es válido —cubre su rostro con sus manos —ya no se que hacer, ¿Por que Keegan, por que me dejaste?
Sus sollozos salen desordenados y le causaban dolor en su pecho, parecía como si un hierro ardiente le fuera introducido en la garganta; está le ardía demasiado y no podía evitar llorar de impotencia, creía que toda su vida se estaba desmoronando.
Cuando su madre la abandonó y su padre falleció, llegó Keegan a consolarla y demostrarle que se podía ser feliz teniendo poco. Ahora su madre estaba ahí, consolándola por el abandono de Keegan. La ironía en su máximo esplendor. Aunque era un poco diferente, pues Keegan siempre le dijo que su madre debió irse por alguna razón, que cuando estuviera lista para hablar me buscaría y así fue. ¿Que le costaba a su madre ser igual y mentirle para darle esperanza?
Se recostó en la cama con la caja a un lado y continuó sollozando, partiéndose la cabeza en que decidir. Leer su posible rompimiento o solo continuar.
Se sentía tan sola y perdida, no encontraba la respuesta a lo que debía hacer y como si su pequeña deseara darle motivación y hacerle saber que ahí estaba para ella se movió. Eso la sorprendió tanto que se sentó y llevó sus manos a su vientre, en efecto, su pequeña se estaba moviendo dentro de ella. Eso la hizo reír entre lágrimas, ni estaba sola, tenía a su bebé.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro