Capitulo 1
"El comienzo del fin"
El nombre y su diseño llamó mi atención, los videojuegos entraron en mi vida después de conocer a un amigo. "Sally Face" qué nombre tan curioso, pensé.
Vi como lo jugaban ya que no tenía el dinero para poder probarlo por cuenta propia, fue una experiencia increíble, me encariñe con el juego, su historia y personajes, en especial del protagonista, Sal Fisher.
Poder jugarlo hizo que mi corazón estuviera realmente feliz, disfruté cada parte del juego.
- Sally es un chico muy lindo...
Sal era una persona muy dulce y buena onda, mi corazón fue flechado sin darme cuenta. Me dió mucha tristeza todo lo que le pasó en su vida, realmente quisiera ayudarlo.
Pero de alguna forma siento que ese era su destino, un destino que creemos poder cambiar pero en realidad siempre fue así.
¿Por qué tenía que ser así? ¿No había manera de cambiar eso? ¿Cuál sería el final bueno? Claramente no lo hay, no hay manera de salvar a todos.
Claramente hay muchas cosas aún que no han sido reveladas, pero cada teoría que investigue hacia claro el que siempre habrá muertos.
Aún así mi corazón y yo misma quise estar ahí para poder disfrutar de su compañía, mierda, hasta con solo ser amiga de él y sus amigos estaría realmente feliz. Me conformaría con tan solo ser su amiga. Pero, eso era realmente imposible, no eran reales.
Me acosté después de pensar en todo eso y me quedé dormida.
Abrí mis ojos con pesadez, la alarma me había despertado, intenté apagarla pero lo único que logré fue tirarla del mueble y para colmo ni eso la había detenido de sonar.
Suspire y cerré mis ojos con fuerza cubriendo mi cara con una almohada. El sonido había logrado su cometido, me había quitado el sueño pero aún no tenía fuerza para levantarme.
- Un momento.... Pero si yo no tengo ese tipo de alarmas. - Me quedé quieta en la cama intentando procesar lo sucedido.
Cuando ponía alarma usaba mi celular, y nunca compré ese tipo de alarmas, es más, no tenía por qué sonar si hoy no tenía compromiso alguno. Retiré la almohada con fuerza y miré a mi alrededor.
- ¿Q-qué mierda? - El pánico invadió mi ser.
Este lugar no era mi habitación, el color de la pared, muebles, sin embargo lo único que parecía igual eran los póster y peluches.
Sentía mi corazón palpitar muy fuerte, Dios mio, sentía que me iba a dar un ataque de pánico.
- Tranquila... Pensemos positivo, tal vez esto sea un sueño... No, no puede ser un sueño. Siempre pude manejar mis sueños pero esto...
En mis sueños había una sensación extraña que podía sentir que no era real, algunas cosas podrían ser borrosas y el lugar cambia en cualquier momento.
Pero aquí... Siento que es real hasta tocar todo, sentí dolor al pellizcarme y pude explorar sin dificultades. Pero sentía que el lugar me era familiar.
Hay una ventana en esa habitación, y me asomé. Para mí sorpresa había un lugar algo nublado y árboles. Era una vista algo sombría pero tranquila, como un buen momento para estar acostada y escuchar música.
No quería alterarme, realmente noe serviría de mucho entrar en pánico, eso no me ayudaría en pensar si algo malo está sucediendo.
Salí del la habitación y me encontré con la sala y la cocina, parecía que todo estaba tranquilo, solo que habían algunas cajas igual había en la habitación. Cómo si me hubiera mudado.
Miré cada habitación, supe donde estaba el baño y una habitación con más cajas pero no parecía que alguien más viviera aquí.
- ¿Por lo menos tendré mi celular? - Regrese a "mi habitación" y revisé cada lugar hasta llegar debajo de la almohada. - Aquí ¿Está?...
El celular no era ni siquiera mi celular, era uno de tapa, siempre quise uno así pero ya eran más actuales, mi primer celular fue un Alcatel.
Sin embargo no reconocí aquella marca, y no le di mucha importancia.
Ahora que lo pienso no me he visto, no me siento extraña con mi tamaño, de por sí fui algo pequeña pero de alguna forma vi mis manos más pálidas.
Fui al baño esperando ver un espejo ahí, al verme fue una sorpresa, era realmente yo, pero me veía un poco más joven, probablemente de cuando tenía unos 15 años.
Debería ver si hay algún papel que me ayude con mi entidad en este lugar. Me puse a revisar cada caja.
- Aunque si fuera algo importante lo pondría en una mochila... - Mire cada rincón hasta topar con una mochila color negra, tenía algunas estampas del juego de Zelda, aunque yo traía también de One Piece pero no había nada de eso.
Revise la mochila y estaba en lo cierto, ahí estaban los papeles, mire cada uno y me sorprendió el ver la fecha de mi nacimiento, porque definitivamente eso era mío, tenía exactamente mi nombre.
- 1976 es mi fecha de nacimiento, tiene el mismo día y mes que nací. Había visto en calendario que estaba en el refrigerador con el año 1991 Así que si hago unos cálculos tendría como 15 años.
No había papeles de otra persona, también había un papel de inscripción a una escuela llamada.
- ¿Nockfell High School?... ¡¿Nockfell?!
¡Es el lugar donde se situa el juego de Sally Face!
