αγάπη
Soobin no entendía.
Algo le picaba en el cuerpo, era una sensación rara.
Bien, había pensado en el bonito Eros toda la noche. ¿Y? A todos los dioses se les permite tener ojos y buenos gustos.
Es que tan solo era tan bonito...
Y como el desgraciado de Beomgyu no se aparecía, de seguro por estar trabajando (cosa que él debería estar haciendo), decidió subir un ratito, solo un ratito.
Cerró los ojos, sintió el vacío en el estómago y al abrirlos... ¡Oh, mágicamente había aparecido en el mismo lugar desahibtado del día anterior! No era como si él lo visualizara por su repentino antojo de verlo de nuevo. Si es que lo veía de nuevo, claro, solo para saciar su curiosidad.
Algo le decía que él estaría ahí de nuevo. Y ese algo le dijo bien, porque ahí estaba de nuevo. A unos cuantos pasos más, Eros, dándole la espalda. Se veía contento, sus bonitas y blancas alas aleteando .
Pero no estaba trabajando. El arco estaba sobre una conglomeración de nubes a unos cuántos metros de distancia mientras que Yeonjun estaba sentado en una nube, con los pies colgando y mirando hacia abajo. Cuando Soobin se dio cuenta del porqué sonrió ladino.
No le gustaba que lo observen, pero al pequeño le gustaba observar.
——Así que te gusta observar a los humanos...
Yeonjun se sobresaltó por la voz intrusa, poniéndose de pie y enfréntadolo por reflejo. Como si lo hubiera descubierto haciendo alguna travesura.
——No me gusta observar ——se defendió.
——¿Sí? Porque hace un segundo te vi agitar tus bonitas alas mientras mirabas atento al mundo humano. ——Soobin se acercó más.
——P-Por mi trabajo debo hacerlo.
Oh, estaba nervioso.
——Mentira. Cupido puede disparar a quienes les dé la gana... Lo que tú haces, mi pequeño mentiroso, es difrutar del drama humano y alimentarlo creando más
——N-No.
——S-Sí ——se burló Soobin.
Yeonjun frunció el ceño.
Se ve como un gatito descontento.
——Mi señor, ¿qué hace aquí?
——Soobin -——corrigió ——. ¿Y me estás echando?
Yeonjun se tensó un poco al creer que lo había enojado.
——Tienes que relajarte un poco más, Yeonjun. Al poner esa cara cada que digo algo, me haces pensar que crees que no soy capaz de mantener una sola conversación simple sin ponerme loco o agresivo. No te haré daño, lo prometo.
Soobin era consciente de los mitos. Su cabeza no ardería en llamas azules, por dios. Bueno, solo cuando estaba muy molesto.
Las promesas de un oscuro no deberían ser fiables, pero por alguna razón Yeonjun le creyó.
——Lo has hecho bien. ——Después de un silencio, Soobin felicitó. Yeonjun por su reacción, no esperaba ser halagado por el dios del infierno.
——G-Gracias, practiqué ese día.
——Tampoco deberías avergonzarte de que te guste mirar. Yo lo hago y no tiene nada de malo.
——Irónico que tengas que matarlos.
Yeonjun cubrió su boca tan pronto como dijo eso, pero Soobin le quitó la manos de ella con suavidad.
——¿Crees que soy una clase de demonio? De verdad pareciera que piensas que voy a asesinarte ——dijo burlón ——. No te hubiera enseñado a usar el arco si quisiera hacerte daño. Eso arruinaría mi reputación de profesor.
Yeonjun rió sin premeditarlo, volvió a cubrir su boca como arrepintiéndose. Realmente debía aprender a controlarse mejor. Soobin igual sonrió por eso.
Súbitamente, el más alto se recostó en una nube sin decir nada, puso sus manos tras su cabeza para estar más cómodo, y cerró los ojos.
Tranquildad.
——Creo que empezaré a venir más seguido por aquí ——declaró Soobin.
Luego de unos segundos, Yeonjun se permitió hablar.
——¿Por qué, mi señor?
——¿Te molesta?
——No, mi señor.
——No soy "mi señor". ——Aún con los ojos cerrados, frunció el ceño. De verdad le molestaba.
——Soobin. ——El nombrado no estaba viéndolo, pero de alguna forma pudo ver sus mejillas sonrojadas.
——Puedes ser informal conmigo, Yeonjun. ¿O se siente extraño para ti?
Silencio.
——¿Sabes? Voy a reportarte por ser irrespetuoso con un líder si no me respondes como es debido.
——S-Sí, lo es.
Su irracional miedo a pesar de su amabilidad solo podía deberse a...
——Los de cielo te dijeron que soy un monstruo ——Silencio que gritaba "sí"——. Reporte ——amenazó. Quizás no estaba siendo realmente amable, pero cómo le estresaba ser ignorado.
——Sí. Algo así... Pero no solo usted. Sino todos.
——Tan lindos ——se burló y se acomodó mejor ——. Como dije, igual vendré.
——¿Puedo preguntar a qué se debe?
——Puedes. Me aburro como la mierda abajo (Aunque hayan más cosas ahí que aquí mismo donde lo único interesante eres tú). Y, por Zeus, Yeonjun. Tutéame. Tenemos la misma edad.
——De hecho soy mayor.
Soobin abrió los ojos y lo miró curioso, estaba sentado a su costado a unos dos metros, abrazando sus piernas. Se veía hermoso y pequeño. Lo había atrapado ya mirándolo, no pudo disimularlo después.
——Así me gusta ——comentó ——. No sabía que sabías mi edad.
——N-No. No sabía, adiviné.
Soobin sonrió de lado. Seguro.
Para nada lo averiguó de su mejor amigo, Afrodita.
——¿Te molesta que venga aquí más seguido? ¿Te irías si lo hago?
No confíes en un oscuro, son bestias sin alma.
¿En serio?
——No. Está bien.
——Eres incluso más agradable cuando usas la lengua.... Oh, eso sonó raro. Sí.
Yeonjun quiso reír, pero sus labios apretados lo dejaron en una sonrisa. Sonrisa que Soobin vio y reflejó.
Se iba a tener que ganar su confianza, bien.
No tenía nada más que hacer de todas formas. El trabajo no existía para Soobin.
——De verdad no voy a comerte, respira tranquilo ——dijo Soobin con voz grave y tranquilizadora.
Verse a los ojos sin que el otro los bajara ya era un avance. Se le ocurrió que quería conocerlo un poquito más.
