Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

C h a p t e r 2

━━━━━━✧❂✧━━━━━━




Calor

Ardor

Sudor

Pego un grito ahogado mientras me incorporo. Me duele la espalda, bueno, para ser exactos me duele toda la anatomía. Intento mantener mi respiración menos agitada cuando me percato de donde estoy. Miro a mi alrededor con agustía.

Siento como una gota de agua salada cae por mi mejilla hasta llegar a mis labios.

Vuelvo a percibir ese dolor que recorre mis pies hasta mi columna vertebral y ahogo un grito. Me retuerzo en el suelo, soltando quejidos y jadeos.

No lo aguanto.

No sé qué está pasando.

Un grito sale desde mi garganta y juraría que lo único que escucho son los latidos de mi corazón que cada vez se acelera más y más. Como puedo intento levantarme del frio suelo, estoy llena de tierra. Me agarro la cabeza.

El viento golpeando las hojas.

Un río.

Pájaros cantando.

Pasos, escucho pasos.

Alguien corriendo.

Abro los ojos alerta, por la oscuridad no logro ver más allá que los frondosos árboles que me rodean. Se acerca, alguien se acerca a mi dirección corriendo. Aunque mi cuerpo no lo soporta, empiezo a caminar hacía la dirección contraria. Poco a poco acelero el pasó.

Se acerca, cada vez se acerca más y más y yo me rindo, no puedo aguantarlo.

Me detengo con la respiración agitada y miro a mi alrededor con desesperación a la espera del ataque, cuando logro ver una sombra pasar junto a mi en una velocidad sobrenatural.

Está escapando también de alguien o de algo.

Sé que la cosa que acaba de pasar se percata de mi estancia. Y se que ahora, su nuevo objetivo soy yo. Miro a mis alrededores y sólo veo árboles y más árboles, la cosa que me observa con atención sé que me quiere para algo.

Una distracción, quiere una distracción porque escucho como otras cosas se acercan más y más.

Son más de uno, se acercan y vienen a por ella.

Cierro los ojos en busca de concentración, necesito pensar. Sé que la cosa que me acompaña me piensa a atacar, sé que es ella, una mujer. Veo su cabellera pelirroja volar de lado a lado en busca de distracción.

Pero ella es más rápida y ataca.

Cómo si estuviese el tiempo a cámara lenta, sé que se acerca frente a mí, afilando sus colmillos. Ese ardor que recorre mi cuerpo se concentra en una sola parte de mi cuerpo, sé que es una fuerza. Fuerza que proviene de mí y que debo utilizar. Abro los ojos sintiendo un cosquilleo y ver como una sombra se abalanza sobre mí.

Y estallo.

Un grito feroz sale de mi garganta y mis puños se aprietan cada vez más.

Todo es verde.

Un verde brillante, como si de algún milagro se tratase, como si fuese algo divino. Es un verde mágico, poderoso.

Es energía.

Energía que va directamente a la pelirroja que viene hacía mi dirección y la lanza por los aires, haciendo que se estampe contra un grueso árbol. Podría jurar que el árbol se movió un centímetro.

Sé que la pelirroja ha cambiado de opinión, porque las otras cosas de su misma especie sobrenatural están casi aquí y viene a por ella. Sé que ella está herida y no irá muy lejos.

Y antes de que pudiese presenciar su derrota, caí desplomada en el suelo. Todo me da vueltas, mi respiración es pesada y mi vista se nubla.

Lo último que recuerdo ver es una luz verde y un par de ojos dorados.


























Mis ojos se abren con lentitud, pero los vuelvo a cerrar cuando un rayo de luz cae directamente a los ojos. Me duele absolutamente cada célula de mi cuerpo y no logro concentrarme en nada. Diaval sube sobre la cama, comenzando a maullar, siento que me está reprochando algo.

Cuando algo extraño pasa.

—¿Se puede saber por qué te fuiste a mitad de la noche?—Abro los ojos como platos y vuelvo a llevar mi vista hasta donde está Diaval.

