Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 19

Historias del Océano

El anciano regresó a la pequeña sala de estar donde se encontraban Anthony y Belisario, llevando un plato con tres pequeñas tazas de café negro humeante. El aroma del café llenó el aire, y aunque ambos jóvenes eran conscientes de la inquietud que los rodeaba, aceptaron las tazas con una mezcla de confianza y curiosidad.

—Gracias —dijo Anthony mientras tomaba la taza, sintiendo el calor del líquido entre sus manos. Belisario, por su parte, frunció el ceño al oler el café, recordando que nunca había sido de su agrado.

El anciano sonrió al ver el intercambio de miradas entre los dos jóvenes, notando la confianza que había crecido entre ellos. —Es un buen café, aunque entiendo que no todos lo disfrutan —comentó, mientras se acomodaba en un sillón individual, tomando un sorbo de su propia taza.

Con el calor del café en sus manos, Anthony y Belisario se sentaron en un mueble en medio de la sala, sus miradas fijas en el anciano, que parecía a punto de compartir algo importante. La tensión en el ambiente era palpable, y ambos sabían que necesitaban respuestas. ¿Por qué el anciano conocía tan bien el mar? ¿Realmente había encontrado a más criaturas marinas como afirmaba?

El anciano dejó escapar un pequeño suspiro, como si estuviera preparando su mente para abrir un capítulo de su vida que había mantenido en secreto por mucho tiempo. —La verdad es que he vivido en esta isla durante más de medio siglo, y durante ese tiempo he tenido mis encuentros con las criaturas del océano. No solo he sido un observador pasivo; he estado involucrado en sus historias.

Los ojos de Anthony se abrieron con asombro. —¿Cómo es eso posible? —preguntó, su voz cargada de curiosidad.

El anciano sonrió, su mirada perdida en recuerdos lejanos. —Cuando era joven, trabajé como pescador. Pasaba días enteros en el mar, y con el tiempo, aprendí a escuchar las olas y a entender los susurros del océano. Fue durante esos días que tuve mi primer encuentro con una criatura marina.

Los jóvenes se inclinaron hacia adelante, ansiosos por escuchar más. El anciano continuó, su voz envolvente. —Era una noche tranquila, y el mar estaba en calma. Mientras pescaba, vi una figura brillante en el agua. Me acerqué y, para mi sorpresa, era una criatura marina, una hembra de tu misma especie —miró a Belisario — Su belleza era indescriptible, pero lo que más me impactó fue su mirada. Había sabiduría en sus ojos, una conexión profunda con el océano.

Anthony y Belisario se miraron, fascinados. La historia del anciano parecía sacada de un cuento de hadas, pero la sinceridad en su voz hacía que cada palabra resonara con autenticidad.

—La criatura pareció ver algo en mi, algo que le hizo confiar... me habló sobre los secretos del mar, sobre las criaturas que habitaban en sus profundidades y cómo el océano era un mundo en sí mismo, lleno de maravillas y peligros. A partir de entonces, comencé a adentrarme en el mundo marino, a aprender sobre sus habitantes y a respetar su hogar.

El anciano tomó un sorbo de café antes de continuar. —Conocí a otras criaturas, algunas amistosas, otras no tanto. Aprendí sobre la Constante Ángela, sobre cómo el mar puede transformarse en un lugar de caos. Desde entonces, he dedicado mi vida a proteger los secretos del océano y a compartir lo que he aprendido con aquellos que están dispuestos a escuchar.

Mientras hablaba, Belisario miró a Anthony y le entregó su taza de café, aún sin poder disfrutar de la bebida. Anthony sonrió, sintiendo el apoyo y la complicidad entre ellos. El anciano notó el gesto y se sintió complacido. —El vínculo entre ustedes es fuerte —comentó, su mirada llena de sabiduría—. Eso es lo que se necesita para enfrentar lo que viene.

—¿Y qué más has visto? —preguntó Anthony, su curiosidad aún insaciable.

El anciano sonrió con nostalgia. —He visto la belleza y la crueldad del océano. He presenciado batallas entre criaturas, pero también he sido testigo de momentos de paz y conexión. Las leyendas de esta isla son verdaderas; cada ola que rompe en la costa cuenta una historia, y cada criatura que emerge tiene un papel que desempeñar.

Mientras el anciano contaba su historia, Belisario se perdió en sus pensamientos, recordando su propia conexión con el mar. Se sintió afortunado de haber encontrado a Anthony, y de poder compartir su vida, tanto en la tierra como en el océano.

—¿Entonces, existen muchas más criaturas como él? —preguntó Anthony, sintiendo que la validación de esa existencia lo llenaba de un renovado sentido de pertenencia.

—Así es —respondió el anciano, su voz firme—. No estamos solos, Anthony. Hay muchas criaturas, y cada una tiene su propio camino que seguir. Lo importante es reconocer su lugar en el mundo y que usen sus dones para proteger lo que aman.

De repente, una nueva inquietud cruzó la mente de Anthony. —¿Pero por qué nunca nos dijiste esto antes? —preguntó, sintiendo que había más en la historia del anciano que lo que estaba compartiendo.

El anciano lo miró con seriedad. —Porque hay secretos que deben ser revelados en el momento adecuado. La verdad puede ser un arma de doble filo; puede unir a las personas, pero también separarlas. No quería que el miedo nublara el vínculo que compartían.

Anthony asintió, comprendiendo la complejidad de la situación. Había tantas cosas que aún no entendía sobre el mundo que los rodeaba. Sin embargo, ahora que conocía la verdad de Belisario, sentía que su conexión se había vuelto aún más fuerte.

—¿Y qué hacemos ahora? —preguntó Anthony, sintiendo que el peso de lo que estaba por venir se cernía sobre ellos.

El anciano tomó un momento para reflexionar. —Ahora, deben prepararse. La tormenta no solo trae consigo el caos del océano, sino que también despierta a las criaturas que pueden ser tanto aliadas como adversarias. Deben estar listos para enfrentar lo que vendrá.

Mientras el anciano hablaba, Belisario sintió que la determinación crecía dentro de él. Sabía que había un camino por delante, uno que implicaba enfrentar sus miedos y proteger a aquellos que amaba, incluido Anthony.

El anciano, notando el cambio en la energía de la habitación, sonrió. —Recuerden, el océano es un lugar de maravillas, pero también de desafíos. Si trabajan juntos y confían el uno en el otro, podrán superar cualquier obstáculo que se presente.

Con esas palabras, la conversación se tornó en un pacto silencioso entre ellos. La verdad había salido a la superficie, y juntos estaban listos para enfrentar lo que el océano les tenía preparado. Mientras el sol comenzaba a descender en el horizonte, la luz dorada iluminaba la sala, creando un aura de esperanza y determinación.

Así, en la pequeña casa junto a la costa, tres almas se unieron en un propósito común: proteger el legado del océano y enfrentar las tempestades que se avecinaban, sabiendo que la fuerza de su vínculo sería la clave para navegar por las aguas turbulentas que estaban por venir.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro