°7°
Hinata y Tsukishima estaban sentados en una banca después de un largo día buscando una nueva preparatoria. Sin embargo, el panorama no había sido alentador: en todas las instituciones a las que fueron, los rechazaron por diferentes razones.
Tsukishima, ya cansado, se apoyó contra el respaldo de la banca y suspiró pesadamente.
Tsukishima: (frunciendo el ceño) Esto es agotador...
Hinata, en cambio, seguía con la misma sonrisa radiante de siempre, lo cual Tsukishima no podía evitar admirar.
Hinata: (riendo) ¡Vamos, Tsukki! No hay que rendirse tan rápido. Seguro encontraremos un lugar para jugar.
Tsukishima: (mirándolo de reojo) ¿Cómo puedes seguir tan animado después de todo esto?
Hinata: (encogiéndose de hombros) ¡Porque sé que lo lograremos! Y además... no es tan malo cuando estoy contigo.
Tsukishima sintió un leve calor en su rostro y desvió la mirada.
Tsukishima: (murmurando) D-Deja de decir cosas raras...
El estómago de Hinata gruñó de repente, lo que hizo que ambos se quedaran en silencio por un segundo antes de estallar en risa.
Hinata: (sobándose el vientre) Creo que ya es hora de comer...
Tsukishima: (rodando los ojos) Eres un caso perdido. Ven, vamos a un restaurante.
Hinata no perdió tiempo y se puso de pie de un salto.
Hinata: ¡Sí! ¡Vamos!
Al entrar, una camarera los recibió con una sonrisa amable.
Camarera: (con entusiasmo) ¡Bienvenidos! ¿Mesa para dos?
Tsukishima: (con tono indiferente) Sí.
La camarera los llevó a una mesa cerca de la ventana y les entregó los menús. Sin embargo, antes de irse, los observó con curiosidad y sonrió de manera juguetona.
Camarera: (con voz dulce) Son una pareja muy linda.
Hinata y Tsukishima se quedaron congelados. Hinata, de inmediato, se puso rojo como un tomate, mientras que Tsukishima desvió la mirada incómodo, con un leve rubor en sus mejillas.
Hinata: (agitándose) ¡N-No somos pareja!
Tsukishima: (ajustándose las gafas para disimular su vergüenza) No digas cosas sin sentido...
Camarera: (riendo) Lo siento, lo siento. ¡Disfruten su comida!
Cuando la camarera se fue, Hinata escondió el rostro entre sus manos mientras Tsukishima simplemente miraba el menú, aunque su leve sonrojo seguía presente.
Hinata: (murmurando) Qué vergüenza...
Tsukishima: (sarcástico) ¿Por qué te pones así? No es como si fuera algo tan importante.
Hinata: (inflando las mejillas) ¡Claro que sí lo es!
Tsukishima soltó una pequeña risa antes de volver su atención al menú.
Después de ordenar, comenzaron a hablar de diferentes temas, compartiendo sus gustos musicales, comidas favoritas y anécdotas divertidas. Hinata, como siempre, hablaba con entusiasmo, y Tsukishima, aunque no lo decía, disfrutaba cada momento.
Al salir del restaurante, Hinata miró con emoción una tienda cercana.
Hinata: (emocionado) ¡Vamos a comprar algo!
Tsukishima: (suspirando) No tengo ganas.
Hinata: (haciendo un puchero) ¡Vamos, Tsukki! ¡Solo un rato!
Tsukishima intentó resistirse, pero cuando Hinata lo miró con esa sonrisa brillante y esos ojos llenos de emoción, supo que no podía decirle que no.
Tsukishima: (suspirando) ...Tsk. Está bien, pero solo un rato.
Hinata: (saltando de emoción) ¡Sí! ¡Vamos!
Pasaron la tarde recorriendo tiendas, comprando algunas cosas y riéndose juntos. Finalmente, en una de las calles, se encontraron con Kuroo y Kenma.
Kuroo: (sonriendo) ¡Miren a quién tenemos aquí!
Kenma: (suspirando) No me sorprende verlos juntos.
Hinata: (riendo) ¡Kuroo, Kenma!
Tsukishima: (cruzando los brazos) ¿Qué hacen aquí?
Kuroo: (riendo) Iba a preguntarte lo mismo.
Kenma: (mirando a Tsukishima) Pensé que nunca te gustaría salir de compras.
Tsukishima: (mirando a otro lado) No es mi culpa...
Hinata: (sonriendo) ¡Fue idea mía!
Kuroo los miró con una sonrisa traviesa.
Kuroo: (con voz burlona) Se ven lindos juntos.
Hinata: (poniéndose rojo) ¡Deja de decir eso!
Tsukishima: (suspirando) ¿Viniste solo para molestar o tienes algo útil que decir?
Kuroo: (cruzando los brazos) En realidad, sí. Voy a hablar con la administración de Nekoma para ver si los dejan entrar.
Hinata: (gritando emocionado) ¡¿EN SERIO?!
Kuroo: (riendo) Sí. Si todo sale bien, podrán unirse al equipo de voleibol.
Hinata estaba tan feliz que comenzó a dar pequeños saltos de emoción.
Hinata: (gritando) ¡Sí! ¡Sí! ¡Sí!
Tsukishima, en cambio, solo se quedó callado, procesando la noticia.
Kenma: (mirando a Tsukishima) ¿Y tú? ¿Qué piensas?
Tsukishima: (cruzando los brazos) Hmph. Supongo que no es mala idea.
Hinata: (sonriendo) ¡Va a ser genial!
Kuroo: (riendo) Bien, entonces yo me encargo.
Ya estaba anocheciendo cuando Hinata y Tsukishima se quedaron solos nuevamente. Hinata se detuvo y sacó algo de su bolsa.
Hinata: (sonriendo) Tsukki, tengo algo para ti.
Tsukishima: (arqueando una ceja) ¿Eh? ¿Por qué?
Hinata extendió el regalo con una gran sonrisa.
Hinata: (feliz) Solo acéptalo.
Tsukishima tomó la bolsa y la abrió con curiosidad. Dentro, encontró un dinosaurio de cuello largo, color verde. Sus ojos se agrandaron un poco, sorprendido de que Hinata supiera sobre su gusto por los dinosaurios.
Tsukishima: (sorprendido) ...
Hinata: (riendo) ¡Sabía que te gustaban estos!
Tsukishima: (mirándolo con suavidad) ...Tsk. ¿Cómo se supone que te lo devuelva?
Hinata: (cruzando los brazos) ¡No puedes! Es un regalo.
Tsukishima miró el dinosaurio por un momento y luego sonrió levemente. Entonces, tuvo una idea.
Tsukishima: (mirándolo con picardía) Ya sé cómo recompensarte.
Hinata: (confundido) ¿Eh? ¿De qué hablas?
Sin decir más, Tsukishima se inclinó un poco y le dio un beso en la mejilla.
Hinata: (quedándose completamente inmóvil) ...
Su rostro se puso rojo hasta las orejas.
Tsukishima: (dándose la vuelta) Nos vemos mañana, piojito.
Hinata se quedó parado en su lugar, todavía procesando lo que había pasado.
Hinata: (tocándose la mejilla) ...¡¿QUÉ?!
Tsukishima solo sonrió mientras se alejaba.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro