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Estaban todos corriendo de arriba para abajo en el lugar dos semanas previas a la boda. Todos parecían felices de la noticia y aceptaron que habría una fiesta al fin, junto con un bebé que pondría a los más viejos a brincar de alegría tras la próxima llegada de un recién nacido después de dos años de infertilidad en la manada, algo que los tenía realmente preocupados debido a sus creencias.
Era como si la Luna estuviera dándoles una bendición como señal de que la prosperidad continuaría por más tiempo, justo como se había mantenido por casi año y medio.
Cuando un día el doctor Soonyoung llegó con Hyunjin para darle una noticia, se esperó de todo menos la confesión de que el doctor había estado en una relación con Minghao, el chico que solía ser el cuidador de Jisung, y que estaba embarazado. Planeaban casarse lo más pronto posible y estaban pidiendo su autorización, y Hyunjin estaba incluso feliz de saber que ellos serían la primera pareja que él tendría que casar.
Ciertamente estaban tranquilos y en paz desde hace un tiempo, y las noticias como éstas significaban una especie de buen presagio.
Hacía un tiempo ya que el líder había ordenado que aquellos pocos trabajadores para las familias de la manada dejarían de serlo, pues realmente no había necesidad desde que habían crecido en cantidad y supuso que sería bueno para todos aprender a valerse por sí mismos. Habían construido pequeñas cabañas alrededor que albergaban a las familias de los Yang.
Por su parte, Minho había cumplido con la parte de su promesa sobre intentar desviarlos de la atención pública.
—Entonces ¿Crees que les gustarían más las flores blancas o rojas?—Preguntó Jisung checando la lista de organización. Era su parte favorita de los eventos, poder planear las cosas que harían y cómo lo harían, aún si el presupuesto ahora estaba slgo reducido.
—No lo sé ¿Por qué no pones ambas?—Respondió Seungmin garabateando sobre una nota. Los omegas habían sido dejados a cargo del planeamiento del evento, y aunque se sentía halagado de poder hacerlo, realmente no comprendía muy bien el propósito de todo.
Jisung lo miró atento con sus lentes de marco grueso que descansaban adorablemente sobre el puente de su nariz. Frunció su ceño y lo miró sospechoso.
—Sé que no quieres estar aquí, pero por tradición tienes que ayudar a esto porque, tú en especial, eres el omega de la manada. Lo haremos rápido y serás libre.—Propuso intentando persuadirlo.
Seungmin estaba dispuesto a renegar. No sabía por qué él tenía que hacerse cargo de ese tipo de cosas necesariamente solo por quien era su pareja, y aunque realmente disfrutaba de algunas tareas como cuidar a los niños o ayudar a los padres seguía teniendo alguna opinión para cada tarea que le era impuesta. ¿Por qué no solo dejaban a la pareja planear su propia boda?
—Oh ¿Están organizando las cosas para la boda?—Preguntó alguien detrás de ellos. Voltearon a ver, era el tierno omega de los Yang.—En mi manada solía hacer esto todo el tiempo, me gustaba ayudar a organizar eventos.
—Genial, deberías organizar este también y enseñarnos qué tan bueno eres.—Espetó Seungmin irritado automáticamente por su presencia, claro que él tenía que saber a la perfección todo sobre ser un buen omega. Jisung le dedicó una mirada exasperada y después se dirigió a Jeongin.
—Oh, yo... solo quería saber si necesitaban ayuda, pero creo que es mejor que vuelva con mi herm–
—¡No! Por favor, Jeongin. Ayúdame, de todo corazón te lo pido. A mí me gusta esta parte del proceso en donde organizo todo, pero administrar el dinero y hacerme cargo de que todo salga al pie de la letra... lo dudo realmente. Será un desastre si lo hago yo solo.
El chico mostró una sonrisa sincera con sus bonitos dientes aperlados, misma que se deshizo un poco cuando vio la cara de pocos amigos que tenía Seungmin.
—Oh, yo estaría encantado de hacerlo si usted me deja hyung. No quisiera intrometerme en su primera planificación de un evento.
—Ay por favor, no finjas humildad. Ven y ayuda a Han si tanto quieres entonces.
El chico asintió y se acercó en silencio. Preguntó por los avances que llevaban hasta ahora, todos elegidos al azar por Seungmin. Conforme iba leyendo la lista, su rostro luchaba por no hacer una mueca de total disgusto.
—Si me permiten opinar... primero, yo creo que la boda debería ser en el invernadero y no en el jardín, por estas épocas comienzan las temporadas de lluvia y puede estropear todo. Segundo, la comida aquí dice que la prepararemos entre todos nosotros, pero Hyunjin ha dicho que no tenemos que preocuparnos en gastos como éstos. Podemos invertir más en la comida y las bebidas como el alcohol, que en los arreglos florales porque esos a diferencia de la comida, podemos hacerlos nosotros y nos costará menos.—Expusó siguiendo con sus dedos los puntos subrayados.
—Eso justamente le dije a Seungmin, el jardín sería apto si estuviéramos en verano.
—Pues yo pensé que sería romántico para Minghao ver el atardecer en su boda, ese omega es fuerte como la madera, no le afectará un poco de llovizna.—Explicó con los brazos cruzados, algo molesto de que estuvieran remarcando sus errores.
—Agh, Seungmin... tienes que tomar en cuenta que no solo se trata de que llueva. En ese caso pondríamos carpas, esto es sobre elegir un lugar donde todos estemos más cómodos. Además que está embarazado, deberíamos evitar cualquier cosa que le cause estrés y en especial ese día.
—También los regalos, hasta donde tengo entendido Minghao dejará tu casa—Señaló a Jisung—Para irse a vivir con Soonyoung, quien tiene desde hace tiempo su cabaña aquí. No creo que necesiten regalos banales de boda, deberíamos intentar conseguirles algo para su bebé.
—¡Pero esto es una boda, no un baby shower!—Interrumpió Seungmin.
—Oh, bueno... solo era una idea para hacer esto más práctico.
—Seung, creo que realmente deberíamos tomar estas sugerencias. Jeongin es muy bueno en esto.—Murmuró Jisung borrando las anteriores anotaciones.
—Más bien creo que ambos deberían encargarse de la planificación del evento, yo te dije que no tenía idea de lo que estaba haciendo.
—Sí, pero se supone que vas a aprender.—Contraatacó Jisung con algo de fastidio, su poca cooperación lo enervaba.
—¿Y qué si en verdad no quiero hacerlo?
—¡Seungmin, ni siquiera es algo tan difícil! ¿Qué demonios quieres hacer entonces? ¿Quién se va a encargar de esto?
—Yo puedo hacerlo.—Se ofreció Jeongin.—En verdad, si Seungmin todavía no se siente listo es comprensible. Realmente es mucha responsabilidad, y si algo sale mal le echaran toda la culpa.—Avivó el fuego de su miedo con su comentario.
—¿Mi culpa?
—Minghao está confiando en tí como el omega líder para esto, y todos nosotros también. Tómalo como una prueba.—Explicó Jisung con más paciencia ahora.
—Dios, si antes me odiaba ahora lo hará el doble. No, no puedo hacerme cargo de esto yo solo. ¡Arruinaré todo!
—Hey, tranquilízate. Simplemente tómalo con calma, ahora tenemos la ayuda de Jeongin.—Aquello parecía ser el verdadero alivio de Han, más allá del hecho de que Seungmin estaba a cargo.
Se quedó, esta vez poniendo atención a todo lo que decían y asintiendo cada vez que le preguntaban algo. Nunca de todas las veces que había sido retenido contra su voluntad se había sentido tan desesperado, era casi como si lo estuvieran torturando. Bueno, tal vez exageraba un poco. Su trasero estaba cansado y no paraba de bostezar, sentía que sus ojos casi se cerraban.
—Hola ¿Qué hacen aquí todavía trabajando? Ya es tarde.—Hyunjin después de horas apareció para visitarlos, sorprendido de la hora en la que seguían despiertos.
—Ya estamos por terminar, lo hubiéramos hecho ya de no ser porque alguien no cooperaba.—Mencionó Jisung concentrado en su agenda todavía.
—¿Huh? Pensé que esto sería lo tuyo Minmin.—Éste, avergonzado de ser llamado así frente a los otros dos omegas simplemente guardó silencio sin saber qué excusa utilizar para su actitud. Hyunjin ya no parecía tan contento.
—No fue su culpa, los niños vinieron a buscarlo y no quiso desatenderlos hasta que estuvieran en sus casas. Lo vi cuando estaba por aquí y decidí ayudar a Han.—Intervino Jeongin.
Seungmin lo miró sorprendido antes de recuperar su compostura y asentir para secundar su historia. Jisung se limitó a seguir contando el dinero, odiaba tener que hacer todo el trabajo de contaduría con lo poco que recordaba de la materia a la que no puso atención en la escuela.
—Es un gusto que estés ayudándoles, Innie. Tu hermano me dijo que tú eras muy bueno para esto.—El chico le sonrió con un asentimiento y sus mejillas algo coloradas por los cumplidos. Le gustaba saber que ayudaba a algo.—Como sea, creo que deberíamos todos ir a dormir. Vamos Sungie, deja esa calculadora ahí.
—¡No! Estoy a nada de terminar.—Se aferró dándole un manotazo cuando intentó retirarlo de su lugar. Era mejor no meterse con un somnoliento, enojado y concentrado Han.
—Si tienen tanto sueño pueden irse a dormir. Yo no tengo problema con quedarme a ayudarte, Jisung hyung.—Se volvió a ofrecer el menor.
—Que lindo eres, niño Yang. Gracias.—Ni siquiera levantó su vista de sus anotaciones, pero agradeció la compañía.—Ya vete a dormir, Hyunjin. Y llévate a Seungmin contigo.
Solo hasta entonces se sintió un poco mal, el hartazgo en la voz de Jisung lo hizo sentirse un poco culpable.
Hyunjin había bajado drásticamente de peso en los últimos días, parecía que algo lo atormetaba al punto de mantenerlo trabajando todo el día sin importar que se saltara comidas. No quería preocuparlo más de lo debido.
—Tus ojeras están peores cada vez más ¿Estás bien?—Preguntó el menor una vez que llegaron a su habitación. Se sentó cada uno en su orilla de la cama y se arreglaron para dormir.
—Estoy muy cansado nada más. Siempre hay trabajo, pero no tanto como ahora.—Su puso el pantalón para dormir y se metió bajo las sábanas con un gemido de satisfacción. Boca abajo se recostó y abrazó una almohada.
Seungmin fue a apagar la luz y regresó a su lugar a lado de Hyunjin, quitando la almohada de sus brazos para escabullirse ahí. Dejó un pequeño beso sobre el pecho desnudo del alfa.
—¿Y qué hay de tí? Parece que te entiendes bien con los niños.—Su voz era aterciopelada, con sueño evidente aunque intentara mantenerse despierto para tener su platica del día. Usualmente no estaban tan cansados.—Te enseñé bien.
—Creo que soy bueno con ellos... me gustan, son muy obedientes conmigo y me tienen paciencia.—En verdad estaba feliz haciéndose cargo de ellos y se expresaba en su voz. A pesar de que lo que dijo Jeongin era mentira para salvarle, él sí pasaba la mayor parte de su tiempo con los cachorros.
—Deberíamos promoverte como maestro ahora que Minghao ya no estará contigo. Jisung es bueno, pero creo que tú eres el indicado.
El indicado. Seungmin se sentía bien cuando obtenía la validación de su novio haciendo algo que le gustaba, pensó que tal vez podría esforzarse y aprender un poco más para intentar ser un docente que impartiera las clases de los pequeños. Decidió dormir de una vez, había estado pensando tanto tiempo en eso que no se dio cuenta del dulce aroma de sus fermonas mientras pensaba en niños, mismo que había terminado por arrullar a Hyunjin.
Decir que no estaba nervioso sería una completa mentira sin lugar a dudas, el día había y llegado y conforme el invernadero se llenaba sentía su boca adormilada. Dar discursos nunca había sido su fuerte y parecía seguir siendo un problema mayor, la peor parte es que ni siquiera podía intentar distraerse u olfatear un poco el cuello de Seungmin porque éste estaba en la casa ayudando al novio a prepararse para su boda.
Estaba muy orgulloso de él y de todo lo que había logrado, la decoración era increíble y la gente parecía satisfecha con su tarea. Para ellos era de muy buen gusto que el omega de la manada se involucrara en actividades como éstas, y por lo poco que sabía, le gente ya estaba confiando cada día más en que Seungmin terminaría por adaptarse. No pudo evitar que la idea sobre su propia boda con él recorriera su mente. Era algo emocionante de pensar.
Al verlo llegar, un sentimiento de cariño lo recorrió cuando se dio cuenta que al menos tres niños lo seguían como pequeños patitos. El omega paraba y bajaba a sus estaturas para abrocharles las agujetas, los peinaba o acomodaba sus moños en orden. Quería hacerlo muy feliz, darle un salón adecuado donde pudiera cuidar de los pequeños e incluso dar las clases.
Al cabo de un rato todos los invitados se encontraban presentes en el lugar, listos para que la ceremonia comenzara. En las manadas, cuando una pareja se unía en matrimonio no se llevaba a cabo de la forma común con anillos, aunque la idea era la misma. Un collar cuyo colgante sería personalizado y mandado a hacer como parte de regalo de bodas del alfa según la elección de la pareja, y solo ellos elegirían con quién compartir el significado. Posteriormente, también adquirirían un tatuaje, igualmente elección de los novios y que termine por sellar la promesa de que su compromiso es casi tan irremovible como un tatuaje.
Esta boda era importante para él porque realmente quería demostrar su madurez y capacidad, hacerles saber a todos que serían tratados por igual y que estaba feliz y dispuesto a invertir dinero en cosas que los hicieran felices como las bodas. Con el tiempo, terminaría por ganarse a los pocos que todavía eran exigentes respecto a su manejo de la manada. Los Yang... procuraba no mantener sus esperanzas muy arriba. Tampoco es como si hubiera elegido imponerse sobre ellos cuando tuvo la oportunidad, así que ahora menos que nunca lo haría. No consideraba necesaria esa violencia.
Por otro lado, Seungmin se odió a sí mismo un día antes de la boda. Cuando vio realizado toda la proyección que tuvo Jeongin junto con Jisung, sintió que tal vez debería haber puesto más de su parte en vez de enfocarse en las tareas que le dieron. No es que no le gustara el resultado, al contrario, él lo amaba. Sin embargo algo en él se sintió en deuda cuando en la mañana de la boda Minghao parecía una persona completamente distinta. ¿Acaso casarte te daba este tipo de felicidad radiante que te transformaba?
El omega mayor parecía alguien nuevo, su comportamiento era agradecido todo el tiempo mientras Jisung y Felix deslizaban el bonito traje de nupcias sobre su cuerpo. Hablaba animadamente con Jeongin sobre su embarazo y como estaba emocionado por mostrar su pequeña panza, y el menor lo peinaba atento a sus relatos.
Felix se acercó a él discretamente cuando estaban por terminar y le ofreció una sonrisa burlona.
—Si vas a estar así en mi boda, no quiero que la organizes por nada del mundo.—Bromeó dándole una palmada en la espalda. Seungmin lo miró apenado.
—Lix... creo que lo jodí todo. Otra vez.
—¿Quisieras contarme?—Le preguntó dejando que recargara su cabeza en su hombro.
—N-no pensé que habría mayor problema si simplemente dejaba que alguien que ya tenía experiencia en esto se encargara de la planeación, pero ahora, después de la forma en la que Minghao estaba ahí agradeciéndonos con casi lágrimas en sus ojos, me di cuenta que... tal vez no era algo para tomárselo tan a la ligera ¿Cierto?
Felix soltó una risa pequeña.
—No te culparía por no haber sabido sobre esto, es decir, tu prácticamente llegaste aquí sin saber nada sobre las tradiciones de las manadas. ¿Sabes? No fuiste "creado"—Enfatizó con comillas en sus dedos—Para ser el omega perfecto. Aunque, es decir, ya llevas más de un año aquí. Tal vez la gente tiene razón en tener las expectativas altas sobre tí, incluyendo a Hyunjin.
—Demonios.—Aquello ciertamente lo había hecho sentir fatal.
Ni siquiera sabía cómo excusarse más allá de que tenía un estúpido resentimiento con Minghao que lo dejó indispuesto a colaborar desde el principio. Después estuvo el cansancio, la negación de que estaba siendo un completo idiota con sus cambios de humor, y para finalizar su molestia ese niño perfeccionista vino a resolverle todo. Y aún así, su irresponsabilidad seguía siendo culpa suya.
Cuando Felix se marchó le aconsejó que fuera honesto al respecto. Él, por obvias razones, no se adjudicaría algo que no le había costado trabajo, pero al mismo tiempo temía decepcionar una vez más a Hyunjin. Sobre todo después de que había cumplido con su promesa, y frente a todos le cedió el puesto de maestro infantil. El alfa era tan complaciente, tolerante, y noble con él, que no merecía recibir menos de lo que le daba.
Antes de la ceremonia, Hyunjin estaba sosteniendo su cintura con firmeza mientras que lo abrazaba por detrás y enterraba su nariz en su cuello para tranquilizarse. Seungmin soltó feromonas dulces, disfrutando de la manera en que los brazos del mayor dejaban la tensión a su alrededor. Yeji pasó a un lado y se mofó de su hermano con comentarios que tenían a Changbin y Felix riendo tal vez un poco demasiado alto. A Seungmin no le importaban las bromas, de hecho estaba más que acostumbrado a ser una víctima recurrente por que sabía que así entre ellos, y muchas veces incluso terminaba uniéndose a bromear con ellos para molestar a Changbin o en ocasiones a Yeji.
Ahora simplemente no podía reírse porque estaba igual de nervioso. Cuando vio la oportunidad adecuada, jaló a Hyunjin un poco hacia la esquina de recepción y procuró no vomitar todo lo que tenía para decir.
—Hyun... creo que hice un terrible trabajo en esto. Me siento mal porque sé que siempre esperas un poco más de mí, pero no quiero que te enojes conmigo por favor. Te lo diré antes de que Jeongin o cualquier otro lo haga: él y Jisung prácticamente se encargaron de todo, yo únicamente estuve siendo un grano en el culo para ellos. ¡Pero mira la forma en la que te mira ese niño! Estaba a punto de acercarse y decirte que el que en realidad se encargó de todo fue él... lo cuál es verdad, pero– bueno, t-tú me entiendes ¿No?
Hyunjin lo miraba sin saber que decir. Tal vez si había hecho un poco de vomito verbal después de todo.
—Seungmin, bueno, no puedo decir que no me importa. Tal vez debí haberte preguntado si conocías la tradición y la importancia de una boda en nuestra forma de vida, sobre todo porque será la primera vez que yo caso a una pareja... ¡Y ambos son mis hyungs! Honestamente hubiera esperado que lo hicieramos juntos, tú con tu parte y yo con la mía.
—¡Perdóname! En serio perdóname, te juro que seré bueno Hyunjin. Estoy arrepentido de verdad, y sobretodo apenado contigo, con Soonyoung, con Minghao, con todos.
