Capítulo 13
Lauren había visto varias películas e incluso leído algunos libros sobre cuidar a los bebés, pero ahora que tenía que poner en práctica el asunto, las cosas se estaban saliendo de control.
—Tal vez es porque la estas tratando como una bebé y ¡ya tiene cuatro años! Ese tipo de caricaturas no les gustan y prefieren otros juegos. —le dijo Audrey por teléfono el lunes cuando Lauren la llamó angustiada porque Sophia no se quería dormir. Esa mañana Josh había tomado a primera hora un bus hasta Madeville de donde regresaría el viernes en la noche.
—Creo que esto lo único que demuestra es que no estoy lista para un bebé. Pero parece que tu si, ¿alguna recomendación?
— ¡Ja! Tampoco es que sepa mucho, pero mañana pasaré por allá a ayudarte. Incluso llevaré a Jake, a él le va bien con los niños. Por el momento ¿Qué tal si le lees un libro? ¿Tienes algo que no sea de ciencias sociales en tu casa?
—Ehh... creo que hay algo que puede funcionar. Gracias.
Lauren apagó las luces del apartamento y se llevó a Sophia a su cuarto. Después de buscar en varios cajones por fin encontró el libro que estaba buscando.
—Vale, vamos a ver si esto funciona.
Sentadas en la cama, Lauren le mostró un álbum fotográfico que su madre muy juiciosamente había llenado de los mejores momentos de su hermano y ella durante la infancia. Había todo tipo de fotos; el primer cumpleaños de Josh, la primera cicatriz de Lauren, las fiestas de Halloween y navidad. Sophia reconoció a su padre en cada una de las fotos porque no dejaba de balbucear insistentemente "papa." En la última página del álbum había un cuento que su madre había escrito exclusivamente para ellos y Lauren se lo leyó a su ahijada intentando recrear cada escena con sus manos. Veinte minutos después, Sophia dormía profundamente a un lado de Lauren, ella también se disponía a hacerlo pero una llamada la interrumpió.
— ¿Lauren?
Reconoció de inmediato la voz y salió del cuarto para poder hablar mejor.
—Hola Brandon, ¿Cómo estás?
— Por acá todo bien y ¿tu? ¿Por qué susurras?
—Es que mi ahijada está dormida —dijo Lauren retomando su tono de voz— cuéntame, ¿está todo bien?
— ¡Ah! Sí, sí, todo bien. Es solo que quería saber de ti y además preguntarte cómo es eso de que ya no volverás más. Mi tío me ha contado.
—Ah, eso. Bueno los tres fines de semana fueron demasiado productivos y básicamente tengo todos los videos, ahora viene el proceso de edición y eso lo puedo hacer desde mi casa.
—Ah, ya entiendo. Que lastima...
—Sí...
Hubo un silencio durante unos segundos, hasta que él retomó.
— ¿Pero vendrás al aniversario, cierto?
—Sí claro. No podría perdérmelo. Además el señor Bernal dijo que iba a hablar contigo para realizar el jueves de esa semana las grabaciones con los personajes famosos. ¿Crees que sea posible?
—Sí, él me comentó algo sobre eso, pero estamos mirándolo, ya que con todo el tema del aniversario, estaremos corriendo con todo.
—Ya veo...
—Pero no te preocupes, lo solucionaré y te aviso. ¡Gracias a Dios ya tengo tu número de celular!
Ella soltó una leve carcajada. Brandon aprovechó para contarle que Dylan, Carlos y Melissa serían los encargados de hacer el registro en video del aniversario y ella confió en que todo iba a salir bien.
—Son chicos con talento. No dudaría en confiarles algo así.
Ella por su parte le contó la visita de su ahijada y cuanto estaba aprendiendo de ello. Estuvieron hablando casi media hora hasta que un bostezo inconsciente de ella, le avisó a él que debía colgar.
—Te llamaré mañana. Mucha suerte con tu nueva vida de madre soltera. —Lauren sonrió.
—Éxitos con los eventos de aniversario.
—Gracias. Por cierto, tal vez suene algo ridículo pero, haces falta por acá.
—Y apenas han pasado dos días —se atrevió a decir ella.
—Una infinidad —dijo él a su vez.
Después de colgar, fue hasta la cama en donde ubicó algunas almohadas del otro lado de Sophia y se acostó a su lado. Antes de apagar la lámpara de su mesa de noche, contempló a su sobrina y le gustó aquel sentimiento que la estaba inundado... ¿era el maternal? ¿o el de sentirse acompañada? Volvió a recordar las últimas palabras de Brandon y sintió un deseo absurdo de tomar un bus e ir a buscarlo. Sophia a su lado se movió y frunció el ceño, a lo mejor estaba soñado, pero para Lauren fue inevitable en ese momento no darse cuenta lo mucho que la pequeña se parecía a Dominique. Dejó a un lado a Brandon y pensó en lo que había sentido cuando perdió a sus padres, en el vacío que nunca podría llenarse ante las relaciones y las palabras de aliento. Acurrucándose al lado de Sophia, Lauren deseó que su compañía pudiese en cierta parte poder disminuir el vacío de su madre en un futuro.
***
El día siguiente como lo prometió, Jake y Audrey fueron a visitarla en la hora del almuerzo y decidieron ir al parque que estaba a una cuadra. El día prometía ser soleado y así lo fue en su mayoría. Mientras Jake jugaba con Sophia en los juegos infantiles, Audrey le preguntó a Lauren que tal había ido la noche.
—Bastante bien. Hoy se despertó con demasiada energía, como podrás ver. —las dos echaron una mirada a la pequeña y le sonrieron.
—Menos mal se te ha ocurrido lo de las fotos.
—En parte ha sido gracias a ti. Por cierto, a Jake sí que le va bien con los niños.
—Él está hecho para eso aunque a veces lo niega, y en realidad lo hace para seguirme la corriente a mí.
— ¿Han hablado de hijos?
—Por supuesto, y nunca le he dicho que no los vayamos a tener, es solo que ahora no es el momento. Creo que llegará el día en que estemos los dos acostados viendo el programa de comedia de los sábados y le diré "tengamos un bebé" y él entonces me abrazará y nos pondremos en la tarea esa misma noche.
—Se ve que le has echado mente al asunto —admitió Lauren sorprendida.
—Si bueno, hago eso mientras espero que el semáforo de la 72 cambie a verde, porque al parecer mi destino es que siempre lo tome en rojo.
—De todas maneras estoy segura que él sabrá esperar.
—Sí, Jake es un billete de lotería andante. A veces creo que se lo ha ganado la persona equivocada. —respondió Audrey con cierta melancolía.
—Oye, no pienses así. Tú eres de los mejores premios que hay, no pudo haber encontrado algo mejor.
—Gracias Lau. Ahora cuéntame, ¿Qué ha dicho el gerente del diseño?
—Pues se lo he enviado esta mañana, así que estoy esperando que... — la interrumpió el sonido de su celular.
—Es simplemente hermoso. Muchas gracias señorita Lauren —dijo desde el otro lado el señor Bernal y Lauren lo imaginó con lágrimas en los ojos— agradézcale a su amiga de mi parte.
—Justamente estoy con ella y nos alegra saber que le ha gustado. ¿Cuándo la instalaran?
—Ya la he mandado a imprimir. Espero que el miércoles ya esté lista.
En ese momento Lauren recibió una llamada de Brandon, pero decidió ignorarla, quería hablar con él, pero cuando estuviese a solas y en casa. "Avísame cuando pueda llamarte" le había escrito él y ella le respondió que en unos minutos estaría libre para atender su llamada.
Después de ir a cenar pizza a un establecimiento que estaba cerca del parque, Lauren decidió que era hora de regresar porque el cielo había traído unas enormes nubes que de seguro estaban cargadas.
—Definitivamente febrero insiste en despedirse con lluvia —comentó Jake al ver el cielo— es imposible salir de casa sin paraguas.
Justo en el momento en que Lauren entró a su edificio, empezó a llover. A Sophia parecía gustarle y a su tía la pareció algo curioso teniendo en cuenta que Dominique murió un día lluvioso.
— ¿Qué tal si llamamos a papá?
— ¡Sí! ¡Papá! —había respondido la pequeña entusiasmada.
Lauren le hizo una videollamada a su hermano y él contestó enseguida.
— ¡Hola! ¿Cómo estás?
— ¿Qué tal, extrañas? ¿Cómo les ha ido?
— ¡Hola Papá! —le gritó Sophia a la pantalla.
—Hola mi amor, ¿cómo se está portando tía Lauren?
