Capítulo 30
Aquella mañana Lauren se despertó sabiendo algo que ya no le sorprendía. Tal vez los demás también lo sabían, pero nadie era lo suficientemente valiente como para decírselo. O a lo mejor la cobarde era ella, al no arriesgarse por miedo a que las cicatrices revivieran.
Miró el reloj y supo que iba bien de tiempo. Luego de ducharse, bajó y tomó un taxi al terminal. Era el día en que Tyler viajaría a su entrevista en BlindStone y ella quería despedirse. Él tenía primero que llegar a Medy a entregar un paquete de su empresa y luego iría hasta el aeropuerto para viajar a la capital.
Tyler ya estaba allí cuando Lauren llegó, y al ver que aún tenían tiempo para la salida del bus, se sentaron a desayunar en unas pequeñas mesitas instaladas recientemente delante de la cafetería.
— ¿Nervioso? —le preguntó ella.
—Un poco, sí... más que todo es ansiedad.
—Pues ve controlándola. ¿Tienes ya la dirección de Josh, cierto? ¿Hablaste con el amigo de él del taxi?
—Sí, y sí —le dijo él tomando jugo— siento que tu estas más preocupada por mí.
—Bueno, debo admitir que un poco.
— ¿Podrías venir conmigo, sabes?
—No, no podría. Aún hay cosas que hacer.
—Debí preguntarle a Mac si te daba permiso... ¡Agh! Perdí una buena oportunidad.
Ella soltó una carcajada leve.
—En todo caso Mac no es mi jefe, si yo quisiera ir, lo hubiese hecho, pero como te dije, hay cosas que hacer aquí.
— ¿Te imaginas que diría Josh si sabe que pudiste ir a visitarlo, pero simplemente no quisiste?
— ¡Ni se te ocurra decirle eso! ¡Sería mi fin!
—Un dato interesante... —le dijo él con maldad.
Ella sonrió.
— ¿Ya te había dicho que cuando sonríes te pareces a tu sobrina?
—Sí, Josh dice que... Espera ¿Qué? ¿Conoces a Sophia? Ah claro en las fotos, que tonta...
—No, yo la conocí en persona ¿no te lo había dicho? Fue la vez que te accidentaste en el taxi. Cuando llegué a preguntar por ti, los encontré a ellos en el pasillo, por cierto, fue Erick quien me trajo a SynCin a verte... claro, no me pude quedar porque tú sabes cómo se ponía Brandon si se enteraba que... ¿Lauren? ¿Estás bien? —Ella se levantó de repente con la mirada perdida.
—Tengo que ir al baño.
— ¿Por qué?
—Ya regreso.
—Pero... el bus sale en pocos minutos... —Ella le dio la espalda y corrió hacia el baño dejándolo a él sumido en una confusión total.
Lauren buscó rápidamente un cubículo vacío y marcó el número de Audrey.
— ¿Recuerdas aquella vez en que empezaste a enumerar una lista de cosas que Brandon había hecho y que lo convertían en el hombre ideal? —le preguntó tratando de no sonar tan ansiosa.
—Sí, eso era antes de convertirse en un idiota. ¿Qué pasa?
— ¿Podrías volver a enumerarla, por favor?
—Lauren, ¿estás bien? Me preocupas.
—Audrey, ¡Solo hazlo! —le suplicó a su amiga.
—Vale, está bien... a ver... Lo primero era, ¿Es lindo?
—Lo es.
—Pero lindo en los dos sentidos; guapo y buena persona.
—Definitivamente lo es.
— ¿Crees que siente algo por ti?
—Lo creo.
—Pero...
—Continua.
—Vale. Pues yo también creí en ese entonces que sentía algo por ti, es decir, dejó botado el trabajo de la terminal por ir a visitarte al hospital, ¿recuerdas?
—Y eso no lo hace cualquier persona a menos que te importe lo suficiente, ¿no?
—Exactamente.
—Gracias Audrey.
— ¿Que? ¿Y yo que hice?
—Después hablamos.
Lauren de nuevo salió corriendo del baño y alcanzó a ver a Tyler que acababa de entregar su maleta para que se la guardaran.
— ¡Tyler! —le gritó, pero él no la escuchó. Llegó a la puerta de abordaje y el guardia la reconoció— ¿Puedo pasar un momento, por favor? Debo decirle algo a Tyler.
Él le cedió el pasó.
— ¿Estás seguro que esto es una buena idea? —Tyler estaba a punto de subir al bus cuando la escuchó. Regresó el rostro y la vio a unos metros, parecía que había estado llorando.
—Hace unos días dijiste que sí.
—No importa lo que yo dije, ¿tú que crees?
—Pues es una gran oportunidad, pero como sabes, aquí estoy bien. No me molestaría quedarme. —Tyler dio tres pasos hacia ella y se detuvo— Pero a lo mejor tú y Audrey tienen razón, allá puedo encontrar otras cosas. Creo que sería bueno buscar otros aires.
—Pero a lo mejor no has buscado bien aquí. —Tyler torció la sonrisa intentando entender algo.
—No estoy entendiendo Lauren, lo siento. Creo que deberías ayudarme. —Ella suspiró y dio dos pasos hacia él. Aún estaban lejos uno del otro.
—Solo digo que... —Lauren sabía que era hora de decirlo— Me vas a hacer mucha falta. —estas últimas palabras fueron tan claras que Tyler se sorprendió. Le sonrió, se quitó el morral y lo dejó a un lado.
—También me harás falta, es decir... No creo que en BlindStone encuentre a alguien que estornude cada vez que me le acerco —Lauren soltó una pequeña carcajada y bajó el rostro.
— ¿Y qué tal si la encuentras?
— Lauren ¿Tienes algo que decirme? —Tyler dio unos pasos más hacia ella y Lauren pudo de nuevo sentir su perfume.
— Ahorita en el baño lo que hice en realidad fue llamar a Audrey y le conté que habías sido tu quien me fue a visitar al hospital y no Brandon.
— ¿Nunca te dije que había sido yo?
—No, pero ahora que lo sé, muchas cosas cambian. —Lauren camino hacia él hasta estar lo suficientemente cerca como para que Tyler la abrazara.
— ¿Qué cambia eso? —Le preguntó él algo nervioso— No fue nada...
—Esos simples detalles para mi han significado lo suficiente como para despertarme esta mañana y darme cuenta de algo que estaba tratando de negar desde hacía tiempo. Sé que va a sonar absurdo pero, hemos estado comportándonos como unos tontos y reprimiendo muchas cosas. Espero no estar equivocándome, pero...
—No lo estás haciendo —le dijo casi en un susurro mientras le acariciaba la mejilla— Si estamos en plan de confesiones, admito que mentí cuando te dije que solo podía verte como una amiga, pero era lo mínimo que podía hacer, luego de verte tan entusiasmada con Brandon. Te lo dije, yo respeto las relaciones, y al saber que estabas con él... quise alejarme, pero no podía, así que ser tu amigo era mi única opción para tratar de mantenerme a tu lado, aunque fuese de esa manera.
—Tyler... —Lauren sintió aquel perfume de nuevo.
—Lo siento Lauren. Sé que no fue muy sincero de mi parte, y también sé que últimamente he estado buscando la manera de... de hacértelo saber...
—La verdad, mi actitud en la cena donde Audrey fue porque siento que no podré continuar si te subes a ese bus y estas lejos —Lauren entonces le acarició la mejilla y sus frentes se tocaron.
—Si te soy sincero, iba a esa entrevista con el deseo de quedarme en BlindStone para poder olvidar esto que siento por ti.
— ¿Ibas?
—No puedo... No quiero dejarte. —Lauren lo atravesó con la mirada y él sonrió.
—No lo hagas.
¿Cómo se puede explicar lo que un beso te hace sentir? Lauren quiso buscar alguna comparación cercana, pero no pudo. Lo único que quería hacer era seguir unida a él, seguir acariciando su cabello mientras sus labios se entendían.
— ¡Achis!
— Salud —le dijo él sonriendo al ver que ella se apartaba para estornudar.
—Es de nuevo tu perfume.
— ¡Achis!
—Dinero...
— ¿La cambiaras algún día?
—No quiero seguir perdiéndome estos estornudos. A lo mejor tengo suerte y algún día consigo que salga el tercero.
—Eso solo ha pasado el día de mi primer viaje a Medy, el día en que te conocí, sin saber que lo había hecho. —confesó ella y él la abrazó.
— ¿Coincidencia?
—No... No... Se... —Lauren de nuevo se apartó para estornudar, pero no lo hizo.
—Te quiero Lauren. —le dijo él sosteniéndole las manos. Ella quiso repetirle lo mismo, pero no pudo. En cambio le regaló el tercer estornudo que se volvió a repetir para que ellos creyeran en el amor.
— ¡Achis!
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