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Capítulo 21

Después de salir de su cita rutinaria con el ortopedista, Lauren y Audrey se fueron caminando hasta al apartamento de la primera que no estaba muy lejos. La fractura estaba avanzando bastante bien y el médico creía que podría adelantar unos días la liberación del yeso. Durante el trayecto Lauren aprovechó para contarle cómo habían terminado las cosas con Brandon el fin de semana y también aprovechó para contarle sobre Tyler.

—Últimamente como que tiene mucho trabajo por allá —le dijo Lauren cuando doblaron la esquina del apartamento.

—Pues al parecer se las ha arreglado para buscar un tiempo libre —respondió su amiga señalando al chico que estaba sentado en lo escalones del edificio con la manos dentro de la sudadera. Era Tyler. Las dos amigas apresuraron el paso y cuando él las vio se puso de pie.

— ¿Qué haces aquí? —le preguntó Lauren.

—He logrado que el asunto se resuelva y bueno, he conseguido una semana libre.

— ¿Cómo es que...?

— ¿Quieres subir? —le ofreció Audrey y él asintió.

Tyler les estuvo contando como iban las cosas en el terminal y al mismo tiempo quiso saber cómo iba evolucionando Lauren y su yeso.

—Pues digamos que toda la semana estuvo bien hasta que su novio la visitó e hizo desastres. —resopló Audrey desde la cocina.

—Primero; no es mi novio. Y segundo; no le hagas caso, Tyler. El ortopeda ha dicho que todo va bien y que incluso pueden quitármelo unos días antes. —dijo Lauren levantando los pies en la mesa que estaba frente al sofá. Tyler estaba a su lado.

—No sé por qué, pero le creo a Audrey. ¿Ha estado bastante agitado el fin de semana, eh?

— ¡Uf! Aunque debo admitir que Lauren es una persona creativa si pudo acostarse con el chico de cabello largo con todo y yeso.

Audrey fue hasta donde ellos y les entregó una lata de refresco a casa uno.

Durante el resto de la mañana estuvieron armando teorías locas de cómo Lauren había hecho para poder sacar adelante su momento en la cama con Brandon y el yeso.

—Esto no me parece gracioso —decía ella en medio del sofá, pero la verdad es que estaba disfrutando de la compañía de aquellos dos.

A la hora del almuerzo Audrey tuvo que regresar a la oficina y Tyler bajó a comprar algo para almorzar. Se quedó con Lauren el resto de la tarde viendo películas y conversando de cualquier banalidad que se les ocurriese.

—Oye Tyler... tengo que preguntarte...—Él la miró confundido— ¿Te molestaste cuando tuve que cancelar tu visita por Brandon?

— ¿Qué? —dijo él desviando la mirada de repente— ¿Por qué debería?

—Vamos, dime la verdad... —insistió ella notando su cambio de actitud.

— ¿La verdad? —Él volvió a mirarla y Lauren asintió— Solo me sorprendió un poco saber que estaba aquí, aunque bueno... luego me dije ¿Tendría que estarlo, no? Es su chico.

—Pues...

—Lauren, no le des importancia. Estoy aquí, ¿no? —Le dijo él sonriéndole— además tu necesitabas verlo, me alegra saber que pudo venir y estar contigo. ¿Te parece si vemos otro capítulo?

Lauren no respondió, pero Tyler fue hasta el televisor y programó el siguiente capítulo de la serie que estaban viendo. Ella se quedó un poco inquieta con la reciente conversación, pero decidió no seguirla.

—Necesito volver al trabajo pronto —le dijo extendiendo sus pies en el sofá.

— ¿Eres de las que no puede disfrutar de unas obligadas vacaciones? Haz como yo, toda esta semana será libre.

— ¿Por qué? —quiso saber ella.

—Porque ya me la merecía. Creo que te toca una pastilla ya —le dijo él mirando su reloj y levantándose hasta la cocina.

— ¿Te quedarás aquí?

—Pues aquí en tu casa no creo. Pero sí, estaré en SynCin. Si no te molesta puedo venir a visitarte.

— ¿Por qué crees que me molestarías? En cambio, creo que sería lo mejor. Así Audrey no faltaría tanto al trabajo y estaría tranquila al saber que hay alguien cuidándome. Aunque no lo necesito.

—Está bien. Acepto ser tú enfermero personal pero Audrey tendría que venir a bañarte. —Tyler llegó y le entregó una pastilla con un vaso de agua.

—No te pediré tanto. A menos de que fueras mi amigo gay...

— ¡Y volvemos a eso!

¡Achis!

—Salud... —le respondió Tyler a Lauren que había apartado el rostro hacia un lado— ¿Además del yeso tienes gripa?

—Gracias. Y no, creo que es... que... ¡Achis!