——L-Lo agradecería mucho.
Soobin también fue al día siguiente.
——Oh, hola mi señor.
——Mira como eres un terco. Hagamos las cosas más fáciles. Me vuelves a decir señor y voy con Zeus a presentar mi reporte.
——¡Soobin! ¡Soobin!
——Exacto. Y no olvides que si no hablas con normalidad también te reporto ——No se sentía real la amenaza. Quería reírse.
¿No sabía nada más que chantajear y amenazar? Zeus, digno de Hades.
——Entendí, por favor, no hagas esto. Te tutearé.
Qué puchero más lindo.
——Bien. ——Sonrió satisfecho.
Ese día tan solo observó a Yeonjun trabajar. De vez en cuando soltando comentarios sarcásticos que a regañadientes, hicieron sonreír al terco pelirosa.
También fue un tercer día.
Soobin se apareció en el lugar. Por alguna razón nunca aparecía justo frente al pelirosa. Este estaba disparando con una agilidad envidiable, concentrado.
El oscuro sonrió. Lo iba a asustar.
——Necesitaste de un día de práctica y ahora eres toda una leyenda ——comentó a sus espaldas, acercándose.
Yeonjun se sobresaltó y se giró hacia él.
——¡Ay! Tienes que dejar de aparecerte así ——suspiró ——. Y está en mis venas. Claro que debería ser bueno ——respondió orgulloso.
Soobin sonrió un poco porque consiguió que alguien que no fuera Beomgyu lo tuteara, por fin.
——También debería estar trabajando. ——Pensó en voz alta.
——¿No piensa ir?
Buen punto. Debería, pero estar aquí en este lugar vacío contigo, es más interesante.
——Supervisar es también mi trabajo. Hago eso.
——Realmente su trabajo es supervisar a los de abajo, los de arriba- ——Yeonjun calló al ver la mirada oscura de Soobin. No lo expongas, déjalo ser ——. B-Bueno, puedes quedarte si gustas. Solo voy a trabajar.
——Oh, gracias por darme tu permiso y bendición ——se burló ——. ¿Acaso pensabas que este era tu lugar antes de que yo llegara?
Yeonjun bajó la vista y se ruborizó un poco.
Ugh, ¿cómo podía verse tan inocente? Soobin no supo si eran sus instintos innatos, pero de pronto sintió ganas de corromper al ángel en su delante. Obviamente no lo haría.
——Ciertamente sí.
——¿Cómo descubriste el lugar? ¿Llegaste hace poco?
——Por accidente también. Y realmente ha sido casi un mes desde entonces.
——Bueno, ya no estarás más solito aquí, de nada. Dicen que la compañía es buena.
——¿Según quién?
Soobin sonrió de lado. Sutil.
——Buena forma de llevarme la contraria. Y según yo. ——Soobin se sentó en una nube con las piernas colgando, su vestimenta negra contrastaba con la claridad del lugar y la luminosidad de las nubes celestiales. Se veía tan fuera de lugar...
Yeonjun se preguntó si había algo malo en él para sentirse tan cómodo con un supuesto inminente peligro.
——Los humanos son realmente interesantes, ¿verdad? ——compartió de pronto Soobin observando abajo.
¿Le gustaban? Yeonjun no podía dejar de preguntárselo. Esos ojos lila reflejaban fascinación.
——¿Te agradan? ——Su curiosidad ganó la batalla con su precaución. Solo porque Soobin no daba miedo, en lo absoluto.
Soobin ni siquiera podía admitirlo frente a su mejor amigo por miedo a ser juzgado. El ni siquiera conocía a Yeonjun, pero algo había en él que le gritaba "confianza". ¿Y por qué no? Ya qué.
——Si te digo que sí... ¿Me juzgarías?
La mayoría de los dioses veían a los humanos como bichos, una raza inferior y estúpida. Pero él no. Y al parecer no era el único.
——No lo haría.
Soobin sonrió un poco sin que él lo viera. Ojalá así fuera.
——¿Qué hay de ti? Te agradan también, ¿verdad?
Yeonjun se acercó un poco más a Soobin, el estaba de pie a sus espaldas mirando al mismo punto de la tierra. Miraba a una chica joven alimentar a su hijo pequeño. No pudo evitar sonreír.
——Son interesantes. ——Era mejor no revelar tanto su afición. Porque si bien era comprendido, no lo sería a ese nivel. ¿O sí?
——Y más libres.
——E impredecibles.
——No te olvides de raros.
Yeonjun sonrió en corcondancia. Oh sí, los humanos eran extraños, pero eso tan solo los hacía más geniales. No supo exactamente por qué, pero quiso sentarse al costado de Soobin, lo suficientemente lejos esta vez.
Observaron en silencio la frágil vida humana que ellos manipulaban, como si de marionetas se tratasen.
Fue divertido comentar de cada caso que pudieron ver en el día. Bueno, por lo menos ya no tenían que hablar solos o aguantarse las bromas para sí mismos.
Se hizo de noche demasiado rápido. ¿Quién diría que compartir es genial de vez en cuando?
También al día siguiente...
Soobin había recibido una reprimenda de Ártropos por haber salido todo el día anterior y haberse olvidado de sus responsabilidades. Nada más por eso llegaba más tarde de lo usual.
Cuando abrió los ojos, pudo ver a Yeonjun a varios metros de distancia. Giraba a la cabeza disinuladamente mientras caminaba en círculos con el arco en la mano. Parecía estar pensando.
¿Por qué miraba a sus costados? ¿Estaría buscándolo? La idea lo hizo sonreír. Entonces, Soobin ideó un plan y sonrió más divertido cuando lo ejecutó.
Quizás le gustó más de lo debido hablar conmigo toda la tarde de ayer.
Desapareció y reapareció delante del pelirosa, muy cerca para asustarlo.
——¡Demonios! ——gritó por el susto retrocediendo ——¡N-No hagas eso!
——Estabas buscándome, ¿no es así?
——Mentira.
——Te vi, pequeño mentiroso ——se burló ——. Tranquilo. Te dije que tendrías compañía para rato para tu buena suerte. Hoy tuve que hacer unas cuantas cosillas abajo. Pero jamás incumplo mi palabra.
——Estaba caminando. No te busqué. Yo estaba... viendo a los humanos, sí, a los humanos.
Realmente genial, Yeonjun.
——No sabía que los humanos estaban aquí arriba también. Quizás son criaturas voladoras y no sabíamos. Gracias por la noticia.