Pelaje.

Ojos gatunos.

Y hocico.

¿Cómo es posible que…?

—¿Qué acabas de decir, Diaval?—Pregunto, sentándome de manera abrupta en la cama.

—He dicho que por qué te fuiste a mitad de—Al darse cuenta de que lo estaba entendiendo, Diaval se eriza y también salta sobre la cama.—¿Me entiendes? ¿Me estás comprendiendo? Salem.

Mi labio inferior tiembla y me muevo de un lado a otro nerviosa.

No entiendo nada de lo que me está pasando.

Inconscientemente mi mano va en busca de mi nuevo accesorio, cuando la piedra preciosa que estaba en medio de la estrella, ya no se encuentra ahí. Fruncí el ceño, confundida.

—¡Salem Elizabeth, baja ahora mismo! Se te hace tarde y no te pienso alcanzar—Mis pensamientos son interrumpidos al escuchar a madre.

Me acerco a Salem y me agacho para estar a su altura. Él me mira expectante.

—Después hablaremos de esto.—Nos señalo—.Pero ahora mismo necesito que vuelvas a tu forma humana, Diaval.—Al ver sus intenciones de hacer su respectiva transformación ahí mismo, pongo una mano frente a él—.Quieto, vete al baño. No quiero volver a… Ver algo que nadie quiere.

Diaval da un pequeño asentimiento de cabeza para ir en dirección a mi baño. Mientras tanto yo me dedico a decidir qué podría ponerme en el día de hoy, ya que sigo en pijama. Escojo unos pantalones vaqueros negros de tiro bajo, para la parte superior me decanté por una cámisa de bonotes color verde esmeralda y encima, un gran chaquetón gris junto mis típicas botas negras. Decidí peinarme y terminé haciéndome una trenza.

Cuando Diaval y yo estamos listos, bajamos y si quiera desayunamos, no disponíamos ni de unos míseros cinco minutos. Cojo las llaves de la moto y arranco lo antes posible.

Durante la trayectoría Diaval no para de bombardearme las orejas con preguntas que decidió ignorar para no desconcentrarme del camino.

Al llevar a la preparatoria, mi compañero sigue con las preguntas hasta que suena el timbre, indicando que es hora de comenzar las clases.

Clase de Historia.

Ya sé dónde se encuentra cada clase, así que puedo ubicarme. Cuando entro al aula, veo que mi antiguo asiento está ocupado por otra persona. Bufo cuando logro ver que una mesa está completamente sola y no dudo en ocuparla, sacando mi material. Pasan los minutos y el profesor no llega, así que decido sacar mi cuaderno de dibujo.

El dibujo es una de las cosas que me gustan que, sorprendentemente se me dan bien.

Comencé hace menos de un mes un retrato de Diaval como gato y pretendo seguirla hasta que percibo como una figura se sienta en el otro lado libre. Mirando de reojo a la persona que se sentó junto a mí, logro ver una cabellera dorada y una tez muy pálida, más pálida que la mía.

Me percato de que se da cuenta de mi observación, girando su cabeza hacía mi dirección. Y es ahí cuando logro verlo.

Un par de ojos dorados que me causan nerviosismo, de esos nervios que se te meten dentro y es difícil de sacar, por lo que más quieras. Sé que son familiares, sé que los he visto en alguna otra parte, pero no puedo concentrarme.

De repente, el sujeto junto a mí frunce el ceño con fuerza, como si tratase de hacer algo y que de tanto esfuerzo se pusiera rojo. Pero no, no coge ni una pizca de pigmento rojizo.

—Jasper Hale, señorita.—Salgo del trance al escuchar su voz. Es grave, tiene un acento sureño y suena serio, demasiado serio.

Está tenso.

Coloco un mechón de cabello detrás de mi oreja—Soy Salem Anderson—Contesto, apartando la vista un segundo hasta volver a sus ojos.

Pero veo algo raro.

El pigmento de su iris es negro







































































Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro