Este capitulo se le agradece a mi maestra de Lenguaje y Literatura :D
Al día siguiente, Tsukishima y Hinata se reunieron con Kuroo y Kenma en la entrada del Nekoma. Kuroo tenía los brazos cruzados y una sonrisa confiada en el rostro, mientras Kenma simplemente revisaba su consola portátil con desinterés.
Kuroo: —Bien, chicos, les explicaré cómo funciona el Nekoma. No es tan diferente a Karasuno, pero aquí tenemos una filosofía más... refinada.
Hinata: —¡¿Más refinada?! ¿Cómo así? —preguntó con emoción, inclinándose un poco hacia adelante.
Kenma: —Simplemente significa que no jugamos como pollos sin cabeza... —dijo sin apartar la vista de su juego.
Tsukishima soltó una pequeña risa, cruzando los brazos mientras miraba de reojo a Hinata, quien frunció el ceño al escuchar la comparación.
Kuroo: —Exacto. Aquí en Nekoma, el trabajo en equipo es lo más importante. No dependemos solo de la fuerza bruta o de una sola persona para ganar.
Hinata: —¡Oye! En Karasuno también trabajábamos en equipo.
Kenma levantó la mirada por un segundo y luego suspiró.
Kenma: —Si así fuera, no te habrían echado como basura...
El ambiente se tensó por un momento. Tsukishima miró de reojo a Hinata, esperando su reacción. Sin embargo, en lugar de deprimirse, el pequeño pelinaranja infló las mejillas y puso los brazos en jarra.
Hinata: —¡Pues demostraré que soy un gran jugador, ya verán!
Tsukishima: —Más te vale, cabeza hueca. —murmuró con una ligera sonrisa burlona.
Kuroo golpeó la espalda de Hinata con entusiasmo.
Kuroo: —¡Esa es la actitud! Vamos, les presentaré al equipo. Eso sí, deben ganarse su puesto, ¿entendido?
Hinata y Tsukishima asintieron al mismo tiempo. Al parecer, su nueva vida en Nekoma estaba a punto de comenzar...
El recorrido por la escuela Nekoma fue más interesante de lo que Hinata esperaba. Kuroo los guiaba con confianza, mientras que Kenma simplemente caminaba a su lado con su nintendo a la mano.
Hinata, emocionado, iba saltando de un lado a otro, observando cada rincón con asombro.
Hinata: —¡Esto es increíble! Se siente diferente a Karasuno, pero al mismo tiempo...
Tsukishima: —Menos ruidoso. —comentó con una leve sonrisa burlona.
Hinata frunció el ceño y le dio un pequeño codazo en el costado.
Hinata: —¡Oye! No es mi culpa que me emocione.
Tsukishima lo miró de reojo, con una pequeña sonrisa que trató de disimular. Le encantaba ver a Hinata así, lleno de energía, sin importar lo que pasara. Aunque nunca lo admitiría en voz alta, cada día le gustaba más estar a su lado.
Kenma suspiró mientras guardaba su consola en el bolsillo.
Kenma: —Ustedes dos parecen una pareja casada.
Hinata y Tsukishima se quedaron en silencio por unos segundos antes de que ambos se sonrojaran.
Hinata: —¡¿Q-qué?! ¡No digas cosas raras, Kenma!
Tsukishima miró hacia otro lado, intentando ocultar el leve sonrojo en sus mejillas.
Kuroo soltó una carcajada y pasó un brazo por los hombros de Kenma.
Kuroo: —¿Y tú qué dices, Kenma? ¿Nos vemos como una pareja casada también?
Kenma parpadeó, mirándolo con una expresión neutral.
Kenma: —No, porque tú serías un esposo fastidioso...
Kuroo: —¡Oye! ¿Eso es un sí disfrazado de insulto?
Kenma suspiró y se encogió de hombros.
Kenma: —Tal vez.
Kuroo lo miró con una gran sonrisa, claramente satisfecho con la respuesta, mientras Hinata los observaba con curiosidad.
Hinata: —Vaya... ustedes sí que tienen una dinámica interesante...
Tsukishima: —Eso es una forma educada de decir 'rara'.
Kenma ignoró el comentario de Tsukishima y se volvió hacia Hinata.
Kenma: —Por cierto, si te unes a Nekoma, ¿vas a vivir en los dormitorios?
Hinata parpadeó sorprendido y miró a Tsukishima.
Hinata: —¡No lo había pensado! ¿Tsu'ki, qué vamos a hacer?
Tsukishima se cruzó de brazos, suspirando.
Tsukishima: —No digas 'vamos', yo no soy tu niñera.
Hinata: —¡Pero somos un equipo ahora!
Tsukishima resopló, pero no pudo evitar sonreír de lado.
Tsukishima: —Tch... supongo que vivir en los dormitorios no suena tan mal.
Hinata sonrió ampliamente y, sin pensarlo, tomó la mano de Tsukishima.
Hinata: —¡Entonces viviremos juntos en los dormitorios! Será divertido.
Tsukishima sintió su corazón latir un poco más rápido, pero no apartó la mano.
Kuroo silbó con burla.
Kuroo: —Vaya, vaya, qué rápido avanzan las cosas entre ustedes dos.
Tsukishima: —Cállate. —murmuró, pero sin soltar la mano de Hinata.
Kenma los miró con expresión aburrida, pero con una ligera sonrisa en los labios.
Kenma: —Esto se pondrá interesante...
Con el futuro en Nekoma asegurado, y con nuevas relaciones floreciendo, la vida de Hinata y Tsukishima estaba a punto de cambiar para siempre.
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