Bien hecho, Yeonjun.
——Estás haciendo eso de nuevo ——dijo Soobin.
——¿Qué? ——respondió a la defensiva.
——Pucheros. ¿No solo los niños hacen eso?
La mala costumbre de la que Taehyun siempre se burlaba. Por Zeus, ni siquiera podría controlar sus reacciones con este hombre.
Realmente. ¿Quién demonios era ese Hades?
——¡No son pucheros!
——Veo que no te llame pequeño mentiroso por nada.
——Mis labios son así.
——Los míos también, mira. ——Tuvo el coraje para imitarlo, para imitar su puchero. Yeonjun suspiró un poquito ofendido.
——¿Realmente eres Hades?
——¿Por qué? ¿Mi apariencia lúcida como la nieve y ojos lilas como las violetas no lo dejan en claro?
——¿Puedo decir algo sin que te ofendas?
——Vaya ——rió ——. Pero que salto hemos dado. Debo decir que me gusta la falta de respeto. Ah extrañaba esto. Escúpelo.
Después de todo eran órdenes suyas. O algo así, qué va.
——Eres como un niño ——Yeonjun dijo con cautela.
Una ceja de Soobin se levantó un poco.
——Bueno, prefiero que pienses eso a que pienses que me los como.
——¡Yo nunca dije eso!
——Pero lo pensaste, se nota en tus extraños ojos amarillos.
——No son amarillos, son dorados.
——Nop, los tuyos son amarillos con destellos dorados. Lo sé porque me la pas-
——¿Porque qué?
——P-Porque se nota.
Soobin, tonto. Cálmate.
——Claro ——casi rió Yeonjun.
Taehyun también le dijo alguna vez que sus ojos eran más amarillos que dorados. Una tonalidad extraña pero bonita. De alguna forma era su tan querido rasgo distintivo y a la vez su peor insegurdad.
——Bien ——Yeonjun carraspeó ——. Realmente debo deshacerme de estas flechas en mi espalda para la noche.
——Nadie te detiene.
——¿Te quedarás? ——preguntó colocando su primera flecha.
——Hasta que la última se vaya.
Eran demasiadas, se quedaría todo el alba para culminar. Lo miró con sorpresa.
——Ya te dije que es mi trabajo supervisar.
——¿Es esa una buena excusa para observar a los humanos? ——preguntó con gracia apuntando a un mortal.
——También.
Y a ti.
Yeonjun sonrió por su honestidad y disparó el par de esa flecha. No era mentira que no le gustaba ser observado mientras disparaba, pero Soobin no contaba, ¿verdad? Porque entonces no tendría sentido.
De nuevo se hizo noche y los humanos se volvieron su espectáculo común.
¿En qué momento las estrellas reemplazaron el sol?
¿Una semana?
——Láquesis ——llamó Soobin entrando a la "habitación de trabajo". La susodicha se giró a verlo.
——Mi señor... ——Se levantó y arrodilló en una sola pierna.
——Levántate, por favor ——pidió. En su voz se notaba que estaba frustrado ——. ¿Por casualidad sabes si Beomgyu ha bajado esta semana?
——No lo he visto, señor. Supongo que como Ares está ejerciendo como cónyuge de Afrodita.
——Gracias. Vuelvo en seguida.
——Señor... ——interrumpió nerviosa cuando ya se iba ——¿Volverá a salir del palacio? Ártropos...
De las tres Moiras, la única que no tenía pelos en la lengua con el niño que vio crecer, era ella, Ártropos.
——Dile que no gaste saliva. Que tampoco reniegue que le saldrán arrugas. Ya dejé todo listo por mi parte. Que no se preocupe——anunció y se fue.
¿Dónde mierda estaba Beom?
Tenía que contarle a alguien. Quizás él podía adivinar la razón de su insomnio reciente. Se teletransportó para buscarlo.
Espera, se supone que iba por Beomgyu. ¿Qué hacía en el lugar de Yeonjun?
Yeonjun como siempre estaba ahí, cumpliendo su labor. Por primera vez el pelirosa lo divisó antes y se acercó. Quizá él sabría algo.
——¿Por casualidad sabes dónde está Ares? ——preguntó apenas Yeonjun pudo escucharlo. No tenía demasiadas esperanzas. Igual el Olimpo era absurdamente grande.
——¿El esposo de Taehyun?
——¿Quién?
——Afrodita.
——Oh, sí, ese Ares.
——Está quedándose en el palacio de su linaje.
——¿Cómo sabes?
——Oh pues, Taehyun es mi mejor amigo, por eso lo sé.
——Pero qué coincidencia ——rió Soobin ——. Estoy buscando a Ares porque es el mío.
——¿El mundo es bastante pequeño, eh?
——De hecho el Olimpo es asquerosamente gigante.
——Es un dicho humano, Soobin ——resopló.
——Oh verdad ——rió levemente ——. Tengo pésima memoria para estas cosas.
——¿Puedo preguntar qué pasa con Ares?
——Quería hablar con él, eso es todo.
——Está ocupado en el palacio. No los dejan salir los padres de Taehyun.
——¿Por una semana? Espera, ¿no se supone que sus padres deberían haber abandonado el palacio desde el Sucessio?
-——La madre de Taehyun se niega a dejar el palacio y a "jubilarse" por completo.
Ok, esos eran casos muy raros. La mayoría de dioses estaban desesperados por ser libres de sus antiguas tareas.
——¿Por?
——Por Taehyun. Sé que es raro lo del verdadero instinto maternal, pero ella de verdad no confía en tu amigo.
Por supuesto que era raro. Las relaciones de parentesco eran nada más que un acuerdo y un "yo te enseño y luego me sustituyes". Rara vez había cariño real de por medio. Eso era, por ejemplo, algo que aquellos dos envidiaban de los humanos: El amor de padres a hijos, que era descrito por el mismo Dios del amor como la forma más pura y vívida del amor. Algo que ellos jamás podrían experimentar.
——¿Por qué?
——¿Lo preguntas?
——Todos ustedes tienen un concepto erróneo, generalizado y horrible de nosotros.
——Culpa a Zeus por imponerlo.
——Nos odia. No parece, pero sabemos que en secreto nos odia a nosotros y a los de agua.
——Es por la historia.
——Yeonjun ——exhaló ——. Eso fue hace millones de años.
——Lo sé, pero lo del legado...
——Lo sé ——interrumpió ——. Está implícito.
Se formó un pequeño silencio, incómodo sí, pero no por la compañía, sino por las implicaciones de ese tema.
——Voy a dormir ——anunció Soobin de pronto y se recostó ahí mismo en la nube bajo sus pies. Cerró los ojos y apoyó su cabeza en sus brazos cruzados, como le gustaba hacer.
——¿Aquí y ahora? ——cuestionó incrédulo.
——Cállate y dispara, angelito.
——No soy uno. ——Frunció el ceño. ¿Por qué siempre estaba poniéndole apodos bobos?
——La definición humana de angel eres tú. Lo sabes, ¿verdad?
——No, no sabía ——mintió ——. No soy tan aficionado.
——¿Pero sí para memorizar dichos humanos?
Un puchero inconsciente se volvió a formar en sus bonitos labios. Soobin era tan molesto.
——Cállate ——susurró frustrado, muy bajito para que no lo escuchara.
——Puedo escucharte ——canturreó.
——Dije dulces sueños ——masculló incómodo.
——Sí. Ahora cállate tú. No he podido dormir bien estos días.
——¿Tampoco? ——susurró para sí mismo Yeonjun.
——O sea que tú también no puedes dormir.
——¿Cómo me oíste esta vez? ——Había usado menos volumen.
——¿Sabes el significado de susurrar?
——Tienes oído sobrenatural. No vale ——renegó el pelirosa.
——Verdad. Lamento eso. Ahora dispara.
——Es insoportable ——dijo Yeonjun mientras apuntaba.
——Por lo menos esfuérzate un poco más, ¿no?
——¡Eso lo dije para que me oyeras!
A Soobin le ofendió un poquito. Oh vamos, él era un encanto.
——¿Ah sí? ¡Pues el insportable eres tú!
——¿No que ibas a dormir, mi señor?
Claro, disfraza tu falta de respeto con "mi siñir".
——Sí, adiós.
Yeonjun torció los ojos y empezó a disparar. Soobin abrió los suyos, decidió observarlo con disimulo solo un poco, y sonrió, tal vez.
Unos días más...
——¡Boo!
——¡Soobin! ——Se asustó.
——Hola.
——Algún día de estos vas a matarme ——exageró colocando una mano en su pecho.
——Solo han pasado como tres días.
——Son diez con este, de hecho.
——Ow, ¿los cuentas? ——se burló.
——No. Era una suposición.
——Todo supones tú. Pero, a ver , ¿en serio? ¿Diez? ¿En qué momento?
La verdad no parecía. Se sentía como muchísimo tiempo más.
——No sé, pero no puedo creer que esté tuteando a Hades en este momento.
——¿Qué pasa si alguien se entera de nuestros encuentros?
——Nada bueno, lo sabes. A menos que te gusten los escándalos.
Bueno, no estaba prohibido. Pero sí que sería escándaloso. Encuentros entre habitantes de diferentes divisiones no estaban supuestos a suceder a menos que fuera por unión sagrada. Eran muy mal vistos.
——Para decir eso, veo que eres muy fan del drama humano, pequeño.
Yeonjun se volvió a sonrojar. A alguien no le gustaban los apodos.
——Me dices así cuando soy mayor que tú.
——Sigues siendo tan pequeño y delicado cómo una pluma, cariño.
Cariño. Cuando Taehyun le respondió sus dudas sobre el soberano del inframundo, no había entendido eso de conquistador por naturaleza, hasta ahora. Yeonjun bufó una risa.
——Con que a esto se refería Tae cuando me dijo que Hades era un casquivano de primera. Un depredador que solo espera ganarse la confianza de la presa.
——¿Estás diciendo que ya tengo la tuya? Pero espera, hey, yo no soy casquivano. Solo es gracioso.
——¿Qué es gracioso? ——cuestionó irritado.
——Ver las reacciones de los demás, por supuesto. El encanto natural es el único don que agradezco tener. Ya sabes, yo no pedí nacer tan irresistible ——bromeó Soobin.
La peor parte era que era cierto.
——¿Y nos llama vanidosos a nosotros? ——resopló incrédulo.
——Ustedes son más como narcisistas.
——Yo no.
Soobin sonrió ladino.
——Es cierto, tú no.
Tú eres diferente.
Yeonjun lo tomó como halago, y de hecho lo era. Sonrió con disimulo y se sonrojó bellamente.
Maldito Yeonjun y sus mejillas regordetas y rojitas.
——¿Tengo algo en la cara?
——Sí, rojo.
Y se sonrojó más si era posible.
——¡No tienes un poco de vergüenza!
——Tengo, pero la guardo para ocasiones importantes.
——¿Como cuales, hmm?
——Cuando me toque vivir una, te digo ——dijo y le guiñó.
——Eres imposible, Soobin ——resopló.
——Quizás ——Sonrió el dueño de la oscuridad.
——¿Tan solo viniste a verme de nuevo?
——Supervisar, no verte. ——Ok, eso sonó demasiado a la defensiva para su gusto.
——Me halaga que inviertas tanto tiempo supervisando a un dios de clasificación media cuando hay otros 8000 por ahí.
Soobin demoró en pensar qué responder.
——Solo me encargo de hacer bien mi trabajo ——dijo intentando sonar frío.
——Podemos decir que en eso nos parecemos.
——Lo sé. ——Sonrió al verlo apuntar con su arco y flecha en mano.
Definitivamente era un buen Eros.
¿Un par más?
——Te ves terrible.
Sin duda alguna le perdió todo el respeto. Fantástico.
——No más que tú ——contraatacó Soobin.
——No dormí nada.
——Yo tampoco. Estoy con insomnio estos días.
——Yo igual. Qué frustrante.
——Vine a dormir aquí.
——Siempre vienes a eso ——suspiró Yeonjun. De alguna forma se había vuelto rutina.
——Las nubes son blanditas y cómodas. Abajo hay pura roca, a ver baja.
——No gracias ——Sonrió burlón.
——Bien, entonces durmamos.
Durmamos, plural.
——¿Qué? ——soltó a la defensiva.
——Duerme ——dijo con simpleza Soobin ——. Si estás cansado siempre, deberías dormir ——Yeonjun no se veía convencido por sus palabras mientras el más alto se recostaba ——. Se duerme mejor en compañía ——insistió.
——Tú te inventas esas cosas.
——Quizás. Pero no quiere decir que esté equivocado. Ahora duerme.
La voz autoritaria de Soobin más su cansancio lo hicieron rendirse. Yeonjun se acostó a un metro de distancia del cuerpo de Soobin. Ambos mirando al cielo.
Se sentía... Bien. Y no debería sentirse así de bien.
——Esto se siente extrañamente cómodo ——pensó en voz alta el pelirosa.
——Lo es ——bostezó cerrando los ojos.
——No pudo creer que hayas venido tan solo a dormir.
——Shhh. ——El sueño estaba ganándole a Hades.
——Tengo trabajo que hacer. ——Era su última oportunidad de resistencia. Su voz también era somnolienta.
——Y te acompañaré a que lo completes después. Pero ahora, a dormir.
——Pero-
——Lo necesitas, Yeonjun. Lo sabes.
Quería rebatir solo para enfadarlo, pero era tan cierto, que esta vez tenía que ceder.
——Bien ——se rindió a regañadientes.
——Solo un momento ——balbuceó Soobin cayendo en un sueño profundo.
——Solo un momento. ——Estuvo de acuerdo el mayor, cerrando los ojos.
Bueno. La noche llegó junto a un griterío.
——¡Dijiste solo un ratito! ——Yeonjun persiguió a Soobin para darle un manotazo
——¡Mira todas las flechas que me quedan! ¡Ahora no puedo volver a casa, idiota!
Oh, estaba muy molesto.
——Wow, es la primera vez que me llamas así. Y lo necesitabas, ¿ok?
——Te apuesto que estuviste despierto burlándote de mí mientras dormía por no poder hacer mi trabajo.
——Mirándote de hecho.
Yeonjun se sonrojó antes de balbucear nervioso.
——¡Me atrasaste!
——Ay, vamos. Dispara a lo loco una vez. Láquesis entenderá.
——¡¡Soobin!!
——¡Bien, me voy! De nada eh ——dijo y desapareció.
¿El tiempo importa?
Yeonjun se veía concentrado mientras disparaba. Pero a Soobin como que le gustaba romper eso. No había mejor cálida bienvenida.
——¡Boo! ——Se le apareció en frente.
——¡Ah! ——gritó por el susto ——¡Deja de hacer eso! ¡Maldita sea!
La verdad renegaba por gusto, Soobin no detendría su más reciente hobby por sus tiernas quejas.
-——Mira lo que hiciste ——señaló irritado Yeonjun. Por el susto que le dio, la flecha par que debía caerle a una rubia, terminó cayendo en otro sitio ——. Disparé el otro par al árbol por tu culpa. Ahora será un amor unilateral. Gracias, gran panfletas.
——Lindo insulto. Había olvidado lo lindos que eran los insultos aquí.
——Pobre chica ——negó Yeonjun con desaprobación ——. Ahora le van a romper el corazón por tu culpa.
——Buen intento. No pudo sentir culpa cuando me enseñaron a no sentirla. Pero pretenderé que me siento mal si te hace sentir mejor.
O de eso quería convencerse Soobin.
¿Entonces si no sientes culpa por qué no puedes ver por el orbe sagrado a la vidas humanas que terminas?
——A veces olvido que eres del inframundo.
Soobin señaló su vestimenta con una mueca graciosa.
——No, no por eso ——rió airoso ——. Por como eres tú. Eres... diferente.
——Todos son como yo abajo. Aunque algunos son más crueles, debo admitir.
——No lo sé... ——dijo el pelirosa con sospecha.
——Lo sabrías si pudieras bajar.
——No gracias. Suficiente contigo. ——No pudo evitar sonreír burlón.
——Oh, vamos. En el fondo me adoras. ——Arqueó las cejas repetidas veces, acercándose más. Yeonjun se tensó un poquito.
——¿Adorar? ¡Uff! Eres un cínico. Ya me hiciste enojar. Vete ——Le giró la cara. Realmente Soobin era un desvergonzado.
——Tsk ——se separó quizás un poquito ofendido ——, igual tenía mucho trabajo.
——Sí sí. Hasta nunca.
——Hasta mañana para ti también.
Yeonjun empezó a creer que estaba enfermo.
Ya nadie llevaba el recuento.
La noche pintaba de varios colores fríos el cielo. Las estrellas se veían más brillantes ese día.
De alguna forma terminaron sentados uno junto al otro, con los muslos y hombros rozando. Igual no era un detalle tan importante cuando todo su interés estaba en la conversación que estaban teniendo sobre los humanos. Estaban observándolos como siempre. Yeonjun mecía sus pies con un poco de emoción.
Se preguntaron qué se sentiría bajar. Zeus era el único que lo sabía por ser el único poseedor de dicho poder.
——¿Ves lo que está comiendo? ——Señaló Soobin a una castaña en una feria. Los habían estado viendo ya un tiempo: Ella estaba subiendo a atracciones con su novio, pero después de la última montaña rusa, el chico le había comprado un helado.
——¿Helado? ——rió burlón.
——Eso ——rió de vuelta ——. Hay de tantos colores... Me gustaría probar alguna vez. A los humanos parece gustarles mucho.
——Es dulce y cremoso por lo que sé. Tenemos alimentos parecidos aquí. Lo que más me llama la atención a mí es eso. ——Yeonjun señaló la montaña rusa más alta de lugar, con curvas que se veían aterradoras incluso desde las nubes.
——No entiendo porque les llaman montañas rusas ——pensó Soobin.
——Los humanos tienen nombres raros para todo. Pero igual se ve divertido ——suspiró el pelirosa apoyándose en su mano. Luego su atención se desvió hacia la gigantesca rueda de la fortuna y se la señaló a Soobin ——. O eso, siento que sería divertido subir a eso.
——Emm... Considerando que vivimos en el cielo, no creo que sea muy emocionante para nosotros ——opinó con diversión.
——Oh... ——Yeonjun se sonrojó y agachó la cabeza ——. Tienes razón, qué tonto de mi parte.
Soobin se le quedó mirando embobado unos segundos. Diablos, en verdad era muy lindo.
——Pero igual es lindo ——agregó el pelinegro ——. Es romántico.
Yeonjun asintió mirando a otros adolescentes subir.
——Lo es.
Era interesante como podían hablar y hablar con el otro, como si fuesen los únicos que pudieran escucharse. Día tras día.
——Me gusta la universidad ——comentó Yeonjun viendo como dos chicas jóvenes ingresaban al establecimiento en otra parte del mundo.
Estaban sentados juntos como ya se les había hecho costumbre.
——Lo sé. Hay tantas profesiones que se pueden elegir... ——suspiró. Poder elegir.