—Bien. —Respondió ella y le lanzó un beso a su padre a través de la pantalla — ¿ya vienes?
—Pronto hija, pronto.
—Sophia, ¿por qué no le buscas el libro mágico a papá?
— ¡Sí!
La niña se bajó del mueble y fue hasta la habitación.
— ¿Cuál libro mágico?
—Ya verás. ¿Cómo ha estado todo?
Josh le contó a su hermana como se estaba desarrollando todo en MadeVille y al tiempo ella le dijo qué tal iban las cosa con su hija.
—Trabajo desde casa, así que todo está bien. Ve televisión, juega a veces en la computadora y hoy hemos ido al parque con Jake y Audrey.
— ¡Qué bien! Yo aspiro a estar allá más temprano el viernes.
—Vale, no hay problema. Por cierto, el domingo queremos ir al circo ¿hay problema?
— ¿Bromeas? ¡A Sophia le encantan los payasos!
—Que niña tan rara, eso no lo sacó a ti.
—No, fue a su madre. —En este momento se hizo un leve silencio incómodo, pero Sophia lo rompió al llegar con el "libro mágico" que no era otro sino el álbum de fotos.
Allí estuvieron por un rato hasta que Lauren recordó a Brandon.
— ¡Ay no! Lo siento Josh, debo hacer una llamada de trabajo.
—Vale. Hablamos mañana. Sophia, no creas las historias que cuenta tu tía sobre esas fotos ¿vale?
—Está bien papi.
— ¡Pero si todas son ciertas!
—Sabes que no. Las amo chicas, nos vemos pronto. Un beso.
—Envíale un beso a papi, Sophie. —le dijo Lauren a su sobrina y de nuevo la pequeña niña se acercó a la pantalla y le estampó un beso tierno.
—Descansa papi.
—Tú también hija.
—Hablamos mañana Lauren. Gracias, de nuevo.
Josh colgó e inmediatamente Lauren llamó a Brandon, que le rechazó la llamada. Ella entonces le puso la pijama a Sophia y se sentaron en la cama a ver por enésima vez el álbum de fotos. Estando en eso, Lauren vio que Brandon le estaba devolviendo la llamada y de inmediato le respondió. Esa vez la conversación fue más corta porque él parecía cansado y estaba ya en el hotel preparándose para dormir.
—Ojala estuvieras aquí —le dijo él con tal suavidad que Lauren sintió que se erizaba.
— ¿Para qué?
—No me gustaría decírtelo, sino mostrártelo.
Tal vez hacía mucho que Lauren no se dormía y se despertaba con una sonrisa tan enorme como la que le produjo aquella conversación de veinte minutos.
***
El jueves en la mañana, para la hora del almuerzo, Lauren salió con Sophia y se encontraron en un restaurante italiano con Audrey.
— ¿Qué tal la oficina?
—Extrañando tú presencia. ¿Qué tal tus días? Jake y yo lamentamos no haber podido ir estos días, hemos estado con mil cosas.
—No tienes de qué preocuparte. He aprovechado la presencia de Sophia para distraerme y cuando está dormida aprovecho para ponerme a trabajar. Vamos a paso lento, pero al final lo conseguiremos.
—Tienes aun un mes para editar esos videos. Todo va demasiado bien.
—Tienes razón.
— ¡Ah! Por cierto, hoy te han llamado a tu oficina. Lo siento, he tenido que contestar, la persona era demasiado insistente.
— ¿Y quién era?
—No dijo su nombre. Solo dijo que era uno de tus clientes que quería saber por qué no te ubicaba en la oficina.
— ¿Y qué le dijiste?
—Que habías tenido que ausentarte un par de días y entonces preguntó si estabas bien y le dije que sí. ¡Ah! A lo mejor era él quien llamó el martes. Mac dijo que el teléfono sonó demasiadas veces.
— ¿Dejó un número de contacto?
—No, dijo que llamaría después.
Lauren en el momento no le dio mente al asunto, pero el resto del día retomó la conversación con Audrey sobretodo porque ella no tenía más clientes en aquel momento.
Ummm una llamada misteriosa... Tan tan tan!
¡Llegó el viernes chicos y aquí la actualización!
No dejen de seguir esta historia, porque el fin de semana puede venir una sorpresa ;)
¡Gracias de nuevo por leer! :D
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