—Dinero —dijo él sonriendo.

—Gracias, de nuevo. Creo que es tu colonia la que me hace estornudar.

— ¿Por qué lo dices?

—Ocurrió lo mismo aquel día que nos conocimos en el bus, ¿recuerdas?

Tyler hizo memoria y asintió distraído.

—Pero ni así logro llegar al tercer estornudo.

—Es de los más difíciles. A propósito de eso, ¿sabías que al estornudar por primera vez se augura salud, en el segundo se desea dinero y en el tercero se anuncia amor ya que son los deseos permanentes del ser humano?

— ¿En serio? —preguntó ella tomando agua.

—Sí. Además, tu ahora mismo no necesitas amor, ya tienes suficiente, ¿no?

—No lo sé... —Lauren dejó a un lado el vaso y cambio de inmediato el tema al pedirle que le hablara de Liss.

¿Qué quieres que te cuente? ¿Muchos detalles o pocos?

—Los menos posibles —replicó Lauren cerrando los ojos— solo quiero saber si la relación va bien.

—Digamos que sí. Hemos estado saliendo, almorzamos juntos en la terminal y el próximo fin de semana quedó en venir a visitarme.

—Un paso grande, ¿eh? —Dijo ella, pero él no entendió— es decir, va a conocer a tus padres y...

—No, nada de eso. —Negó él de manera rotunda— No estamos aún para eso. Ni siquiera yo conozco a sus padres y eso que viven en Medy con ella. Creo que saldremos a acampar.

—Ah, es un buen plan —Inconscientemente Lauren se preguntó si Brandon era un chico de ese tipo de actividades naturales. Sonrió al responderse un rotundo no— Bueno y tú y Liss... ya han... eh...

—Sí Lauren, ya. ¿Quieres detalles?

—Gracias, no gracias.

Tyler soltó una carcajada y entonces le preguntó por qué para ella el tema de los estornudos era importante.

—Es más curiosidad que otra cosa. Es decir, ¿Quién se inventó eso? El que lo hizo se las ingenió al dejar el amor de último. ¿Sabes lo difícil que es conseguir tres estornudos?

—Bueno, a mí me salen. —dijo él con tranquilidad— pero no creo que haya encontrado todavía el amor.

— ¿Y Liss?

—Con Liss me la paso bien y me gusta, pero de ahí a que esté enamorado de ella... pues creo que hace falta mucho.

— ¿Te has enamorado alguna vez? —quiso saber ella. Él se tomó su tiempo para pensarlo.

—Una vez tuve una novia en la universidad, duramos juntos tres años, pero a ella se le acabó el amor primero a mí —dijo Tyler por fin.

— ¿Aun la quieres?

—Digamos que si salimos al centro comercial y me la encuentro, no dudaría dos segundos en ir hasta ella y saludarla. Las cosas quedaron en un buen sentido. ¿Y tú? ¿Por qué has dicho que no tienes amor? ¿Lo tuyo con Brandon no va en serio?

—Es muy temprano para responder eso. Hay un gusto mutuo, pero... ¿amor? No lo sé.

Ya estaba oscureciendo cuando Audrey llamó y dijo que no iba a poder llegar porque aún estaba retrasada en la oficina.

—No te preocupes Audrey. Ya ordenamos algo para cenar, luego de eso Tyler se irá y yo dormiré juiciosamente.

¿Él no se puede quedar a dormir en tu casa?

— ¡Audrey no me va a pasar nada! —Ante el grito de Lauren, Tyler la miró interesado— Audrey sugiere que te quedes a dormir porque cree que yo...

—La verdad no tengo ningún problema en quedarme. A menos que tú lo tengas.

— ¡Lo he escuchado! Así que ya está, pásalo al teléfono. —dijo Audrey desde el otro lado.

—Pero...

— ¡Pásalo Lauren!

Lauren le pasó el celular de mala gana a Tyler, se levantó y fue hasta su habitación. Él llegó un rato después, pero se quedó en la puerta.

— ¿Lauren?

¡Estoy en el baño!

Audrey dice que puedo usar el cuarto de huéspedes, pero te repito, si no te sientes a gusto, yo lo entiendo. Podemos mentirle diciendo que si me quede...

No hace falta Tyler... es más, ahora mismo necesito ayuda... entra.

Tyler entró hasta el baño, tocó la puerta y ella le dijo que pasara. Se la encontró frente al espejo con un pantalón de algodón y la blusa que tenía hace unos segundos todavía puesta.

—Te voy a pedir algo muy raro, así que promete que no hablaremos de esto nunca.

—Lo prometo —dijo él asustado.

—Necesito que me ayudes a poner la camiseta de la pijama. No podría dormir sin ella.

— ¿Por qué no duermes desnuda? —le dijo él acercándose.