——He visto que a algunos sus padres los obligan y no pude evitar sentirme mal por ellos. Ellos son como nosotros.
——Pero por lo menos tienen la opción...
El pelirosa no agregó más. Cada quien fijó su atención en un humano diferente. Después de unos segundos, Yeonjun rompió el silencio revestido por el sonido del viento.
——¿Alguna vez te preguntaste qué sería si fueras humano?
Soobin no respondió inmediatamente, por ello, Yeonjun giró la cabeza un poco y buscó su mirada, preocupado de haberse pasado de la raya.
Pero vio como Soobin sonrió de lado y asintió débilmente.
——¿Muy raro? ——inquirió inseguro el pelinegro encontrando su mirada.
——No. Yo... Alguna vez me lo pregunté también ——admitió. A pesar de que los dioses no sentían frío, tuvo esa sensación, subió las piernas que colgaban de la nube a la misma, y las abrazó. Los vellos de sus desnudos brazos estaban erizados.
Soobin devolvió su vista al frente. El ambiente era nostálgico por alguna razón.
——¿Crees que estamos locos, Yeonjun?
Tampoco pudo responder de inmediato.
——Honestamente, creo que sí.
——Es aterradoramente grandioso.
Yeonjun sonrió de lado. Así como tú.
——No podría estar más de acuerdo.
Compartieron una última mirada y sonrisa culposa antes de seguir.
Gota a gota...
Cloto estaba ciertamente enfadada. Entró a la habitación del soberano sin tocar, o avisar en este caso, pues ni puertas había.
——Soobin ——espetó ceñuda. El recién llegado se giró a verla ——. ¿Dónde has estado? Es muy tarde ya. ¿De dónde vienes?
No lo había tratado de "mi señor", pero por la situación y su tonalidad, fue menos satisfactorio de lo que creyó.
——Estaba con unos amigos en bar ——mintió. Acababa de despedirse de Yeonjun.
——¿Ah sí? ¿A quién pretendes engañar, Soobin? Les pregunté a tus amigos y todos me han dicho que no te han visto en todo un mes. ¿Con qué amigos has estado saliendo?
Un músculo se contrajo en la frente del pelinegro.
——Da igual, anduve por ahí. ¿Cuál es el problema de todos modos?
——El problema, Soobin, es que no estás haciendo tus tareas bien. Por tu pobre rendimiento, has dejado en problemas al pobre Caronto.
Caronto era su amigo. Frunció el ceño preocupado.
——¿Qué le pasó a Caronto?
——Ártropos no ha estado aquí en varios días porque se cansó de que le cargaras todo tu trabajo para largarte a no sé dónde. Finalmente vino porque te aprecia lo suficiente como para no dejarte solo. Pero como tú no has estado cortando los hilos que debían cortarse a su tiempo, cuando Ártropos los cortó todos, hubo una sobrecarga de almas en el bote y este se ha hundido. Transeúntes han reportado eso y ahora Caronto debe afrontar un juicio de tercera categoría por tu irresponsabilidad.
El corazón de Soobin se hundió.
——P-Pero-
——Ni siquiera era culpa suya, Soobin. ¿Qué iba a hacer el pobre con tantas almas? ¿Por qué dices que has hecho tu trabajo cuando en realidad no lo has hecho? Yo misma me he dado cuenta de como dices que ya hiciste lo que debías, y cuando vuelvo, veo a los mismos hilos intactos, negros y apenas sosteniéndose. Apenas te levantas, te vas a quién sabe dónde, y solo regresas en la noches para dormir. Esto tiene que parar, Soobin.
Una sensación horrible se le instaló en el pecho. Se arrodilló dejándose caer. Bajó la cabeza.
Él tan solo no había querido cortar los hilos. No sabía por qué.
——L-Lo siento. Hablaré con Zeus. No le pasará nada a Caronto, te lo aseguro.
Cloto lo observó con pena y ladeó la cabeza.
——Te prometo que cumpliré mi rol de la forma correcta. Pero, por favor, no me pidas que detenga mis salidas, porque no lo haré. Es algo importante para mí, Cloto.
——¿Puedo preguntar qué es?
——Creo que merezco tener esa privacidad.
Cloto, insatisfecha con la respuesta y un poco más irritada, dictó:
——Lévantate ——Su voz fría hizo que Soobin obedeciera, todavía incapaz de mirarla a la cara ——. Esta va a ser la última vez que me voy a permitir faltarte el respeto de esta forma. Espero comprendas la situación.
Soobin tan solo asintió y esa fue la señal de Cloto para que se fuera.
Un nudo en la garganta que jamás había experimentado antes, se instaló y le imposibilitó dormir una vez más.
Se había equivocado y ahora habían muchas cosas que enmendar. Cosas que solo él debía enmendar.
Entre solucionar lo de Caronto, hacer su deber y disculparse con todos los que merecían unas disculpas, la noche había llegado.
Soobin estaba exhausto. Por primera vez entendía que eso de ser el líder de la subdivisión era más que solo un título.
Había sido un mal día, sí, pero no por la exhuberante cantidad de tareas que había tenido que hacer, lo era porque sentía que faltaba algo.
Fueron casi dos meses enteros que se acostumbró a ver a Yeonjun todos los días, donde no hubo día alguno que no fuera a ese lugar especial en el cielo. Su lugar con Yeonjun.
Ok, quizá no debería pensarlo así.
Pero de verdad se sentía intranquilo.
Sabía que no iba a poder dormir si no lo veía, así que arriesgándose tan tarde por la noche, probó su suerte sin muchas esperanzas. Probablemente el pequeño se habría ido a casa ya.
Soobin cerró con ojos con el corazón en la boca y supo que podía volver a abrirlos cuando dejó de sentir esa sensación de vacío.
El cielo estaba oscuro, estrellas adornando y dándole luminosidad. Las nubes ya no brillaban, pero se veían azules por el reflejo lunar. Por primera vez, Soobin se dio el lujo de observar sus alrededores con atención. Era un lugar hermoso sin duda, pero no había ido ahí para admirarlo.
Buscó a Yeonjun con la vista. Miró hacia varias direcciones. El pequeño no parecía estar cerca.
Decepcionado, Soobin suspiró y estuvo a punto de irse, pero justo cuando se dio media vuelta, fue que lo vio.
Hermoso.
Yeonjun dormía sentado y a su vez apoyado en una nube grande, esta simulaba un rincón. Sus labios carnosos y rosados estaban entreabiertos, sus mejillas sonrojadas y su piel se veía más suave que nunca gracias al grácil brillo de luna.
El pelinegro sonrió enternecido tan pronto como lo vio. Se acercó a él tratando de ser sigiloso. Una vez llegó a su costado, la diferencia de altura se hizo aún más notoria a pesar de que Yeonjun estaba sentado. Soobin se puso de cuclillas para poder apreciar su rostro de más cerca. Sonrió.
Debería ser ilegal ser tan bello.
Habían salvajes mechones pegados a su frente sudada. Sin poder quitar la tierna sonrisa, Soobin fue cuidadoso al quitarlos con las puntas de sus dedos.
Las perlitas de sudor todavía se veían en la piel blanquecina, entonces cuando Soobin usó su pulgar para secar la primera, Yeonjun se despertó.
Se sobresaltó. Cuando sus ojos dorados se encontraron con los lilas de Soobin tan cerca, la tension no aminoró, pero sí el miedo.
——Sigues aquí ——susurró dulce Soobin sin quitar la mano que acunaba su rostro. Podía sentir a Yeonjun tenso pero a la vez con la guardia baja. Los ojos de Soobin viajaron a su manzana de Adán, vio como este tragó saliva nerviosamente por la cercanía
——Me quedé dormido ——susurró de vuelta.
Sus ojos conectaron cinco taciturnos segundos.
——Me esperaste ——declaró Soobin acariciando su mejilla.
Las pupilas de Yeonjun tiritaron.
——Yo no te esperé. Tan solo me quedé dormido ——explicó, pero no había fuerza en la explicación.
Soobin no pudo evitar sonreír enternecido ladino, exponiéndose.
——Me esperaste ——repitió sin detener sus caricias.
No, tan solo estaba preocupado de que algo te hubiera pasado.
Yeonjun no estaba deteniéndolo, no dijo nada habiéndose perdido en esos ojos lila.
——Sabías que vendría por ti, ¿verdad? —-—continuó Soobin ——Sabías que no dependía de mí.
Yeonjun se removió incómodo y miró bruscamente hacia un costado.
¿Por qué se sentía tan caliente en su interior? Jamás había sentido algo así.
——Sí, bueno. Tú... Nosotros... Y-Ya deberíamos irnos. Es muy tarde.
Repentinamente, Yeonjun se levantó cortando la interacción.
——Probablemente no venga mañana, hay cosas que debo ver en otras partes del Olimpo ——informó el pelirosa. Sin esperar respuesta de Soobin, extendió sus alas y voló entre las nubes, lejos.
A Soobin le dio un poco de ansiedad verlo alejarse pues él era siempre el primero en irse.
Ese calor que empezaba a sentir también le era preocupante. Pero nada que no pudiera ignorarse.
Estaba bien que no se vieran un día.
Perfectamente bien.
——Soobin, no me mires así ——se quejó Beomgyu ——. ¿Estás enojado? Que ya te dije que no fue elección mía, fueron sus malditos padres.
Soobin entornó los ojos y volvió a servirse en su copa. Habían decidió ir por unos tragos a un bar cercano para poder hablar por fin, un mes después.
——Por supuesto que no estoy enojado, tonto. Solo que fue estresante no tener noticias tuyas tanto tiempo.
——Solo di que me amas y extrañaste mucho ——Guiñó ——. También te amo, cariño.
Soobin le dedicó una mirada horriblemente fría que hizo reír a Beomgyu.
——Bien, bien. Entiendo, señor Hades, desalmado y frío ——se burló, pero a Soobin no le gustaron esos adjetivos ——. Sabes que hubiera venido si hubiera podido antes. Esos viejos no nos dejaron salir del castillo y estuve ocupado. ¿Qué es de ti y de tus miles de responsabilidades como gran líder?
——Mal, bien. Un poco de todo ——intentó resumirlo. Soobin se preguntó si debería contarle a Beomgyu sobre su nuevo amigo en el cielo. Sabía que no lo juzgaría como probablemente harían otros, pero al final no se animó porque de alguna forma disfrutaba que fuera su secreto ——. ¿Cómo vas con tu prometido? ——Inteligentemente desvió el tema de conversación hacia él de nuevo.
——¡Oh! ¡Ese niño es un peligroso y tentador encanto! Lo adoro, soy un hombre feliz. Sería más feliz si me quisiera cerca también, pero bueno, lo está intentado, creo
——Te odia, ¿verdad? ——Soobin rió.
——Y no me explico por qué. Soy guapo y soy encantador. ¿Qué más quiere?
——Probablemente a alguien menos insoportable, irritante y tosco. Pero supongo que haces tu esfuerzo ——Palmeó fuertemente su espalda dos veces.
——Ah, y no sabes. El príncipe es un bebé mimado. Déjame que te cuente como de bruja vieja mequetrefe es su madre...
Soobin ocultó su sonrisa tras la copa.
Había extrañado al idiota de su mejor amigo.
——Está un poco desordenado. Lo lamento ——se excusó Yeonjun cuando Taehyun pasó a entrar a su morada. El pelirrojo se sentó en el sofá de la sala.
——Gracias Junnie, de verdad necesitaba irme de casa. Ya no soporto la estar ahí. Ni a mi madre, ni al pesado de Beomgyu.
——¿Qué ocurrió? ——preguntó a la par que colocaba un cojín sobre sus piernas.
——Mi madre está loca, lo sabes. Pero después, ese Ares... ¡Ahg, lo odio!
——¿Ahora qué hizo? ——se rió.
——¡Existir! Su sola presencia me estresa. Es un brusco, bruto, desconsiderado y poco empático. Come con la boca abierta, siempre alza la voz y habla tanto que parece la Gorgona. Es realmente un infierno ——lloriqueó Taehyun.
——Y por razones como esas, amo ser Eros ——suspiró.
——Sí, bueno, no quiero seguir hablando del tonto ese. Entonces... Ha pasado tiempo desde que hablamos por última vez. ¿Pasó algo este tiempo? ¿Mucho trabajo ahora?
——Sí, demasiado. Y... ——Yeonjun no sabía si decirle o no, o qué tanto decir. Se mordió el labio inferior.
——¿Y?
Supongo que no tiene nada de malo... Era su mejor amigo de todas formas.
——Yo... Conocí a alguien ——confesó.
——Oh, genial ——dijo con ligereza ——. Me alegra que estés haciendo más amigos, Junnie.
Oh, claramente Taehyun se perdió de la intención de habla. No se refería a eso.