—Eres tan lindo.—Dijo Hyunjin sosteniendo sus mejillas.—¿Podemos hacerlo funcionar, o no? Toma esto.—Dijo sacando de su bolsillo la cajita con los collares.—En cuánto Minghao entre por esa puerta, acércate a él y felicítalo ¿Sí? Los llevaremos al escenario y estaremos detrás de ellos mientras terminan sus tatuajes, después tú y yo les colgaremos el collar y bueno... tendré que hablar eventualmente. Con un poco de suerte nos irá bien.—Besó sus manos como quien tiene que lanzar la última tirada de dados, el destino con un poco de suerte estaría de su lado.
—No sabía que se hacían tatuajes.—Comentó Seungmin después de procesar el plan.—¿Eso es obligatorio? Allá fuera los tatuajes son muy juzgados por todo mundo.
—Sí, bueno, ellos juzgan todo lo que les han dicho que tienen que juzgar sobre nosotros.—Dijo acariciando su mano.—Un tatuaje es como impregnar en tí a la persona que elegiste para pasar el resto de tu vida, como una especie de segunda marca. Uno puede decidir qué tan visible o grande la quiere, también podemos elegir qué queremos.—Le explicó pacientemente. De pronto pareció recordar algo más y lo añadió.—Cuando nos casemos podremos pensar en eso, aunque mamá siempre nos aconsejó nunca elegir un corazón. Se creía que los tatuajes de corazones partidos a la mitad representan la falta de amor en el momento del matrimonio porque son algo superficial de lo que quieren obtener, no de lo que ya tienen. Es una superstición antigua, pero Yang Mi les aconsejó lo mismo hace unos días.
Cuando los novios entraron al invernadero, todos los invitados aplaudieron y animaron produciendo una algarabía para los recién llegados. Seungmin se acercó como le dijo Hyunjin, y fue menos incómodo de lo que pensó cuando detectó que el omega estaba igual de nervioso, si no es que incluso más. Aunque esta vez parecía dispuesto a sonreír y dejar su sarcasmo de lado, habló con él sobre su poca resistencia al dolor y cómo esperaba que la aguja no doliera tanto sobre el lugar que habían decidido. Seungmin le tendió la mano y le aseguró que podría tomarla en cualquier momento, a lo que el mayor agradeció y dejó que lo guiara hasta el centro para dar inicio a la ceremonia.
Vio por el rabillo del ojo a Hyunjin y éste solo le guiñó en señal de que lo estaba haciendo bien. Su orgullo fue solo engrandecido cuando Felix atrapó su atención discretamente para señalar a un pequeño omega cuyo puchero parecía rasgo permanentemente de su bonito rostro. Sonrió, estaba feliz de haber evitado un gran desastre en una boda ajena y sobre todo, contento de haber tenido la valentía para admitir su error frente a Hyunjin antes de que fuera tarde y terminara por lastimarlo. Eran las pequeñas cosas como esas que le hacían darse cuenta de que, aunque ellos no lo detectaran muchas veces, sí estaban creciendo y aprendiendo juntos.
Causaba en su estómago un revoltijo de mariposas tan solo pensar que algún día, dentro de muchos años, miraría hacia atrás y reflexionaría sobre todos los problemas y obstáculos que aprendió a solucionar a lado de Hyunjin. La simple idea de envejecer juntos no lo asustaba más, porque a ese punto del partido ciertamente ya no le asustaba pertenecer a alguien. Seungmin bien sabía que su lugar era estar a lado de Hyunjin, acompañarlo en sus momentos difíciles y hacerle saber a todos que ese era su alfa, mismo que estaría conservando por el resto de sus días.
Dudó mucho entre hacerlo o no, pero cuando Hyunjin terminó de hablar se atrevió a pedir la palabra. No quería arruinarlo, pudo sentir como algunos alfas en las mesas de atrás se tensaron por que "los omegas no deberían tener el punto final" pero decidió ignorarlos cuando sintió unas caricias en la espalda baja en señal de aprobación.
Si había algo que sabía hacer, era definitivamente no quedarse callado. Aunque era muy diferente despotricar a dar un discurso, más aún si no lo había preparado. A pesar de eso, cuando logró ganarse las risas de algunos de los presentes supo que tal vez no lo estaba haciendo tan mal. Concluyó con sus más sinceros deseos de prosperidad a un sonriente Soonyoung y un sorprendido Minghao, que por última vez parpadeó rápidamente para ahuyentar sus lágrimas.
Al final empezó la celebración, y si de casualidad había causado alguna molestia, estaba seguro que la olvidarían con todo el alcohol que estaba presente. Las bodas en su manada eran tan divertidas con tantos juegos y bailes, que incluso él que no tenía idea de lo que hacía, se la estaba pasando bien en compañía de Hyunjin. Verlo desconectarse de ese papel de líder responsable que había adoptado era por lo general algo íntimo entre ellos que se reducía a su habitación, pero él más que nadie merecía un momento de liberación y dejar que su graciosa embriaguez tomara control.
Ni siquiera se dio cuenta en qué momento habían roto una mesa mientras intentaban lanzar a Soonyoung por los aires, o en qué momento había terminado formado para atrapar el ramo de flores. Felix los empujó un poco demasiado fuerte, y cuando por fin tuvo en sus manos el bouquet de rosas movió sugestivamente sus cejas hacia Changbin hasta que tuvieron a toda la horda de omegas gritando para ellos.
Era irrisorio pensar en un comentario que había hecho Jisung alguna vez sobre que Felix y Seungmin parecían haber cambiado de personalidad, pero al menor lo ponía realmente feliz ver lo cómodo que se sentía Felix siendo él mismo a pesar de las críticas de los adultos en el grupo sobre la libertad que le concedía Changbin. Lo único que lo tranquilizaba era saber que al menos a ninguno de los dos les afectaba demasiado.
Le sorprendió darse cuenta que mucha gente ya se había ido cuando reaccionó y salió un poco de su trance. Posiblemente estaba incluso soñando despierto, y el invernadero estaba a menos de la mitad de lo que había estado en el punto de apogeo de la noche.
Hyunjin caminó tambaleante hacia él para colgarse de sus brazos, y solo hasta entonces notó que ambos estaban un poco ebrios de más. Él no estuvo consciente hasta que sus piernas pesaron al momento de caminar, y todo resbalaba con gracia entre ambos.
—Cuando nos casemos, procuremos hacerlo en verano. Podremos tener más flores aún y el clima sería perfecto.—Sus palabras arrastradas de alguna forma conseguían tener sentido. Le gustaba que ni siquiera tuvieran que hablarlo, porque los dos sabían que terminarían juntos.
Podía decirse que la fiesta había sido un éxito, aunque algunas personas parecían un poco frustradas por sus fallidos planes y no pudieron disfrutar del evento.
—Tienes que dejar de poner esa cara, Jeongin. No te conviene seguir con esa competencia que únicamente estás jugando tú.—Le advirtió Yukhei al llegar a su casa.
—Ni siquiera sé por qué te hice caso en primer lugar. ¡No ha servido de nada!
—¡Já! ¿Eso crees? Deberías esperar a que la gente empiece a hablar. Siempre es así, estarán comentando de lo que hicieron muy bien o muy mal. Hay personas a las que no les agrada Seungmin, y otras ni siquiera piensan que Hyunjin sea lo suficientemente apto.—Aseguró con seguridad tal que la sonrisa cínica en su rostro le confirmó a su hermano que lo que decía era verdad.—Tienes que ser más observador, Innie.
—¡Y tú tienes que hacer de tu parte!—Se soltó de su agarre de hombros con un manotazo.—No estás haciendo de tu parte.
—El enamorado eres tú, no yo. Yo haré mi parte cuando lo necesite.
Jeongin lo miró, Yukhei le devolvió la mirada con una ceja alzada. No aseguraba nada, pero podrían intentar.
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