—Porque puede que en medio de la noche tenga que llamarte y no quiero que me veas así. —respondió ella muy seria.

—Bueno a ver... ¿Cómo se supone que te voy a ayudar a ponerte esta camisa sin verte desnuda?

—Cierra los ojos.

—Pero...

—Vas a hacerlo todo con los ojos cerrados. Es decir, me vas a quitar esta blusa, a desabrocharme el sujetador y a ponerme la otra camiseta sin mirar.

—Esto parece más difícil que encontrar un niño en la terminal.

— ¿Podrás o no? Yo te iré guiando —Lauren sonaba algo desesperada, pero era de la misma vergüenza.

—Vale, está bien. —Tyler colocó la camiseta a un lado y cerró los ojos— Aquí vamos.

Los dos lanzaron un suspiro al mismo instante. Él levantó las manos y trató de buscar con cuidado en donde estaba ella. Lauren lo guio y cuando encontró los botones, Tyler empezó a quitarle la blusa con cuidado de no tocar sus pechos. Lauren hubiese podido reír al verlo hacer aquello de una manera tan minuciosa, pero estaba demasiado avergonzada como para bromear. Al estar la camisa suelta, Tyler la pasó primero por su brazo izquierdo y luego lentamente la pasó por el brazo enyesado.

—Vale, lo primero está hecho —dijo Lauren nerviosa colocándose de espaldas hacia él— ahora...

—El sujetador... —respondió él.

—Ten cuidado de no...tocar...— Pero esto a Tyler se le hizo más fácil. Buscó el broche y Lauren pudo sentir sus dedos fríos. Luego de desabrocharlo, le bajó el tirante izquierdo por su brazo y quitar el resto se le hizo más fácil a Lauren hacerlo ella misma.

—Ahora vamos con la camiseta... —Lauren se dio la vuelta y quedó frente a él con su pecho desnudo. Estuvieron unos segundos allí. Él esperando alguna indicación y ella mirándolo sonrojada olvidándose por unos segundos por qué él tenía los ojos cerrados. Al instante reaccionó.

—Ni te atrevas a abrir tus ojos ahora —lo amenazó y vio como él sonreía.

—No lo tenía en mente. A ver, ¿dónde está tu brazo enyesado?

Con la mano libre, Lauren le indicó en donde estaba su brazo y él lentamente lo pasó por la manga de la camiseta, hizo lo mismo con el otro brazo y ella pudo bajarse la camiseta sola. Llevó su mano hasta la mejilla de él y entonces Tyler abrió los ojos.

—Gracias —susurró Lauren.

—Si bueno... yo...

El celular de Lauren sonó en la habitación y los dos se asustaron ante el sonido. Ella dio media vuelta y salió a contestar. Tyler la siguió.

—Ah es Brandon...

— ¡Espera! No le digas que estoy aquí

— ¿Qué? ¿Por qué no?

—A ver... ¿Cómo crees que va a reaccionar sabiendo que estas con un hombre en tu apartamento sola en la noche? Y más si se da cuenta que soy yo...

—Pero...

—No le digas, ¿vale?

—Sí, está bien —respondió Lauren algo confundida. Descolgó la llamada y escuchó a Brandon del otro lado preguntarle por qué había tardado tanto en responderle.

Luego de colgar con Brandon, Lauren salió y se dio cuenta que ya Tyler estaba en el cuarto de huéspedes. Le envió un mensaje diciéndole que en el armario había toallas por si quería bañarse y regresó a la habitación en donde se quedó dormida al poco tiempo, pero no demoró en despertarse, pues se había olvidado de llevar agua para tomar hasta su cuarto.

Se levantó medio dormida y caminó hasta la cocina. Vio las luces encendidas y se asustó al ver a Tyler en el fregadero organizando unos platos con la toalla cubriéndole de la cintura para abajo. Él se percató de la presencia de ella y le preguntó si todo estaba bien.

—Sí... he venido por agua. Por cierto, no tienes que... —dijo ella señalando los platos intentando no mirarlo.

—No te preocupes, también me he levantado por agua, vi los platos y pues aproveché. ¿Está todo bien?

—Completamente —dijo ella tragando en seco— ¿Y tú?

—Sí, bien —respondió Tyler secándose las manos sobre la toalla— Descansa Lauren. Cualquier cosa me avisas. —Tyler pasó por su lado y le tocó el hombro con suavidad.

De nuevo en su habitación, antes de quedarse dormida, Lauren tuvo un extraño sentimiento al recordar las caricias de Brandon y pasar inconscientemente al momento en que las manos de Tyler le quitaban el sujetador hacía unas horas. 




Hey chicos ¡Pronto se viene una dosis de doble capítulo! ¡No se lo pierdan! 



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