——No, no es esa clase de alguien. Yo... Mhmm... Conocí a alguien, sí, pero ese alguien me llama la atención. ¿Entiendes lo que te quiero decir?
Poco a poco el pelirrojo fue frunciendo el ceño. Luego se paró de golpe con brusquedad y con una cara de sorpresa.
——¡¿O sea que te gusta alguien?!
Yeonjun casi se desesperó.
——¡No no! N-No, no me gusta. Solo se me hace lindo, ¿entiendes?
——Yeonjun... ——El tono de Taehyun era serio y de admonición ——Sabes que Eros no puede enamorarse por regla, Yeonjun puede pero una vez deje de cumplir como Eros.
——¡Que no me gusta! ——defendió —— Solo se me hace lindo... ——admitió bajito avergonzado.
¿Por qué creíste que decirlo sería una buena idea? Tonto.
——Oh, bueno... ——Taehyun volvió a sentarse más tranquilo ——Supongo que no hay problema si solo es atracción física. Quiero decir, tienes ojos, está bien ——rió ——. Pero ya, dime. Entonces, ¿quién es? ——preguntó curioso e interesado.
——No importa eso. Es un solo un imbécil con una bonita cara, además está casado.
Casado, la mejor parte.
——Inalcanzable... Aunque bueno, mejor así. Tú sigue mirándolo todo lo que quieras. Lujuria es tu segundo nombre después de todo, ¿no? No hay pecado ahí ——bromeó.
Yeonjun sonrió con incomodidad para dejarlo tranquilo, pasó a otro tema de conversación rápidamente.
Hubiera sido mejor no decir nada. No quería hacerlo más real a pesar de que su corazón latiera mucho más rápido cada vez que estaban juntos.
Tenía razón. No lo valía. Solo era un tipo guapo y que le agradaba bastante, con quién compartía muchos intereses y... casado, claro.
No era importante. No pensaría en ello.
Soobin estaba aburrido, pensando.
Yeonjun había dicho un día, ese día ya había pasado. Por ende... ¿Por qué no estaba arriba?
Exacto, deberías subir y ya. No vaya a ser como la otra vez que se quede solito esperándote.
Soobin abrió los ojos después de su exitosa teletransportación, y sorprendentemente, por fin apareció frente a Yeonjun.
Yeonjun se sorprendió un poco de verlo también. Luego de la conexión de miradas, Yeonjun desvió la suya con incomodidad.
Soobin se preguntó si tenía algo que ver con lo que había ocurrido días antes. Esa cercanía que, para ser honestos, también fue desconcertante hasta para él.
Sin dejarse absorber, Soobin fue quien se acercó a hablar. Cuando lo tuvo cerca sintió cosquillas cerca del estómago. Se preguntó mentalmente si estaría enfermo, porque también de pronto se sintió caliente.
——¿Disfrutaste tu día libre? ——preguntó burlón.
Yeonjun tenía el mismo puchero en sus labios. Soobin no podía dejar de verlos.
El pelirosa no se veía de buen humor. Se notaba que iba a responder algo poco amable cuando abrió la boca. Pero ninguna palabra pudo abandonar sus labios, porque de pronto se escucharon pasos cerca.
Se escucharon pasos en el lugar, pasos que claramente, no les pertenecían a ninguno de ellos.
Los pasos se hacían cada vez más prominentes, aparecería alguien pronto.
Si los veían juntos sería el fin de la paz para ambos. Yeonjun abrió más los ojos cuando sintió que los nervios se lo iban a comer vivo.
Pero felizmente para él, Soobin era un pensador rápido, y un segundo antes de que la persona intrusa apareciera, Soobin usó su supervelocidad para tomar a Yeonjun del brazo y llevárselo tan lejos como lo permitieran dichas milésimas de segundo.
Soobin no pudo seguir huyendo lejos sin dirección porque la espalda de Yeonjun chocó con una superficie dura, una pared
No pudieron alejarse mucho por lo mismo. Debido a la velocidad usada, el golpe contra la pequeña espalda del pelirosa, fue dolorosa. Quiso maldecir, pero como todavía estaban muy cerca del lugar, Soobin fue también rápido al cubrirle la boca con una de sus grandes manos.
Yeonjun estaba indignado, quiso decirle con los ojos lo que no podía con la boca.
Los pasos fueron desvaneciéndose mientras, tal como la vez pasada, la cercanía era molesta. Soobin básicamente lo había estampado contra la pared con todo su cuerpo por la velocidad y el abrupto paro.
Sus ojos asustados se encontraron con los lilas que había estado evitando a toda costa.
Los pasos dejaron de oírse ya varios segundos, pero las miradas intensas no cesaron y Soobin olvidó de sacar su mano de la boca del mayor.
Yeonjun quiso empujarlo, hubiera querido hacerlo. Pero sucedió repentinamente, mientras observaba dichos ojos, que el calor que estuvo sintiendo últimamente, se incrementó tanto al punto de sentir que algo hervía dentro de él, un calor indescriptible que se extendía por todos su nervios, una sensacion tórrida en su totalidad junto a las repentinas cosquillas que escalaban en su interior, despacio.
No entendía lo que le sucedía a su cuerpo. No hasta que vio cómo los ojos lilas que observaba, se tornaban tan rojos como la misma sangre.
Aterrado y confundido, empujó a Soobin, quién extrañamente también se veía asustado. Como si en la cara de Yeonjun hubiera visto algo temible.
Ambas respiraciones eran un desastre total. Como si algo se hubiera desestabilizado en ambos.
Soobin desapareció aturdido antes de que Yeonjun pudiera decir o hacer algo.
Lo había dejado solo.
Aún con el calor insoportable presente en su cuerpo y con el corazón latiéndole a velocidades cuestionables, el pelirosa, aún con las repentinas ganas de llorar, caminó un poco hasta donde había dejado su carcaj. Tomo una flecha dorada de esta y la colocó verticalmente a la altura de su rostro.
Necesitaba comprobarlo.
La soltó horrorizado cuando pudo reflejarse en ella. Cuando pudo ver sus ojos rosados.
επιθυμία.
Final abierto por el momento.
Como su querida servidora alarga todo, pues aquí la ven, esta historia tiene su continuación. No más de dos capítulos, descuiden. Los subiré después.
Es una trama rara y la verdad no tiene sentido JAJAJ, solo algunos nombres reales de deidades griegas.
Lamento los 1838727 errores que debe haber. No corregí TT.
Nos leemos luego ^^
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