Tranquila, que no cunda en pánico... ¡¿Esto es real?!... Si esto es real de alguna manera podría conocer a Sal, pensar en eso hace que mi corazón palpite con fuerza.
Había una hoja en la isla que estaba en la cocina, al revisarla es unos papeles sobre el departamento, parece que me mudé apenas ayer. Probablemente no he visto a nadie de los vecinos, definitivamente era el apartamento Addison. Mi número era 404, justo a lado de la habitación de la Sra. Sardenson.
Desconozco en qué momento estoy situada y ello me pone los nervios de punta. Me sobresalte al escuchar como tocaban la puerta, mire que ropa traía para no pasar vergüenza, al menos me veo aceptable.
- ¡Ya voy, un momento! - Me peiné un poco y me acerqué a la puerta preparándome mentalmente para recibir a quien sea que esté al otro lado.
Abrí topando me con el color azul de su cabello, después me fijé en su rostro y mi corazón empezó a palpitar con fuerza. ¡Es Sal Fisher!
- H-hola, bonito color de cabello. - Sonreí intentando no verme nerviosa por su presencia.
- Hola, eh.. g-gracias por tu halago. - Miré como puso su mano en su nuca por un momento. - Soy Sal Fisher, un gusto. - Me dio su mano para saludar y la tomé.
- Un gusto Sal, yo soy _____ - Sonreí y solté su mano al sentir una corriente eléctrica. - Uhm ¿Quieres pasar? Aunque aún no he acomodado mis cosas, disculpa el desastre.
- Está bien, vi que te mudaste el día de ayer, en la noche. - Lo invite a qué se sentará en el sillón. - Parecías cansada así que ya no quise molestar.
- Oh.. sí, fue un viaje largo, y parece que sucedió algo en el otro departamento. Aunque no pude tomar mucha importancia, mi mente estaba más allá que acá. - Intentaba ser lo más creíble posible, no es que recuerde quién soy acá o lo que pasó.
- Sí, pero no pasó a más, atraparon al culpable así que puedes sentirte segura. - Podía escuchar su voz cálida, podía asegurar que tenía una sonrisa.
- Es bueno escuchar eso Sal. - Sonreí. - Disculpa que yo no haya ido a saludar, solo qué apenas desperté y me sentía un poco desubicada.
- Te entiendo, igual me sentí así, de hecho el día de ayer me mudé pero fue en la mañana.
- ¡Vaya! Que sorpresa. Entonces, bienvenido a ti también Sally - Sonreí y después me di cuenta de lo que dije, eres una pend- D-disculpa se me salió decirte así, no lo haré de nuevo.
- Oh.. está bien, puedes llamarme así, de hecho a mi me dicen Sally face pero lo agarre como mi propio apodo.
- Si te parece bien entonces, te diré Sally.
- Eh... T-tengo una pregunta. - Pude notar que estaba algo nervioso.
- Está bien, responderé cualquier pregunta Sal, mientras no sea algo de química o matemáticas, me siento bajo presión y probablemente responderé mal. - Escuché como se reía por lo bajo y note que tenía sus ojos curvados, estaba sonriendo.
- Entonces puedes estar tranquila, es otro tipo de pregunta, pero lo tendré en mente. - Su voz es tan hermosa con ese tono divertido. - Lo que quería preguntar es el porque no me preguntaste por... Esto - Señaló su rostro. - La mayoría pregunta por esto, y pues se me hizo un poco raro...
- Ya, bueno .. si me fijé que es una prótesis, sin embargo, creí que sería mejor no preguntar y poder platicar sin algo que pueda incomodarte.
- ¿Entonces sabes que es una prótesis? ¿Puedo saber cómo sabes eso? - Aún si no podía saber bien que expresiones hacia, podía notar el tono de su voz.
- Bueno... Hace tiempo estuve viviendo con un tío que se especializa eso, realmente no investigué más pero observé cada vez que hacía uno o los que tenía de por sí, es muy diferente a una máscara, aún si se parecen. Además sería extraño encontrar a alguien con una mascara cuando ya pasó Halloween. - Lo miré algo avergonzada.
- Entiendo, gracias por pensar en que no me pusiera incómodo.
- Por supuesto, además quiero tener amigos, tengo que considerar eso. Por cierto, realmente es linda.
- G-gracias _____, me alegra que te guste.
- Espero podamos llevarnos bien Sally, creo que tengo que ir a saludar a los demás vecinos, y pues conocer el lugar donde viviré. - Me levanté del sillón y Sal me siguió.
- Si gustas, podría guiarte, yo ayer conocí a todos. - Casi sentía mi corazón salir de mi pecho.
- Me parece bien, solo que me tengo que vestir un poco más presentable.
- Oh, e-esta bien, yo vivo en el 402, estaré ahí cuando estés lista ____ - Le abrí la puerta y el salió.
- Está bien, iré a buscarte en cuanto termine de arreglarme, gracias por venir a saludar, no tardó. - Me despedí y cerré la puerta.
Me estaba muriendo, mis piernas flaquearon en cuanto cerré la puerta, la voz de Sally es tan malditamente linda, podría escucharlo por horas sin cansarme, mi corazón se derrite a cada momento.
- ¡Estoy tan feliz! - grité por lo bajo de la emoción.
Tengo que alistarme y ir a buscar a mi ser amado... Digo, a buscar a Sally.
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