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Capítulo 27

— ¿Qué haces aquí? —le preguntó Lauren caminando hacia él.

—Pues... Acababa de llegar al terminal para tomar el bus hasta Medy cuando Brandon me llamó. Me preguntó en donde estaba, no le gustó mi respuesta, me amenazó con echarme y bueno, le he ahorrado el favor. —Tyler lo dije con tanta tranquilidad que Lauren no podía creérselo.

—Así que te has quedado sin trabajo... ¡por mi culpa!

— ¿Qué? No, yo renuncié, es diferente. ¿Subimos?

Los dos entraron al edificio y tomaron el ascensor hasta la planta tres donde estaba Audrey.

—Es serio lo lamento Tyler... si no hubieses venido conmigo...

—Oye, tu no me obligaste ¿o sí? Bien pude decirle a Erick que te trajera y yo quedarme, pero no lo he decidido así. Creo que estaba buscando una manera de evitar seguir allí.

— ¡Pero tu amabas tu trabajo en el terminal! —le dijo Lauren al tiempo en que él la dejaba salir primero del ascensor.

—No es el único, Lauren. Tengo ahora la oportunidad de poder quedarme acá en SynCin y buscar algo mejor.

Lauren suspiró y él abrió la puerta para entrar a la habitación. Audrey y Jake estaban viendo algo en el celular.

— ¿Y esa cara? ¿Qué te pasó? —le preguntó su amiga al verla entrar.

—Han despedido a Tyler por mi culpa —dijo sentándose en el sofá cruzando los brazos. Jake y Audrey abrieron los ojos y miraron a Tyler sorprendidos.

—No es cierto. He renunciado, solo he estado unas cuantas horas en ese lugar y ya me he dado cuenta que el tema con Brandon no será lo mismo. Así que... ¿para qué gastar mis días en eso?

—Ah pues si es por eso, bien hecho, Tyler. Apuesto y ese tipo iba a estar molestándote todo el tiempo. En realidad no sé cómo es que te han vuelto a reintegrar luego de ese golpe —contestó Audrey orgullosa.

—Ha sido el señor Bernal, y al menos a él deberías darle una explicación, llamarlo y agradecerle —dijo Lauren sin levantarse del sofá— mañana deberías llamarlo y explicarle.

—Vale, vale lo haré. Ahora, ¿puedes dejar el mal genio? Ya te dije, no es tu culpa.

Lauren volvió a suspirar y entonces de su bolso sacó una caja de galletas que repartió a todos excepto a Audrey.

—Creo que no puedes comer esto...

— ¡Y aun así las has traído! Eres la maldad pura.



A Audrey le dieron quince días de incapacidad y en buena hora, pensó ella. Mayo ya había llegado y con él las lluvias habían regresado. Lauren se despertaba más temprano de lo normal para caminar hasta la oficina y evitar las lloviznas que empezaban a la media mañana y se terminaban en la tarde, justo cuando Mac decidía llevarla en su auto a la casa de Audrey en donde cenaban y la mantenían al tanto de las cosas en la oficina. Lauren se había hecho cargo de los proyectos de su amiga, y de vez en cuando se iba a trabajar a su casa para entre las dos dar con un resultado satisfactorio.

Jake había pedido unos días en su trabajo para cuidar a Audrey y empezó a preparar solo comida que estuviese acorde con las indicaciones del doctor, algo que Lauren y la misma Audrey odiaban, porque hacía mucho que no probaban sus ricos postres.

Tyler el día siguiente, como se lo prometió a Lauren, llamó al señor Bernal y se excusó por no poder seguir trabajando en ArrowXpress. No quiso culpar a Brandon, así que mintió diciendo que su familia lo necesitaba en SynCin. El gerente entendió y prometió recomendarlo en una empresa de transporte privado que conocía en la ciudad, y así fue. A los tres días lo llamaron y le dieron trabajo en Valdez.

¡Que genial! He escuchado que allí es donde contratan los buses para las giras de varios artistas —Le había dicho Jake cuando almorzaron en su casa para celebrar la buena noticia— enhorabuena Tyler, te codearas con gente famosa. ¿Qué te toca hacer específicamente?

—Precisamente buscar posibles clientes y organizar la logística y contrato del transporte.

—Parece que no quieres dejar el tema de los buses a un lado —le dijo Lauren desde la cocina. Había llegado tarde y estaba poniéndose al corriente con el almuerzo.

— ¿Cuándo empiezas Tyler?

—El lunes.

—Propongo un brindis por eso —Audrey levantó el vaso de agua que llevaba y los otros tres hicieron lo propio pero con sus cervezas

Estuvieron aquella tarde pasando el rato entre conversaciones, películas y juegos. Había empezado a llover y parecía que el cielo no tuviese planeado parar. Jake preparó la cena y luego siguieron con un maratón de películas hasta que se hizo lo suficientemente tarde como para que Lauren y Tyler se plantearan que hacer para regresar a casa.

—No pueden volver con este clima —dijo Jake mirando a través de la ventana en donde la espesa lluvia y la oscuridad no dejaban ver nada.

— ¿Por qué no duermen aquí? El problema es que... solo hay un cuarto de huéspedes.

—Yo puedo dormir aquí en el sofá, tranquilo —dijo Tyler y Audrey protestó.

— ¿Crees que voy a permitir que eso pase? ¡Hace frío, Tyler! Lauren no tiene problema en compartir la habitación contigo, ¿o sí?

Lauren levantó los hombros sin problemas. Aunque estaba sonrojada.

Jake los proporcionó de cobijas y toallas para que se cambiaran. Le prestó una sudadera a Tyler para que se cambiara la ropa y Audrey hizo lo mismo con Lauren. Cuando se quedaron a solas en el cuarto, los invadió una atmosfera de incomodidad que no supieron romper.

—Será mejor que nos cambiemos... —sugirió ella.

—Sí dale, cámbiate aquí y yo usaré el baño de afuera —Tyler salió del cuarto y Lauren le echó seguro para cambiarse con confianza. Luego de unos minutos sintió que tocaban la puerta y abrió. Tyler había cambiado el jeans por la sudadera de Jake, tenía su misma camisa e iba en medias.

— ¿Ya tienes sueño? —le preguntó antes de entrar.

— ¿Por qué?

—Pensé que nos podíamos quedar a conversar un rato mientras tratamos de superar el hecho de que dormiremos juntos —Tyler lo dijo con tanta tranquilidad que Lauren sintió que sus mejillas le ardían.

—Pues...

—Vale mira, quédate de aquel lado de la cama y yo me quedo de este otro —empezó a explicar él mientras se acomodaba en la parte izquierda— tranquila que soy de los que duermo sin moverme, así que me quedaré en este lugar. Ahora, si de verdad esto te incomoda, en serio puedo irme al mueble Lauren, ellos no se darán cuenta.

Lauren vio como le sonreía y entonces suspiró.

—No, quédate. Es una estupidez todo esto, no es incomodidad es solo que... bueno, los estereotipos tienen culpa aquí.

—Ya lo creo. Si mi madre supiera esto, se negaría a creer que un hombre y una mujer durmieran juntos sin que pase nada.

— ¡Ja! Mi padre hubiese estado de acuerdo... —le dijo ella sentándose en la cama— una vez lleve a un amigo a dormir a casa y prefirió que durmiera yo con ellos en la habitación antes que estuviese en otra habitación con la tentación de escaparme a la de mi amigo. Recuerdo que mi madre y yo nos reíamos demasiado, y es que este amigo estaba en realidad más interesado por Josh que por mí...

—Es curioso...

— ¿Qué cosa? —preguntó ella.

—Que es la primera vez que te escuchó hablar de tus padres. —respondió él mirándola.

—Ah... bueno, es que... no sé, creo que nunca se había dado la oportunidad... —Lauren de repente se sintió de nuevo incómoda.

— ¿Los extrañas?

—Últimamente más que nunca. Las visitas a su casa por capricho u obligación me hacen falta. Era increíble ver a mi madre consentirme cuando le decía que no quería ir a la universidad. Ella sabía que si no quería era por algo, yo era muy estricta con mi horario... entonces nos pasábamos el día viendo películas o arreglando el jardín trasero... es sin duda alguna, la mejor época de mi vida.

—Imagino que sí... —Lauren había perdido su mirada en la ventana que tenía al otro lado y Tyler se sentía fatal al tocar aquel tema que aún no terminaba de sanar.

—Murieron en un accidente de automóvil, ¿sabes? Estaban regresando del cine cuando un chico se voló el semáforo y los atropelló... ya entenderás por qué Josh voló de inmediato el día de mi accidente. En ese momento no lo hablamos, pero sé que el miedo se había vuelto a apoderar de él, así como hace algunos años cuando nos llamaron a notificarnos lo de mis padres... nosotros estábamos en mi apartamento cocinando...

—Lauren...

— ¿Sabes que hoy cumplía años mi mamá?

Lauren lo dijo con un hilo de voz y Tyler se incorporó de inmediato.

— ¿Por qué no lo dijiste? ¿Es por eso que has llegado tarde al almuerzo? —Ella asintió— ¿Estabas en el cementerio? Pudimos haberte acompañado Lauren...

—Lo sé, pero no hacía falta... No me mires así Tyler... yo estoy bien —dijo ella sonriendo de pronto.

—Es que no parece...

—Bueno, es un poco difícil no ponerme melancólica, pero tranquilo... Creo que mejor me voy a dormir.

—Está bien...

Tyler vio como Lauren en su lado se acostaba, se echaba la cobija encima y le daba la espalda a él, mirando hacia la pared. Así estuvieron un rato, hasta que Tyler, sabiendo que Lauren no estaba durmiendo, dijo en un susurro.

—Tu madre parecía una buena mujer...

—Lo era —le dijo ella desde las sábanas.

Tyler también se acostó en su lado, dándole la espalda y mirando la lluvia caer a través de la ventana. Cerró los ojos preguntándose si debía hacer algo por su amiga, pero la respuesta vino de parte de ella.

— ¿Tyler? —escuchó que ella decía desde su lugar.

— ¿Sí?

— ¿Puedo pedirte algo, pero prometes no juzgarme? —él tragó en seco.

—Claro.

— ¿Puedes darme un abrazo?

Aquellas palabras lo sorprendieron por un segundo hasta que reaccionó, se giró hacia ella que seguía dándole la espalda y entonces se acercó hasta pasar su mano por el cuerpo de Lauren. Ella sintió que se calentaba de inmediato y unas finas lágrimas le brotaron de sus ojos. No se dijeron más nada, ella contuvo las ganas de estornudar que le causaba el perfume de él hasta que sin quererlo los dos se quedaron dormidos. Lauren entre sus sueños se dio cuenta que pedirle aquello a Tyler había sido una completa equivocación, lo mismo que acceder a compartir la cama con él, unas extrañas ilusiones se había despertado en su corazón y sentía que no podía evitarlas.  



¡Gracias a todos por leer! Espero les haya gustado este capítulo :D 

¡Nos volvemos a leer el viernes! 

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