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Feliz cumpleaños, kacchan.

Katsuki se encontraba jugando sin mucho interés con el borde de su falda, Deku, su maestro de literatura, su cuidador en su infancia y su crush secreto lo había citado en el salón de te que estaba al menos dos pisos arriba de su clase. Este le había dicho que cuando terminará de celebrar con sus amigos y compañeros fuera a buscarlo ahí. El convivió en el que se suponía debía estar presente y disfrutar todo lo que durará, no hacía otra cosa más que exasperarlo, si, le había gustado el gesto que le hicieron sus compañeros, se sentía realmente halagado, pero cierta invitación le había alterado los nervios y su instinto le rogaba que fuera de inmediato a ese lugar, al menos duro dos horas con sus compañeros y eso se podía tomar como logro, para evitar futuras molestias e interrogaciones innecesarias se fue sin decirle a nadie siendo cuidadoso que no lo atraparan yéndose al fin al lugar donde había sido citado por el peli verde. Tomó aire e intento tranquilizarse, sus manos sudaban y su corazón latía como si hubiera corrido unos diez kilómetros sin parar. Se encontraba esperando afuera de la puerta ya que el salón estaba cerrado y se dejó caer lentamente al piso. Un olor a menta mezclado con chocolate inundó su nariz, mirando ambos lados del pasillo pudo ver como se acercaba una mata de pelo verde con una bolsa de regalo y un pequeño pastel en sus manos. Se llevó una mano a la boca para evitar soltar el gritillo de felicidad que le había ocasionado ver eso.

-¿Eh? Pensé que aún seguías con tus compañeros- lo miro con algo de sorpresa una vez estuvieron frente a frente- ¿Esperaste mucho? - le dijo con preocupación extendiendole la mano para ayudar a levantase. El ceniza lo acepto.
-Si, bueno, la multitud no es lo mio- expreso con una cara tranquila mientras limpiaba la parte trasera de su falda, izuku desvio la mirada.- Y tampoco llevo mucho, tal vez unos ¿cinco minutos? - mintió, lo mas probable es que llevará al menos una hora ahí, pero no lo admitiría.- Tal vez si alguien hubiera dicho una hora...- sonrió con malicia mientras miraba como su maestro se coloraba de vergüenza, sus pecas lucieron más gracias a eso. Carraspeo para disimular.
-Bueno, también pudiste poner una hora de encuentro, ¿no lo crees?- replicó mientras abría el salón entrando, el ceniza lo siguió por detrás y se acomodaron uno frente al otro en la pequeña mesa.
-¿Y quien se supone que planeo esto? Eh Deku- se cruzó de piernas dejando más a la vista que a la imaginación. Izuku volvió a carraspear.
-Pasado al pasado y presente al presente- se excusó - Por cierto, ¿no está más corta tu falda?¿Y tu saco? ¿Porque siempre dejas esos botones abiertos? Se te puede ver el pecho, ¿y la corbata? Sabes que es obligator...- Bakugou gruño, se sentó bien en su lugar y abotono uno de los tres botones sueltos, el pecoso sonrió victorioso.
-Vaya, no se te puede decir nada- trono los labios y desvío la mirada, pero no estaba molesto, en su interior podía sentir la sonrisa que quería poner. El mayor río y acomodo el pequeño pastel frente al rubio, puso tres velitas de color rojo y acomodo los regalos a un lado.
-Feliz cumpleaños, Kacchan- sonrió tan sincero, con tanto cariño, que provocó que a katsuki casi le diera un ataque ahí mismo, se iría sin preocupaciones, eso era seguro.
-¿No eres demasiado viejo para decir un apodo tan infantil?- pregunto con burla observando como el contrario encendía las velas.
-Pense que te gustaba, cada vez que lo digo puedo sentir tu olor más fuerte, casi como si así expresaras tu felicidad.- respondió tranquilo llevando una mano a su mentón. Bakugou por el contrario se encontraba avergonzado, sentía sus orejas calientes, diría que la cara también, pero estaba seguro que se acababa de caer de la vergüenza. -Vamos pequeño amargado, pide un deseo- tomo el plato entre sus manos y lo acerco a su rostro.
Bakugou sonrió y esperando unos segundos soplo, izuku aplaudió en modo de celebración haciendo sonar la espanta suegras en sus labios, katsuki se pregunto cuando fue que la saco.
-¡FELICIDADES KACCHAN! Un año más cerca de mi- grito con emoción y le acercó las cuatro bolsas de regalo. Este las miro extrañado.
-Vaya, ¿Estás no son muchas molestias para solo un ALUMNO?- pregunto con sugerencia mientras iba por la bolsa color azul marino con puntos azul cielo. Midoriya se encojio de hombros restándole importancia.
-El que estás abriendo es de toshinori-sensei, espera que lo disfrutes- dicho eso, miro el contenido y miro varios artículos para cabello, unos broches de colores decorados y unas diademas junto a algunas ligas.
-¿Quien más?- pregunto observando una caja mediada de color negro y un pomposo moño rojo, jura que no lo miro afuera, ¿Ya tenia esos regalos aquí?.
Midoriya le siguió la mirada y observo la caja. -Ese es de aizawa-sensei, no lo dijo, pero espera que te guste-
Sin poder disimular la sorpresa por el nombre dicho, abrió con rapidez la caja encontrándose con un nuevo collar de color negro decorada con una calavera en un moño color rojo. Sus ojos se iluminaron al verlo y de inmediato se quitó el suyo para ponerse ese nuevo. Izuku miro parte de su cuello lamiendo inconscientemente sus labios.
-¿Cómo se ve?- movió de un lado a otro su cabeza modelando su nueva adquisición, el olor a canela que producía el joven se sentía más e incluso podía persivirse algo dulce.
-Increible...- sonrió pasándole otro regalo- Este te lo manda Nemuri- sensei, me dijo que esperaba que se lo estrenaras a alguien... No le entendí muy bien siendo honestos.
-¿Nemuri?- abrió los ojos y prosiguió con cuidado, ¿Nemuri? Alias la sádica de media noche, ¿Dándole algo decente? ¿Ella?. Abrió lentamente la bolsa, quitó el papel mache y observo con tranquilidad el contenido, decir que lo veía venir era poco, pero admitía que si sabia escojer buenos conjuntos, aunque le daba un poco de escalofríos el que supiera que quería ESE Day Dream, después le preguntaría como es que sabe sus tallas y le daría las gracias.
-¿Que es?- pregunto el mayor al ver cómo solo observaba el contenido.
-Nada, cosas de Omegas, no lo entenderías- dejo el regalo en sus piernas y siguió con el último regalo- ¿Y este?-
-¡Es mío! ¡Es mío!- alzó su mano derecha mientras la movia de un lado a otro,esa acción derritió el corazón del cenizo y abrió rápido la bolsa, adentro había una cajita con un moño verde a la vez que había una prenda de un verde azulado rozando con lo pastel. Saco la cajita y la abrió, su contenido lo dejo sorprendido.- ¿Esto...?-
-Te...¿Te gusta, kacchan?- pregunto con timidez mientras jugaba con su corbata mal atada, katsuki tomo el dije con forma de luna, levantándose en el proceso y posicionandose al lado derecho de midoriya le pidió que se lo pusiera.
- ¿Que si me gusta? No, me encanta- sonrió acaraciando el dije y giro para mirarlo a los ojos- ¿Y el Sol?-
-¿Perdón?-
-¿Creíste que podrías engañarme? Vi este collar en una joyería, eran un sol y una luna, el de la tienda me dijo que eran de pareja, incluso intento vendermelo pero no me atrevi a comprarlo...- entrelazó sus manos con el contrario impidiendo que se tapara el rostro con ellas-¿Que me intentas decir, izuku?- el agarre se volvió más fuerte, el olor de ambos inundó el salón. El mayor se quedó mudo al escuchar su nombre con tanto cariño y demasiado apenado al ser descubierto su pequeño truco del collar, pero también estaba encantado por la actitud tan atrevida de katsuki.

-No lo se, ¿Que crees tú?- se acerco al cuello del menor aspirando ese olor a  canela que lo volvía loco, Bakugou sonrió.
-Si lo digo sería raro, ya que si no mal recuerdo, alguien había dicho que era muy pequeño- recordó con gracia la escena que le había montado a sus trece años. Izuku replicó.
-Porque lo eras, si no mal recuerdo, la gente se nos quedó mirando, más cuando me gritaste un "¡PUES TERMINA DE CRIARME, BASTARDO!"- ambos rieron y se mantuvieron en esa comoda pocision, pasaron los minutos en silencio y no daban indicios de querer moverse pero debían de hacerlo, ese salon era de toshinori, se lo pidió prestado una hora y esta seguro que llevaban un poquito más que eso ahí. El hombre llegaría en cualquier momento y los vería en esa sugerente posición.
-¿Kacchan?-
-¿Deku?-
El mayor sonrió;-¿Me darías una respuesta?-
_¿Sobre que?-
-Kacchan...-
-Solo a ti se te ocurre declararte en mi cumpleaños, eh jodido Deku- separó sus manos y las llevo al rostro ajeno- ¿Y si te rechazaba? ¿Mmh?- recargo su frente con la de el y sus narices se rozaban.
-Hay muchos omegas para escoger...- desvío la mirada al mismo tiempo que era mordido por la nariz. Bakugou se separó de el y comenzó a recoger sus regalos dándole la espalda. Izuku miro el borde de su falda.- Insisto, está más corta- bakugou giro rápido ocasionando un ligero levantamiento de esta, casi haciéndolo a propósito.
-Bueno, hay muchos alfas para escojer y pues, quien no enseña no gana- rio bajo acercándose a la puerta, el mayor no dijo nada, quedaron parejos, antes de salir giro un poco la cabeza y hablo- Mi próximo cumpleaños cae unos tres meses antes de graduarme- giro completamente su cuerpo y observo aún confundído midoriya.
-Si, lo se,soy maestro y conozco el día de tu cumpleaños, si no, no te hubiera citado para celebrar un rato - el menor giro los ojos con fastidio.
-Muerdeme- y salio corriendo de ahí, izuku se quedó pensando lo que dijo hasta que se levantó de golpe. Una sonrisa adornaba su rostro de oreja oreja. Toshinori llegó y lo miro un poco extraño, más no pregunto nada.

Bakugou siguió corriendo con un inmenso sonrojo en su rostro, quien lo viera pensaría que era por haber corrido.

-¡Ah, ahí está!- grito kirishima seguido de kaminari.
-¡Diablos, ¿Donde te metiste?! Cuando llegó la hora de abrir los regalos y no te vimos nos preocupamos!- lo señaló de manera acusadora mientras lo miraba de pies a cabeza- ¿Quien te dio eso?-
-Alguien- y siguió su camino al salón. Kishima lo tomo del hombro y lo olfateo.
-Este olor ... ¿No es de midoriya-sensei?- pregunto asombrado a la par que seguía olfateando.- ¿Te escapaste con el?-
-¡Pícaro!- grito de manera sugerente kaminari, a la vez que kirishima lo llenaba de preguntas que no recibían respuesta.
En cuanto katsuki, había tenido uno de los mejores cumpleaños de su vida, ya esperaba con ansias el siguiente.

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